tag:blogger.com,1999:blog-24675779643733853932024-03-16T19:53:04.737+01:00· |un blog comme les autres| ·Unknownnoreply@blogger.comBlogger369125tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-59367645788295860852024-03-09T18:59:00.002+01:002024-03-10T11:29:33.985+01:00SOSTENER LA GRACIA<p style="text-align: justify;">A<i> Lin Cheng-sheng</i> le gustan las introducciones.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2WyB6DkPzpW6rF3CYRV1Q7KB5HansoqoISYdkjwRYsoHVsDk01TukP6TY3RZU9LCIoDgR5yqmIrRq_-xHwGbLnMe4yBLWU3AY02iVahv_8AbjguX1Aj5zDm3QG-5sxZ-dcC-azdre_p6f2m1FVpF5lIV73OsI-ZQo_scH68Ih-2ur_mMWzXfq8Bfer0gI/s941/1.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="941" data-original-width="628" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2WyB6DkPzpW6rF3CYRV1Q7KB5HansoqoISYdkjwRYsoHVsDk01TukP6TY3RZU9LCIoDgR5yqmIrRq_-xHwGbLnMe4yBLWU3AY02iVahv_8AbjguX1Aj5zDm3QG-5sxZ-dcC-azdre_p6f2m1FVpF5lIV73OsI-ZQo_scH68Ih-2ur_mMWzXfq8Bfer0gI/w268-h400/1.jpg" width="268" /></a></div><div style="text-align: justify;">Planos que se van abrochando unos a otros, en montaje paralelo casi siempre, delineando apuntes en espacios que no delatan identidad escénica alguna y sobre los que se mueven quienes aún no parecen ni actores ni actrices. Minutos que su autor no utiliza para despertar la atención de ningún espectador como hacen tantos directores, sino más bien para habituar la mirada a una cadencia. Así, van apareciendo los primeros de muchos planos largos y diáfanos, las primeras lentas aproximaciones a conversaciones y detalles de la puesta en escena, algún suave cambio de eje e irán cobrando presencia los sonidos del ambiente y las canciones, hasta componer otra película, una que imanta a las imágenes. <br /></div><div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;">Si se detecta la marcada consciencia de cada encuadre o movimiento de cámara, se deducirá que este cineasta taiwanés, tan poco célebre, <i>debe ser</i> una más de las promesas malogradas o no del todo confirmadas del reciente cine asiático, una lista prolija, por desgracia. Cualquiera que se sorprenda con las bellezas de su sencillo estilo se podría hacer entonces la gran pregunta: ¿por qué si sus películas alcanzan lo que otras tratan de buscar denodadamente - revelar, sin aparente artificio, la verdad que yace en gestos y palabras - le han sido tan esquivos los reconocimientos?. Tal vez reconocer es un verbo demasiado riguroso. Identificar y recompensar, en una sola palabra... <br /></div><div style="text-align: left;"><p></p><p style="text-align: justify;">"<b>Mei li zai chang ge / Murmur of youth</b>", su segunda película, es tal vez la primera que habría que ver de <i>Lin</i> <i>Cheng-sheng</i>, la que más pistas aporta sobre qué clase de gran cineasta sin continuidad fue. Ha filmado diez, cada vez más espaciadamente. <br /></p><p style="text-align: justify;">Más honda y audaz que su debut del año anterior, "<b>Chun hua meng lu / A drifting life</b>" (1996), que ya llamó la atención de muchos "coleccionistas de operas primas prometedoras" que asisten a festivales occidentales, "<b>Mei li...</b>" es sin embargo más frágil y reductible a un eslogan que su predecesora y más aún lo será hoy, donde proliferan, interesadamente, historias de amor entre dos chicas como la que incluye.</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="384" data-original-width="750" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi51drZiD_mgm9WPxspwZ4TEXDi3elFkMJd5Rd15J7rsOfvyAuLpJbDFLw-TJVcfiv8sVEqOone9rpY1-klvSmK8mzNlhc72f_9jqQS1DTERBomLjEgfGVsbaYrMoMKTHhZoZxdxbM4ZuX1AohqSKoX9QzSz_qkBFgkhv82hfUghjO52aurFOjiQhHgJAvG/w400-h205/2.jpg" width="400" /></div><div style="text-align: justify;">A diferencia, a gran diferencia de otras muchas veces, de ese romance no depende "<b>Mei li...</b>" y es solo otro más de los episodios a vueltas con los insignificantes acontecimientos que viven <i>Ling </i>y<i> </i><i>Chen</i> con el desencanto agazapado debajo de cada hallazgo. Y además está tan modélicamente filmado como lo que es: un tembloroso e insospechado suceso para sus protagonistas. Con las mismas alforjas, será capaz <i>Lin Cheng-sheng</i> de filmar un encuentro incestuoso en "<b>Fan lang / Sweet degeneration</b>" (1997), después de madurarlo durante cien minutos de metraje, sin coreografías, afligida, veladamente. Un par o tres de películas más adelante, en 2001 por ejemplo, cuando filme "<b>Ai ni ai wo / Betelnut beauty</b>", esas escenas ya se parecerán demasiado a las de otros, cada solución la habrá pensado ya antes alguien mejor y se esfumará la aventura del descubrimiento del camino propio. </div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi51drZiD_mgm9WPxspwZ4TEXDi3elFkMJd5Rd15J7rsOfvyAuLpJbDFLw-TJVcfiv8sVEqOone9rpY1-klvSmK8mzNlhc72f_9jqQS1DTERBomLjEgfGVsbaYrMoMKTHhZoZxdxbM4ZuX1AohqSKoX9QzSz_qkBFgkhv82hfUghjO52aurFOjiQhHgJAvG/s750/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="332" data-original-width="614" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj4-jgPsLIlcPJSbL0GRwGKGFm713S9wGMLgLuReSthwvUHgBpZqueARcAXFmqqKHwbNCSh_cV32Ikuf1Q0Ut32Q4AUX8ghyphenhyphen0XNLyjX6tRpcDS9Q90ZfwwlQj2Ch8wkmPPhWVzQoUb4YXIXOvGK6gRs9dm6GVHkwwBYl9-QTxIRNSi9WN219lUhocCL4kK/w400-h216/3.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">Este es aún el cine de los cuerpos. Sin propósito, sin contexto histórico, sin credo. Simple deseo, elemental lucidez. <br /></p><p style="text-align: justify;">La calma expositiva de la película se construye sobre la extrañeza de no sentirse parte de nada, por no saber una palabra sobre el pasado, muy poco sobre el presente y solo tener alguna certeza para el futuro - saber qué no se quiere, que no es gran cosa -, con lo que conforme el pasado de la que mejor llegamos a conocer, <i>Ling</i>, sea desvelado (su abuela, a la que todos y hasta ella misma auguran apenas unos días más de vida y a la que tratan como si ya hubiese perdido la cabeza por completo), nuestra protagonista sabrá algo más sobre sus circunstancias y ya no se preocupará más por lo que depare el mañana; un recorrido conocido, el que nos lleva al corazón mismo del melodrama, un género al que <i>reticentemente </i>pertenece el film.</p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgft3RktRHK7mTO6bn7fSO-zbMKf0DczS9_GIbXRyx8hiIRacQamHBC-_1Dm9562MpIhwk1-12i8YAfmINwP6UColDYMaRatSKLHL0CYhm3XZiBvai1SSrEI48SN_08gKkdML23RZMfIgZ0JENY3n_GEAgOProLPS3MNHt6DU2FjZkEoQlu281TqvWImvpu/s320/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="180" data-original-width="320" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgft3RktRHK7mTO6bn7fSO-zbMKf0DczS9_GIbXRyx8hiIRacQamHBC-_1Dm9562MpIhwk1-12i8YAfmINwP6UColDYMaRatSKLHL0CYhm3XZiBvai1SSrEI48SN_08gKkdML23RZMfIgZ0JENY3n_GEAgOProLPS3MNHt6DU2FjZkEoQlu281TqvWImvpu/w400-h225/4.jpg" width="400" /></a></div></div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Quizá por esto último, esta es una gran película sobre la afinidad, sobre la capacidad para sincronizarse con otros, entenderlos hasta si nada dicen o actúan despreciando las lógicas de lo cotidiano. El amor recordado, seguramente deformado por el recuerdo, de la abuela de <i>Ling </i>y solo explicado en un extraordinario plano nocturno por su padre, la acerca más en realidad a sí misma que a <i>Chen</i>, que, con esa perfecta estructuración que define al film, deberá entonces recorrer el camino que tanta veces vimos que ella hacía cuando volvía de verla. </p><p style="text-align: justify;">El epílogo de esa inmersión, ya con los créditos sobre negro, utilizando solo la banda sonora, fundiendo un sonido en otro, es hermoso e insólito. </p></div></div>Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-80331231882041729472024-01-19T10:29:00.001+01:002024-01-19T10:29:12.718+01:00LO MEJOR DE 2023<p>La revista australiana <a href="https://www.sensesofcinema.com/" target="_blank">Senses Of Cinema</a> ha publicado las listas de favoritas vistas en el año 2023.</p><p>Enlace a la mía, <a href="https://www.sensesofcinema.com/2024/world-poll/world-poll-2023-part-2/#9" target="_blank">aquí</a>.<br /></p>Unknownnoreply@blogger.com61tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-16555242292585325842024-01-14T18:05:00.001+01:002024-03-12T11:25:37.852+01:00MONTAÑAS DE ORO<p style="text-align: justify;">Tan sencilla como anónima, la vida del pintor naif georgiano <i>Niko Pirosmanashvili</i>, se antoja difícil que pueda servir como ejemplo de gran cosa y menos en esta época nuestra donde todo tiene un precio y si no lo tiene, es que no sirve para nada.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7m4ycLW-RsJTx1C4mRPPQ1SMjU_zTZYTUXaDF510I_YFvqExUu9iVPDwUdmQBshNfnT17TYWqiaC129i5zZ0DhpY023R9VbY_BVxiL1wi6cxD_5FozOWdZT3xhKQc47VMSKpv5TBuOnAzr6OaMkS_l2hvFvFGouHX82Cw6ywl7meq5thXv9-JheENft2n/s500/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="333" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7m4ycLW-RsJTx1C4mRPPQ1SMjU_zTZYTUXaDF510I_YFvqExUu9iVPDwUdmQBshNfnT17TYWqiaC129i5zZ0DhpY023R9VbY_BVxiL1wi6cxD_5FozOWdZT3xhKQc47VMSKpv5TBuOnAzr6OaMkS_l2hvFvFGouHX82Cw6ywl7meq5thXv9-JheENft2n/w266-h400/1.jpg" width="266" /></a></p><p style="text-align: justify;">La película "<b>Pirosmani</b>" de 1969, segunda tentativa de su compatriota <i>Georgiy Shengelaya</i> (o <i>Giorgi Shengelaia</i>, como parece más extendido) por impresionar en sus fotogramas la atracción que sentía por este artista, tras un documental de principios de década - de muy ardua localización -, es también sumamente sobria y modesta, con pocos e intensos colores arañados a un fondo negro, como algunos de sus mejores óleos, esmaltada por una colección de radicales elipsis e impermeable a todo efecto melodramático conocido. </p><p style="text-align: justify;">Lo que en otros films contemporáneos del suyo queda reducido a ambientes asfixiantes y una colección de gestos excéntricos en busca de aire para respirar, refulge, esencial, en "<b>Pirosmani</b>" como pocas veces se vio en esas latitudes. Lo que en una mayoría de esas películas suele resultar una acumulación de elementos que no invitan a compartir otra cosa que una autopsia para tratar de saber más sobre el ensimismado cine de la Europa del Este y su inacabable "distopía hecha presente", en "<b>Pirosmani</b>" es universal e intemporal.<br /></p><p style="text-align: justify;">Por muchas veces que se visite el film y sobre todo cuando ha pasado un largo tiempo desde la última vez, es lógico pensar que no sucede realmente <i>nada </i>entre su prólogo y su epílogo, como nada aconteció en la vida de <i>Pirosmani</i>, que tuvo pero no tuvo familia, amigos o trabajo. Los <i>tableaux vivants</i> que la componen son acaso una bella sucesión de contradiccines frente a los dos pasajes del Nuevo Testamento que la abren y la cierran y que consagran la ejemplaridad más vociferada y menos practicada que la humanidad ha conocido. </p><p style="text-align: justify;">Efectivamente no fue el camino de <i>Pirosmani </i>el de un santo, a pesar de su desprecio a las riquezas y su tendencia a tomar siempre lo que querían darle sin pedir nada a cambio. Un ascético, quizás, pero sin mensaje, un hombre dado a la bebida, solitario, con la pobreza de no sé cuántos siglos incrustada en la mirada, indescifrable para cuantos se cruzaron en su camino, incluidos nosotros los espectadores, un hombre sin conciencia alguna de su talento para la pintura, que fue uno más de sus oficios, como el comercio o la agricultura y para ninguno creyó servir. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnyTd_ZXeE7Nqvj8wl4LNel6_OEKqPGrULFk8s4Vy32xlxiDzxzmmJSBhpouFhL2ZrBKNLu5ngLDieW4s3hQA20FflDFxCt8OVXRjtWNXok1RtJ6dDwgKyGGQ9JjSEviiVVzOkRSqdd5ReWNr1WNSiMQXDpOLG5FJ-CINT43k-Hu4VCuyJeQDmMxIVFhEg/s540/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="414" data-original-width="540" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnyTd_ZXeE7Nqvj8wl4LNel6_OEKqPGrULFk8s4Vy32xlxiDzxzmmJSBhpouFhL2ZrBKNLu5ngLDieW4s3hQA20FflDFxCt8OVXRjtWNXok1RtJ6dDwgKyGGQ9JjSEviiVVzOkRSqdd5ReWNr1WNSiMQXDpOLG5FJ-CINT43k-Hu4VCuyJeQDmMxIVFhEg/w400-h306/2.jpg" width="400" /></a></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi09u-6F-g3wxF6tvX0Vav1rlIQSiRXpRXSoAis4Vr2H7pKbYNhHPmuOTS8jvOFDaT5rCNacsVW3oVz4AS9VEupFVYtrSTfGplRqoDlI8xR7N1Usx0djhLoumxe2cCHWJPUqU5wuKLH1nxTqiAh2TFyn-jyFLAMUrx9x5o0dCaTij5oCIs3FjxvRewdLFiq/s278/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="181" data-original-width="278" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi09u-6F-g3wxF6tvX0Vav1rlIQSiRXpRXSoAis4Vr2H7pKbYNhHPmuOTS8jvOFDaT5rCNacsVW3oVz4AS9VEupFVYtrSTfGplRqoDlI8xR7N1Usx0djhLoumxe2cCHWJPUqU5wuKLH1nxTqiAh2TFyn-jyFLAMUrx9x5o0dCaTij5oCIs3FjxvRewdLFiq/w400-h260/3.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">Audaz manera, con determinación, sin épica, con palabras que suenan a versículos, la de acceder a la más absoluta belleza la que tiene este film. Con toda
justicia viene a la mente <i>Roberto Rossellini </i>y sus más desnudos y deslumbrantes hitos (en especial "<b>Francesco, giullare di Dio</b>", "<b>Socrate</b>" y "<b>Il messia</b>"), al contemplar "<b>Pirosmani</b>"
y la misma emoción atravesada en la garganta con cada gesto expresado con singular cadencia por su protagonista, el también
pintor <i>Avtandil Varazi</i>, que no era actor y quizá por eso hace una de las más extraordinarias interpretaciones que en el cine han sido.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Esa fuerte voluntad por seguir un camino que a todos los demás parece estéril es para <i>Shengelaia</i> consustancial al hecho artístico y es independiente de épocas, edad, condición o cualquier otra circunstancia vital. Sucede así en su otra "biografía", si así podemos denominar al conjunto de piezas de otro puzzle que no se completará, "<b>Akhalgazrda kompozitoris mogzauroba</b>" de 1985 acerca del compositor viajero <i>Nikusha</i>, un joven diverso en todo a <i>Pirosmani</i> pero al que tampoco nadie entiende y que acabará involucrado en una turbulenta conspiración política; su único anhelo era recuperar para la gran música las pequeñas canciones folklóricas de los campesinos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWIZ3jBsaP2hlkYt2N7Fdx7V-DrGBt6zRVKrLa69klnixXwhabpsobJ0NtmhG4170CVvWpeKImxYToZN4iKFgWjlz9xNEQHIP9U_4K_XlCwlfPROu8J0cxjjGDKnN7bX-aodt4DFa_39HqMqf7HlfdCxErgyS3JlDl4YXNknlcjn_oOOLAuKUHlXKjLxx6/s750/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="420" data-original-width="750" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWIZ3jBsaP2hlkYt2N7Fdx7V-DrGBt6zRVKrLa69klnixXwhabpsobJ0NtmhG4170CVvWpeKImxYToZN4iKFgWjlz9xNEQHIP9U_4K_XlCwlfPROu8J0cxjjGDKnN7bX-aodt4DFa_39HqMqf7HlfdCxErgyS3JlDl4YXNknlcjn_oOOLAuKUHlXKjLxx6/w400-h224/4.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4cvX0q7WQ_iN9SMrrrsPLA298JkLoPuGcJShKYFakjZ8oHs8bnlSDNl_KeEQ9m0ksUR-RflZTFeyo0FjDaWwjZNqiTtnmGB1hoTO3iCSTknzU5cuO6llBaxOC7Yzc-MrqrJld1uo6FMzZD5IuNGBKB_rWm0mu2fnT_qA_McrvAxKoGtpj1Sk_vEz05FdE/s998/5.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="742" data-original-width="998" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4cvX0q7WQ_iN9SMrrrsPLA298JkLoPuGcJShKYFakjZ8oHs8bnlSDNl_KeEQ9m0ksUR-RflZTFeyo0FjDaWwjZNqiTtnmGB1hoTO3iCSTknzU5cuO6llBaxOC7Yzc-MrqrJld1uo6FMzZD5IuNGBKB_rWm0mu2fnT_qA_McrvAxKoGtpj1Sk_vEz05FdE/w400-h297/5.webp" width="400" /></a></div>Sin el componente obsesivo del <i>Vincent Van Goh</i> de <i>Maurice Pialat</i> ni el de enajenación de uno de sus pocos "iguales", el <i>Antonio Ligabue</i> de<i> Raffaelle Andreassi</i>, a los que parece respectivamente anunciar y remitirse el film en algún momento, el <i>Pirosmani </i>de <i>Shengelaia </i>es un ejemplo puro de artista providencial, que no invoca a las musas y no desespera al sentirlas marcharse. Si entraba en trance al pintar, a ningún éxtasis llegó y como mejor ejemplo ese plano en que después de que lo encerraran en una habitación para que pinte un gran óleo, aguarda junto a la puerta a que lo dejen salir, desinteresado por el resultado y las opiniones de los demás, vacío, desfallecido si no podía perderse por los caminos y las tabernas de Tiblisi.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A esta pureza se atiene <i>Shengelaia</i>, se debe incluso diría, lo cual le obliga a ir buscándole de cuadro en cuadro, como los dos "críticos" que rastrean su pista, sin que apenas le veamos pintar, envejeciendo para sus adentros y muriendo en dos conmovedores planos silentes, estrictamente el último, digno del <i>Victor Sjöstrom</i> de "<b>Körkarlen</b>" y antes en otro, un contraplano desde lo alto de unas escaleras, también sin palabras, en el que uno de nosotros, un pintor que lo localiza en su covacha, se vuelve para volver a mirarlo, desconcertado al advertir su soledad y que no es dinero ni reconocimiento lo que necesita. <br /></div><div><p></p></div>Unknownnoreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-45270838326197435432023-12-23T12:35:00.003+01:002024-03-12T11:28:19.712+01:00EL ENEMIGO DE LAS RUBIAS<p style="text-align: justify;">Sobre la primera película que filmó <i>Júlio Bressane</i> nada más llegar a Londres en 1970, "<b>Memórias de um estrangulador de loiras</b>", revoloteó durante años un aura de malditismo, ese fantasma que acompaña a los exiliados allá donde vayan. Las pocas crónicas escritas por quienes pudieron verla y las muchas expectativas de cuantos no la consiguieron encontrar, configuraron una idea acerca de su naturaleza en gran medida imaginada, como si se tratase de una obra única, una perversa pesadilla experimental y, sobre todo, una película libre: al fin se apartaban del camino del cineasta los mojigatos que no habían entendido su cine en Brasil. <br /></p><p style="text-align: justify;">Cuando <i>Bressane</i>, con ese aplomo tan característico de los que no necesitan explicar por qué piensan distinto, se dedicó a desmentir en entrevistas que le hubiesen expulsado del país, que se fue porque quiso, y cuando empezó a ser más fácil localizar una copia, se desvaneció buena parte del encantamiento. De repente ahí estaba el film, libérrimo efectivamente, pero tan en bruto, tan impredecible y tan clandestino como toda aventura milagrosamente terminada sin apenas medios. <br /></p><p style="text-align: justify;">En ese momento terminaron
las ensoñaciones acerca de "<b>Memórias de um estrangulador de loiras</b>" y también se acallaron para siempre, no sé bien por qué, las conexiones que en tiempos - qué tiempos - se establecieron con otro film que ni siquiera llegó a
existir, el que estaba llamado por los alrededores de estas fechas a ser otra "liberación", nada menos que la de <i>Alfred Hitchcock</i>, "<b>Kaleidoscope</b>". La película más espeluznante que nunca vimos algo en común pudo tener con esta, de haber llegado a ver la luz, a juzgar por las fotos de rodaje y especialmente - al carecer de diálogos el film de <i>Bressane </i>- por los tests sin sonido que sobrevivieron del proyecto. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Las audacias de "<b>Kaleidoscope</b>" - esa última obra silente de <i>Hitchcock</i>, si se me permite la boutade - que alcanzaron a cristalizar en "<b>Frenzy</b>" ahora sabemos que dejaron satisfecho al maestro, al menos oficialmente, porque en privado seguramente le hubiese gustado haber podido desplegar toda la artillería y "responder" como la ocasión lo merecía al film que lo tenía obsesionado, "<b>Blow up</b>", filmado en su ciudad para más señas.<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2NJuJcGAKOvDjwZ4u_0cmHj3OaGceFJhuLvhPOOYRUnhdveOgN02UhVizI23sImGs75LEIIgtgrX4B-ef_XgYA1MH0xLTFMeIERObHxfv62SurdFBNesb40LpFj1dpp5driUB_u8uKgwuQAXGDJEAbISp9LhjQ1TaggT5OkGpj9XvOaRkfopAxiasQk62/s1200/1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="906" data-original-width="1200" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2NJuJcGAKOvDjwZ4u_0cmHj3OaGceFJhuLvhPOOYRUnhdveOgN02UhVizI23sImGs75LEIIgtgrX4B-ef_XgYA1MH0xLTFMeIERObHxfv62SurdFBNesb40LpFj1dpp5driUB_u8uKgwuQAXGDJEAbISp9LhjQ1TaggT5OkGpj9XvOaRkfopAxiasQk62/w400-h303/1.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCCjJOYNnDbAz5yjzl8VADl9WTHkXHpE40Lc84XVpyipDuYCYPqx1yM_-SdfZh5-z0wc1mngyTVr1hQyeun9b1bwtzmOQRXDZP1_gMigQX5UvaHqnftVuF15sZl-hX-XO4izpj32iTgjD5y9wO44kRyMGKA_8OXNAMrBgA-0OfYGLhpYyJrQf3VpRT8sXe/s960/2.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCCjJOYNnDbAz5yjzl8VADl9WTHkXHpE40Lc84XVpyipDuYCYPqx1yM_-SdfZh5-z0wc1mngyTVr1hQyeun9b1bwtzmOQRXDZP1_gMigQX5UvaHqnftVuF15sZl-hX-XO4izpj32iTgjD5y9wO44kRyMGKA_8OXNAMrBgA-0OfYGLhpYyJrQf3VpRT8sXe/w400-h300/2.png" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEVmVaOcJgoSDLz3yTPNwRGuxHpuaPDaP1b4UrKZoCmZepNuhS3iTrGuUjT4sBbMuRzz7hkm6oJq3-gVUnKkOrtzZOGGRCuj8Dfst8lk81IpMSinCGf9C0eo6KG4WdtSFDUmS-LCTfhQDOgWTCnNuG4Bzbw2n6GhR_SLjdi27w6w1eQ4aQQCNdkv23rk68/s960/3.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEVmVaOcJgoSDLz3yTPNwRGuxHpuaPDaP1b4UrKZoCmZepNuhS3iTrGuUjT4sBbMuRzz7hkm6oJq3-gVUnKkOrtzZOGGRCuj8Dfst8lk81IpMSinCGf9C0eo6KG4WdtSFDUmS-LCTfhQDOgWTCnNuG4Bzbw2n6GhR_SLjdi27w6w1eQ4aQQCNdkv23rk68/w400-h300/3.png" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">La inestabilidad inherente al cine de <i>Bressane </i>erradica de cuajo la posibilidad de diálogo con las precisas imágenes hitchcockianas. En "<b>Memórias</b>..." se hace patente que lo que perturba a <i>Bressane </i>no son ni los encuadres ni las composiciones ni ninguna de las fuentes de donde brota la escritura de las películas de <i>Hitchcock</i>, sino los impactos - visuales, sonoros, de iluminación... - de su cine, empezando por los títulos de crédito de varias de sus cintas más célebres (sobre todo "<b>Marnie</b>" y "<b>Vertigo</b>"), siguiendo por momentos icónicos (el agua yéndose por el desagüe de la ducha de "<b>Psycho</b>", el asesinato reflejado en un cristal de "<b>Strangers on a train</b>", las cuerdas atronando con el punto de vista elevadísimo en la escena de la ONU de "<b>North by Northwest</b>") y reverberando en todo momento el mismo deseo de hacer sentir inermes, desnudos, a los espectadores que acudían a ese acto público que fue el cine..</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><i>Bressane </i>filma planos, casi nunca secuencias - por eso es célebre "<b>O anjo nasceu</b>", que quizá contenga el noventa por ciento de las que ha rodado - y menos aún historias, pero eso no significa que le baste con su intuición. Algunos de esos planos tienen un laborioso proceso de creación y "<b>Memórias</b>..." no es la excepción pese a su aspecto urgente y de reinterpretación en la sala de montaje de cuanto queda captado al filmar. Ese material responde por otra parte y con un grado de pureza insólito para un film prácticamente amateur, a dos cuestiones que pueden parecer menores y no lo son. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">La primera, que la díáspora de impresiones que es el recuerdo, tiende a descartar lo que nos causó disgusto y distorsionar, para mejorarlos, los episodios satisfactorios. Cuando se trata de rememorar, las vivencias acuden a la mente así, en desorden, alteradas, revividas. Los films autobiográficos que reconstruyen en primera persona minuciosamente todo, serían la antítesis de este... y tan poco rigurosos como él. En segundo lugar, si se disponen, uno tras otro, las más elementales "fragmentos" cinematográficos, los planos, deben ser actos primarios y no elaboraciones psicológicas de ninguna clase lo que aparezca en pantalla. El protagonista (el simpar <i>Guará Rodrigues</i>) aparece tumbado en una cama, yendo al baño, cocinando, asaltando a una rubia tras otra, acunado cuando era un bebé por una de ellas, preciosa, que no le inflige ningún trauma que justifique su conducta futura y ya de viejo, solo, escribiendo frases desempolvadas del desván de su mente para esa autobiografía que es la propia película. <br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Y caminando sin rumbo por las calles, que ni le son propicias ni hostiles, simplemente escenarios mudos de sus impulsos. El Covent Garden parece en esta película un barrio de Rio, tomado por un asilvestrado (dos, <i>Bressane </i>y su <i>alter fuckin' ego</i>) y esto se aprecia mejor al ver "<b>A longa viagem do ônibus amarelo</b>" (2023) su más reciente film, recopilatorio de una vida detrás de las cámaras, en el que aparece "<b>Memórias de um estrangulador de loiras</b>" tras "<b>Cuidado, Madame</b>" (1970) y no se advierte discontinuidad alguna.<br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyyprupnpygq1eNaah7r6xQ-ulxGkkW0p9bj2Y_NNYe90yAMInkz9Bc9j1srzd-453uJOQrP8fZZSjn_5UocWlFTucQQXuszKXtsat5OJyeu9zkW-U6A4JkK9je_EE0kK9BAvarkF_sgR_8OR-X6n-XWdweMnjQSXhrWGqIclZny0WfYQTY493gzN_erpU/s540/1a.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="405" data-original-width="540" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyyprupnpygq1eNaah7r6xQ-ulxGkkW0p9bj2Y_NNYe90yAMInkz9Bc9j1srzd-453uJOQrP8fZZSjn_5UocWlFTucQQXuszKXtsat5OJyeu9zkW-U6A4JkK9je_EE0kK9BAvarkF_sgR_8OR-X6n-XWdweMnjQSXhrWGqIclZny0WfYQTY493gzN_erpU/w400-h300/1a.png" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeImN1HzDucVTl0SlT466Ntjb52mF39fmR3rpEFValuUVfsBE7ppjKYApEhIBQpHQS2MJdXcFdwt_pKB-6Yo5hySd5aENTFY_uigpahhPLo4mwELgFGmd5E0KIaMtAaEgeM3f_g0oFi5LuYb_Tsi2pFI7jAjqIxYT_jR8gOxFxq1loEqgRKhkY5O852ru8/s540/2a.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="405" data-original-width="540" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeImN1HzDucVTl0SlT466Ntjb52mF39fmR3rpEFValuUVfsBE7ppjKYApEhIBQpHQS2MJdXcFdwt_pKB-6Yo5hySd5aENTFY_uigpahhPLo4mwELgFGmd5E0KIaMtAaEgeM3f_g0oFi5LuYb_Tsi2pFI7jAjqIxYT_jR8gOxFxq1loEqgRKhkY5O852ru8/w400-h300/2a.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsCymUe9amUBHjYK0zBRXN4QexfE5iXYF9YX581FeoVzpMkfBl2vKd7xzKV_SWQjQT1JT6euPZdeGz2Jjqr53NANuyjpRoTTG9s4oBhoj9OyhE2eTc7bYHsS9vjj3UKqRblBT3TLiYP9p3ml8bOWYy8lKfFK2UAp74VBsktIBgoG6lMZNiUmlQKXt2_YHU/s500/3a.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="500" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsCymUe9amUBHjYK0zBRXN4QexfE5iXYF9YX581FeoVzpMkfBl2vKd7xzKV_SWQjQT1JT6euPZdeGz2Jjqr53NANuyjpRoTTG9s4oBhoj9OyhE2eTc7bYHsS9vjj3UKqRblBT3TLiYP9p3ml8bOWYy8lKfFK2UAp74VBsktIBgoG6lMZNiUmlQKXt2_YHU/w400-h300/3a.png" width="400" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com33tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-88266461691048417932023-10-25T22:05:00.001+02:002023-10-25T22:05:53.119+02:00DOS COLORES<p style="text-align: justify;">En uno de los últimos puestos del ranking de cineastas de mayor personalidad y ambiciones de entre los de su generación, estaría<i> Rudolf Thome</i>, ochenta y tres años y aún vivo. Tal vez en otros tiempos, lejanos incluso ya para el momento de su debut, cuando se pudo ser uno de los mejores de la segunda fila, hubiese ocupado un lugar más digno, pero esa es otra historia... del cine.<br /></p><p style="text-align: justify;">No tiene por ello nada de extraño que desde que iniciase su andadura a finales de los años 60 y hasta su aparente retirada en 2012, fue recurrente cada vez que aparecía una nueva obra suya que volviera la misma canción que recordaba que era el sucedáneo de un grande, "el <i>Rohmer</i> alemán" lo llamaron, sin muchos argumentos o ninguno concreto a favor más allá de fondos y ambientes, porque ninguna de las constantes que vertebran el cine de <i>Schérer </i>le preocuparon, ni es didáctico ni pictórico, aunque sí romántico y erótico.<br /></p><p style="text-align: justify;">Lo que sí son las películas de <i>Rudolf Thome</i> es poco <i>importantes</i>, tan despreocupadas por trascender que se dirían hasta felices. No hay orden en su filmografía porque no hay puntos de inflexión o fases, ninguna de sus obras es inequívocamente la más conocida y de las treinta que filmó ni una fue sobrevalorada, ni disfrutó de oportuno malentendido alguno que desviase su camino.<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggzHryhxWYhx_ANIG-_8AxkrmW7U6sYfQsZoy6kTsCNO-xnDw-14oHIIMBDu7sIb5CNLN2NClbs2uKSjtQFgjZMowWFsB2Z7LRO5FyqPKLTU6YCcTmXSEukUNmxTq1GjF9h8FDrk5CNS2x69uhO_r8vbeX42twbv_-D29Ju93W76zy-33CUk0lFsXolASA/s350/1.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="241" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggzHryhxWYhx_ANIG-_8AxkrmW7U6sYfQsZoy6kTsCNO-xnDw-14oHIIMBDu7sIb5CNLN2NClbs2uKSjtQFgjZMowWFsB2Z7LRO5FyqPKLTU6YCcTmXSEukUNmxTq1GjF9h8FDrk5CNS2x69uhO_r8vbeX42twbv_-D29Ju93W76zy-33CUk0lFsXolASA/w275-h400/1.jpg" width="275" /></a></div><div style="text-align: justify;">La tentación de elegir una de las más insólitas para tratar de conocer mejor su obra - y las tiene bastante extravagantes, sobre todo a medida que avanzaba su carrera y más libre se sentía de hacer lo que le viniese en gana - puede ser un tanto contraproducente, quizá un inconsciente intento de acortar esa brecha que le separa de los <i>Schroeter</i>, <i>Syberberg</i>, <i>Kluge</i> y compañía o de desmentir - ¿para qué? - el nexo con el cine del gran maestro francés, con lo que prefiero hacer exactamente lo contrario y mirar a la más equilibrada y sobria de todas las que conozco, "<b>Liebe auf den ersten Blick</b>" de 1991.</div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;">Puede presentarse "<b>Liebe</b>...", aprovechando un cartel tan ad hoc, como la película de la reunificación tras la caída del muro, la película de la nueva Alemania donde ya es posible el romance de un arqueólogo de la antigua RDA y una socióloga berlinesa, la película donde el pasado y el futuro se enamoran... pero en sus imágenes late otro sentido.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Más bien diría que "<b>Liebe auf den ersten Blick</b>" es la crónica de un contratiempo, que no hay manera de resolver sin darle la vuelta al curso no de una sino de dos vidas, la historia de una relación entre dos personas que tenían asumido su presente y así habían conseguido olvidar el pasado que se dan cuenta de que deben capitular y comenzar de nuevo. Ella se siente arrastrada sin remedio a algo que probablemente ya le causó mucho dolor antes y él, desconcertado por todo lo que la iniciativa de ella le conduce a hacer, se consiente la reticencia a sabiendas de que será por poco tiempo. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Es "<b>Liebe auf den ersten Blick</b>" la rigurosa, sensible y nada intervencionista filmación de todo ello, sin los aditamentos dramáticos de cualquier guion al uso, lo cual le otorga una inusitada originalidad, pero no por ello un film libre de amenazas sobre las cabezas de los personajes y que están tan precisamente expuestas que un encuadre o un silencio ya pueden cargar la duda y alimentarla: la inseguridad y la incomodidad, la desatención a los niños, volver a subirse a un vehículo (para él), el examen paterno (para ella) y en definitiva cuestionar la fuerza que impulsa a cambiar lo que funciona.<br /></div><div style="text-align: justify;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaj2rVVrRP86qn1anAH-JnEA6-sLTOIo_Wo4F6A-CUbqFMxIMZWgJgYRAkb2pxNFTkA4whSsoza9HZ1hUSwSlqnCQVI2mO1HjR-helkQdZBPzKGvOQTX_TjmDoZwOELM2pMeXzKTE9bA6PvagbPbhR8ofa234mcNd-C6ykh_PsEuNoGZLnkNAkA9vPGG2C/s400/2.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="270" data-original-width="400" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaj2rVVrRP86qn1anAH-JnEA6-sLTOIo_Wo4F6A-CUbqFMxIMZWgJgYRAkb2pxNFTkA4whSsoza9HZ1hUSwSlqnCQVI2mO1HjR-helkQdZBPzKGvOQTX_TjmDoZwOELM2pMeXzKTE9bA6PvagbPbhR8ofa234mcNd-C6ykh_PsEuNoGZLnkNAkA9vPGG2C/w400-h270/2.jpeg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5q3na009LQ9CATwCHiKAacqdeq0WlCcEFKyBB8zjVxSkjah0LLoXVzOVAPry4BBmGuIIb95B9Dbne4m-o-iTG7U8uYARIwgyQr1scqqeGr_mVdVS78fiuLPNM2R5fnuWbrfgtDW7UelTj0suNQdVC-516zhLCTyqrBEVBGeKFQ8O1ReMot6XwIRtuz_9W/s800/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5q3na009LQ9CATwCHiKAacqdeq0WlCcEFKyBB8zjVxSkjah0LLoXVzOVAPry4BBmGuIIb95B9Dbne4m-o-iTG7U8uYARIwgyQr1scqqeGr_mVdVS78fiuLPNM2R5fnuWbrfgtDW7UelTj0suNQdVC-516zhLCTyqrBEVBGeKFQ8O1ReMot6XwIRtuz_9W/w400-h300/3.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0IlNSwgbtGzCfrKakDEu0WCERlMlpgW2zAxOpYr_hHg8apAyFMhx9QnErJIGa2Id2Dx29R-1oGQRv0KM2uFIvBGTZr3vSyaENmtzUOEUlYZe0tXOesJ5g-oupGax5Eo7HIMUHiLm8hOnUDmTCZZVt42oIffU-hrLGSnZsO2nHDTuzuM8QhkwOJLoFvKb5/s1024/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="686" data-original-width="1024" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0IlNSwgbtGzCfrKakDEu0WCERlMlpgW2zAxOpYr_hHg8apAyFMhx9QnErJIGa2Id2Dx29R-1oGQRv0KM2uFIvBGTZr3vSyaENmtzUOEUlYZe0tXOesJ5g-oupGax5Eo7HIMUHiLm8hOnUDmTCZZVt42oIffU-hrLGSnZsO2nHDTuzuM8QhkwOJLoFvKb5/w400-h268/4.jpg" width="400" /></a></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqxCLlsWN-rNeR-3Jf_QC9cIdCcfP3YSn5IOoRIWFiWcdT0y0W4R5uMQNnUvLh70UcTxoIXJe3YQX4Duog8fRnEiPsH8TV1qL68nikb4sAkgRi_w_LaAVWox89TRHhVeTebf4IBAJjtGYT-aVIjbqoGg4oRGDPozaAIMQqtcn46up8sDtLSlQ3c3CN1rGP/s1280/5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="770" data-original-width="1280" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqxCLlsWN-rNeR-3Jf_QC9cIdCcfP3YSn5IOoRIWFiWcdT0y0W4R5uMQNnUvLh70UcTxoIXJe3YQX4Duog8fRnEiPsH8TV1qL68nikb4sAkgRi_w_LaAVWox89TRHhVeTebf4IBAJjtGYT-aVIjbqoGg4oRGDPozaAIMQqtcn46up8sDtLSlQ3c3CN1rGP/w400-h241/5.jpg" width="400" /></a></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRvJj-3tiQMcIihcVntoUs_jhryAKbMrme3WhEWMC9znZtZ-1CHr6chBKnw86rW5jGUzjEYVpo2jEApH0uYCKQkW5XBtv_Z38viAOXuHivdVPGJp_CPdadPola6iwem-_p0KG54ZS8kv6jMNjHlBLmfNNCIVUWzTFxr6UPVh6TDnOqw122RtqUmh7dz4Lx/s510/6.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="510" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRvJj-3tiQMcIihcVntoUs_jhryAKbMrme3WhEWMC9znZtZ-1CHr6chBKnw86rW5jGUzjEYVpo2jEApH0uYCKQkW5XBtv_Z38viAOXuHivdVPGJp_CPdadPola6iwem-_p0KG54ZS8kv6jMNjHlBLmfNNCIVUWzTFxr6UPVh6TDnOqw122RtqUmh7dz4Lx/w400-h261/6.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="text-align: justify;">A veces todo es tan sencillo como exponer desde el comienzo la moral, que son las intenciones y los límites de toda obra, con los medios del cine, el encuadre, el montaje, la distancia, el ritmo de las transiciones o el uso de elipsis. En </span>"<b>Liebe auf den ersten Blick</b>"<span style="text-align: justify;"> se afirman desde el primer travelling en movimiento, desde que </span><i style="text-align: justify;">Zenon </i><span style="text-align: justify;">se sube a la bicicleta y la cámara lo acompaña, a su ritmo. De eso se va a tratar, de ir de la mano, sin apremiar ni presionar, observando de cerca. Así sucedía en el cine de </span><i style="text-align: justify;">Frank Borzage</i><span style="text-align: justify;">, con el que además comparte escenarios humildes, una extraña fuerza irradiada en todas direcciones en cuanto surge el amor y hasta una unión de la pareja, improvisada, al borde del mar, sin iglesias ni oficiales constataciones. No hay espectáculo más degradante que la intimidad robada y exhibida ni otro mayor que su justa y consentida revelación.</span></div></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">No cayó <i>Thome </i>afortunadamente en la tentación de convertir esta sencilla idea en una pieza de cámara ni le pudo el prurito de filmarlo por encima de su lógico y doméstico devenir, tomando como una excusa y poco más lo que sucede entre sus dos intérpretes, la maravillosa <i>Geno Leckner</i> y <i>Julian Benedikt</i>, debutantes ambos. De lo que no estoy tan seguro es de si era consciente de estar filmando una película del mañana, una película donde una mujer decidida e independiente toma todas las decisiones, siendo igual o más femenina que antes de iniciarse el relato, sin subrayados ni argumentario aprobado de ninguna clase, sin subvertir o travestir tradición alguna y, sobre todo, sin proclamarlo ni comentarlo siquiera. Ya debe faltar menos.<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com61tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-85086779026531688972023-10-16T21:34:00.001+02:002023-10-16T21:41:26.148+02:00LA HORA DE TODOS<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6rV5ak6G-TgN9LtCGd4-noQvFCN6voY9mDCgr_OIa1P7jRc9UrGnXbTUZ0OeMTlA4U1qw9Qi7Vl7mrE3wFTIUrjBcf_hmcGu05Ww_vOepSGRu7eRpyxK3bC1FVhWY7o9Xb8zqOx8_NBpaLMcusOIqDlMhcFbXeeD4BkCE4BTz5n6lZGXDUGNwuPAtqVxE/s479/sdfgh.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="479" data-original-width="319" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6rV5ak6G-TgN9LtCGd4-noQvFCN6voY9mDCgr_OIa1P7jRc9UrGnXbTUZ0OeMTlA4U1qw9Qi7Vl7mrE3wFTIUrjBcf_hmcGu05Ww_vOepSGRu7eRpyxK3bC1FVhWY7o9Xb8zqOx8_NBpaLMcusOIqDlMhcFbXeeD4BkCE4BTz5n6lZGXDUGNwuPAtqVxE/w266-h400/sdfgh.jpg" width="266" /></a></div><div style="text-align: justify;">Un gozoso rebrote, por muy pocos años extemporáneo, del cine de <i>Luis Buñuel </i>y mucho más tardío respecto a varios de los declarados o soterrados maestros del de Calanda, sobre todo <i>Alfred Hitchcock</i>, <i>Tod Browning</i> y <i>Fritz Lang</i>, supone "<b>El corazón de la noche</b>" dirigida por el mexicano <i>Jaime Humberto Hermosillo</i> en 1983.</div><p></p><p style="text-align: justify;">En estos primeros años de la década de los ochenta, tan identificados con
la confluencia de varias de las mejores generaciones de cineastas
aclamados por ser creadores de situaciones y mundos tan extraños como
fascinantes, es divertido pensar que sea un film de un cineasta tan ajeno a toda presencia rectora en el
cine de los demás, de uno que nunca ha contado para nadie en realidad, como <i>Hermosillo </i>el que se lleve al gato al agua <br /></p><p style="text-align: justify;">El simple hecho de que pueda ser "<b>El corazón de la noche</b>" una obra tan o más alucinante e inverosímilmente exacta que las de<i> David Cronenberg</i>, <i>David Lynch</i>, <i>John Landis</i>, <i>Lucio Fulci</i>, <i>Dario Argento</i>,<i> Lamberto Bava</i>, <i>Larry Cohen</i>, <i>Noboru Tanaka</i>, <i>Ridley Scott</i>, <i>Brian de Palma</i>, <i>Steven Spielberg</i>, <i>John Carpenter</i>, <i>Tommy Lee Wallace</i>, <i>Jean-Claude Brisseau</i>, <i>Raoul Ruiz</i>, <i>Paul Vecchiali</i> o <i>Wim Wenders </i>es ya un triunfo considerable.<br /></p><p style="text-align: justify;">No quiero decir con esto que sea mejor que las películas que todos ellos filmaron en la difusa frontera del thriller y el fantástico, ni siquiera que yo la prefiera, pero sí que me asombra más, que me es más difícil de creer que pueda existir, que me congratula más su desafiante rigor espacial y narrativo, que verla desplegarse ante mis sentidos me produce mayor placer e incluso pienso que debiera servir como test, obligatorio, no sé muy bien para qué, para saber que uno habla de lo mismo que los demás cuando expresa algo, supongo, para ordenar o reducir el desconcierto inherente a esta azarosa manía de escribir y hablar sobre cine.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0tColeSMYntmcqj4-UQcjmcxvw-g_qWLkmfLHFkncHyii-o0glANrIvNL8jPyQryMrtycsmuYzn_virpN1oaCPyCHfvh7PYHTyXhVxLyR8Gw-VaHYhUDiDs6PlJZoBOtCqxnhou4PctbAQ8qxMG-JfSU-bhQnwNfoA_YvlydIbJeQ5gpbmz_vSMtJOmhu/s708/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="398" data-original-width="708" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0tColeSMYntmcqj4-UQcjmcxvw-g_qWLkmfLHFkncHyii-o0glANrIvNL8jPyQryMrtycsmuYzn_virpN1oaCPyCHfvh7PYHTyXhVxLyR8Gw-VaHYhUDiDs6PlJZoBOtCqxnhou4PctbAQ8qxMG-JfSU-bhQnwNfoA_YvlydIbJeQ5gpbmz_vSMtJOmhu/w383-h234/2.jpg" width="383" /></a></div><div style="text-align: justify;">Como un exiliado en su propio país, <i>Jaime Humberto Hermosillo </i>fue odiado por buena parte de sus compatriotas no sé si debido a lo impermeable que se mostró a modas y corrientes, si por ser un solitario desde finales de los 60, por no esconder su homosexualidad... el caso es que fue visto como un incómodo heterodoxo, un provocador, cuando en realidad se trataba de un hombre tímido y modesto según cuantos le conocieron. Hablar claro a veces es más insoportable que gritar. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Si al menos se hubiese hecho a un lado y hubiese vivido revendiendo alguno de sus presuntos cachibaches, si se hubiese quedado armando en un rincón sus mecanos con toda probabilidad chirriantes y se hubiese olvidado de tratar de ser un artista cabal, hubiese sido <i>tolerado</i>. Pero <i>Hermosillo </i>tenía talento y de cuando en cuando demostraba que era capaz de filmar algunas películas inimaginables para los necios que le negaron el pan y la sal. Entre autores fieles a sí mismos y fieles al cinematógrafo, prefiero sin
dudarlo a los segundos, porque al menos no tienen excusas. <i>Hermosillo </i>nunca las buscó. Más de
ciento veinte años contemplan a cualquier cineasta, décadas y más décadas llenas de hitos, de logros excepcionales, fuera de todo
orden, cuando nadie esperaba nada, en contra de los más exquisitos
prejuicios. <br /></div><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIQWbGy1DMEEFkI0-xtilU82xHD8sf-r3r8nvL-EYy1hSCwq-CFbpzTDImxZ8t_dtFW_M7ZQjUBajDfCrbOkGIopHbSnyztkoiLiL7kL4Lxb8WspErTEEKGE4Xwe7Aoq_W2wL-AquddDMKcQTBp2iWJpONrP7SFdnjvw8DUpz-WO0AXMxuq5aaGTXq-Fx1/s518/kl.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="521" data-original-width="1000" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLJuuRaIhZgYOsS73PcCOZJ2fpauc_a7rGkdglIZHy-EpJ0FhCzBJ97n-crrx19aeON6PN-j3zhNXYPiq6a1h-khnXQKpF201asNyXX-uDYRskyBNTTsmEtdustPYWp2hBnKQR3ly4SNJZOYi060e7Kc2B-r44GFC2Ytc4no9udzBizzZ32TEhO-cO0HjD/w383-h209/jhj.jpg" width="383" /></a></div><div style="text-align: justify;">"<b>El corazón de la noche</b>" es simplemente o nada menos que un film
que responde las preguntas del plano anterior en el siguiente, sin
acentos estilísticos de ninguna clase, una película ácrata y al mismo
tiempo ávida de justicia, con una muy patente debilidad <i>canónica</i>, el escaso carácter del protagonista, una falta de personalidad tal vez imprescindible para edificarlo porque hábilmente su creador buscó contrapesos, algunos muy germánicos como la iluminación - de <i>Gabriel Figueroa</i> - y la arquitectura, severa y laberíntica de planos interiores o exteriores y otros que no necesitaba importar: la enigmática belleza de la actriz <i>Marcela Camacho</i> y a <i>Pedro Armendáriz Jr</i>. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Imagino a <i>Hermosillo </i>acribillando a preguntas a este último sobre "<b>Fort Apache</b>" o cualquiera de las tres películas que el padre interpretó para <i>John Ford</i>, su director favorito - un orgullo que le perjudicó en su época de estudiante, cuando lo tachaban de reaccionario -, mientras trataba de convencerlo para que tomase parte en este guion perfecto sobre un argumento perfectamente descabellado de <i>José de la Colina</i>, este increíble film noir erótico, este bastardo que es difícil saber si es más hijo de "<b>Viridiana</b>" que de "<b>Tristana</b>", de "<b>Ministry of fear</b>" o de "<b>M</b>".</div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;">Desde el arranque, con me parece que un claro influjo del comienzo de la novela "<b>Sobre héroes y tumbas</b>" de <i>Ernesto Sábato</i> y hasta el final, que salta atrás en el tiempo, hasta los albores del cine sonoro, hasta "<b>Freaks</b>", reverberan mil detalles de puesta en escena.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Así, cuando escapan estos anónimos amantes y van a casa de un amigo de él - tras una inaudita colección de planos de ellos dos desnudos huyendo por ventanas, azoteas y parkings subterráneos -, al igual que cuando van a parar a casa de su madre como último recurso o en todo el sorprendente tramo final, los detalles de puesta en escena integran, como relámpagos, toda esa extrañeza: el cubo de ponche ardiendo en la fiesta de cumpleaños, un cenicero humeante que delata la rápida huida de quien iba a acogerles, la madre con el cabello rapado, como en "<b>The naked kiss</b>" (y hay más cosas que traen a la memoria el cine de <i>Sam Fuller</i>), descubierta por el hijo, la grúa, el linchamiento y el postrero sacrificio.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Gran banda sonora, la ultima que compuso para él, de <i>Joaquín Gutiérrez Heras</i>. <br /></div>Unknownnoreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-32641409523208494272023-09-27T20:32:00.001+02:002023-09-27T20:34:29.343+02:00ILUSIONES DEL OJO<p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsKw19GyK6THtzt6G81rThsoMqQawA5BQsXw0eRgwyDNOkPYNIREbatykIOi1nVrD3kbXvEFoLoVfXi5M7UGBnEPuTLp1_HbJCrzcsHIlbi3XBXK54_jdrEHZZEFVcMRo2skvILs_7uAys7NUWUm23yASTe1YAzjNzQzaUWP54HNuom5weuhl1IBFzbM1D/s265/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="190" data-original-width="265" height="287" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsKw19GyK6THtzt6G81rThsoMqQawA5BQsXw0eRgwyDNOkPYNIREbatykIOi1nVrD3kbXvEFoLoVfXi5M7UGBnEPuTLp1_HbJCrzcsHIlbi3XBXK54_jdrEHZZEFVcMRo2skvILs_7uAys7NUWUm23yASTe1YAzjNzQzaUWP54HNuom5weuhl1IBFzbM1D/w400-h287/3.jpg" width="400" /></a> </p><p style="text-align: justify;">La película más carnal de <i>Kumar Shahani</i>. El cine hacia las raíces de la historia, consagrado al ritmo y a la belleza. </p><p style="text-align: justify;">No parecen las anteriores unas definiciones muy objetivas de "<b>Khayal ghata</b>", ¿verdad?. Pues cosas parecidas se dijeron en 1989, cuando le fueron impuestos unos fugaces laureles en festivales, desgraciadamente por el prurito <i>exótico </i>de quienes los entregaban porque, ojalá estuviese yo equivocado, muy pocos la volverían a ver nunca ni les movió su visionado a buscar lo filmado por este cineasta cartesiano, austero, lírico y secreto. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: justify;">Cuanto aprendió <i>Shahani</i> con <i>Robert Bresson</i> - curiosamente en el rodaje de uno de sus films menos<i> representativos</i>, "<b>Une femme douce</b>", donde fue su asistente - pierde por completo las señales clásicas y se adentra en un terreno aún más desconocido que el del cine no narrativo, que no había nunca cultivado dicho sea de paso, en esta película que se podría definir como una abstracción romántica, un cantar de los cantares. Sus personajes se remontan siglos atrás y llegan hasta el presente para traer, a medio camino entre la leyenda y el folklore, un estilo de canto desconocido fuera de la India, el khayal.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Habría que proyectarla en paralelo con la un poco anterior "<b>Dhrupad</b>" de <i>Mani Kaul</i>, hermana o pariente muy cercano a ella, porque las obras que circundan a "<b>Khayal ghata</b>" de algún modo atenúan su efecto. "<b>Tarang</b>" había sido aplaudida en 1984, doce años después de su deslumbrante debut "<b>Maya darpan</b>", pero eso tuvo demasiado que ver con sus hechuras épicas, unas dimensiones acordes a su interminable proceso de gestación. "<b>Kasba</b>" de 1990, a partir de <i>Chejov</i>, de alguna manera terminó de "enmendar" el atrevimiento de su antecesora; se trata de un film muy duro, amargo, deshabitado haya o no seres humanos en cuadro. Lo opuesto a ambas es "<b>Khayal ghata</b>", pero sospecho que fue donde realmente aplicó <i>Shahahi </i>con mayor gusto lo aprendido en su juventud.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhezqz0bt7AtzTPNTq5m7LK9bmqvxVuhHgC--Han0sbVQOu687R8YaZ-7aTO_yvxOI5B-vmKx4VX7L_Zsoh9PUAJa6tsBOB-qWIaMqa_wCOJ29kVU0VpEWozsHBzknQQRrcV8Ol0f6UCfpJI92n4Awle9jAonJ3CGM6fpDN89bmgAdX49eYm-C6oQz7zcbN/s310/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="163" data-original-width="310" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhezqz0bt7AtzTPNTq5m7LK9bmqvxVuhHgC--Han0sbVQOu687R8YaZ-7aTO_yvxOI5B-vmKx4VX7L_Zsoh9PUAJa6tsBOB-qWIaMqa_wCOJ29kVU0VpEWozsHBzknQQRrcV8Ol0f6UCfpJI92n4Awle9jAonJ3CGM6fpDN89bmgAdX49eYm-C6oQz7zcbN/w400-h210/2.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p></p><p style="text-align: justify;">Una cabalgada, cerca del centro del film, viene del plano de apertura de "<b>Lancelot du Lac</b>" de su mentor, un plano sin luz - de <i>K. K. Mahajan</i>, el fotógrafo de<i> Mrinal Sen</i> - a las puertas de un palacio ya lo había filmado antes <i>Andréi Tarkovsky, </i>una tormenta lejanísima en el horizonte es de <i>Miklós Jancsó</i>... pistas que deben orientar a través de esta amalgama de fotogramas robados a la noche de los tiempos que parecerían improvisados - estuve tentado de escribir <i>pasolinianos </i>- si no fuera porque están registrados con el mayor mimo y expresividad, planos de los que es preciso comprender su sensualidad antigua y ritual antes de que se empiece a dejar de pensar en cómo se equilibran las asimetrías de su construcción porque se entienda toda la película como un capricho, que es exactamente lo que no es.<br /></p><p></p><p style="text-align: justify;">Hay en definitiva que verla como si solo se la estuviera escuchando, valga el sinsentido que nace de su banda sonora, su materia prima y terminada, su sustancia. Nada costaría imaginarla como la obra que verán las mujeres de "<b>Shirin</b>" de <i>Abbas Kiarostami</i>.</p><p style="text-align: justify;">¿Se trata de una película musical? Sí, pero una utilitaria, ese adjetivo que perdió toda su nobleza. Limpia la mirada y desembota sentidos antes de llenarlos. Un solo instrumento, el surbahar, con la constante vibración de sus arpegios, consigue completar ese recorrido casi sin ayuda de nada más. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgD5hiIaiSzG2KSZHk5kee8t3-TbKRHEAF87CGNei-WG_STlmY-zh_MEgX4J8YlRomTk_0uk6bDRhu9mAyoTnqDNVstcOBR-tq-_h-y6Ji9oiWZvuCBpI2oZr3Y7Dz7bqvsoraSaaKGNZWPnVxKFk7Q0bDpi_-LBpNV5EKso91_4sqjubQSJVhu1b4nRDu-/s299/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgD5hiIaiSzG2KSZHk5kee8t3-TbKRHEAF87CGNei-WG_STlmY-zh_MEgX4J8YlRomTk_0uk6bDRhu9mAyoTnqDNVstcOBR-tq-_h-y6Ji9oiWZvuCBpI2oZr3Y7Dz7bqvsoraSaaKGNZWPnVxKFk7Q0bDpi_-LBpNV5EKso91_4sqjubQSJVhu1b4nRDu-/w400-h225/4.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"><i>Shahani </i>compone "contra" el plano, como hará muy poco después <i>Alain Cuny</i>, como hicieron<i> </i>tantos cineastas del pasado. El mayor de todos, <i>Roberto Rossellini </i>y así tal vez se entienda mejor por qué <i>Jean-Luc Godard </i>lo calificó de pintor, porque había caído en la cuenta de que se debe filmar lo cotidiano como algo impenetrable y lo que no se puede conocer como accesible, a la santa<i> Ingrid Bergman</i> de "<b>Europa 51</b>" vista por el mundo como una enajenada y a <i>San Francisco de Asís</i>, ya que no cuenta otra cosa que su propia visión, borrado el punto de vista colectivo por el paso del tiempo, como a un corriente hombre bueno. Dije contra pero quiero decir contra su encadenamiento, para volver a la pregunta más radical que hay que hacerse cada vez: ¿qué es un plano?<br /></div><div><p></p><p></p><p style="text-align: justify;">Así y solo así puede ocupar su lugar la música, que no rellena espacios, sino que alumbra, planos y secuencias.</p><p style="text-align: justify;">La irrupción de una locomotora a siete minutos del final de repente hace saltar siglos al film, como aquella de <i>Kurosawa Akira </i>en "<b>Akahige</b>" y prende la mecha de uno de los finales más hermosos que haya tenido película alguna. Podría esperar lo que hiciese falta para contemplarlo, porque es para mí lo mejor que filmó <i>Kumar Shahani</i> y una cumbre del cine indio y oriental. <br /></p></div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-88500477182653030062023-09-09T14:16:00.004+02:002023-09-09T18:22:11.478+02:00EMPEQUEÑECIENDO LAS EXPECTATIVAS<p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Aparecieron en apenas tres años, entre 1997 y 2000, pero <i>Jem Cohen</i> trabajó una década para alumbrar, consecutivamente, "<b>Lucky three: An Elliott Smith portrait</b>", "<b>Instrument: Ten years with the band Fugazi</b>" y "<b>Benjamin Smoke</b>", tres singulares acercamientos a la música de quienes, por entonces, eran, sin mística, solo amigos, incluso desde la adolescencia.</p><p style="text-align: justify;">Si se pudiera aunar todo <i>Fugazi </i>en <i>Ian McKaye</i>, quien es precisamente con el que <i>Cohen </i>mantenía una relación más longeva, tendríamos tres protagonistas y tres historias muy poco bellas en el corazón de la música norteamericana, una banda sonora de mejores y peores épocas pero siempre repleta de espinas y herrumbre alrededor. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0D-bkL_ERWcVKAPPFB-nIs4-0hXCseY3BqE04k73se8ig7txNHM096QHqdYfBgsPaFhz-scpnIj_HqZ0zlcezDNagYge06nbLOqh3OYVwmMY6iTQWldM9C5me_yF5R0QKd-b5ryoJfGLT_rDWrzSr5S_KqG02lHlBAXj_W6GqSNWWxPNslBD0MkipmHrf/s1921/1.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1921" data-original-width="1280" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0D-bkL_ERWcVKAPPFB-nIs4-0hXCseY3BqE04k73se8ig7txNHM096QHqdYfBgsPaFhz-scpnIj_HqZ0zlcezDNagYge06nbLOqh3OYVwmMY6iTQWldM9C5me_yF5R0QKd-b5ryoJfGLT_rDWrzSr5S_KqG02lHlBAXj_W6GqSNWWxPNslBD0MkipmHrf/w266-h400/1.jpg" width="266" /></a></div><div style="text-align: justify;">La muerte inminente de dos de ellos (<i>Benjamin </i>en 1999, <i>Elliott </i>en 2003), barnizaría pronto a dos de estos tres films de un color tirando a negro y con ese aspecto se ha quedado en buena medida también el cine de <i>Cohen</i>, cronista involuntario de finales, márgenes e intemperies, como si, inquietantemente, hubiese podido elegir un destino incierto para aquello que le interesara. <br /></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">Cuesta, duele, verlas, sobre todo si se ha llegado a amar la música de un descarriado cantautor de Nebraska, una inolvidable banda de hardcore punk y un insólito folkman con alma de chamarilero.</p><p style="text-align: justify;">Otros retratos, algo parecido a esmerados informes, hubiesen arruinado para siempre la parte invisible de sus respectivas memorias. Arrebatárselas a cambio de nada hubiese sido conceder demasiado. <br /></p><p style="text-align: justify;"><i>Jem Cohen</i> entendió que debía filmar de manera diversa y a distintas distancias a todos ellos.<br /></p><p style="text-align: justify;">A <i>Elliott Smith</i> solo se le podía rodar como si se tratase de un paisaje, como esa ciudad de Nueva York que <i>Cohen </i>vio de niño recién llegado a Estados Unidos y que fue la materia prima de sus primeros trabajos. Siempre desubicado, a gusto donde otros echarían a correr para refugiarse, <i>Elliott </i>no sabía donde poner las manos si no estaba tocando su guitarra y se encontraba siempre "lejos" de la belleza de su música, tanto como un campesino de la que centellea en la naturaleza donde trabaja.<br /></p><p style="text-align: justify;">Los tres temas que capta <i>Cohen </i>con su cámara no sirven para explicar la victoria comercial que postreramente tuvo su música,<i> </i>en los días finales, ni una popularidad con la que no supo, como con tantas cosas, qué hacer. Casi diría que las ponen en cuestión, las convierten en un gran malentendido.<br /></p><p style="text-align: justify;">Su versión del "<b>Thirteen</b>" de <i>Big Star</i> afortunadamente es una de esas tres canciones de este breve film, con lo que algo queda mojado por los efluvios de otra historia, una para no perdérsela. </p><p style="text-align: justify;">Un bucket de flores de <i>Marie Menken</i> brilla por cierto en cuatro planos con colores cálidos, los únicos que vibran ajenos a sus acordes.<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOGb4x96A2I_k4qZZBaL_WgfPWSgYT9JMQdNwLWWbkT5n6qor5dUQSQM49_THq5qR5TNV2v1Rn-rnklgXnEUiLeV3mwQz6t1GlGvDhJEOmKMuEjAWQcgEBs5KchdGe1BJW8wDCK8vf_K_OI-W8rFRvcfEXHNwon_7yivt0Bgeli8rKfP9NmpB8WxHygB5n/s599/2.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="438" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOGb4x96A2I_k4qZZBaL_WgfPWSgYT9JMQdNwLWWbkT5n6qor5dUQSQM49_THq5qR5TNV2v1Rn-rnklgXnEUiLeV3mwQz6t1GlGvDhJEOmKMuEjAWQcgEBs5KchdGe1BJW8wDCK8vf_K_OI-W8rFRvcfEXHNwon_7yivt0Bgeli8rKfP9NmpB8WxHygB5n/w293-h400/2.jpg" width="293" /></a></div><div style="text-align: justify;"><i>Fugazi </i>eran por su parte una buena excusa para hacer un completo análisis de lo que fue el punk rock. Los filmó diez años <i>Cohen</i>, como uno más de la banda, sin límites, encima de los bafles o debajo del público, fuera y dentro de sus conciertos, que aunque tuviesen lugar en clubes, siempre parecían celebrarse en gimnasios de high school.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Hacía tiempo que habían colapsado las más célebres bandas británicas del género y teóricamente ya era la era del post punk, el post hardcore y no sé cuántos apelativos más, absurdos e innecesarios. Precisamente fue en esos años cuando emergieron y se mantuvieron más tiempo con vida tantas y tantas bandas que trataban de que no se apagase la llama, de costa a costa, de <i>Minor Threat</i> a <i>Black Flag</i>, las primeras, las madres del invento en USA.</p><p style="text-align: justify;">A <i>Jem Cohen</i> sin embargo y por suerte, le interesa poco poner orden y "estudiar el caso", la contradicción intrínseca a lo que nace y crece fuera de su tiempo.<br /></p><p style="text-align: justify;">No se puede disponer para ser admirado lo que nació bastardo y torcido, la música que negaba a la música como exceso y que <i>debía</i> sonar mal, buscar y destruir a cuanto había traicionado a la sencillez y la agresión de los comienzos del rock. <i>Fugazi </i>ayudan a aumentar si cabe el caos - curiosa encomienda para una de las bandas más cerebrales del movimiento -, contraponiendo sus reflexiones afiladas (y argumentadas) a cualquier pregunta que se les pudiera hacer, con la más absoluta libertad escénica. Y nunca hubo un público más <i>educado</i>, más consciente de lo que estaba viendo. </p><p style="text-align: justify;">Se dirá y se dijo que hacía ya tiempo que habían publicado sus mejores discos, que les convenía la exposición. Bastan, me parece, diez minutos para saber que "<b>Instrument</b>" es "un <i>Jonas Mekas</i>" plácidamente ralentizado. Un asunto privado, para los que aún sepan distinguirlo de la publicidad.</p><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIrUGVHHImEiKgejHvCQOCXEzrFm5-0b_gM0oyQtmTB_sAvRczgV_97jSjKWnuX5sGn2EFv_MQRlKBVXE7jsw-TYO5bMqUBIQyDLPRnnChCeiwptPtfiwUZK303WifxnuoxNa6W1XJKcxb0U9ZVkgldJQViQnSrvAB1S0Ps_nh5xDCZGta5DZkAPFHKAst/s429/4.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="429" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIrUGVHHImEiKgejHvCQOCXEzrFm5-0b_gM0oyQtmTB_sAvRczgV_97jSjKWnuX5sGn2EFv_MQRlKBVXE7jsw-TYO5bMqUBIQyDLPRnnChCeiwptPtfiwUZK303WifxnuoxNa6W1XJKcxb0U9ZVkgldJQViQnSrvAB1S0Ps_nh5xDCZGta5DZkAPFHKAst/w280-h400/4.jpg" width="280" /></a>Por último, para mirar a <i>Benjamin </i>y sus <i>Smoke </i>y también al film que lo circunda, hay que introducir un elemento nuevo, el humor, necesario para entender a este nativo de Cabbagetown, Atlanta que habla de la endogamia y de esnifar pegamento como de las "cosas buenas de la vida".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No fue <i>Benjamin </i>un kamikaze, como el demente <i>GG Allin</i>, no se travestía ni destrozaba todo a su paso para provocar a puritanos ni para llamar la atención, sino fruto de un auténtico desorden mental, de una disfuncionalidad que venía de la infancia vivida en ese inmundo suburbio y de las pastillas de nembutal que tomaba sin descanso desde mucho antes de ser un adulto. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">De no haber formado un banda, hubiese dado con sus huesos en una secta de tipos que quedan los sábados para avistar ovnis como alguien dice en el film y no tendríamos estas canciones, que tanto gustaron a <i>Patti Smith</i>, canciones a medio camino entre <i>Chuck E. Weiss</i> y <i>The Fugs</i>, crispadas, sensibles, amargas.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Cohen </i>(y <i>Peter Sillen</i>, que firma la codirección) las superponen a esta riada de imágenes deprimentes, detritus de la ignorancia manipulada por la televisión y como tales, eslóganes catchy para gente con problemas cognitivos. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Nada puede aprenderse de cuanto se dice, ninguna lección, pero es significativo caer en la cuenta de cómo se parecen las inflexiones y las pérdidas de alguien desahuciado de treinta y tantos años a las de maduros privilegiados como <i>John Mellencamp</i> ahora a sus setenta.</div></div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-79839948347947755352023-08-07T12:15:00.004+02:002023-08-07T21:17:03.934+02:00UNA HORA DE OSCURIDAD ANTES DEL AMANECER<div><p style="text-align: justify;">La ejemplar nueva obra de <i>Ken Burns</i> no va a servir para nada. </p><p style="text-align: justify;">Sería absurdo pretender que fuese precisamente eso, un ejemplo, que pasara a formar parte de las materias de estudio en colegios o facultades. A nada parecido puede aspirar el cine, aunque su difusión sea la mayor posible; debe ser por el medio, porque cualquier estudio publicado en los canales <i>adecuados</i>, en revistas prestigiosas o por fundaciones influyentes por ejemplo, parece y por tanto es más creíble que el más concienzudo de los documentales. Es la maldición eterna de las imágenes en movimiento, multiplicada en la era digital y es solo el principio; la fotografía, más antigua y <i>primaria</i>, le lleva ventaja: siempre he encontrado revelador que cuando se reconstruye un film mudo incompleto con instantáneas de rodaje o de pruebas de vestuario, su poder de evocación, en definitiva la verdad que desprenden, sea tan grande o mayor que la de las bobinas supervivientes.<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjvAy3rjoRRuQ-a-HNezO5Fx_g3iayxP5_9-gZydcHn0Wm2lTYO2_8fdCJ0BgwD1z_ACmm_4Jy_tQGx8-nYrTlBme50bcHZWA6thY_236Nb3Qk4sk5AVONrgLKz6izoWLVLteIpwCErI-negFqKIHXhvUzZ4pUaAr95tAeRbZ48iNZaj5grUsH2fX6caOe/s750/11.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="750" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjvAy3rjoRRuQ-a-HNezO5Fx_g3iayxP5_9-gZydcHn0Wm2lTYO2_8fdCJ0BgwD1z_ACmm_4Jy_tQGx8-nYrTlBme50bcHZWA6thY_236Nb3Qk4sk5AVONrgLKz6izoWLVLteIpwCErI-negFqKIHXhvUzZ4pUaAr95tAeRbZ48iNZaj5grUsH2fX6caOe/w400-h266/11.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">Un poco menos descabellado es esperar que esta película, "<b>The US and the holocaust</b>" (2022) generara algo de debate y que incluso evitara el destino al que parece abocada, el de viajar un tiempo por algunos canales de televisión o internet dedicados a la Historia donde será vista - y poco discutida - por los habituales consumidores de este material para luego quedar confinada definitivamente a las atestadas estanterías de testimonios a vueltas con la mayor catástrofe del siglo XX. <br /></div></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">Perdidas de antemano esas batallas, asumida la desidia hacia todo lo que no se publicita como importante - y la celeridad con que lo que sí tiene tal vitola, es sustituido por lo siguiente que interesa vender -, solo queda dar a ver, ahora y en el futuro, esta obra verdaderamente monumental y mirar a otras cuestiones, no menores, pero sí un poco menos frustrantes y sobre las que se puede hablar sin tener en cuenta la actualidad del cine y del mundo, como por ejemplo invitar a pensar en cuántas películas contiene "<b>The US and the holocaust</b>" y qué le otorga tal profundidad. </p><p style="text-align: justify;"></p></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIdCgM6sMy9kcDlJ9r5JSG2Wfmc6HaXtGHTWmT9WfdCFk5VBkk0EH2IA10OPHw83B99Vft0GMRruaavpuQsHPjfjw56VqO69nPCuP1PBYL_2WqHZV9fgod1x2E_ruorEZ-fiHLf-fOpma_2xXnPLmeDcXDI7TNVgXh_WNijbY3TlT5AcwptxKMuk71gQ3h/s1200/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1200" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIdCgM6sMy9kcDlJ9r5JSG2Wfmc6HaXtGHTWmT9WfdCFk5VBkk0EH2IA10OPHw83B99Vft0GMRruaavpuQsHPjfjw56VqO69nPCuP1PBYL_2WqHZV9fgod1x2E_ruorEZ-fiHLf-fOpma_2xXnPLmeDcXDI7TNVgXh_WNijbY3TlT5AcwptxKMuk71gQ3h/w400-h210/2.jpg" width="400" /></a></div>Mientras algunos cineastas, incluso buenos, se repiten sin pudor alguno o injertan - a veces, con años de silencio - algunas nuevas
ideas a las pocas o muchas certezas que ya habían crecido en su obra, <i>Ken Burns</i> filma sin
descanso complejos y prolijos films, batiendo terrenos de toda clase,
cambiando de país y de siglo como si fuese lo más natural, pasando de la música a la política y de ahí al deporte, la literatura o la sociología, generando un caudal de ideas y sugerencias tan audaces como razonadas,
con una seguridad que cuesta calificar como apelable y que debe abrumar hasta al más ferviente de sus seguidores, por cierto invisibles. Su actividad en estos últimos años es tan fecunda que para seguir el ritmo de sus trabajos, últimamente firmados junto a <i>Lynn Novick</i> y aquí también por <i>Sarah Botstein</i>, hay que ver cada año miniseries de hasta ocho episodios y cuantiosas horas de metraje tan serias y amenas como cualquier película de su clase debiera aspirar a ser.</div><p style="text-align: justify;">Decía películas dentro de esta película porque pocas veces un film contemporáneo no amaga o deja indicados, sino que
abre y cierra docenas de secuencias que podrían haberse desgajado
autónomamente y convertirse, por completo, en otras obras. Que
lo consiga un documental que no inventa o modifica nada de lo que encuentra, uno que trata sobre un tema tan visitado y hasta agotado como el del genocidio de los judíos y que además sea un americano mirando <i>donde más duele</i>, a las conexiones de su país con el desastre, a menudo ocultadas o directamente falseadas, es
una hazaña. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6ZwHLB0dNupRXuxxRCP8y1-16qAGxaqWUGEVBfIJGcnlFspxUtEk-TwvtkiY1viFHD_DKXGwWogVSwaMJDkZDHWhmqECOljMwEgJgbLyWVANepeQB62FUe1H0yIh8o-Ky_4u3LBe-XXpKokAG7cJO5YWB9SPPo8W0PG3tREbX4gkILiDgXWOZGnPK2SAk/s1400/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="694" data-original-width="1400" height="199" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6ZwHLB0dNupRXuxxRCP8y1-16qAGxaqWUGEVBfIJGcnlFspxUtEk-TwvtkiY1viFHD_DKXGwWogVSwaMJDkZDHWhmqECOljMwEgJgbLyWVANepeQB62FUe1H0yIh8o-Ky_4u3LBe-XXpKokAG7cJO5YWB9SPPo8W0PG3tREbX4gkILiDgXWOZGnPK2SAk/w400-h199/2.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">Un puñado de personajes recorren las casi siete horas de metraje de "<b>The US and the holocaust</b>", minuciosas e inquietantes se miren por donde se miren. Con cada uno de ellos, que van apareciendo y desapareciendo conforme los acontecimientos invitan a ello, surge la tentadora idea de no perderlos de vista, de saber más de ellos, de acompañarlos más trecho, el objetivo de toda exposición narrativa. Los anónimos son tan interesantes o más que los conocidos (<i>Anna Frank</i> y su familia, sobre todo) y conforman un <i>reparto </i>que pronto se vuelve familiar: el pobre emigrante que no pudo llevar a su familia a América por mucho que lo intentó, el burócrata, uno de tantos desconocidos <i>Schindler</i>, que puso a salvo sin decir palabra a cientos de personas, la mujer que no murió en un campo de exterminio por pura casualidad, todos tan reales, tan dolorosamente imborrables... como los actores y actrices de "<b>Paisà</b>" o "<b>Wohin und zurück</b>".<br /></div><div><p></p><p style="text-align: justify;">Política, sociológica y humanamente, aterra pensar que absolutamente ninguna gran conclusión de esperanza y progreso puede extraerse, desde el punto de vista norteamericano, de lo que ocurrió y de la espiral descendiente que llega a nuestros días. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidNSnC2LtUqAyURcjnAfrtqcqWf0prHq6BbMdxWLTEW5cS_Rd8X20GRbxFuDT8gkSzFJiJOOATjHSSYWqeOom9QzVLcRoD3flWRtFk5MQEPdpE87QVrAFPp5mZLdlJ2-P0OK0c8R3UK4TcHbaQoUc_ZUeTzqplzJ3MzoqlOCuV35iAnCKqCzaNvee9jEU1/s992/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="744" data-original-width="992" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidNSnC2LtUqAyURcjnAfrtqcqWf0prHq6BbMdxWLTEW5cS_Rd8X20GRbxFuDT8gkSzFJiJOOATjHSSYWqeOom9QzVLcRoD3flWRtFk5MQEPdpE87QVrAFPp5mZLdlJ2-P0OK0c8R3UK4TcHbaQoUc_ZUeTzqplzJ3MzoqlOCuV35iAnCKqCzaNvee9jEU1/w400-h300/3.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">En cambio sí varias de las más descorazonadoras: que ningún país quiere a los inmigrantes ni a los exiliados ni a los desheredados salvo que cumplan la función que se les reserva cuando y como se les indique, que cuando vienen tan mal dadas, hasta desde tan lejos, ayudar es un gran riesgo y no mirar ni saber un cómodo instinto y que en una tragedia de dimensiones tan gigantescas resultaron masivamente increíbles las mayores pruebas recabables pero hubo menos rechazo que escepticismo respecto a las proclamas para exaltar a las masas y los lemas de dominación del
mundo y superioridad de raza conforme invadían países y se encontraban
con más y más judíos a los que expulsar primero y simplemente exterminar
después, quizá hasta más atracción que indiferencia ante toda la sarta de manipulaciones, malinterpretaciones, las partes tomadas por el todo y los sofismas que elaboraron <i>Hitler </i>y compañía a partir de <i>Schopenhauer</i>, <i>Fichte</i>, <i>von Bismarck</i>, <i>Hegel </i>y hasta <i>Lutero</i>. <br /></div></div><div><p></p><p style="text-align: justify;"><i>Burns</i> y compañía rebuscan hasta la última imagen y la última palabra que dibuje a Estados Unidos, liberador oficial del yugo nacionalsocialista a los europeos, como lo que fue, un país tan ambiguo como tantos con los judíos y con muchas e influyentes voces internas tan convencidamente antisemitas, xenófobas y racistas como los que más. Impresionan los desfiles del KKK en la Avenida de Pensilvania o las esvásticas ondeando en el MSG lleno hasta la bandera, pero son solo la punta del iceberg de una larga tradición de mezquindad institucional y de trampantojos diplomáticos para no hacer patente el fariseísmo y el desconocimiento por lo que sucede fuera de sus fronteras. <br /></p><p style="text-align: justify;">En los perturbadores diez minutos finales, lejos de cerrar brindando una salve por la asimilación histórica que resplandecerá con las nuevas generaciones, <i>Burns </i>mira de frente al monstruo, ese que ni con una bala de plata nadie pudo nunca matar, el del olvido y la ignorancia, ese que volverá a emerger indemne en la próxima catástrofe. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3eiOg7MT3Zx26IujzUNrSGqQD6TJ4GDbdsdmY1f7XtIfDKuTsbHFznR4Lti6DiLH8Axk-MTFONMmu8g4C-n9bmlA2SBEUyuF7DVLu66RptKwlkYWzXiWblT-WvMpoRpccux6K6OvD42KRK56QJ9jIs4RRLv_1fbWJYWqPRgtwaE_Bv4muD7zlOLtZjLHc/s1024/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="1024" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3eiOg7MT3Zx26IujzUNrSGqQD6TJ4GDbdsdmY1f7XtIfDKuTsbHFznR4Lti6DiLH8Axk-MTFONMmu8g4C-n9bmlA2SBEUyuF7DVLu66RptKwlkYWzXiWblT-WvMpoRpccux6K6OvD42KRK56QJ9jIs4RRLv_1fbWJYWqPRgtwaE_Bv4muD7zlOLtZjLHc/w400-h250/4.jpg" width="400" /></a></div></div>Unknownnoreply@blogger.com36tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-11519926462426797782023-06-30T12:02:00.003+02:002023-06-30T13:56:27.163+02:00JACQUES TOURNEUR EN ESPAÑA<p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnFGGLWfgyOuWTi5a6wdM7Eitgh4XzqbjCc9l4-Ja6pm2tzypb41qqBO5xr70QRWnlXhMpEFfetdyBB9aM-ey7XSf3sZQr3Lu4NVT1qjojYAHhRIEVJBKhmQx6sH1E7Gp1O4fql0jYOFkNLlj_bmy7VAMpI0HxhrTMB2EiIVpjjAnPHvtD9zBV4gk2VwPa/s2202/Cubierta_Cinema_Del_Anochecer_12_06_page-0001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1387" data-original-width="2202" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnFGGLWfgyOuWTi5a6wdM7Eitgh4XzqbjCc9l4-Ja6pm2tzypb41qqBO5xr70QRWnlXhMpEFfetdyBB9aM-ey7XSf3sZQr3Lu4NVT1qjojYAHhRIEVJBKhmQx6sH1E7Gp1O4fql0jYOFkNLlj_bmy7VAMpI0HxhrTMB2EiIVpjjAnPHvtD9zBV4gk2VwPa/w400-h252/Cubierta_Cinema_Del_Anochecer_12_06_page-0001.jpg" width="400" /></a></div>La editorial <i>Providence </i>alumbra, después de muchos años desde que germinó la idea, la edición española del libro "<b>The cinema of nightfall</b>" (<i>McFarland and Co. Inc, </i>1998) de <i>Chris Fujiwara</i>, sobre el cineasta <i>Jacques Tourneur</i>. </div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">A la edición original, corregida por el autor y que conserva el prólogo de <i>Martin Scorsese</i>, se le ha añadido una introducción firmada por <i>Miguel Marías </i>y un epílogo, que he escrito yo.</p><p style="text-align: justify;">A la venta en su <a href="https://providenceediciones.com/" target="_blank">web</a> en breve. </p><p style="text-align: justify;">En su <a href="https://www.instagram.com/providenceediciones/?hl=es" target="_blank">instagram</a> y <a href="https://www.facebook.com/ProvidenceEdiciones/" target="_blank">facebook</a> actualizan las noticias sobre esta y otras publicaciones. <br /></p>Unknownnoreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-67099515984037672072023-05-15T16:54:00.003+02:002024-03-12T11:50:59.422+01:00PARA MERECER ESTO<p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhin13Slq1UdPiSYNbNyEul6ZiyfJijhyO3gR9bKpUVkVM1e0Ip4uDyk0Khxq-jhCQMHaZVho0A6hpHvwDhjK_3a9VkTEy7u8o3rwS2PqncMzAupocOsxP73FOevcCcgAn21DQgZiHhBQUDb5hRh0urPg1smySJ8iQxgUrJ4Omc0MDsa_1WeCY0_lUIpQ/s800/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="540" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhin13Slq1UdPiSYNbNyEul6ZiyfJijhyO3gR9bKpUVkVM1e0Ip4uDyk0Khxq-jhCQMHaZVho0A6hpHvwDhjK_3a9VkTEy7u8o3rwS2PqncMzAupocOsxP73FOevcCcgAn21DQgZiHhBQUDb5hRh0urPg1smySJ8iQxgUrJ4Omc0MDsa_1WeCY0_lUIpQ/w270-h400/1.jpg" width="270" /></a></div>Una fría y agazapada violencia acecha tras cada plano de "<b>Vengeance is mine</b>", penúltimo film del independiente <i>Michael Roemer</i>, lejanamente célebre en los años 60, cuando cualquiera lo pudo confundir con un cineasta de color combativo por "<b>Nothing but a man</b>", un hito de la lucha contra el racismo. Filmado para televisión y recuperado recientemente, "<b>Vengeance is mine</b>" sin duda es el film por el que debiera ser recordado, su obra maestra.<br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">La tensión narrativa, la capacidad para comunicar un control ilusorio siempre a punto de quebrarse, de poco sirve si no se sabe luego qué hacer con los pedazos que caen, cómo recomponerlos si cabe hacerlo. Ya a ningún cineasta, en la era de las desafecciones, parece interesarle, pero en realidad es que no saben hacerlo, <br /></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Alemán de nacimiento, <i>Roemer </i>sí sabe, pero hace cuarenta años - tiene ahora noventa y cinco - podría parecer ya un tanto desubicado en medio de la estridente década de los 80 con un film tan poco amable y tan radical como este. Ese es el destino de los que caminan por su cuenta, no solo que nadie les acompañe, sino que nadie les vea pasar; por esos senderos abandonados transitaba <i>Paul Newman</i> y se paseará <i>Bernard Émond</i>. Dicen que, a medio camino de ambos, una vez también lo hizo <i>Margaret Tait</i>. </p><p style="text-align: justify;">"<b>Vengeance is mine</b>" serpentea en territorio conocido, la América de la trastienda perpetua de los grandes sueños, (Delaware, pero podría ser en cualquier esquina del mapa) un lugar donde buscar una nueva vida es ritual cuando la anterior colapsó por los mil motivos de costumbre, qué mas da quién tuvo la culpa. Los colores del horizonte, la música, el mar, tanto aire sin contaminar... extraño paraíso habitado por deprimidos y desengañados. <br /></p><p style="text-align: justify;">La primera película de las dos que contiene "<b>Vengeance is mine</b>", parte del rostro de <i>Jo </i>(<i>Brooke Adams</i>), en el que se dibuja una bonita sonrisa cuando la sombra que se apresura a cubrirle el rostro desde cualquier ángulo permite que aparezca quien pudo ser: una chica feliz, que sin embargo no tiene madre o mejor que no la tuviese para lo que le dice o cómo la mira, no <i>tuvo </i>hijos - se los quitaron - y mejor que tampoco hubiese conocido a los hombres que conoció. Con inteligencia <i>Roemer </i>la dirige relajada, acomodada en posiciones corporales como una gata que encontró el rincón mullido de la habitación y por eso cada golpe, verbal o físico, se siente más terrible, más desasosegante. La filma Roemer como se filmaría a alguien que se tranquilizaba de niña pensando en que estaba muerta y así cesaba la falta de cariño que la ahogaba.<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF3jtcSpwOqyHFjzHjkJ6WTB-Vievyu_IuNRafR6jMOmsje1ArvaLYnPNzHtekvbM6wzAvFwhe3d8pAYWCJEVVxxmXnw5Le2jVylw4FRMT8fKYJrOtDIwzIG9WzZm90vCgALFPweLkP6kEfK6oikH05DrFq6H6qORaUWxW1g1DN2xgKWVCCtmbyi97fA/s285/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="285" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF3jtcSpwOqyHFjzHjkJ6WTB-Vievyu_IuNRafR6jMOmsje1ArvaLYnPNzHtekvbM6wzAvFwhe3d8pAYWCJEVVxxmXnw5Le2jVylw4FRMT8fKYJrOtDIwzIG9WzZm90vCgALFPweLkP6kEfK6oikH05DrFq6H6qORaUWxW1g1DN2xgKWVCCtmbyi97fA/w400-h248/2.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidFOsjF1BumLvKn9Mx1XWbde6KN9eZ5jUkfUwuxk9YtjYnuhZGnMn6CtajVUK-dFENiX-lw2hyPzGylCRq-ktYQBIGzYhypojwqIeHPWE5AoQN0ZbnTm48Zv_sguCkE6MhYjhym9M7wMBFSNwEYsX7Ai3Kg4JHHSadsBzeSis3QlRrXWnihhuMRVivcA/s299/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidFOsjF1BumLvKn9Mx1XWbde6KN9eZ5jUkfUwuxk9YtjYnuhZGnMn6CtajVUK-dFENiX-lw2hyPzGylCRq-ktYQBIGzYhypojwqIeHPWE5AoQN0ZbnTm48Zv_sguCkE6MhYjhym9M7wMBFSNwEYsX7Ai3Kg4JHHSadsBzeSis3QlRrXWnihhuMRVivcA/w400-h225/3.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">En una casa frente al mar, junto a nuevos amigos, creyó que comenzaba algo, pero era un espejismo, como todas las esperanzas que tuvo antes en su vida. Las complicaciones propias empezarán a mezclarse, compensarse y finalmente anularse con las ajenas, que presenciadas en una impúdica primera línea, aturden tanto como si se sufrieran directamente. Ahí comienza la segunda película, más intensa aún, pero diferente. Si antes funcionaba "<b>Vengeance is mine</b>" de afuera hacia adentro, ahora lo hará al revés, como una onda expansiva.<br /></div><p></p><p style="text-align: justify;">Está magnífica en las escenas domésticas de ruptura y mutuos desagravios, unas escenas secas, sin música, impresionantes y lo estará a partir de ese momento todo el resto del metraje, la hermana mayor que <i>Jo </i>creyó haber encontrado, <i>Donna </i>(<i>Trish van Devere</i>), ambigua y doliente por algo que hace más mal a los demás que a ella misma. Desde que aparece, la película se desliza por el filo de sus laberintos y primero <i>Roemer</i> prueba la resistencia sentimental de ambas protagonistas, que a veces no pueden ni mirarse para poder decir lo que quieren decir, como <i>Naruse Mikio</i>, <i>Henry King </i>y los grandes planificadores de diálogos desde lo callado y desde los silencios. Muy pocas veces en el cine ha sido dada una enfermedad mental como la que padece <i>Donna </i>de una manera tan lacerante.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8VP94KZJc-HUsK8_j5egL25wWb5ivRrzd9wgvxcN-XX_W_27wpjLnnek63qNQQ4cxxSXvSAfYsZ-OYkijII2Mns-B8zH5p12fy9E5VkGYOPWl1DVgL3Bg0h5fdxd9UPubYa3FRUbbqMBmn1_uXrbPu1wpwnv8RFUoLwAImIrh9ZFSFzmTCUPyufRB9A/s1263/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="807" data-original-width="1263" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8VP94KZJc-HUsK8_j5egL25wWb5ivRrzd9wgvxcN-XX_W_27wpjLnnek63qNQQ4cxxSXvSAfYsZ-OYkijII2Mns-B8zH5p12fy9E5VkGYOPWl1DVgL3Bg0h5fdxd9UPubYa3FRUbbqMBmn1_uXrbPu1wpwnv8RFUoLwAImIrh9ZFSFzmTCUPyufRB9A/w400-h255/2.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQFADgqpi8CuVMjh54Ls4z1lD5XfutQyFeW0feAORyR4BEQZMCTdwg9zi8WSNICozdDt6f1QwISDvI9hP9bl3BbjUVvpYbsBVnqgJWyFEUj9e3cmNosLS3mpIf2tqCfYdvjoZKYwZcpyM5Q6Ap-AExC8YMYlVupjbPxg2a1HHgdvPvJFVZBx3kSGP08g/s2048/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1231" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQFADgqpi8CuVMjh54Ls4z1lD5XfutQyFeW0feAORyR4BEQZMCTdwg9zi8WSNICozdDt6f1QwISDvI9hP9bl3BbjUVvpYbsBVnqgJWyFEUj9e3cmNosLS3mpIf2tqCfYdvjoZKYwZcpyM5Q6Ap-AExC8YMYlVupjbPxg2a1HHgdvPvJFVZBx3kSGP08g/w400-h240/3.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0RK-TtLxeTcDkLuJ12Fi_6R3wP_VoY5Q2RdFsGyn1IGmio81c1bXojYowKJ3Y8mTMA8HhzKKapCK8i2x827WDcolTYvcv3AraWkB7C6SDPP_hDetmpHZvO_jAKhagjBa_T8pLSLRMD83rocJ1j-P4U0yQU7iUrEdUEehLiFYGx_t1m0rrdRc0wWiGbg/s1200/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="773" data-original-width="1200" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0RK-TtLxeTcDkLuJ12Fi_6R3wP_VoY5Q2RdFsGyn1IGmio81c1bXojYowKJ3Y8mTMA8HhzKKapCK8i2x827WDcolTYvcv3AraWkB7C6SDPP_hDetmpHZvO_jAKhagjBa_T8pLSLRMD83rocJ1j-P4U0yQU7iUrEdUEehLiFYGx_t1m0rrdRc0wWiGbg/w400-h258/4.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">Más tarde, cuando se constata que nadie va a ganar nada porque ya todos perdieron demasiado, aparece lo primario, extraordinariamente decantado por <i>Roemer</i>, que tenía material de sobra para un <i>grand guignol</i> o para un melodrama arreglalotodo. Fiel al drama, surge no lo fácil, tampoco lo obvio, sino lo auténtico: la inocencia, la moral, la capacidad para rebelarse contra la injusticia, la defensa de la pureza y todo lo que <i>es </i>solo si muere sin contaminarse de la podredumbre de este mundo o nunca lo será.<br /></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">El último plano es de <i>Bergman </i>o de <i>Godard</i>. Honor a quien lo conjuga y no lo toma prestado. </p>Unknownnoreply@blogger.com50tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-48508794374485492742023-05-13T16:02:00.002+02:002023-05-13T20:10:21.632+02:00APÉNDICE VII<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR-E8YO6tXr_omIZHTVYvar5tPv3_nPZoIIE5kjhsmiMCkZXyGHQ35Og1mXKh_WZ8Higmi0dNSFFK9ieBGYbhEgv4eIosLTEb85TaAonB5WTjCf6PO36qlnQftgpVCIL2-uKX6GaVdes3GnjPgSv-ciKj4skUy1zotoep75dPRaQ18KLpVkd8HSLYsZg/s1045/hjk.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="941" data-original-width="1045" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR-E8YO6tXr_omIZHTVYvar5tPv3_nPZoIIE5kjhsmiMCkZXyGHQ35Og1mXKh_WZ8Higmi0dNSFFK9ieBGYbhEgv4eIosLTEb85TaAonB5WTjCf6PO36qlnQftgpVCIL2-uKX6GaVdes3GnjPgSv-ciKj4skUy1zotoep75dPRaQ18KLpVkd8HSLYsZg/s320/hjk.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Muy poco se puede escribir porque muy poco se puede ver de la filmografía de la, sobre todo, actriz <i>Grace Cunard</i>, activa como creadora durante el periodo silente y una de las mujeres precursoras del cine más desconocidas.</div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Que fuese la compañera (artística y sentimental durante unos años también) de <i>Francis</i>, el hermano mayor de <i>John Ford, </i>que interpretase<i> </i>tantas de sus cintas y que luego participase en películas de directores como <i>Frank Borzage</i>, <i>Lewis Milestone</i>, <i>Sam Wood</i> o <i>John M. Stahl</i>, no le granjearon el menor reconocimiento y su nombre no tiene explicación que pasase desapercibido, se repite uno sin descanso cuando al fin repara en ella, un tanto ingenuamente.<br /></p><p style="text-align: justify;">Y si como actriz debió destacar nada más ponerse delante de una cámara, como cineasta solo haría falta ver el arranque de una de sus breves películas, una de las muy pocas que han llegado a nuestros días - apenas tres de las diecisiete en que se acredita su autoría - para hacerse una idea de la injusticia en torno suyo. Me refiero, claro, al plano de apertura de "<b>Unmasked</b>" de 1917, digno del mejor <i>Ernst Lubitsch</i> o incluso diría que mejor que ninguno por él filmado hasta esa fecha. Y hay más, todos asombrosos de fluidez, de inventiva visual, de una desconcertante modernidad, como no encontraba desde el gran descubrimiento hace unos años de las obras de <i>Evgenii Bauer</i>. Mientras, otras cineastas, a veces mucho menos importantes, van saliendo del olvido en que permanecieron durante décadas.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhpwG4txmedpfNEu6_Lcsmx9K3cP24DHLrOM8nCrA-wgkMKs7aAgCN5kx1ZfwijMzSB8bCtBPOb9hamvU19CqfK4M8PJDwyX8q-LrCsW8Lyf3v-_1X-Nayr2cSmJf79iH47Ll7UTWgUDr5sa8dz4RbDtxSstC1-Kdlk5MSIxCNUVuoFJPDwUhZK-yvXg/s640/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="508" data-original-width="640" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhpwG4txmedpfNEu6_Lcsmx9K3cP24DHLrOM8nCrA-wgkMKs7aAgCN5kx1ZfwijMzSB8bCtBPOb9hamvU19CqfK4M8PJDwyX8q-LrCsW8Lyf3v-_1X-Nayr2cSmJf79iH47Ll7UTWgUDr5sa8dz4RbDtxSstC1-Kdlk5MSIxCNUVuoFJPDwUhZK-yvXg/w400-h318/2.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Hay que ver también los episodios, pésimamente conservados a veces, lo que queda en pie en realidad, del serial "<b>The purple mask</b>" (1916), con <i>Francis</i> como codirector y protagonista junto a ella, inopinadamente apropiado como un <i>Douglas Fairbanks </i>o un <i>Édouard Mathé</i>, con un aliento aventurero a priori no muy caro al muy opacado hermano del gigante de Maine. No fueron buenas como se sabe (más o menos, sobre todo por <i>Francis</i>) las relaciones entre ambos por largo tiempo, pero lo cierto es que (entre)viendo otros de sus films, sobre los que urgiría una restauración, de ahí puede descender, como por otra parte es natural, aunque a la contra a veces (el tratamiento dado a los antagonistas, la visión de la Historia), una buena parte del cine del primer <i>Ford</i>. <br /></p><p style="text-align: justify;">Y no hay que dejar escapar "<b>A daughter of the law</b>" de 1921, donde <i>Grace</i>, con una seguridad, una tranquilidad y una gracia reservada a unas cuantas elegidas, filma e interpreta un misterio que ni siquiera lo es, noble y naive, pleno de dominio del espacio cinematográfico, sorpresivamente "nórdico" en muchos aspectos. <br /></p>Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-29234776130470291682023-04-25T17:47:00.004+02:002023-05-08T18:40:18.187+02:00CIEN AÑOS Y UN DÍA<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Lw-UgLsta4NP89qjMWnQW4Vn4jOkmaa6O5BOwwhpCuuWX086E6y3DcIaqvnq07D6DAPmvVP1XUK1N5Ez_pbymDiWpe3p50MuPFcDGPNYh3DKGCDI5vagaIEY4LpYIsDpINCE-Ynf5SdWYCrVqUnyasyjLEz97Uss2tz4bQeWRAFMpwGo3D_zJMXxQQ/s1321/Project%20Capture%20(34).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1321" data-original-width="652" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Lw-UgLsta4NP89qjMWnQW4Vn4jOkmaa6O5BOwwhpCuuWX086E6y3DcIaqvnq07D6DAPmvVP1XUK1N5Ez_pbymDiWpe3p50MuPFcDGPNYh3DKGCDI5vagaIEY4LpYIsDpINCE-Ynf5SdWYCrVqUnyasyjLEz97Uss2tz4bQeWRAFMpwGo3D_zJMXxQQ/w198-h400/Project%20Capture%20(34).jpg" width="198" /></a></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: center;"> --------------------------------------------------------------</div><div style="text-align: center;"> </div><div style="text-align: center;">La editorial Shangrila publica su número 42/43 bajo la denominación "<b>Una vuelta más</b>".</div></div><p style="text-align: center;"></p><p style="text-align: center;">Entre los textos que se recogen, se incluye uno en el que escribo sobre el centenario de "<b>Foolish wives</b>" de <i>Erich von Stroheim</i>.</p><p style="text-align: center;">A la venta en su <a href="https://shangrilaediciones.com/producto/una-vuelta-mas-revista-shangrila-42-43/" target="_blank">web</a>.</p><div style="text-align: center;">--------------------------------------------------------------<br /></div><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-85858334216518976872023-03-02T19:01:00.003+01:002023-03-02T19:01:38.072+01:00SIGHT AND SOUND 2022<div style="text-align: justify;">La revista británica Sight and Sound publica las votaciones a los mejores films de la historia como viene haciendo cada diez años desde 1952. </div><div style="text-align: justify;">Enlace a mi lista <a href="https://www.bfi.org.uk/sight-and-sound/greatest-films-all-time/all-voters/jesus-cortes" target="_blank">aquí</a></div>Unknownnoreply@blogger.com75tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-11891562512793444302023-02-15T18:50:00.001+01:002023-02-15T18:55:21.436+01:00LOS GORRIONES VUELAN DE NUEVO<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRl04j1ot9Wj_6c2xJCEcH6UeenxxXzfxx1_8rkg72-XDz_H-8R2YdGoZJLWolAgFzzgGUF4uQBXyzoxF2dKgZCxCXGEgYBT5Ih9jK-WAhNxE_E2Wr8R2317PE6GYyt1oimDYRxUtU6sSDrkIL3NUWiP5AZOE6F6SW_O3p2psYMYV06WHLuqYuT9zUxQ/s755/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="755" data-original-width="513" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRl04j1ot9Wj_6c2xJCEcH6UeenxxXzfxx1_8rkg72-XDz_H-8R2YdGoZJLWolAgFzzgGUF4uQBXyzoxF2dKgZCxCXGEgYBT5Ih9jK-WAhNxE_E2Wr8R2317PE6GYyt1oimDYRxUtU6sSDrkIL3NUWiP5AZOE6F6SW_O3p2psYMYV06WHLuqYuT9zUxQ/w271-h400/1.jpg" width="271" /></a></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">De la larga lista de adaptaciones para cine y televisión de novelas o relatos de <i>Stephen King</i>, dudo mucho que ni los más fanáticos del célebre escritor hayan visto ni un tercio de esa miríada de obras realizadas.</div><div style="text-align: justify;">Son tantas, más de trescientas y cada año aumentan, que señalar la mejor por fuerza debe circunscribirse a la porción vista y es lógico que entre tanta tentativa de aprovechar el éxito editorial de <i>King</i>, haya bastantes decepciones. <br /></div><div style="text-align: justify;">"<b>The dark half</b>" de 1993 quedó relegada como una más de las distracciones entre sucesivas entregas
del serial sobre muertos vivientes que recorre de principio a fin la carrera de <i>George A. Romero</i>, y a día de hoy es una de sus obras menos recordadas. Extraño destino para la primera incursión en la literatura del de Maine por parte de un cineasta tan bien conocido del público y del que sí podía esperarse algo motivado por un auténtico interés en su mundo y no por pura conveniencia comercial. </div><div style="text-align: justify;">Menos sentido aún tiene el olvido de esta película para los pocos que la consideramos la mejor de su filmografía. <br /></div><div style="text-align: justify;">"<b>The dark half</b>" estuvo años terminada y guardada en un cajón y cuando al fin se estrenó, no ganó dinero y sospecho que perdió algo más importante, porque el escaso interés suscitado debió suponer un golpe bajo a su creador, que ya no se arriesgaría nunca más a hablar de sí mismo en una de sus películas.</div><div style="text-align: justify;"><i>Romero </i>era hijo predilecto de <i>Michael Powell</i> (del de "<b>Peeping Tom</b>" y sobre todo del de "<b>The tales of Hoffmann</b>"), de <i>Orson Welles </i>y de<i> Alfred Hitchcock</i>, pero un modesto escritor antes o al mismo tiempo que un director, siempre ante un papel en blanco cada vez que volvía a su querido oficio, desdoblándose en sueños anómalos que no pudo llamar nunca pesadillas por simple placer. </div><div style="text-align: justify;">De cuando en cuando filtró entre sus imágenes vivencias y anhelos personales, deseos, obsesiones, como en "<b>Season of the witch</b>" (el abuso y el abandono), en "<b>Martin</b>" (la justicia ausente, la música, la romantización de lo vampírico) o en "<b>Knightriders</b>" (la leyenda artúrica, la corrupción), por citar algunas otras de sus mejores películas y lo hizo sin decir nunca que eran algo más que notas a pie de página, que eran las verdaderas razones para emprender un proyecto.<br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS5Rwjy3gMQqz5doeUYzvQf_Wbe4BZcSmI_qiRjkCRA94aERrE5Gr4qryG3zG0MXt17HiGRUBFxT51UtVeupWZe5QaSWTWtPnB0soZVfngLe8Y5AhZDd41KzLT55lzhvoF-lfIUe25l-sFQZLMA-xHrb3k4SwSdP90BK6ea_PeR-4ogrv1rnjXabp5dQ/s1024/1.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="575" data-original-width="1024" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS5Rwjy3gMQqz5doeUYzvQf_Wbe4BZcSmI_qiRjkCRA94aERrE5Gr4qryG3zG0MXt17HiGRUBFxT51UtVeupWZe5QaSWTWtPnB0soZVfngLe8Y5AhZDd41KzLT55lzhvoF-lfIUe25l-sFQZLMA-xHrb3k4SwSdP90BK6ea_PeR-4ogrv1rnjXabp5dQ/w400-h225/1.webp" width="400" /></a></div>A quienes crean que sus películas<i> </i>son un artificio pegadizo, un entretenimiento con a lo sumo algún comentario político no demasiado sutil, quienes lo perciban siempre más preocupado por anunciar sensacionales apocalipsis, seguramente les importe poco su desnuda implicación en esta alegoría sobre la doble personalidad, el lado oculto de la mente y el ansia por materializar e insuflar verdadera vida a lo que solo admitimos para nuestros adentros. </div><div style="text-align: justify;">En "<b>The dark half</b>", desde la evocadora apertura en la infancia del protagonista, se pensará que su autor, como<i> Larry Cohen</i>, <i>John Landis</i>, <i>Lucio Fulci</i>, <i>Lamberto Bava</i>, <i>John Carpenter</i> y otros reconocidos especialistas - y como tales, <i>degradados</i> para siempre - en el fantástico, no pueden mirar nunca al interior de su cine o, peor aún, que ese fondo no existe porque solo cuenta la forma. Quizá incluso que convertir esa distancia en estilo visual es lo que les otorga el magisterio en su terreno.</div><div style="text-align: justify;">Ese terreno es, paradójicamente, un contrasentido en sí mismo, un género sin códigos, porque aunque de tanto repetirlos y ser aprovechados perezosamente por mediocres, puede parecer que los tiene, no debería porque se trata del más libre que puede haber en el cine.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU1ZXAD8KQsKOmY42Jnm2lRM_l9CG2C0g_BGIBC_QzBZWj0_6WHiLtIs-Y1fJjTv9ukXuhsSol-T95ZbWrrmmW_YdCZE_9dfL9DjZ8lCJB_AqSmasdyQ7v2z1d23JOEPTAhB7UpzGuuByXPukavwUiQF6MXrroxDQUf0F1gwq1TiDmADuGh0-MhECcWQ/s1410/2.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="723" data-original-width="1410" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU1ZXAD8KQsKOmY42Jnm2lRM_l9CG2C0g_BGIBC_QzBZWj0_6WHiLtIs-Y1fJjTv9ukXuhsSol-T95ZbWrrmmW_YdCZE_9dfL9DjZ8lCJB_AqSmasdyQ7v2z1d23JOEPTAhB7UpzGuuByXPukavwUiQF6MXrroxDQUf0F1gwq1TiDmADuGh0-MhECcWQ/w400-h205/2.png" width="400" /></a></div>Y no hay disculpa posible: si quienes en él se aventuran se dejan llevar o se entregan a multitudes, si para ellos significa tanto como su trabajo la siguiente convención de coleccionistas de memorabilia, les darán la razón a quienes los encasillan y en la práctica los observan como a un mono en la jaula del zoológico, a ver qué trastada o qué nueva gracia se les ocurre, pero me temo que como a cualquier cineasta a ellos también hay que pedirles lo mismo que a todos, que consigan dominar su escritura y que apliquen con inteligencia sus intereses.<br /></div><div style="text-align: justify;">"<b>The dark half</b>" lo logra sin espectáculo y sin apenas humor, las más que probables causas de su fracaso. Es un film inquietante y sumamente serio, un drama construido de una forma realmente asombrosa sobre una serie de elementos plausibles vinculados con otros que no lo son, pero que se presentan en el mismo plano de realidad. No señalar qué es pilar y qué trampantojo es lo más difícil cuando hay que moverse en historias en que los espectadores están acostumbrados a que se les señale dónde deben anticiparse y solo lucen los adornos, los giros inesperados, más gratuitos conforme más se acerque el final.<br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQMP2j82DEBl4NtUW1G0Ej7-nE2uciKt_RVM0QbpQ093Cj_dyDyAbVa912DR_MlmrG0yJFiLWfSk6PpTnZTGvKd5MYyri54AfLiBh-KAfqYr4AfyNA18Y914uF8bl3kskMyvHYOexhL4FiilvcNPWJ1yGVl47IonpOOPnXMaafK9neQm4oyDqSzYdkrw/s672/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="372" data-original-width="672" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQMP2j82DEBl4NtUW1G0Ej7-nE2uciKt_RVM0QbpQ093Cj_dyDyAbVa912DR_MlmrG0yJFiLWfSk6PpTnZTGvKd5MYyri54AfLiBh-KAfqYr4AfyNA18Y914uF8bl3kskMyvHYOexhL4FiilvcNPWJ1yGVl47IonpOOPnXMaafK9neQm4oyDqSzYdkrw/w400-h221/4.jpg" width="400" /></a></div>La transferencia de personalidad entre el escritor y su doble - el resultado de unos siameses fracasados, algo científicamente menos fabuloso de lo que pueda parecer -, pudo haberla tratado <i>Romero </i>de una forma artera y sin embargo prefiere centrarse en la duda, igual que hizo <i>Joseph H Lewis</i> en "<b>So dark the night</b>", igual que <i>Richard Tuggle</i> en "<b>Tightrope</b>", lo cual le honra. </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Muy inteligentemente compacta ese intercambio eliminando el alcoholismo que en el original de la novela dominaba a este escritor <i>Thad Beaumont </i>(<i>Timothy Hutton</i>) y así ahonda aún más en los rasgos, a medio camino de mitos creados por <i>Stevenson </i>y <i>Mary Shelley</i>, del personaje, que es sin gran disimulo una proyección de él mismo y de cualquiera de nosotros cuando imaginamos encarnar a nuestro otro yo desinhibido. <br /></div><div style="text-align: justify;">Resulta así "<b>The dark half</b>" una especie de versión diabólica e híbrida de varios relatos de falsos culpables hitchcockianos y en especial de dos, el de "<b>To catch a thief</b>" porque era el más urgido a demostrar su inocencia porque era quien mejor vivía antes de que prendiera la mecha del malentendido, el que más tenía que perder y el de "<b>North by northwest</b>", por la llamativa distribución de amenazas entre varios personajes, el asesino, el chantajista, el policía (<i>Michael Rooker</i>, muy comedido pero nadie desconocía su rostro y el gran impacto causado por "<b>Henry, portrait of a serial killer</b>")... y los pájaros. <br /></div>Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-71427707807232001242023-02-05T08:55:00.000+01:002023-02-05T08:55:35.977+01:00UNA VIDA PÚBLICA<p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Hasta alcanzar su cumbre popular con "<b>Mother India</b>", la película más amada de la historia del cine de su país, la obra de <i>Mehbbob Khan</i> se mantuvo siempre fiel a las tradiciones éticas y estéticas que descendían del cine mudo, aunque parezca un contrasentido mencionarlo al tratarse de melodramas y comedias con canciones y números musicales. Era en un mundo en que la palabra se utilizaba como un elemento expresivo más, pero no el primordial ni el más significativo, donde más cómodo se sentía este cineasta supongo que desde hace ya mucho tiempo más incomprensible que incomprendido, como tantos asiáticos primitivos; un mundo donde reinaba un cine popular hecho para espectadores que se levantaban de sus asientos y aplaudían a sus intérpretes favoritos, un cine con películas dos horas y media y una decena de éxitos resonantes que eran luego grabados en discos y adquiridos por millones de personas, un mundo y un cine que habría que cuidarse mucho de tildar despectivamente como pintoresco si fue el que quisieron conquistar algunos de los grandes cineastas del siglo y entre ellos, una estrella fugaz como <i>Guru Dutt</i>. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV2ZXpWt2WVer3bmQxr8MbUqXqgZkAjvo7bZicHdgMGDnSmCWCWN0qYK2t_R3V3X1oqjcMT0EPthN__0_wJxHK_D6CW3Y0EdhzTEhf0AsUmE-YQHpCOFmupxKFONAG8CPU3D1oOX0KREotrEjRcfZ60KSlUDYLfwUh3fFypuYp7YepSIVgWEhkxjpd2w/s249/123.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="249" data-original-width="202" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV2ZXpWt2WVer3bmQxr8MbUqXqgZkAjvo7bZicHdgMGDnSmCWCWN0qYK2t_R3V3X1oqjcMT0EPthN__0_wJxHK_D6CW3Y0EdhzTEhf0AsUmE-YQHpCOFmupxKFONAG8CPU3D1oOX0KREotrEjRcfZ60KSlUDYLfwUh3fFypuYp7YepSIVgWEhkxjpd2w/w259-h320/123.jpg" title="Sello conmemorativo con su rostro" width="259" /></a></p><div style="text-align: justify;">"<b>Mother India</b>" llevó al éxtasis ese cine y fue orgullosamente paseada por festivales donde obtuvo diversos premios, dejando allá por donde pasó un rastro de celebraciones coincidiendo con el reciente descubrimiento de una cinematografía desconocida en Occidente hasta un par de años antes. </div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Y aunque es lógico que muy pocos podían acceder a alguna de las otras obras que había filmado <i>Mehboob Khan</i>, por desgracia el reconocimiento logrado no sirvió para que luego se prestara la menor atención a las que aún le faltaban por realizar hasta su muerte en 1964 de un infarto de miocardio. Se trató por tanto de una fiesta de despedida más que de bienvenida, porque con la aparición fulgurante de "<b>Pather panchali</b>" de<i> Satyajit Ray</i>, muere el cine indio antiguo y con él, cineastas tan desinhibidos como <i>Mehboob</i>, capaz de concitar en su puesta en escena al mismo tiempo<i> </i>a<i> King Vidor</i>, a los expresionistas alemanes y a <i>Vsévolod Pudovkin</i>.</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf69Sicf37XtkNK3vNJad6axoITvwAxpxCwpOSsnGtkfEWkx-wWv975oz2xlZZSUygrTwBdQHeo4xuM1R4uDM8aJM5_bAPXWWq_NyzIK5jkosWydE45RdEJ_v18IW2tCAaTRGIsJRstIM1YDRJjj67BRKY-oiKiOd-R5t2Y4bOKsQcfm2069fItnIOJg/s512/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="384" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf69Sicf37XtkNK3vNJad6axoITvwAxpxCwpOSsnGtkfEWkx-wWv975oz2xlZZSUygrTwBdQHeo4xuM1R4uDM8aJM5_bAPXWWq_NyzIK5jkosWydE45RdEJ_v18IW2tCAaTRGIsJRstIM1YDRJjj67BRKY-oiKiOd-R5t2Y4bOKsQcfm2069fItnIOJg/w300-h400/1.jpg" width="300" /></a></div>Las bellas estampas capturadas en foto fija de "<b>Mother India</b>" o las de su otro hito en technicolor, "<b>Aan</b>" de 1952, con rojos, azules o dorados como nunca se habían visto antes, anunciaban a un cineasta con un sentido plástico extraordinario que debía tener mejores films, un poco como cuando se reveló en <i>Cannes </i>"<b>Jigokumon</b>" de <i>Kinugasa Teinosuke</i>, Y efectivamente, tal y como sucede con el gran director japonés, no hay más que empezar por al principio de la filmografía de <i>Mehboob </i>y contemplar la obra de la cual "<b>Mother India</b>" es una nueva versión, "<b>Aurat</b>" de 1940, para encontrarlo en plenitud de facultades.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">"<b>Aurat"</b>, como todas las películas de <i>Mehboob</i>, ahonda en un desagravio histórico y debe más a <i>Georg W. Pabst</i><i> </i>que a ningún cineasta salido de las islas británicas y es que más allá de la obligatoria alineación de la India con la causa de los aliados en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, nunca hubo gran influencia del cine que se hacía en Inglaterra ni en <i>Mehboob </i>ni en ninguno de sus compatriotas, ni siquiera de parte de los más proclives a ejercerla por popularidad o afinidad, como <i>David Lean</i> o <i>Michael Powell</i>. Es evidente que mucho menos la hubo a partir de la independencia del país.</div><div style="text-align: justify;">En todo caso, este épico melodrama femenino es tan puro como para no necesitar distancia, ni punto de vista externo, ni sublimaciones estéticas, ni ironía y si bien hunde algunas viejas raíces en el teatro y la literatura decimonónica, sobre todo se nutre de las corrientes realistas que habían surgido en el cine mudo y rebrotaron en los años treinta. Una de esas influencias, como lo fue para tantas cinematografías, y no solo las colindantes, es la del <i>Jean Renoir </i>de "<b>Boudu sauvé des eaux</b>" o "<b>La bête humaine</b>", con lo que la posterior descendencia dejada por su justamente célebre "<b>The river</b>" no fue la primera ni quizá la más importante del maestro en el cine indio. <br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivwVv2IadW2IrHQETZ5_bZzXeqft4kZsmN8bvEkd7eqMRl1hZihiU15uJ60S5jBpYnG1w6D_xTuYVUHMboTDxJy2nOPdgW1_0HI7r1WD6M5Ub5eOuvB4AyMq4C0J-KzquYh_jHo5EIuZ0wqyGbVO9_zrp3geYtJdy-nu5-TYKzvX29KtM9VDZggSYnCA/s259/12.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivwVv2IadW2IrHQETZ5_bZzXeqft4kZsmN8bvEkd7eqMRl1hZihiU15uJ60S5jBpYnG1w6D_xTuYVUHMboTDxJy2nOPdgW1_0HI7r1WD6M5Ub5eOuvB4AyMq4C0J-KzquYh_jHo5EIuZ0wqyGbVO9_zrp3geYtJdy-nu5-TYKzvX29KtM9VDZggSYnCA/w320-h240/12.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9UICjNhIlgQCxXmG92p2y8UXeTLdAed312IaCBnVDE6KeWryJCXMVXp7_dLRYJEA2o2TyHHeepKcg6y4Ow6hqoP6zUMEm_cTgTvGcJk9yCfDr1EEQGzLKoVR90n6vvB-sQ3nnuwG93rJ7MGjqU5_6dg3-5buVSuuxVTwpF7eYq5pX7AVeRF-UNUfjLg/s1000/223.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9UICjNhIlgQCxXmG92p2y8UXeTLdAed312IaCBnVDE6KeWryJCXMVXp7_dLRYJEA2o2TyHHeepKcg6y4Ow6hqoP6zUMEm_cTgTvGcJk9yCfDr1EEQGzLKoVR90n6vvB-sQ3nnuwG93rJ7MGjqU5_6dg3-5buVSuuxVTwpF7eYq5pX7AVeRF-UNUfjLg/s320/223.jpg" width="320" /></a></div>Rurales y paupérrimas resultan las hechuras de "<b>Aurat</b>", pero cuánta emoción.</div><div style="text-align: justify;">Por ejemplo en planos como uno fijo de cincuenta y ocho segundos al principio que encuentro una de las cumbres absolutas del cine musical y que no puede ser más sencillo: mientras suena "<b>Kahe karta der barati</b>", una de las mejores composiciones de <i>Anil Biswas</i>, un pastor en primer término con su cayado, inmóvil, mira unas carretas que se aproximan, después de una boda, con una profundidad de campo inmensa. Un solo plano de los contrayentes, un solo segundo, un <i>lógico</i> intercalado y se hubiese arruinado esta audacia maravillosa, que es una excepción, puesto que no es ese ritmo contemplativo y pasivo el que impera en "<b>Aurat</b>". Lo mejor de la película en realidad sale del montaje corto cuando hay abundancia de planos, brillando los encadenados, las sobreimpresiones, las muy pensadas composiciones, los juegos con el claroscuro y la perspectiva. <br /></div><div style="text-align: justify;">Por supuesto hay que ser paciente, dejar expresarse a toda clase de personajes iletrados, esperar plácidamente en los abundantes meandros del curso principal del film, acostumbrarse a su humor y lógicamente escuchar las canciones y sus letras, que a diferencia de las de su multicolor remake, son menos una oportunidad para el lucimiento y más un eslabón narrativo intrínseco a la tradición oral de contar y representar historias.</div><div style="text-align: justify;">Hay muchas otras diferencias con "<b>Mother India</b>", entre ellas la estructura - no se trata de un largo flashback - o la crucial escena de la lluvia que divide en dos la historia, que pasa de ser bíblica a soviética por arte de magia, pero lo esencial permanece. </div><div style="text-align: justify;">Ni viéndolas consecutivamente queda desvelada una sola razón acerca de lo que desaparece sin conocer decadencia.<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-55664831412113232902023-01-31T07:18:00.003+01:002023-01-31T07:27:09.796+01:00EN 2022<p style="text-align: justify;">Repaso a lo mejor visto en el año pasado publicado por la revista australiana online <b><a href="https://www.sensesofcinema.com/" target="_blank">Senses of Cinema</a></b>.</p><p style="text-align: justify;">Enlace <b><a href="http://www.sensesofcinema.com/2023/world-poll/world-poll-2022-part-2/#11" target="_blank">aquí</a></b><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com64tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-90707802607815010402022-11-26T12:18:00.002+01:002022-11-29T20:44:42.667+01:00SOUTHERN CENTRAL RAIN<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_IxUE2yMYN0nCNQeXGnaRXFRjgmYUQ9-OtNIl1CsqHBfYWp5YdyZnPtGClLx2F8DlB_Gm0vjJNDg3RUbcoZ2YRzn4lsDcGJh7OS3HZ78tI0mkrRiaj2hcOSrc_uwRO_huKho7Shp5xHm0OJ-ugfiXGvEocgWTNL9_EKOioiSn8WMORDLd8J8OCpOUOg/s901/1.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="580" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_IxUE2yMYN0nCNQeXGnaRXFRjgmYUQ9-OtNIl1CsqHBfYWp5YdyZnPtGClLx2F8DlB_Gm0vjJNDg3RUbcoZ2YRzn4lsDcGJh7OS3HZ78tI0mkrRiaj2hcOSrc_uwRO_huKho7Shp5xHm0OJ-ugfiXGvEocgWTNL9_EKOioiSn8WMORDLd8J8OCpOUOg/w258-h400/1.jpg" width="258" /></a></div><div style="text-align: justify;">Si se mira por encima la filmografía de <i>Christopher Cain</i>, cualquiera puede señalar varias películas suyas que ha visto y es bastante probable que no retuviese ni el nombre de quien las dirigió, con todo lo que eso implica. </div><div style="text-align: justify;">A finales de los años 80 disfrutó de uno de esos éxitos coyunturales de los que afortunadamente nadie se acuerda ya,"<b>Young guns</b>" y hubo más antes y después. </div><div style="text-align: justify;">Es por tanto la casualidad en mayor medida que la curiosidad lo que puede conducir a "<b>The stone boy</b>", una pequeña película de 1983 que duró una semana en carteleras y nadie vio fuera de Estados Unidos.</div><div style="text-align: justify;">Hay docenas de casos como el de <i>Cain </i>en el cine americano. Director joven con algún film que le coloca el cartel de promesa y desde ese momento, dos vías seguras hacia la nada: o un film personal donde apueste y pierda, quizá desanimándolo a seguir o una concesión que le aparta de su camino y lo anima a emprender uno que no contempló o que se juró nunca transitaría. <i>Cain </i>no es una excepción y como tantos otros, se entregó poco después del estreno de "<b>The stone boy</b>", que no perdió una fortuna, ni obtuvo pésimas reseñas, pero no gustó al público.</div><div style="text-align: justify;">Sin un gran prestigio detrás ni siendo una obra de madurez o, mejor aún, final, las razones del fracaso de "<b>The stone boy</b>" eran, por desgracia, previsibles y bastaría enunciarlas como audacias para señalar lo que tienen de excepcionales.<br /></div><div style="text-align: justify;">Es un film parco en planos, palabras y gestos, sin humor; tiene varias historias superpuestas a cual más dura, contempladas en toda su crudeza; cuenta con intérpretes conocidos, <i>Robert Duvall</i> y <i>Glenn Close</i> sobre todo, pero resultan ser secundarios; aborda un asunto tan luctuoso como la muerte de un chico por accidente y su efecto en cuantos le rodeaban, pero no reconforta ni propone siquiera que tal cosa sea posible. Como una lánguida balada country, se aferra un momento a emociones porque es lo único que puede hacerse, pero el drama continúa abierto e irresuelto cuando caen los títulos de crédito en varios si no todos sus escenarios. </div><div style="text-align: justify;">No hay tesis, ni bisturís ni radiografías sobre un hecho traumático, <b>The stone boy</b>" no nació ni en un aula ni en un laboratorio, es un film vagabundo y afligido, que asiste a un proceso de aceptación tratando de encuadrar como miraría uno más de sus personajes, sin ventaja alguna, dejando pasar el tiempo que dicen que cura pero todos sabemos que solo ayuda a olvidar si uno lo necesita.</div><div style="text-align: justify;">Qué radical diferencia hay a veces entre films de parecidas hechuras, según si se preparan para cambiar o no. Qué poso tan distinto el que dejará por ejemplo todo el metraje de "<b>The accidental tourist</b>" gracias a un contrapunto, el que aporta el personaje de<i> Geena Davis</i>. <br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Cain </i>renuncia a proporcionar un salvavidas a nadie y dispone unas composiciones y transiciones de seca belleza, aprovechando la luz y las dimensiones de los espacios no para embellecer ni para intervenir apremiando o cambiando la dinámica de cualquier situación, sino para hacer más clara la puesta en escena, ya que bastante difíciles son las contradicciones en que se mueven este niño que no sabe lo que ha hecho, estos padres que no encuentran la manera de hacer que lo entienda, la novia del chico que se ve acorralada por un despreciable o la mujer de este tipo, que lo sufre en silencio mientras van aumentando los vasos de bourbon, hasta que no puede más. </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj35HG7HO71mur78XPVjewFsQPcCKaCyejr_QDEhPae-37N__wIZ_zSruIaPtjmzN5ToEuzB9_sVekawYBmQ7kQ2vfr-0qXSNDbtiCBYdFYAXfdHD2ZgO36mmKvA77lxHkKDY0t4KdE0VkSf_op1b961vXsQD8h62CmXYWwXUYzjxlUi9rEcqRoM2a1JA/s275/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj35HG7HO71mur78XPVjewFsQPcCKaCyejr_QDEhPae-37N__wIZ_zSruIaPtjmzN5ToEuzB9_sVekawYBmQ7kQ2vfr-0qXSNDbtiCBYdFYAXfdHD2ZgO36mmKvA77lxHkKDY0t4KdE0VkSf_op1b961vXsQD8h62CmXYWwXUYzjxlUi9rEcqRoM2a1JA/w400-h266/2.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_YpE3BX3U-IxKIPOQxkIdjcjwOeEJGxvVzE7VjdreUwWfS5mF_h5zB9PzAcuGjxzW-GArsFtIqZ_xaP5LVbFoQwY0SSeDDbajShEDHP0aZriIAu-I3J0aTCjyr5cdqNL0RK4D8MAcl38lGag_vLA-w1KSyEnH3TdZ9hM7VHNKxxYfMajP-8M06jHfTQ/s275/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_YpE3BX3U-IxKIPOQxkIdjcjwOeEJGxvVzE7VjdreUwWfS5mF_h5zB9PzAcuGjxzW-GArsFtIqZ_xaP5LVbFoQwY0SSeDDbajShEDHP0aZriIAu-I3J0aTCjyr5cdqNL0RK4D8MAcl38lGag_vLA-w1KSyEnH3TdZ9hM7VHNKxxYfMajP-8M06jHfTQ/w400-h266/3.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgGoJ3d1K-dXkXB8CwFWpIoWYIyCHa7moq0GPnc3BKD85L_rTtR0zZDViNZ2iJzN1H_gQuUYYGSuc6hT2da1nwchNt1WAYXlEkHSSYbJhXTEHgA4tg4NYRV5GnaOMyBSi0btZkEtJsqweZo8qLDbOQRgEBSTueaEoeegIhN1olKvW4hVj-79CYdweFxA/s308/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="164" data-original-width="308" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgGoJ3d1K-dXkXB8CwFWpIoWYIyCHa7moq0GPnc3BKD85L_rTtR0zZDViNZ2iJzN1H_gQuUYYGSuc6hT2da1nwchNt1WAYXlEkHSSYbJhXTEHgA4tg4NYRV5GnaOMyBSi0btZkEtJsqweZo8qLDbOQRgEBSTueaEoeegIhN1olKvW4hVj-79CYdweFxA/w400-h213/4.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX6mEewdWkpJWL5BHM-RI4XBMMzCr1nCNXlyPesXzxjJVpxqsC7-YhDIJKlCcJdEUhhrX1dIR-X4kmxT20ALdCEjzjPgVR6TthLLir6ZBGS4IpstltUbyu_ayQT1UGSAsfmZUZlRHYeGEdvjK_gIxnZoc3wAJBmDHjXzieGALTnssA2n90Zl0yFjSUaQ/s300/5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX6mEewdWkpJWL5BHM-RI4XBMMzCr1nCNXlyPesXzxjJVpxqsC7-YhDIJKlCcJdEUhhrX1dIR-X4kmxT20ALdCEjzjPgVR6TthLLir6ZBGS4IpstltUbyu_ayQT1UGSAsfmZUZlRHYeGEdvjK_gIxnZoc3wAJBmDHjXzieGALTnssA2n90Zl0yFjSUaQ/w400-h224/5.jpg" width="400" /></a></div>Un escorzo con la cámara, una voz en off altisonante, una partitura conmovida por cualquier florecilla o rayo de sol (y la firma <i>James Horner</i>), una interpretación acentuada... no faltaban trampas en las que podía haber caído la película y así tal vez haber acortado la distancia que quiere poner con espectadores acostumbrados a subrayados de todo tipo. Hermoso suicidio comercial.</div><div style="text-align: justify;">El irresoluble conflicto que asola al pequeño y la libertad con que le dejan afrontarlo casi lleva a la película a las puertas del cine de <i>John Cassavetes</i>, que ese año filmaría su extraordinaria "<b>Love streams</b>" con otro niño que, salvo por el sentimiento de culpa, estaba tan zarandeado por las circunstancias como este. No servirá la conexión para salvar a <i>Cain </i>de la quema, pero sí quizás para entender mejor de dónde proviene el <i>necesario </i>caos que nace del tanteo y que preside el cine de los grandes rebeldes del cine independiente americano. </div><div style="text-align: justify;">En los días del cine clásico, con toda su grandeza, las vacilaciones y las incandescencias le duraron vírgenes una película a <i>Nicholas Ray</i>. <i>Robert Kramer</i> aún no sabia cómo dominarlas ni utilizarlas en "<b>Route One, USA</b>", su película número catorce. </div><div style="text-align: justify;">Y falta un invitado. A poco se disponga un drama no para solucionarlo ni para darlo a ver un rato y hurtarlo con cualquier burda excusa, sino para compartirlo, regresa ese compañero silencioso al que a nadie le gusta dar la bienvenida, el desamparo. <br /></div>Unknownnoreply@blogger.com93tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-40431003655893573422022-09-29T21:08:00.002+02:002022-09-29T21:26:27.659+02:00LA CASA DE MI AMIGO<div><p style="text-align: justify;">Este texto es la transcripción del diálogo mantenido via Zoom con el crítico de cine <i>Santiago Gallego </i>(<a href="https://elkinetoscopiodigital.wordpress.com/" target="_blank">El Kinetoscopio Digital</a>) acerca del film "<b>Double Messieurs</b>" (1986) de <i>Jean-François Stévenin</i>.</p><p style="text-align: justify;">Durante el verano y a raiz de la revisión en paralelo de este film se nos ocurrió la idea de hacer algo así, aprovechando que se trata del más accesible de la obra de este autor, figura perdida entre generaciones de cineastas franceses con mayor
reconocimiento, quizá por ser sobre todo más conocido como actor que
como director. <br /></p><p style="text-align: justify;">Sabemos que no es fácil contagiar el entusiasmo por la obra de <i>Stévenin </i>vista la desidia en torno suyo, pero vamos a intentar paliarlo en la exigua medida que las dimensiones de este espacio proporciona y animar un poco al conocimiento de su cine.</p><p style="text-align: justify;">No hubo para este encuentro ni objetivos marcados ni por supuesto guión, esto es una charla a la salida de una proyección.</p><p style="text-align: justify;">Vamos allá.</p><p style="text-align: center;">-------------------- <br /></p><p style="text-align: justify;"><b>Jesús Cortés</b>: Bueno, lo primero creo que debería ser explicar un poco por qué se nos ocurrió esto. </p><p style="text-align: justify;">Habíamos coincidido en que algunas veces es difícil argumentar en torno a determinadas películas y esto sucede por muy variadas razones: porque nos afectan muy personalmente, porque son esquivas u oblicuas a casi cualquier tipo de análisis... y casi lo oportuno sería una canción o un poema para tratar de comunicar el impacto recibido, para reflejarlo, aún si indirectamente. Como ni para la música ni para la lírica acostumbramos a recibir la visita de musas ninguno de los dos, pensamos en otro ángulo de aproximación y no es sino divagar un poco en torno a esta película, tantearla y así echarle el lazo a algunas de sus bellezas, dejándolo todo aquí escrito por si alguien se anima a comprobarlas por su cuenta. </p><p style="text-align: justify;">Habías pensado una breve introducción a la figura de <i>Stévenin</i>, me parece. <br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>Santiago Gallego</b>: Sí, tenía en mente introducir un poco
la figura de <i>Stévenin </i>para quien nos esté leyendo y no lo conozca
no ya como director sino que tampoco lo recuerde como actor; aunque,
francamente, es un actor difícil de olvidar.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">En mi vivencia personal, <i>Stévenin </i>va
asociado a la figura del profesor de '<b>L'argent de poche</b>' y esa
inolvidable charla de fin de curso. Creo que en esa película se da
una simbiosis perfecta entre <i>Truffaut </i>y <i>Stévenin</i>, en tanto que
pienso que ese papel se lo podía haber quedado fácilmente <i>François</i>,
igual que se reservó el de '<b>L'enfant sauvage</b>' o el de '<b>La Chambre
verte</b>', y creo que lo hace porque ve en <i>Stévenin</i> ese ternura
interior que contrasta con su físico rotundo y su calvicie. De
pronto <i>Truffaut</i>, gran comunicador, gran docente cinematográfico,
gran transmisor (así lo supo muy bien ver <i>Spielberg</i>, que le reservó
un gran papel en '<b>Close encounters of the Third Kind</b>') alcanza a ver algo en <i>Stévenin </i>que
nadie había visto aún, ni siquiera el propio <i>Truffaut</i>, que le había
dado un papelito menor en '<b>La nuit américaine</b>', papel muy parecido
al que luego le dará <i>Godard </i>en '<b>Passion</b>'. Como digo, ese hallazgo de
<i>Truffaut </i>es mi primer gran recuerdo de <i>Stévenin </i>actor. Porque <b>'Le
Pont du Nord</b>' (<i>Rivette</i>) y '<b>Peaux des vaches</b>', de <i>Mazuy</i>, que es el
otro gran milagro de Stévenin como actor vendrán luego.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Supongo que este bagaje ha pasado
bastante desapercibido para muchos cinéfilos, que sospecho que
tampoco habrán visto sus tres películas. Recuerdo cuando se estrenó
la última de <i>Guillaume Brac</i>, "<b>À l'abordage!</b>", que era un
momento propicio para recuperar este film que nos ocupa y recordar a
<i>Stévenin</i>, que por cierto fallecería al poco de estrenarse el film,
no vi nada en ninguna parte al respecto. Algo, subterráneo o
indirecto hay en <i>Brac </i>que ya estaba en <i>Stévenin</i>, destinado me parece
a ser una referencia secreta para algunos, pocos, cada vez menos,
cineastas y poco más.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Es cierto, Jesús. En realidad el
malentendido se debe a lo desconocido que es <i>Stévenin </i>aún hoy,
igual de desconocido que es <i>Rozier</i>. Si lees reseñas de '<b>À
l'abordage!</b>', el último <i>Brac</i>, verás un montón de referencias a
<i>Rohmer </i>y su '<b>Conte d'été</b>', y ni una referencia a <i>Rozier</i>, siendo
muchísimo más evidente. Fíjate que <i>Stévenin </i>hace un poco de
puente entre <i>Rozier </i>y <i>Brac</i>. Te costaría mucho encontrar más
herederos porque es tremendamente difícil seguir la senda <i>Rozier </i>sin
despeñarse. Recuerda que el año en que <i>Stévenin </i>hace esta película
de la que vamos a hablar, <i>Rozier </i>filma su última gran obra,
'<b>Maine-Océan</b>', tras algunos años de silencio. En ambas <i>Yves Afonso</i>
ocupa un lugar primordial y encarnando dos personajes que tienen
muchas cosas en común. Eso tampoco es casual; igual que no lo fue
darle un papel fundamental a <i>Jacques Villeret</i> en '<b>Passe-montagne</b>', al
cual <i>Rozier </i>ya había utilizado en '<b>Les Naufragés de l'île de la
Tortue</b>'.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: A <i>Yves Afonso</i> le cambia la vida ese año
1986. Hace el <i>Rozier</i>, este <i>Stévenin </i>y al poco trabajará con <i>Ruiz
</i>("<b>Treasure island</b>") y con <i>Rocha </i>("<b>O desejado</b>").
Es un actor inusual, con físico como él mismo dice de doble de
<i>Belmondo </i>o de roadie de <i>Johnny Halliday</i>, pero para mí es el centro
emocional de este film. En su rostro y sus ademanes, a veces
absurdos, está el corazón de la película. La primera vez que ve a
su amigo <i>François </i>en tantos años o el callado final...</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikdatx9Bk1qUzdxo7Du8BOYuzoBckCSXorjl9oiADi4Tf9rIDj3KsMWeDs_FtYqmtM7Oj4vmALw4Gf2x9sC0zStkX8hxX_NQRUv8oxCYgaGyOMa28kd4YvITomIQ6_Tip643nxvCwKUO1W2uhNVanRRZlLyAeG0HzrvKdZ0EW_trKnTgzWKT88jmVFUQ/s345/1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="146" data-original-width="345" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikdatx9Bk1qUzdxo7Du8BOYuzoBckCSXorjl9oiADi4Tf9rIDj3KsMWeDs_FtYqmtM7Oj4vmALw4Gf2x9sC0zStkX8hxX_NQRUv8oxCYgaGyOMa28kd4YvITomIQ6_Tip643nxvCwKUO1W2uhNVanRRZlLyAeG0HzrvKdZ0EW_trKnTgzWKT88jmVFUQ/w400-h169/1.jpg" width="400" /></a></b></div><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>SG</b>: Sí, ahí hay una emoción muy
auténtica. Te has ido directamente muy al final de la película a
una escena de la que es difícil hablar o escribir sin que se te
quiebre un poco el alma. Es la de <i>Afonso </i>solo en el tren. La
concepción, escritura y filmación de esa escena para con el
personaje y el actor es de una generosidad infinita. Es un niño
abandonado, tiene que ver con lo que antes en la ambulancia él
contó, algo así como que tenías 10 años, luego 50 o 60 y te
habías quedado solo jugando en el patio del colegio, una mano te
tocaba en el hombro y te decía: "¡Qué haces todavía aquí!
¿No te vas a casa?
</div><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: El desamparo de ese personaje solo es
comparable al de ella, el que interpreta <i>Carole Bouquet</i>, reviviendo
dolorosamente lo que acababa de sucederle en la realidad con
<i>Jean-Pierre Rassam</i>, su primer marido, que se suicidó en el 85 si no
recuerdo mal y que era un poco este personaje alcoholizado y errático, el director escénico, que la tiene todo el film con cara de póquer. <i>Stévenin </i>equidista un
poco de todo. No comprende a las mujeres (a la primera que ve en la
calle la confunde con una prostituta probablemente) ni sabrá cómo
tratar a <i>Bouquet </i>en ningún momento. La crónica de ese malentendido
sentimental es el otro punto de fuga de film.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Sí, <i>Stévenin </i>está recogiendo algo de
la propia biografía de <i>Bouquet</i>. La dedicatoria final, con la imagen
sobreimpresa de <i>Rassam </i>sobre ese gran y misterioso macizo montañoso
(leitmotiv visual recurrente que sorprendentemente me hace pensar,
otra vez, en '<b>Close encounters...</b>'), termina de dar la clave de parte de lo
que hemos visto antes. Añade, además, después de <i>Rassam</i>, la
dedicatoria a su hija, que si no recuerdo mal es la niña, hija de su
hermano en la ficción, con la que se encontrará a su salida de la
cárcel en la inolvidable '<b>Peaux des vaches</b>'.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: No recordaba eso de "<b>Peaux…</b>".
Sí me gustaría no perder de vista a <i>Rozier</i>, cineasta del que se
debiera hablar todo el tiempo. De sus imitadores y discípulos, si
los tuviera, serían sus errores porque es evidente que de cineastas
tan personales se puede aprender mucho pero hay que cuidarse de
emular o poner en práctica lo admirado. A <i>Rohmer </i>es posible que le
hubiese halagado el elogio de ser asociado a <i>Hawks </i>pero <i>Rozier
</i>incluso recoge mejor esa influencia y esa tradición del hombre
desbordado e infantilizado por la presencia de mujeres que viene de
los albores del mudo.</p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihsA6nH3Qwo8t0Z1AOUSW4l7vEBHymcscJbdLgDvEv3oOcaamHl5yQ8AdtWKZ0vvsQja_Vq-oHbhSd7RKc90FsiDbP5bgazWzbrub6QZLAN5zrMgQ-I4EIOng3Al4zbIxmVeddjxfRNNeFP--u3gtmZ9wGClSetOeuKw-CVpsQR5vT_Q2qb4HAWq0jjQ/s300/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihsA6nH3Qwo8t0Z1AOUSW4l7vEBHymcscJbdLgDvEv3oOcaamHl5yQ8AdtWKZ0vvsQja_Vq-oHbhSd7RKc90FsiDbP5bgazWzbrub6QZLAN5zrMgQ-I4EIOng3Al4zbIxmVeddjxfRNNeFP--u3gtmZ9wGClSetOeuKw-CVpsQR5vT_Q2qb4HAWq0jjQ/w400-h224/2.jpg" width="400" /></a></div><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Tienes mucha razón. Pero a mí me
gustaría comentar algo del sorprendente arranque de esta película,
porque creo que ese falsamente críptico arranque revela muchas
pistas. Y luego me gustaría también decirte que no estoy tan de
acuerdo en lo del "malentendido sentimental".</p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">¿Qué te parece si lanzas tú la
primera bola para hablar de ese inusual y maravilloso inicio donde
hay hasta un cambio de formato de exhibición?</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Sí bueno, es una obertura como tanto
gustaba a algunos compositores clásicos... y a <i>DeMille</i>. Imágenes que
anuncian momentos del film, sin ligazón ni explicación aparente,
subjetivas puesto que las sueña <i>Stévenin</i>, pero yo diría que es más
el <i>Stévenin </i>cineasta que el personaje al que le conciernen esos
flashes y le intrigan y quiere que nos sintamos interesados por ello.
Lo bonito del recurso es que no tiene eco, que no vuelve a repetirse
para "aclarar" su significado.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Pero si lo piensas bien, los sueños a
veces revelan estados de ánimo, voces interiores desatendidas,
premoniciones incluso. El sueño sucede durante un viaje en avión lo
cual puede acrecentar la ansiedad. Como espectadores estamos
descolocados, no sabemos si el proyeccionista se ha equivocado y está
proyectando mal la copia o tienes un DVD con el formato erróneo,
porque ese formato imposible que parece un 1:1 o algo así no puede
ser el suyo, luego, cuando acaba el sueño y el protagonista termina
de despertar, la película se estira a los 2.35:1 que es su formato.
Pero mientras estábamos masticando ese lío, probablemente se nos
han escapado esos planos del edificio de la colonia de verano y los
Alpes franceses. Ahí está un poco el alma del filme, al menos la de
los dos amigos protagonistas: ese intento, imposible, de vuelta a la
infancia, a la recuperación de algo irrecuperable, que no es sólo
la infancia o una antigua amistad a la que perdiste la pista, es un
sentimiento y una emoción, ahogado ya por la vida adulta y que la
película se afana en recuperar. Y los dos amigos, <i>Afonso </i>y <i>Stévenin</i>,
van a intentar hallar esa quimera a través del tercer amigo ausente,
el famoso y misterioso <i>Kuntch</i>, marido de <i>Bouquet</i>. Pero si lo piensas
bien, cada uno va a salir de ese camino de una forma diferente e
incluso lo va a abordar de una forma distinta. <i>Afonso </i>mediante la
patochada y los juegos de la niñez y <i>Stévenin </i>mediante el amor;
porque creo, y luego te lo comentaré, que <i>Stévenin </i>ya lleva tiempo
soñando con <i>Bouquet</i>, de ahí el calendario en su oficina con los
ojos de ella y la montaña. Las dos quimeras fundidas en una.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: En el 86 ya estaba ampliamente difundido el vídeo
doméstico y sí, es posible que <i>Stévenin </i>jugase un poco a ese nuevo
juego de emplazar a los espectadores a volver a ver cuantas veces
quisieran la película para desentrañar sus secretos. Es un
elemento nuevo que en los años 70 no intervenía en el subconsciente
siquiera de los cineastas, obsesionados a veces con resultar lo más
claros y diáfanos posibles para que no fuese necesario comprar otra
entrada para acabar de comprender una película.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">En cuanto a lo de malentendido, quizá
no me expresé muy bien, Desincronización tal vez.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Durante ese, no tengo palabras para
describirlo porque "hay que verlo para creerlo", increíble
viaje nocturno en ambulancia de los tres, <i>Bouquet </i>cree que <i>Stévenin
</i>se está enamorando de ella porque no puede dejar de mirarla,
nosotros los espectadores tampoco, pero yo creo que lo suyo viene de
antes. En realidad, cuando baja del avión, todo lo que sucede luego
es la vida de una persona errabunda (lo que tú comentas de acercarse
de improviso a una mujer por la calle tomándola por una prostituta),
tanto en lo laboral como en lo personal-familiar (su breve estadio
casero y sus problemas con su mujer). Nunca, hasta encontrarse con
<i>Bouquet</i>, está su cabeza y su corazón donde físicamente está.
Sentimos que el personaje está en otra parte, probablemente en lo
que ha soñado: la montaña, <i>Kuntch </i>y <i>Bouquet</i>. Si recuerdas, su
secretaria le dice que ha averiguado que el hermano de <i>Afonso </i>tiene
un puesto de verduras y vive en tal y tal, o sea que <i>Stévenin </i>lleva
ya tiempo planeando el viaje y el posible encuentro con <i>Bouquet </i>pero
necesita un 'partner in crime', que es <i>Afonso</i>.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVGjA89SMBu6gcgfUA2N1ad8tiDQgZtVtp6a6TiiPRyao3LD38ACqvAVfQkN0qLd7Yfe9m4v7PBzlH4mvlXIL54_lDCWDBtSz_dQ6mNHRJlrnQ_oVTs2xgjCXeKoq7dHFEpnCstdBRo3A3wPL6_vAmbjXAizpLkptHah-3FyS41TZX5D4qc294CYNCHw/s355/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="142" data-original-width="355" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVGjA89SMBu6gcgfUA2N1ad8tiDQgZtVtp6a6TiiPRyao3LD38ACqvAVfQkN0qLd7Yfe9m4v7PBzlH4mvlXIL54_lDCWDBtSz_dQ6mNHRJlrnQ_oVTs2xgjCXeKoq7dHFEpnCstdBRo3A3wPL6_vAmbjXAizpLkptHah-3FyS41TZX5D4qc294CYNCHw/w400-h160/4.jpg" width="400" /></a></div><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Es cierto lo del viaje en ambulancia,
amaneciendo, es uno de los momento álgidos y rima con el
atardecer en la casa cuando esperan al tercer amigo y aparece ella.
En ese plano, <i>Stévenin </i>ya se ha enamorado. Hay
en el film una fragmentación elíptica que encuentro muy hermosa. Y
el sonido, invasivo a veces, creo que refuerza cómo está montado
todo, sin atender a la evolución de personajes sino a sus
impresiones.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: El viaje tiene ese tipo de iluminación
muy <i>Rozier</i>, donde fuerza el negativo al límite hasta que ya no queda
luz y cuando no queda le quita el filtro a la cámara y gana un poco
más aunque todo se vuelve ya azul, eso queda muy bonito. Luego está
el amanecer con la llegada a la gasolinera, ves que ahí los actores
están de verdad ateridos de frío. Hay esa broma muy divertida con
el diente de <i>Stévenin </i>y el hinchador de neumáticos y el contraplano
de <i>Bouquet </i>mirándolo. Los dos están muy guapos, les sale la belleza
a borbotones; <i>Stévenin </i>tiene una sonrisa muy bonita y la complicidad
con <i>Bouquet </i>es total, tanto con el personaje como con la actriz.
Ella, por contraste, está entre fascinada y sorprendida con él,
porque siendo muy amigo de su marido es la antítesis de este. Como
le dice a <i>Stévenin</i>, "no puedes dejar sola a una mujer ni cinco
minutos", mientras que ella tiene en casa precisamente a alguien
que no puede estar con ella ni cinco minutos. Es algo parecido a lo
que hace que <i>Binoche</i>, en el penúltimo <i>Denis</i>, anhele tener a <i>Lindon</i>,
cuando todavía no es su pareja, por contraste al marido que en esos
momentos tiene.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Leí en alguna parte que <i>Stévenin
</i>admiraba a <i>Monte Hellman</i> y gustaba como él de retorcer las
condiciones de rodaje, técnicas y físicas, hasta esos límites
donde ya no quedan personajes, solo personas. Arranca varias sonrisas
a <i>Bouquet </i>que no pueden ser interpretadas, no pueden serlo. Realmente
cansa ver escenas de viaje donde los actores están como rosas tras
no sé cuántas horas, aquí es todo lo contrario, peleas en la nieve
- nieve de verdad - sin ropa adecuada, caras de sueño que no
necesitan maquillaje, las siete de la mañana siendo las siete de la
mañana, sin manipulaciones. Esa fisicidad es un ejercicio baldío
como método pero destila autenticidad cuando es un hábito.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Es muy físico. Como decía <i>Godard</i>, un
buen filme tiene que ser también un documental sobre su propio
rodaje y este claramente lo es. A mí me gustaría también hablar de
esa cuadrilla de aire patibulario que rodea a <i>Bouquet</i>, que unos
confunden con policías, otros con mafiosos, es otro hallazgo
sorprendente. Durante la primera hora la película está totalmente
abierta, sin que sea en absoluto una película de peripecias ni
incluya nada gratuito. De hecho es increíble cómo evoluciona la
presencia de los dos protagonistas cuando se meten en la casa de
<i>Kuntch </i>a hurtadillas, aparece <i>Bouquet</i>, y en vez de presentarse como
personas civilizadas aquello se va enredando y complicando y
prácticamente termina en un secuestro consentido de Bouquet cuando
se da cuenta que son un par de patanes, en el fondo más asustados
que ella, amigos de la infancia de su marido.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Ese comportamiento tan "civilizado"
es creo parte del peso que arrastra ella. Nada de cuanto la rodea es
como debiera. ¡Hasta le pide a los secuestradores que la lleven de
vuelta a su casa y sale huyendo como cuando la metieron en el coche
la primera vez! Será <i>Jerry Lewis</i> via <i>Godard </i>lo que subyace ahí,
supongo, pero lo absurdo de las situaciones no hace más que liberar
a los protagonistas y en especial a <i>Stévenin</i>, que ya bastante orden
tiene en su vida y como tú decías, hasta los sueños quieren
lanzarlo a facetas de su interior que permanecen reprimidas.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT-JZD9HBAcCESD6b4BcpgbuAO4O_AVuIotF6ju7ECK5YZa6RF5mI5U5IpI-7L8D62loSTI6yZQ1rxMjOxEgJ8IPNl3-5pFKj0TdQWV08oQKDqg5gJNZnkl6cW6C1_i6LS81xv85XHV-pi9TEaaZOTR2ipEHJGa6cpi1mdVelK35Ct5RbStaoOWNC1BQ/s347/5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="145" data-original-width="347" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT-JZD9HBAcCESD6b4BcpgbuAO4O_AVuIotF6ju7ECK5YZa6RF5mI5U5IpI-7L8D62loSTI6yZQ1rxMjOxEgJ8IPNl3-5pFKj0TdQWV08oQKDqg5gJNZnkl6cW6C1_i6LS81xv85XHV-pi9TEaaZOTR2ipEHJGa6cpi1mdVelK35Ct5RbStaoOWNC1BQ/w400-h168/5.jpg" width="400" /></a></div><b> </b><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Muy bien visto lo de <i>Lewis</i>, vía
<i>Godard</i>, no había pensado en ello y sin duda está ahí.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Hay otra cosa en la que quería hacer
hincapié. El peluquín de <i>Stévenin</i>. Su madre le ha dicho que así
está mejor, como si fuera una adquisición reciente para "estar
más guapo", lo cual corrobora que tiene un plan tramado en el
cual entra conocer a <i>Bouquet</i>. Pero en cambio, muy pronto, <i>Afonso </i>se
lo quita en una burla, en un juego infantil, pero lejos de desnudarlo
en realidad lo acaba vistiendo de la verdadera dignidad del gran
actor <i>Stévenin</i>. Yo siempre he pensado que en su calva está su alma,
su centro de gravedad emocional y afectivo, por eso <i>Sandrine Bonnaire</i>
se la acaricia en el final de '<b>Peaux des vaches'</b>, en un precioso
gesto de amor en esa escena de despedida que tanto le gustaba a
<i>Rivette</i>, y que no está tan lejos, como en general no lo está esa
película, de '<b>The Searchers</b>'.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Una idea que no me gustaría que se quedase en el tintero es que viendo su primer film, "<b>Passe-montagne</b>", parece el típico <i>one shot</i> de un actor, un intento aislado que no tendrá continuidad, un empeño personal, largamente pensado y ejecutado cuando las condiciones fueron las propicias. Este segundo film es otra canción, una película en la que se apoya totalmente en otros y eso es también un aprendizaje y un avance necesario que muchos autores perpetuados en unas maneras "en primera persona" necesitarían hacer.<br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Sí, sin duda, aunque creo que hay una
continuidad entre '<b>Passe-montagne</b>' (película también de dupla
masculina) y esta frente a la tercera, que me deja más frío y que
recuerdo como una obra más fácil. '<b>Passe-montagne</b>', que también se
ha restaurado recientemente, es también una película muy <i>Rozier</i>, y
con un final memorable.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: "<b>Mischka</b>" es un film excéntricamente puro, valga la <i>boutade</i>, una idea de la sección de sucesos del periódico llevada al terreno de lo absurdo, una película innecesaria para todos menos para él, que supongo disfrutó volviendo a ponerse tras las cámaras. Mi problema con ese film es que no me divierte ni me emociona, pasan los minutos ante mí indiferentemente y eso me fastidia.<br /><br /><b>SG</b>: Bueno, está también el hecho que las
dos primeras son películas donde de repente la montaña adquiere un
protagonismo inusitado, sin ser en absoluto películas de alpinistas
ni nada que se le parezca.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Montañas sin turistas, frías, inhóspitas y desde luego muy poco aventureras como los amigos de "<b>Double messieurs</b>" recuerdan. Volver a los lugares de la infancia es siempre un peligro y no solo porque cambia cincuenta centímetros la perspectiva como decía <i>Cortázar</i>. Aquí para <i>Afonso </i>en particular, la peripecia termina al ver el autobús de ancianos trabajosamente caminando y sin saber cómo ocupar las horas que les faltan para volver a subir al transporte y marcharse.<br /><br /><b>SG</b>: Fíjate que el personaje de <i>Afonso </i>se
lleva la peor parte. Es también el que, ya en la colonia de verano
donde han ido a parar con <i>Bouquet</i>, y donde se forjó la amistad entre
los tres, descubre esa excursión de la tercera edad. En realidad no
sabemos si es una excursión o que aquel lugar mítico de su infancia
es ahora un asilo de ancianos. La broma es terrible. Imagínate, vas
a reencontrarte con tu juventud y con lo que te encuentras es con un
espejo mágico que te dice que aquello ya no existe y que tu camino
vital está más cerca ahora de esos ancianos que del niño que
fuiste. Luego hay también muchas bromas privadas relativas a la II
Guerra Mundial y al ejército de la Alemania nazi; de hecho, al
principio, aunque sabes que es imposible por su edad, piensas que
podrían ser amigos veteranos de guerra, pero creo que aquello, no sé
qué pensarás tú, tenía que ver más con el puteo al que sometían
a <i>Kuntch </i>por su ascendencia germana.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: La esvástica pintada en el brazo y <i>Kuntch </i>zarandeado, sin duda. Me pregunto si hoy día le habrían atizado por incluir ese plano o hubiese hecho desviarse por caminos inverosímiles los comentarios sobre el film. Que sean los Alpes suizos encima no atenúa la broma.<br /><br /><b>SG</b>: (risas) No, en absoluto. Sabes que en
todos los sentidos, empezando por el puramente formal, esta es una
película que hoy resultaría imposible de filmar.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Viniendo de un actor célebre tal vez captaría adeptos durante una temporada, pero muchos tratarían de hacerlo de menos diciendo que es un film desnortado, disfuncional, donde solo brilla la belleza de <i>Bouquet</i>, de la que nadie tiene la culpa, ni siquiera ella.<br /><br /><b>SG</b>: Sería lamentablemente así, sí. Yo
quería hablar un poquito de la forma de la película y concretamente
del montaje tan llamativo que tiene. A primera vista puede parecer
seco, abrupto, como si se hubiera cortado a hachazos, pero en un
segundo visionado te das cuenta que está muy muy pensado. No son
<i>jump cuts</i> en absoluto pero hay saltos donde otro montador habría
empalmado un poco antes (cuando <i>Afonso </i>espía a <i>Bouquet </i>y esta entra
en su habitación de hotel y donde claramente se han comido
fotogramas deliberadamente) o habría cortado un poco después
(cuando <i>Stévenin </i>y <i>Afonso</i> están en el hotel y llaman a la puerta y
corta el plano en vez de enseñarnos quién era; luego, cuando vuelve
a esa escena, vemos que están comiendo, con lo cual suponemos que
era el servicio de habitaciones) o incluso otro asombroso donde hay
un racord axial que hace que parezca que se repite el movimiento
tempestuoso con el que <i>Bouquet </i>interrumpe su breve interludio amoroso
con <i>Stévenin </i>y abandona la habitación. Si no te fijas bien parece
que ella sale de la estancia en un solo plano y sin embargo no es
así, el empalme, donde vuelven a faltar algunos fotogramas de
continuidad en su movimiento, es genial y refuerza su gesto de huída.
El montaje es nada menos que de <i>Yann Dedet</i>, el propio <i>Stévenin </i>y un
tercer montador, que debía ser más joven porque ha llegado a montar
hasta para <i>Von Trier</i>, y evidencia un excelente trabajo de
investigación y ensayo intentando hacer algo que de alguna forma
encaje con la propia historia sin caer en cliché alguno ni tampoco
en exhibicionismo gratuito. Hay también, al menos una escena, donde
se escucha una voz que no pertenece a ningún personaje y que por
primera y única vez podría ser una voz en off diciendo algo sobre
que <i>Kuntch </i>se levanta temprano para ir a trabajar o algo así, se
escucha durante una panorámica de seguimiento de un personaje que
lleva una copa a <i>Bouquet </i>y su misterioso amante, ese hosco director
teatral del que espera un hijo. La he visto varias veces y no parece
proceder de ningún personaje en escena.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Sí, está todo muy medido y quitar fotogramas también es buen método rítmico, como se supone que debimos aprender cuando irrumpieron los primeros films de las nuevas olas y nunca en realidad ha sido aceptado. No sé si recuerdas el plano de <i>Stévenin </i>hablando con su mujer, con la que no parece tener mala relación precisamente, luego el corte al retrato de los ojos de <i>Bouquet </i>sobre las montañas y después ese extraño barrido en la pista de aterrizaje del avión que lo conduce a Grenoble. Todo cuanto lo conduce a <i>Bouquet </i>carece de continuidad, de lógica, de seguridad y por mucho que se enfade con <i>Afonso </i>por sus disparates en el fondo sabe que sin él, no hay posibilidad de alcanzarla. Ese vínculo creo que se refleja muy bien en ese plano que encuentro extraordinario cuando <i>Afonso </i>le dice que no está bien, que su madre lo ha llevado al médico por sus nervios y ¡que le han mirado por rayos X para saberlo!. ¿Recuerdas la sonrisa que esboza <i>Stévenin</i>? Solo a alguien a quien agradeces algo sinceramente le sonríes así cuando desvaría de esa manera.</p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Sí, recordaba el momento que dices que
es también otro extraordinario ejemplo del inventivo y libre estilo
de montaje de esta película. Ese barrido por la pista de aterrizaje
que lo lleva a Grenoble y sobre todo cómo llega a ese plano es
soberbio. Es muy hermoso lo que comentas de <i>Afonso </i>que ya no
recordaba. Las sonrisas de <i>Stévenin </i>son pura magia, hay una
humanidad y una calidez para <i>Afonso</i> (acuérdate cómo lo escucha en
la ambulancia cuando el otro se queja del frío y de que <i>Bouquet
</i>tiene su chaqueta) y para <i>Bouquet </i>que sobrepasa ampliamente la pura
dramaturgia del filme para entrar en lo personal.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQCJZa8Y8qYpNQiENHqz6xZP7oa_H6GdBcjMlghl8SjZUrSfTeC09ZNAkHhD1yYL_CA1hPJv6FR9W-a8aHD-ege4_Fy6Q0S7PaaDvW6kNjSmWdDKMxoPyuJDichwcRnGR-rRVqFK0jAqIrBZL92x4K--IZYzzEXXaqqR1Y7F_Vokg8eSJFTx1-OOdjWA/s345/7.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="146" data-original-width="345" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQCJZa8Y8qYpNQiENHqz6xZP7oa_H6GdBcjMlghl8SjZUrSfTeC09ZNAkHhD1yYL_CA1hPJv6FR9W-a8aHD-ege4_Fy6Q0S7PaaDvW6kNjSmWdDKMxoPyuJDichwcRnGR-rRVqFK0jAqIrBZL92x4K--IZYzzEXXaqqR1Y7F_Vokg8eSJFTx1-OOdjWA/w400-h169/7.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Pero quería volver otra vez al final.
Personalmente me encanta esa llamada telefónica final de <i>Stévenin</i>
sin sonido, donde como espectadores respiramos al saber que él y
<i>Bouquet </i>no han perecido en la nieve, porque como tú muy bien decías,
es terrible cómo se siente el frío que debieron pasar en ese rodaje
de alta montaña sin ir vestidos con la ropa adecuada. Llegamos a
pensar que en esa lucha de abrazos, persecuciones, separaciones,
etc., entre <i>Bouquet </i>y <i>Stévenin</i>, los dos se iban a quedar ahí
tirados, tiesos, congelados; me refiero a los personajes... aunque
también a los propios actores (risas). Salimos aliviados al saber
que, aunque solo (lo cual tiene su lógica), <i>Stévenin </i>ha sobrevivido
a su aventura, igual que <i>Afonso </i>a la suya; supongo que ahora les
tocará a ambos intentar congeniar los sueños rotos de juventud con
su actual vida adulta. Probablemente para <i>Stévenin </i>será más fácil,
tiene una familia a la que volver, lo del personaje de <i>Afonso </i>parece
mucho más complicado, de ahí la tristeza que comentábamos en la
escena de su despedida final donde no ha entendido nada o muy poco,
salvo que, para él, su amigo lo ha abandonado por una mujer sin ni
siquiera despedirse.</p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>JC</b>: Es el final que me temo tendrían un enorme porcentaje de films que cuentan historias de amor barajando esas cartas y que solo los films auténticamente románticos sortean porque su naturaleza les impele a ello.</p><p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b>SG</b>: Y como colofón tienes ese regalazo en
forma de créditos finales. Ese travelling que desliza la cámara
sobre las vías, cuyo último tramo está ya en el aire, para hacer
un cabeceo literalmente sobre el vacío. Creo que es una buena
analogía con la manera que tenían <i>Stévenin </i>o <i>Rozier </i>de entender el
cine, un verdadero salto al vacío, a abismarse sin ninguna red de
seguridad (la del guion cerrado, la de un rodaje férreamente
programado, la de rodar con actores por los que no sientes nada,
etc.). En '<b>Double messieurs</b>' se atreve a darle forma cinematográfica
a un sentimiento, a un estado de ánimo, a cierta melancolía un poco
indecible e inconfesable, mostrando el intento de recuperación de un
sueño ya imposible porque va ligado al inexorable avance del tiempo.</p>
Unknownnoreply@blogger.com75tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-27541394293358226952022-09-18T12:16:00.000+02:002022-09-18T12:16:11.406+02:00SIN ESPERAR A GODARD<p style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><i>Miguel Marías</i> <br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">Supongo
que habrá quien se congratule, pero a mí me entristece que ya no
podamos seguir esperando una nueva película de <i>Jean-Luc Godard</i>.
Aunque últimamente parecía, en efecto, cansado, algunos no habíamos
perdido la esperanza de que tuviese entre manos, ahora que eran más
lentos de elaboración, un nuevo film <i>en train de se faire</i><span style="font-style: normal;">,
una nueva </span><i>work in progress </i><span style="font-style: normal;">que
proponernos como un desafío, un respiro, un paso adelante hacia lo
que no hacen los demás y él pudiera pensar que sería interesante
probar, a ver qué salía. En ese sentido, fue siempre muy
experimental, un buscador infatigable. Una sorpresa continua. Siempre
imprevisible, por suerte. Silenciosamente, en él bullía un espíritu
de revolución permanente, en eso que él llamó “la continuidad en
la ruptura”. </span>
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;">Era,
quizá, y ya desde algún tiempo, el último superviviente de la
</span><i>Nouvelle Vague</i><span style="font-style: normal;">, lo que
debió resultarle una carga entristecedora, y sin duda habría
acrecentado su sensación de soledad, él que tanto trató de
encontrar colaboradores, por lo menos dos o tres personas con los que
entenderse para hacer una película. </span>
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;">Sin
siquiera pretenderlo, seguía estando a la vanguardia del cine, sobre
todo por precaución, dejación o pereza de la mayoría, falta de
audacia de los productores y distribuidores (de verdad, ¿cree
alguien que hoy, incluso en Francia, alguien hubiera producido a
<i>Alain Resnais</i> "</span><b>L’Année dernière à Marienbad"</b><i> </i><span style="font-style: normal;">o
a <i>Godard </i></span><b>"Pierrot le fou"</b><span style="font-style: normal;">,
o que sería fácil estrenar </span><b>"Vivre sa vie",
"Les Carabiniers", "2
ou 3 choses que je sais d’elle",
"Weekend" o "Nouvelle
Vague"</b><span style="font-style: normal;">?) y creciente afición a
lo rutinario – eso que <i>Godard </i>no fue ni en su periodo “maoísta”
– por parte de la crítica acrítica (hoy la mayoritaria) y del
público (sobre todo, ese que necesita masticar para ver cine, y
prefiere verlo doblado, en tamaño reducido y en casa, y que sea un
tipo de cine, a ser posible, bien masticado).</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Pero creo que ni siquiera era eso lo importante de <i>Godard</i>. Su
tranquila osadía – nunca pretendió ser un revolucionario, ni un
radical innovador, ni siquiera un iconoclasta o un líder, fueron
otros los que le atribuyeron esos motes o papeles – fue una
liberación, una declaración de independencia, un estímulo y un
acicate para muchos jóvenes y hasta para alguno de sus mayores, y
eso ayudó a que surgieran cineastas hasta en países de escasa
industria y nula tradición cinematográfica, y que el cine, aunque
siempre ha sido muy variado, se hiciese todavía menos previsible y
más sorprendente, más alegre unas veces, y otras más desesperado,
más atrevido, más libre.
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Él liberó al cine - hasta el de sus detractores – animando a
cambiar la manera de hacerlo y de contar las historias con imágenes
y sonidos, atreviéndose a alternar largometrajes y cortos,
experimentando con el vídeo cuando casi nadie lo hacía. Que algunos
de sus pretendidos discípulos o seguidores no acertasen no se le
puede imputar a <i>Godard</i>, sino a sus imitadores. Los que no eran
copistas tomaban de él ejemplo, y eso animó a muchos a hablar de sí
mismos, a contar sus reflexiones, aunque no fueran “historias
narrables”, aunque no fuesen ficciones ni se pudiesen encuadrar y
etiquetar dentro de un género. Eso hizo al cine más personal y más
vasto, más amplio… para espanto de algunos, partidarios del
monocultivo, del conformismo y de la uniformidad, y por ello
interesados en que sucediese justamente lo contrario.</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;">Tampoco
es su – aún no fácilmente calibrable – importancia histórica
lo que a mí me importa de <i>Godard</i>. La Historia y el paso de los años
lo dirán, pero incluso aquellas de sus películas que el mismo
<i>Godard </i>– como es lógico - había ido superando, por no repetirse
entre otros motivos, y porque aún seguía vivo y coleando, y por
tanto avanzando, siguen estando entre las más emocionantes,
reveladoras y estimulantes que he visto y revisado muchas veces en
una larga vida de cinéfilo: no sólo </span><b>"À bout de souffle"
</b><span style="font-style: normal;">(la única que gusta a algunos
antigodardianos; hoy un clásico),<b> "</b></span><b>Le Petit Soldat", "Une
femme est une femme", "Vivre sa vie", "Les Carabiniers", "Le Mépris", "Bande
à part", "Alphaville", "Pierrot le fou", "Masculin Féminin", "2 ou 3 choses
que je sais d’elle", "La Chinoise", "Weekend", "Le Gai Savoir", "Tout va
bien", "Sauve qui peut(la vie)", "Soft and Hard", "Nouvelle Vague", "Hélas
pour moi", "JLG/JLG(Autoportrait de décembre)", "Forever Mozart",
"Histoire(s) du cinéma", "The Old Place", "Éloge de l’amour", "Notre
Musique", "Film Socialisme", "Les trois désastres", "Le Livre d’image"</b><i>;
</i><span style="font-style: normal;">también otras menos conocidas,
más breves o más largas, series televisivas nunca emitidas, o que,
simplemente, han circulado menos: <b>"I</b></span><b>ci Et Ailleurs", "6 fois
2/Sur et sous la communication", "France Tour Détour Deux Enfants",
"Lettre à Freddy Buache à propos d’un court-métrage sur la ville
de Lausanne", "Passion", "Prénom Carmen", "Je vous salue, Marie",
"Détective", "King Lear", "Puissance de la parole", "Allémagne 90 neuf
zéro", "Les Enfants jouent à la Russie",
"Adieu au TNS</b><span style="font-style: normal;"><b>"</b>,
igualmente interesantes, importantes y – sí – capaces de
emocionar, de conmover, de interrogar, de hacer pensar, de divertir;
todavía quedan más, para mi gusto tal vez menos logradas, o más
fríamente analíticas, o hechas con menos pasión, ocasionalmente
más dogmáticas, o más perezosas, o algo menos personales, porque
Godard también contó sus cuitas, sus dudas y sus errores, en un
raro ejemplo de cine confesional apenas críptico. Ver </span><b>"Made
in U.S.A"</b><i>. </i><span style="font-style: normal;">deja entrever la
crisis de la pareja <i>Godard-Anna Karina</i>, y su período con el <i>Groupe
Dziga Vertov</i>, que tanto irrita a unos y distanció a otros, suele ser
muy interesante, como un laboratorio compartido en el que seguía
experimentando formas de comunicación.</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;">Evidentemente,
cada cual puede preferir otras, o ninguna, por supuesto, y por
razones diferentes; lo que no parece muy aceptable, y ocurrió más
de una vez, es atacarlas sin verlas (como los ignorantes que se
manifestaban contra </span><b>"Je vous salue, Marie"</b><span style="font-style: normal;">
sin verla, con la excusa delirante de que “sería pecado”, o los
que no se molestan en tratar de entenderlas, descalificándolas con
el pretexto poco serio de que “no se entienden”; cuando otros
parece que sí las entienden). </span>
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;">Sólo
por la cantidad de películas que hizo, no es un cineasta al que
quepa desdeñar a la ligera ni pasar por alto. No era en modo alguno
prescindible desde 1960, y apostaría que seguirá siendo objeto de
estudio, de emoción, y probablemente de polémica, dentro de cien
años, cuando tal vez hasta <b>"</b></span><b>Le Livre d’image"</b><span style="font-style: normal;">
parezca un clásico, hasta si el cine hubiese para entonces dejado de
existir, como llevamos casi seis décadas oyendo profetizar, incluso
por <i>Roberto Rossellini</i>. Del <i>Rossellini </i>de la inmediata postguerra
mundial precisamente le viene a <i>Godard </i>el empeño de evitar un guión
escrito y detallado que “ejecutar”, y de hacer películas no
“improvisadas”, sino pensadas y escritas con la cámara, los
escenarios y los actores, hechas directamente con los medios propios
del cine, con planos y tiempo y ritmo y luz y movimiento, a lo sumo
con unos pocos apuntes y esquemas en un cuaderno o unas hojas
sueltas. De ningún director hemos conocido tan a fondo su
caligrafía, su letra manuscrita, su afición a los rótulos, la
mecanoescritura, o los juegos de palabras y de letras.</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;">Las
de <i>Godard </i>son siempre películas-prototipo, provocativas, intrigantes
para cualquiera con gusto por el cine y curiosidad, de las que hacen
pensar. Diría que son como “despertadores”, que sacan a los
espectadores de la modorra inducida en la que fácilmente podrían
caer si no viesen, siquiera una vez al mes, algo distinto, con otra
mirada, con otra forma de pensar y de encadenar un plano con otro,
una secuencia con otra, y no siempre siguiendo el mismo orden
convencional al que estamos habituados. </span>
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"><i>Godard
</i>fue casi siempre un cineasta que se hacía preguntas y se las
lanzaba, como una pelota de tenis (era un gran admirador de <i>Federer</i>)
a los espectadores, con la esperanza de que alguno la cogiera al
vuelo, y empezase a encadenar una de esas asociaciones de ideas,
imágenes, palabras, músicas y sonidos que le permitían saltar
alegremente de una cosa a otra, mostrar las relaciones, no evidentes
para todos, entre ciertas ideas y ciertos actos, como entre unas
películas y otras en </span><b>"Histoire(s) du cinéma</b><span style="font-style: normal;"><b>"</b>,
y más breve y llanamente si cabe en <b>"</b></span><b>Moments choisis des
histoire(s) du cinéma"</b>.</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Ningún otro cineasta se expresó tan directamente a través de sus
películas, ninguno trató tanto como él de explicar(se), antes y
después de hacerlas, lo que querría hacer, lo que creía o esperaba
haber logrado. Pienso, por ello, que conocer su filmografía puede
ser útil hasta para los que no desean emularle, los que piensan de
otro modo, o tienen otra idea del cine. Y necesario para obtener su
retrato más fidedigno y rico, mucho mejor que leyendo biografías
acerca de él o atendiendo a cotilleos, murmuraciones, rumores. Sí
conviene leer “<b>Une année studieuse(roman)</b>”(2012) de <i>Anne
Wiazemsky,</i> mejor que “<b>Un an après(roman)</b>”(2015), y desde luego,
rehuír la repugnante película <i>"</i><b>Le Redoutable"</b><i> </i>(2017) de <i>Michel
Hazanavicius</i>. Del verdadero <i>Godard </i>conviene leer también sus
críticas, y durante mucho tiempo sus entrevistas estuvieron llenas
de ideas sugerentes.
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Es, por otro lado, un cineasta no sólo difícil, sino peligroso de
imitar, porque fue siempre totalmente personal, hasta cuando rodaba
un plano “a la manera de” <i>Nicholas Ray</i>, <i>Samuel Fuller</i>, <i>Fritz
Lang</i>, <i>Rossellini</i>, <i>Griffith</i>, <i>Chaplin</i>, <i>Iuliia Solntseva</i>, <i>Vigo</i>, <i>Murnau </i>o
<i>Mizoguchi</i>, o cuando metía en los diálogos de <b>"À bout de souffle"</b>
fragmentos de lo que había escrito meses antes en sus críticas de <b>"A
Time To Love and A Time To Die"</b> de <i>Douglas Sirk</i> o de <b>"Bitter
Victory" </b>de <i>Ray</i>. Y creo que algún día se le reconocerá como uno
de los grandes montadores de toda la historia del cine, junto a los
pocos (soviéticos en general) que hoy ocupan ese panteón
particular. Y también como uno de los pocos que de verdad han sabido
usar el sonido y la música.</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
Tiene fama de antipático, como tantos otros cineastas, pero yo lo
encontré encantador, muy simpático y divertido, y muy cinéfilo -
casi se queda a ver una vez más <b>"Johnny Guitar"</b> -. Descansa,
sospecho que inquieto, imaginando nuevas imágenes.</p>
<p align="JUSTIFY" style="font-style: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</p>
Unknownnoreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-1172434111154395552022-09-08T20:33:00.284+02:002022-09-09T07:35:39.078+02:00ENTRE ÁLBUMES<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs-l5O7WYLU3aHs0I0VFg9gkONRNVJQo9O3K_OvbX6ULeJcBlPEZi_Eo_WFsaybxaZBZq7WxQGpfe1TdE4HiG3xCBHPaIfCVU2hKNWxXImnpDHI_pTSNJHbOn3z9t8ZlREAphN23xmqQBD7xksq7VFkULMUMIGnWxfwXP--bQsqjEazj2N8VQZWq-Dmg/s400/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs-l5O7WYLU3aHs0I0VFg9gkONRNVJQo9O3K_OvbX6ULeJcBlPEZi_Eo_WFsaybxaZBZq7WxQGpfe1TdE4HiG3xCBHPaIfCVU2hKNWxXImnpDHI_pTSNJHbOn3z9t8ZlREAphN23xmqQBD7xksq7VFkULMUMIGnWxfwXP--bQsqjEazj2N8VQZWq-Dmg/w300-h400/1.jpg" width="300" /></a></div><div style="text-align: justify;">Cuando en 2003, <i>Mariana Otero</i> reveló la reconstrucción de su pasado en una película intensa y misteriosa como "<b>Histoire d'un secret</b>", de alguna manera cumplía con el mandato interior que le hizo convertirse en cineasta.</div><div style="text-align: justify;">No tardó en suscitarse la idea, por el mero hecho de que levantaba públicamente ese acta sobre asuntos privados, de que no iba a necesitar filmar nunca más: no era su debut, pero parecía su última película y tal vez la única. </div><div style="text-align: justify;">Cerrar un capítulo significa poco si no se pasa al siguiente y ese impulso original afortunadamente le enseñó que cuanto hay de impúdico y de "ajuste de cuentas" en mostrar asuntos privados ni limita ni agota la mirada. En cuanto se posó de nuevo en un territorio ajeno, comprendió que un buen aprendizaje para ver puede ser y hasta debe ser en muchos casos, empezar por mirarse a uno mismo.</div><div style="text-align: justify;">La paciencia, el interés por los mínimos detalles, el callado entusiasmo por los avances, conexiones o sugerencias hallados y que permiten hilar un relato, la idea en definitiva de que es la forma de abordar algo y no su naturaleza lo que le confiere entidad cinematográfica, ha cristalizado en otras obras y ha alcanzado un punto verdaderamente álgido en "<b>Histoire d'un regard</b>" (2019), su más reciente película.</div><div style="text-align: justify;">En ella escruta las fotografías de <i>Gilles Caron</i>, un reportero de Paris Match y otras revistas de los años 60, desaparecido en Camboya sin dejar rastro y por suerte y a diferencia de lo que ocurre siempre en estos casos, no son una excusa para recorrer banalmente los tumultuosos años de la década prodigiosa y tratar de sacar provecho de la fotogenia de sus iconos, sino más bien el barro sobre el que moldear una de las más fascinantes investigaciones sobre la capacidad para impresionar en un encuadre la personalidad de quien mira.</div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiWTWYNuTz1fgrjQoN7cInl8RVc8q6XKX8lltepKK7k54F-qcavBMQjX_1WBGXZUCGY1GuoJX62wAk9SAoU6jIBmuSatjFmaK6MqY4QG5ovSqYxEeVjYkyOo8duKktPoiyYdFSn-PymWZdPwhVOzCgNLX5mfMZEIoC7UVdcgHakk5BFKfV5Ofn0ttJog/s300/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiWTWYNuTz1fgrjQoN7cInl8RVc8q6XKX8lltepKK7k54F-qcavBMQjX_1WBGXZUCGY1GuoJX62wAk9SAoU6jIBmuSatjFmaK6MqY4QG5ovSqYxEeVjYkyOo8duKktPoiyYdFSn-PymWZdPwhVOzCgNLX5mfMZEIoC7UVdcgHakk5BFKfV5Ofn0ttJog/w400-h224/2.jpg" width="400" /></a></div>Desde un punto de partida puramente personal, como el de "<b>Histoire d'un secret</b>", una interpelación todo lo subjetiva que se quiera a su propia memoria, <i>Otero </i>busca entre los carretes de <i>Caron </i>los fotogramas que faltan para comprender cómo, dónde y por qué fueron impresionadas sus, a menudo, famosas instantáneas sobre la Guerra de los Seis Días, la de Vietnam, las protestas de mayo del 68, las de los independentistas en Belfast o, finalmente, en el infierno rojo de <i>Pol Pot</i> donde se perderá su pista cuando había cumplido apenas treinta años.</div><div style="text-align: justify;">Esa súbita desaparición, como la de la madre de la cineasta en "<b>Histoire d'un secret</b>" cuando ella tenía solo cuatro años de edad, es un elemento de suspense pese a ser conocido desde el mismo momento en que se ponen en marcha las películas, porque de nuevo lo primordial es la actitud frente al material. Un material que precisamente por no ser inventado, es siempre discutible y se debe someter a versiones de otros testigos, admitir nuevas pruebas que puedan aducirse, saltar por encima de equívocos y mentiras, como corresponde a todo hecho real. Más definitiva que la mayor verdad histórica es la menor de las ficciones, pues esta última no hay manera de contradecirla.</div><div style="text-align: justify;">Y como suspense, "<b>Histoire d'un regard</b>" escoge caminos quizá aventurados, a veces por pistas interpretadas con osadía y acertará a veces y se equivocará otras, pero mantiene una tensión exponiendo con claridad cada dato o teoría y un respeto a la inteligencia del espectador que si no es ya un arte perdido, va camino de serlo. Cada rollo que inspecciona, mapa en mano, apoyándose en alguna entrevista grabada o solo con ayuda de su intuición con las imágenes, le abren nuevas posibilidades gracias al rigor, la pasión y la ética de su protagonista.<br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-sGIdIvlw2zu2dFBSEeRH-0NEUbSejE54TGYv8lECp5stbLd1muz-yN3xQGANkHDIqfOZpKVVl9Jm-SBL-Q3_kZNcIz6u6cFcRfISLm8k8Y-MXfpP1n7IdJZci8GTXbPdN9Ik_9zOStA37MgFxBBG_6lIeQFPK5a10JQaCTnWfBEe-nb5ZNp99OuN8Q/s275/4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-sGIdIvlw2zu2dFBSEeRH-0NEUbSejE54TGYv8lECp5stbLd1muz-yN3xQGANkHDIqfOZpKVVl9Jm-SBL-Q3_kZNcIz6u6cFcRfISLm8k8Y-MXfpP1n7IdJZci8GTXbPdN9Ik_9zOStA37MgFxBBG_6lIeQFPK5a10JQaCTnWfBEe-nb5ZNp99OuN8Q/w400-h266/4.jpg" width="400" /></a></div>De esos atributos del trabajo del fotógrafo saca buena ventaja <i>Otero </i>pero no sé hasta qué punto es consciente de otro, más sustancial y es que, de ser cineasta, <i>Gilles Caron </i>hubiese sido uno de aquellos que solo fueron abundantes en épocas pasadas y que montaban con la cámara, no desperdiciaban un metro de película y eran un engorro para los productores y censores que querían manipularles el material filmado. </div><div style="text-align: justify;">Hombre de pocas fotografías, ninguna planificación ni tanteo, disparaba solo cuando sabía que sucedía - o estaba a punto de suceder, como recordaba a modo de acertijo <i>Chris Marker</i> - algo significativo, tal vez no comprensible o no en ese momento, pero dotando a cada instante de tiempo detenido de una rara entidad corpórea, tangible.</div><div style="text-align: justify;">Tal vez dentro de unos años - hace cincuenta habría que haber dicho siglos -, cuando ya no queden imágenes dignas de llamarse evidentes, alguien deba practicar sobre el propio cine una búsqueda de similares propósitos. <br /></div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-50855218768050713382022-07-26T09:03:00.008+02:002022-07-26T22:19:56.928+02:00ACRÓNIMOS<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1NwarJiu40T1MmxlZQZ0ZiDfE43frBq9Vjr9cKKvMINMav_iV4CZQuZ9haBxV-1sSTBywCjA-4C4OlwPNFD8QkwYWhYPK3ji_-_rlkJM6AxMNACGF1GaoYKge9dZKyE-9qrS-KCpyBkOn7p_dWpnSvsmOJlEIL0xWsNgQEkkwF3qy-9M7sdieZFr5Aw/s726/fds.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="726" data-original-width="286" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1NwarJiu40T1MmxlZQZ0ZiDfE43frBq9Vjr9cKKvMINMav_iV4CZQuZ9haBxV-1sSTBywCjA-4C4OlwPNFD8QkwYWhYPK3ji_-_rlkJM6AxMNACGF1GaoYKge9dZKyE-9qrS-KCpyBkOn7p_dWpnSvsmOJlEIL0xWsNgQEkkwF3qy-9M7sdieZFr5Aw/w253-h640/fds.jpg" width="253" /></a></div><div style="text-align: justify;">Seguramente la película más dura de todo el cine clásico americano, no la firmó un director de los considerados "de avanzadilla", ni ningún cineasta bajo sospecha por sus filias ideológicas, ni siquiera uno de los que ostentaban el poder suficiente para conseguir hacer valer sus ideas frente a las de los jefes de los grandes estudios.</div><div style="text-align: justify;">En ninguna de esas categorías está "<b>Voice in the mirror</b>", película del antiguo director de westerns <i>Harry Keller</i>, hombre de la
Universal sin historial conocido de rebeldías, yendo y viniendo de la domesticada
televisión de mitad de los años 50 y que solo figura en los libros de Historia por haber recibido, en paralelo a la filmación de esta película, el ingrato cometido de arreglar algunos planos para tratar de hacer un poco más comprensible "<b>Touch of evil</b>". </div><div style="text-align: justify;">Tan aventurado como sugerente es pensar que el influjo de ese monstruoso <i>Welles </i>nonato alcanzó a <i>Keller </i>y es que nadie repara nunca en lo que mascullan entre dientes los que actúan, con uniformes o con sonrisas, contra su voluntad o su ética. Ni en los que las descubren en ese preciso instante si no sabían que las tenían. </div><div style="text-align: justify;">Habrá hasta quien interprete que se dio libertad a este olvidado director precisamente por haber puesto uno o dos insignificantes cascabeles al grueso cuello del (ya no tan) peligroso elefante en la cacharrería de Hollywood, pero lo cierto es que ya debía estar muy avanzada la filmación de "<b>Voice in the mirror</b>" cuando sobrevino la misión si los testimonios no mienten y las fechas cuadran. En todo caso solo cabe pensar para <i>Harry Keller</i> en el contagio al entrar en contacto con la intimidad del cine de <i>Welles</i>, por primera vez desde hacía muchos años protegido y expansivo como tanto le gustaba, no en influencias estilísticas ni rítmicas. Tal vez solo - o nada menos - le afectó en el atrevimiento para no cejar en un empeño, la valentía para mostrar en toda su crudeza, la entereza para no mirar hacia otro lado.<br /></div><div style="text-align: justify;">Con "<b>Voice in the mirror</b>" caen cual castillo de naipes una buena cantidad de tópicos, incluidos dos de los más repetidos. </div><div style="text-align: justify;">Primero, el que atribuye la visión más aguda sobre el país siempre a europeos tan hábiles a la hora de deslizar, bajo todas las formas posibles, comentarios y críticas no toleradas a los de casa. Dudo mucho que a ninguno de los que estuvieron de paso o se establecieron para años, incluidos los más prestigiosos, les hubiesen permitido filmar este meteorito y menos aún estrenarlo. <br /></div><div style="text-align: justify;">En segundo lugar, el cómodo recurso de adjudicar todas las osadías que contiene un film tan lacerante como este a uno de los (poco) conocidos <i>hombres libres</i> de su tiempo.</div><div style="text-align: justify;">En efecto, resulta sorprendente su tono hasta para ser un guión de <i>Larry Marcus</i>, el avispado escritor de "<b>The bigamist</b>" de <i>Ida Lupino</i>, "<b>Dark city</b>" de <i>William Dieterle</i>, "<b>Cause for alarm!</b>" de <i>Tay Garnett</i> o "<b>Backfire</b>" de <i>Vincent Sherman</i>, todas ellas atravesadas o impregnadas por el más descarnado realismo sin edulcorar de cuanto estaba sucediendo en las calles de USA. </div><div style="text-align: justify;">De hecho, extirpados los elementos románticos de otros films a vueltas con los estragos de la bebida, como "<b>The lost weekend</b>" de <i>Billy Wilder</i>, "<b>Days of wine and roses</b>" de <i>Blake Edwards</i>, o "<b>The hustler</b>" de <i>Robert Rossen</i>, "<b>Voice in the mirror</b>" solo puede conectarse con los films de la era <i>precode</i> y en especial con uno maldito y gigantesco, "<b>The struggle</b>" de <i>David W. Griffith</i>.</div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcelZ67q74Nk0nBciWHhbXBUslfTEsSpdt6I15NJsnma54e6lH4XKtI48dH09dRhuRNhgo39JIKKO22w_BMiTNPb2dYZiYCq25MBFeBp8TYNWkuDU37xbsWfVmTv6a-5GdqftBHlR8uDBUIGraZU2PKMgKkVYB-G-PbnXOEMNAjNP7U0KI5QtWX1zr9w/s533/2.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="533" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcelZ67q74Nk0nBciWHhbXBUslfTEsSpdt6I15NJsnma54e6lH4XKtI48dH09dRhuRNhgo39JIKKO22w_BMiTNPb2dYZiYCq25MBFeBp8TYNWkuDU37xbsWfVmTv6a-5GdqftBHlR8uDBUIGraZU2PKMgKkVYB-G-PbnXOEMNAjNP7U0KI5QtWX1zr9w/s16000/2.jpg" /></a></div>El de la dependencia del alcohol y su sucesión de degeneraciones es solo uno y no sé si el más devastador de los retratos del film, pródigo en implacables viñetas familiares y laborales, de pareja, de amistad y vecindad, sin apenas violencia física en primer plano pero con un nivel de ensañamiento verbal insólito para 1958 y una incomodidad que no se atenúa ni con el final del flashback que ocupa la mayor parte del film.</div><div style="text-align: justify;">El porcentaje de cuento, de fábula, que toda historia pensada para interesar a los demás suele albergar, es en "<b>Voice in the mirror</b>" testimonial y la mirada de <i>Keller</i>, tan recta como para no permitir que crezca más allá de las apariencias. Realmente no hacía falta esperar a las primeras obras de <i>John Cassavetes</i>, <i>Kent McKenzie</i> y compañía - y no tengo en cuenta a los pocos que hubiesen visto piezas de <i>Gregory Markopoulos</i> o <i>Stan Brakhage</i> -, porque ya sabíamos de sobras que el país no era tan distinto como parecía de los demás. Nada ajeno era aquel cine rutilante a la amargura de "<b>Akasen chitai</b>", ni a la tristeza de "<b>L'uomo di paglia</b>", ni a la hipocresía de "<b>Le signe du Lion</b>", ni siquiera a las penurias de "<b>La vida por delante</b>", pero no era nada común ver reunidos en una misma película a tantos personajes débiles, sumisos, perdedores, abandonados a su suerte, fantasmales. </div><div style="text-align: justify;">Dignidad, sí, como siempre - es el tema principal de todo el cine americano - pero de unos seres tan desvalidos...</div><div style="text-align: justify;">Muy destacable el uso o mejor dicho el aprovechamiento obtenido por no mostrar determinados elementos. Ni el reflejo en el espejo (de detrás de la barra del bar) al que alude el título del film, ni los dibujos fallidos de la enésima oportunidad en un trabajo para <i>Jim </i>(un gran <i>Richard Egan</i>), ni la rutina diaria de <i>Ellen </i>(<i>Julie London</i>, que interpreta la balada de apertura) ni el cuadernito de aritmética del viejo <i>Tobin </i>(<i>Arthur O'Connell</i>), ni tantos otras oportunidades para imprimir dramatismo, patetismo o ampliar el punto de vista, son utilizados por <i>Keller</i>, que como tantos cineastas sin genio, brilla cuanto más quita y esconde, ese viejo arte devenido vicio.</div><div style="text-align: justify;">Y la eterna duda sobre los actores y actrices, que de repente parecen mucho mejores en buenas manos, es decir, la gastada canción sobre la dirección de intérpretes como único valor del cine colateral al producido por las mentes superiores, tiene aquí otro capítulo para no sacar conclusiones o para pensar en una sencilla y lógica: los que no podían mirar a la distancia suficiente para ver todo el conjunto se aplicaban en los detalles. No parece suficiente para hacer de menos a nadie. <br /></div>Unknownnoreply@blogger.com44tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-18640243436836591702022-05-26T20:08:00.006+02:002022-06-23T08:23:06.547+02:00EL PARAÍSO JUNTO A LAS LUCES DEL SALPICADERO<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqVaGGLU7UizzD8bGKoOc5cGXSLVXvSzxfnq35Q_GL3tJQo3F4c5WzPsngSy0F-OVkZ61fJij2F4SwJxvZ-4q-BL9fZ9vzilB-YleFMTdFwdgbfV2NNjs6LqiOt7GgjBVoB-8C4vHy-up5kj0oPR_Jh2-8PTKPvTgDstyp0ExSR3JAKKps0LsCibe2yw/s1440/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="960" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqVaGGLU7UizzD8bGKoOc5cGXSLVXvSzxfnq35Q_GL3tJQo3F4c5WzPsngSy0F-OVkZ61fJij2F4SwJxvZ-4q-BL9fZ9vzilB-YleFMTdFwdgbfV2NNjs6LqiOt7GgjBVoB-8C4vHy-up5kj0oPR_Jh2-8PTKPvTgDstyp0ExSR3JAKKps0LsCibe2yw/w266-h400/1.jpg" width="266" /></a></div><div style="text-align: justify;">Las pequeñas hechuras de "<b>Return of the Texan</b>", su resignado destino <i>analógico </i>a la eterna espera de una restauración que no llega ni llegará mientras se sigan salvando a las películas por lo que significaron o por los laureles que les fueron arrebatados - a nadie le interesa ganar batallas perdidas, solo apuntarse tantos olvidados -, le confieren una intimidad que sería necesaria preservar si no fuera porque acaba resultando contraproducente. </div><div style="text-align: justify;">Quienes se acerquen a verla, huérfanos de referencias, enseguida renegarán de ese carácter casi privado que tiene ahora su contemplación cuando se sobresalten con cuatro o cinco escenas quizá más que deslumbrantes, entrevistas dentro de lo que parece un rutinario argumento y les costará entender por qué esta obra de <i>Delmer Daves</i> no superó la prueba del tiempo y languidece entre los films poco memorables de 1952.</div><div style="text-align: justify;">Se trata, por descontado, de una rareza, como todos los grandes films de los años 50, como nueve de cada diez pilares del clasicismo. Uno de tantos films de esa época inteligentes y maduros, ligeros y modestos.<br /></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">No es un western, pero todo cuanto sucede pertenece a su territorio, incluso su título, con regusto a serial antiguo de <i>Tom Mix</i> o de cualquiera de aquellos vaqueros naives del cine mudo. </div><div style="text-align: justify;">No es tampoco un melodrama, pese a que acumula en ochenta y pocos minutos suficientes conflictos encadenados y superpuestos para haber podido bailar a ese son, pero no le interesa poner el acento en los resortes que conducen a los precipicios de la historia, sino los que buscan el equilibrio y la paz.<br /></div><div style="text-align: justify;">Quizá se trate de una comedia dramática y digo comedia sin ser tan divertida, comedia en cuanto a puesta en escena regocijante
tanto de alegrías como de amenazas, sin distinguirlas por cómo llegan
sino por cómo se encajan. Qué otra cosa puede ser una película que anda al paso de <i>Walter Brennan</i>, ese actor del que es casi imposible entender una palabra de cuanto dice y que comunicaba todo meridianamente claro con el gesto y la sombra torcida de su cuerpo. En el último rollo del film, sin contraplano, sentado en un tronco del bosque, convocará a todos los <i>Walter Brennan</i> que antes hubo y los que vendrán y protagonizará una escena memorable, cósmica si se puede llamar Cosmos también a ese cielo de Texas que mira por última vez. </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfmVbQzV40NPr8-Gp6FMDIwoPG0hmxIUphcvxjhoDBTE45F2UuGRRWEClK2CCOmotrW3JxI3IDXDhdAmObDMsnirrkvgqkQ9a-xlp9POJBYuEJ8HEZHRQ19YhH6wUbYjaGJVabH6zkxM58L5bzKzb82mecbccd05InQnO_mFpv43X8gTnqkSMQcsrodw/s622/2.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="622" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfmVbQzV40NPr8-Gp6FMDIwoPG0hmxIUphcvxjhoDBTE45F2UuGRRWEClK2CCOmotrW3JxI3IDXDhdAmObDMsnirrkvgqkQ9a-xlp9POJBYuEJ8HEZHRQ19YhH6wUbYjaGJVabH6zkxM58L5bzKzb82mecbccd05InQnO_mFpv43X8gTnqkSMQcsrodw/w400-h225/2.webp" width="400" /></a></div>Es "<b>Return of the Texan</b>" probablemente la más cercana a <i>Henry King </i>de las películas que dirigió <i>Delmer Daves </i>y no por ser algo así como la sublimación de la Americana que suele atribuírsele con pocas pruebas, más bien por lo contrario, porque decanta buena parte de los asuntos domésticos más queridos por tantos grandes y pequeños cultivadores que en el cine han sido de las crónicas aventureras que llegan tras la conquista de la nación y que no terminan hasta que se completa la integración de combatientes de vuelta de la Segunda Guerra Mundial.<br /></div><div style="text-align: justify;">Ese me parece fue el auténtico interés del maestro cuando plantó la cámara en los pequeños pueblos de su país, no ejercitarse en un provechoso e inofensivo folclore y como sucedía en sus películas, aquí tampoco faltan a la cita la tragedia, el humor, la música, la denodada pelea contra la injusticia, la no menos dura convivencia en una sociedad que se estructura como todas, en torno al dinero, la nostalgia, la política y por supuesto el amor. <br /></div><div style="text-align: justify;">Esto último casi por pura lógica y es que una <i>Ann Marshall </i>le gustaría haber encontrado alguna vez a cualquiera en la vida, suponiendo y es mucho suponer que realmente se anhela lo que se admira, pero solo por este personaje de <i>Joanne Dru</i> - para siempre en la memoria de tantos con la flecha perdida de "<b>Red River</b>" clavada en el brazo - ya vale la pena al menos conceder una oportunidad al film y no dejarlo morir.</div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAWbhjtgXAIu0dbHR2p5ACGJvbHJRFJJ8bEaPz6cdWrEM2ElPeJ60pAcsb0KRiUS7UfNpjOtoGYpbPYQXIk069KoOs01xpRHmF7TS7KTZaEAA8wXymdUflDpUFXAPhFnqB9QIE8CVZJw5g6A4zCuD4_hXdMBy1WNR1tcxhZ2riIBDsEDnneHevdQ_tgA/s600/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="444" data-original-width="600" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAWbhjtgXAIu0dbHR2p5ACGJvbHJRFJJ8bEaPz6cdWrEM2ElPeJ60pAcsb0KRiUS7UfNpjOtoGYpbPYQXIk069KoOs01xpRHmF7TS7KTZaEAA8wXymdUflDpUFXAPhFnqB9QIE8CVZJw5g6A4zCuD4_hXdMBy1WNR1tcxhZ2riIBDsEDnneHevdQ_tgA/w400-h296/3.jpg" width="400" /></a></div>Desde que su pelo queda enganchado a la hebilla de <i>Sam Crockett </i>(<i>Dale Robertson</i>, nunca tan bien), durante una proyección de, por supuesto, "<b>Broken arrow</b>", divertida autocita de <i>Daves</i>, no hay un solo plano en que pueda uno dejar de mirarla ni palabra puesta en su boca por <i>Dudley Nichols </i>que consiga distraer de lo que con la mirada y la determinación ya sugería de todas las maneras. Con los hombros, con las caderas, con las manos.</div><div style="text-align: justify;">Ella sacude cada fotograma en que aparece y recuerda que <i>Delmer Daves</i> no solo fue un reputado escritor, pero algo cristalizó en su cine de lo que recibió a cambio de ese trabajo. En efecto, "<b>Return of the Texan</b>" no es un apéndice de "<b>Pride of the Marines</b>" ni un borrador de "<b>Spencer's mountain</b>" porque la esencia del film toca de lleno ese lado que <i>Daves </i>compartió primero con <i>Frank Borzage</i> y después con <i>Leo McCarey</i> - y que también pudo haber "puesto en común" con <i>Allan Dwan</i> o <i>Jean Renoir</i> con los que es una lástima que no llegara a coincidir - esa nobleza telúrica resistente y rebelde... salvo en los asuntos del corazón.<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com37tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-58968163393389158892022-05-19T16:29:00.007+02:002022-05-19T21:43:46.176+02:00EN OTRA PARTE<p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;">Los dos largometrajes filmados hasta ahora por el cineasta <i>Paul Harrill</i>, nativo de Tennessee, deben ser en términos estadísticos, los más <i>populares </i>venidos del cine americano en tiempos. </div><div style="text-align: justify;">No en términos económicos desde luego, pues poco habrán producido si es que han llegado a recuperar la inversión hecha, que no sería muy elevada; me refiero al abanico de intereses que en ellos se despliegan y que vendrían a ser un compendio de lo que al menos "de palabra", encuestas mediante, confiesan ser los más comunes entre los americanos medios desde hace décadas: la soledad, la búsqueda de sentido espiritual a la existencia, el vacío afectivo, el futuro, el hastío de la rutina. </div><div style="text-align: justify;">Por supuesto se trata de inquietudes comunes a las de gentes de otras latitudes, con especial acento en los dos primeros, como no puede ser de otra manera tratándose de anónimos provincianos dispersos por la vasta geografía de un país crédulo como ningún otro, habitantes de lejos o muy lejos del bullicio de las urbes y centros de poder, usuarios de recursos digamos secundarios, apegados, a su pesar, a un lugar toda su vida mientras se difumina ese horizonte que parecía tan seductoramente liberador. </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_iXTWkO7WnLO9Wx4kz70yZPyz1DZbx3L9xZrzhBqLp6BjDlJ0mWXNvNWDQtA63BxDjzL71aFGCVdGu00iFLiS9Pc38ObKi9XRzj2esM_qHsF35FLeB2P2iaWQ90MjHVUMzHlcM7zKn6yqBWrsJdlA6PX9v9vo2nH0ix9jumo4b1uh1G-QmbHleIoK7w/s883/1.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="883" data-original-width="596" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_iXTWkO7WnLO9Wx4kz70yZPyz1DZbx3L9xZrzhBqLp6BjDlJ0mWXNvNWDQtA63BxDjzL71aFGCVdGu00iFLiS9Pc38ObKi9XRzj2esM_qHsF35FLeB2P2iaWQ90MjHVUMzHlcM7zKn6yqBWrsJdlA6PX9v9vo2nH0ix9jumo4b1uh1G-QmbHleIoK7w/s320/1.jpg" width="216" /></a></div>"<b>Something, anything</b>" de 2014 y la más reciente "<b>Light from light</b>" de 2019, son además y a diferencia del caudal que mana de aquellas tierras y puede llegar a anegarnos a poco nos dejemos llevar por su "dinamismo", dos películas extremada y meticulosamente cuidadas, con más planos de personajes pensando, más silencios, más elipsis y más transparentes planos contraplanos que los que pueda haber en filmografías enteras de colegas con la vitola de últimos o nuevos representantes de una gran tradición que, se mire por donde se mire, no volverá ni merece la pena invocar desde hace muchas décadas.</div><div style="text-align: justify;">Tal vez la única vía sea justamente la más antigua, la primera, ésta, filmar como si no hubiese existido nunca ninguna película.</div><div style="text-align: justify;">No me extrañaría sin embargo que puedan parecer las de <i>Paul Harrill</i>
a ojos de muchos, insustanciales, lentas, pobremente dialogadas, en
exceso psicológicas, cuando no incomprensibles, caprichosas y con finales
insatisfactorios. Nada americanas. </div><div style="text-align: justify;">Entre planos quizá se aprecie su esmero, su pericia
para cortar una escena o para no tener que filmar la siguiente si a la
que se llega la contiene, pero los minutos pueden pasar - siendo films
breves - sin que haya significativos "avances" y tampoco se perciban
meandros de descanso, cundiendo esa sensación agridulce, más dulce en función del
gusto de cada uno, claro, de que todo es fundamental aun si en
apariencia no inmediatamente indeleble. </div><div style="text-align: justify;">Quizá por la obsesión por llegar
- mejor el primero, por si acaso hay premio -, estas dos películas que
no avistan nada concreto a su término, salvo esperanza, mal pueden
conjugar el verbo competir, la palabra sagrada del siglo.</div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5QnhPS4ucLnyx6ZLYsIe9wt_98PX5TpU0KLU4blKcwF15NuN4Snh8ETUDNw5dwx_sIgahj1J9Fo7dxKuKhzja4PPZxRU3Ew5xiPJHgH-T22ZEhXFFagZ1A7wu3aO6tmIXS0Bphvr6I1K5evmkEzicHEYL3ppzDoSx4mVMCkZ9SMdSKKPrEwbZK7_njQ/s1477/2.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1477" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5QnhPS4ucLnyx6ZLYsIe9wt_98PX5TpU0KLU4blKcwF15NuN4Snh8ETUDNw5dwx_sIgahj1J9Fo7dxKuKhzja4PPZxRU3Ew5xiPJHgH-T22ZEhXFFagZ1A7wu3aO6tmIXS0Bphvr6I1K5evmkEzicHEYL3ppzDoSx4mVMCkZ9SMdSKKPrEwbZK7_njQ/s320/2.jpg" width="217" /></a></div>Tampoco es afín a la última <i>tendencia</i>. Protagonizadas por mujeres que saben más acerca de lo que no quieren que
sobre lo que les llena, no hay en ellas rastro de feminismo ni de
activismo alguno - por no tener, no tienen ni algo en contra de alguien - y nada de
tacticismo parece radicar en esa postura, del todo inconveniente,
veremos hasta cuándo. Bastante tienen <i>Margaret </i>y <i>Shelia</i>, las dos protagonistas,<i> </i>con
los cruces de caminos y las inestabilidades que les circundan y
cuán gravosas resultan cada una de sus decisiones, para preocuparse en dar
ejemplo o asumir algo en nombre de otras.</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">El idílico, o al menos aceptado como tal, panorama con que se abre "<b>Something, anything</b>" - un matrimonio joven y bien situado que espera un hijo - o el no muy halagüeño que plantea "<b>Light from light</b>" - una solitaria madre que no está nada convencida de poseer, y para colmo tener que cultivar, ese don que dicen tiene para la parapsicología - en el fondo suponen el mismo escenario a poco se desencadena el drama en el primero de ellos, pues se trata de peripecias "sin hojas de instrucciones", donde los consejos ajenos suenan huecos y pronto se aprende a seguir mirando a las rutinas como lo que son, pequeñas consecuencias acumulativas de los actos de cada uno, no castigos impuestos para cercenar el atrevimiento y no dejar discurrir a nadie. A poco lo hagan, advertirán su verdadera naturaleza.<br /></div><div style="text-align: justify;">De resultas, los planos <i>importantes</i>, reveladores, de ambas películas son pocos pero de una penetración y emoción casi indescriptibles, no por resultar abrumadores, sino porque concentran en unos pocos segundos una especie de inesperada recompensa, a los personajes y a los espectadores, no sufridos como el tópico empujaría a decir, más bien pacientes y atentos, tanto los de al otro como los de a este lado de la pantalla. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfT4c9I7xR7PoU1GhcXX0XpTu9mqJS2JylF2_8JI8bfrvZx1RF_9kd1H4khm321Em140CgZzQEsUk_OwXrjwOSJ7GviyB-bDFDABPoowdy8m0JUkJnQAypieTF0N6ELZl2zmhSFR68KA6AWTzZ3n9VtaMO7vIeIx6eIMhZHqdwJfNGpPi3V86QvG25DA/s800/asdasd.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfT4c9I7xR7PoU1GhcXX0XpTu9mqJS2JylF2_8JI8bfrvZx1RF_9kd1H4khm321Em140CgZzQEsUk_OwXrjwOSJ7GviyB-bDFDABPoowdy8m0JUkJnQAypieTF0N6ELZl2zmhSFR68KA6AWTzZ3n9VtaMO7vIeIx6eIMhZHqdwJfNGpPi3V86QvG25DA/w400-h225/asdasd.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: justify;">La transformación vital, al margen de todas las guías recibidas y no seguidas, de "<b>Something, anything</b>" y la inasible historia de fantasmas que cuenta "<b>Light from light</b>" alcanzan por ello unos clímax desusadamente <i>útiles</i>, no grandes triunfos o hitos desde los que solo queda descender o batallar por mantener vivos a sabiendas de que será difícil repetirlos. Se podría decir que la auténtica historia empieza justo cuando terminan las películas y lo que se nos cuenta es apenas el preámbulo.<br /></div><div style="text-align: justify;">Mirémoslas entonces al revés para darnos cuenta que esos aspectos metafísicos a los que aludía, es clave señalar que nacen o se alimentan de estados depresivos o crisis muy materiales y son puntos de partida, no de llegada, con lo que poca defensa católica - o concretamente evangélica - tiene "<b>Something, anything</b>" y pobre <i>ilustración </i>cinematográfica de la vida después de la muerte resultará "<b>Light from light</b>". <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPQuqaJNi3HirdB8fYINjNUzU2yZIj9UDnIP5Bo-9VggzHjo9FtouMEPZIxxn4z851PGLQnMLfvMZyD6rMCG5LylqQVEAb3sjVJhBab9sI-KLDK6WNkctaHiEuY62nyOB-ZPrFWw3Ft1xhcy7VCCJpqf679esWQGhsS8_aFlk1pVarimbnl088NWV4gg/s800/232.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="479" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPQuqaJNi3HirdB8fYINjNUzU2yZIj9UDnIP5Bo-9VggzHjo9FtouMEPZIxxn4z851PGLQnMLfvMZyD6rMCG5LylqQVEAb3sjVJhBab9sI-KLDK6WNkctaHiEuY62nyOB-ZPrFWw3Ft1xhcy7VCCJpqf679esWQGhsS8_aFlk1pVarimbnl088NWV4gg/w400-h240/232.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: justify;">Es lógica la coincidencia de caminos hacia lo inmaterial tan divergentes, porque se trata en realidad de un mismo sentimiento, primario y pedestre, el de armonía. La escena feliz y por fin integradora de "<b>Something, anything</b>", no ocurre al subrayar versículos de la Biblia o al despertarse en una Abadía con los cantos matutinos de los monjes, sino en un buen concierto de power pop de Knoxville, qué se le va a hacer. Y no hay más que ver el escepticismo un tanto culpable de <i>Shelia </i>al ver en "<b>Light from light</b>" la parafernalia que se despliega para captar señales del más allá y su genuina sorpresa en el privilegiado penúltimo plano del film.</div><div style="text-align: justify;">Podría decirse, a riesgo de que él mismo lo desmienta en su próxima obra, que <i>Paul Harrill</i>, después de un presumible arduo trabajo de decantación, poda de secundarios y síntesis de textos, ha aprendido a probar una vieja receta, falible y tal vez obsoleta, la de dejar espacio para que pueda suceder algo, tal vez maravilloso, rondando a personajes y lugares - las casas, los espacios son primordiales - no empujando nunca melodramáticamente a la acción, menos aún tratando de imponerse a ella para erigir discursos, que por otra parte deberían ser continuos para no resultar absurdos, pues, integrados en dóciles ambientes que invitan al acomodamiento, nadie en sus películas sabe nada más de por dónde seguir que el más paralizado y confundido de los seres.</div>Unknownnoreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-2467577964373385393.post-23114501528776277522022-04-12T16:46:00.003+02:002022-04-12T21:50:46.207+02:00HASTA QUE NOS VOLVAMOS A VER<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5re9mAyG7eHioI-Djvcd9-3XyRrwrSDwHXnXfSqjS_UlpL2nXeIL-GhLUCELHjz1STY-HmRBmu-4MceI8MnxT4LMY92AG048fhCnf54MSFQe_D5EKOyE5qtjwncOT-X8m-f9ZwpKOEegJmfIvomxNIigLUAB6L23boNVkADrVBKfG65HZxVfnmq2FQ/s599/0,0.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="422" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5re9mAyG7eHioI-Djvcd9-3XyRrwrSDwHXnXfSqjS_UlpL2nXeIL-GhLUCELHjz1STY-HmRBmu-4MceI8MnxT4LMY92AG048fhCnf54MSFQe_D5EKOyE5qtjwncOT-X8m-f9ZwpKOEegJmfIvomxNIigLUAB6L23boNVkADrVBKfG65HZxVfnmq2FQ/w281-h400/0,0.jpg" width="281" /></a></div><div style="text-align: justify;">Como parece no haber nada más excéntrico (serás indulgente y, horror, acrítico) que disfrutar de lo que realmente lo es, la grata sorpresa que depara "<b>Tin aai hoi gok</b>", el romance que el hongkongnés <i>Lee Chi-ngai</i> filmó en 1996, plantea de nuevo, sin remedio, la cuestión de la que no terminará nunca de librarse película alguna que no venga incardinada dentro de una obra de la que se tengan (buenas) referencias previas. </div><div style="text-align: justify;">Tanto es así, que lo fácil será suponer que es producto de la casualidad si notamos que en algún momento <i>funciona</i>, lo cual sin duda deja en peor lugar aún a los que lo seguimos pensando una vez que finaliza, al revisarla, al pensar en ella y al comentarlo, pudiendo llegar al paroxismo absurdo de estar tentado de defenderla de lo que no se ha dicho ni escrito acerca de ella.</div><div style="text-align: justify;">Abandonada esa idea, convendrá empezar por el principio y con gran alegría volver a decir que aún quedan por encontrar películas tan emocionantes, insólitas, imaginativas y desconcertantes como esta, que ni siquiera se parece un poco a las escasas compañeras de filmografía que pueden recuperarse en Occidente de la obra de este cineasta poco conocido e inactivo desde hace más de una década.</div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh31Mkq8GcP3vNlnpf6l_oF31tpD2kGYWZdON8O9HjOqWKF9gQQKXep0aoXHwyegXj9VPdDurOMZi4wplIivxSKgrftyyXeXVkjKumT8b94cPSeIEvCalmRyTT0n4htGeSL08mSk_yl24saYGyCesCo_e5XH8e-TxePGgugzo68GPrYdk-jEINsEcAqcw/s1102/0.1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="603" data-original-width="1102" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh31Mkq8GcP3vNlnpf6l_oF31tpD2kGYWZdON8O9HjOqWKF9gQQKXep0aoXHwyegXj9VPdDurOMZi4wplIivxSKgrftyyXeXVkjKumT8b94cPSeIEvCalmRyTT0n4htGeSL08mSk_yl24saYGyCesCo_e5XH8e-TxePGgugzo68GPrYdk-jEINsEcAqcw/w400-h219/0.1.jpg" width="400" /></a></div>Quizá si fuese, como decía <i>Sarris</i>, un "one shot director", se le podría haber valorado más y de hecho no faltan las obras estimadas en demasía por el simple hecho de no tener con qué compararlas, como si resumiesen todo cuanto fueron capaces de alcanzar cineastas de involuntaria, casual o maldita brevedad. A veces se hace uno cineasta sin nacer bendecido con los dones precisos y hay que hacer varias tentativas para llegar a algún buen sitio, equivocarse mucho e ir en dirección contraria para aprender a no hacerlo. <br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdAqZJ3jjyS9N5v73MA9gjvmiyqlH9Va8IdAsZVFseFeEDqzsggHuwTkKJnnovIrbXAG9IkHXv2YRKkYfDrteF5188Z2OuZqQ1R1-4j0gH16ssupfKio_YeZIMIbxyXzNmyEu2D6XUsDwsjZJ57zCuv6Y4FK-CRS6B2NUfhwixneKa0hRncla_qM_GPg/s692/0.2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="692" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdAqZJ3jjyS9N5v73MA9gjvmiyqlH9Va8IdAsZVFseFeEDqzsggHuwTkKJnnovIrbXAG9IkHXv2YRKkYfDrteF5188Z2OuZqQ1R1-4j0gH16ssupfKio_YeZIMIbxyXzNmyEu2D6XUsDwsjZJ57zCuv6Y4FK-CRS6B2NUfhwixneKa0hRncla_qM_GPg/w400-h231/0.2.jpg" width="400" /></a></div>"<b>Tin aai hoi gok</b>", por su voz en off, su ambiente portuario, su audaz dinamismo físico y temporal y por varias escenas que viven en algún lugar entre lo onírico y lo surrealista, conecta paradójicamente con el cine de una <i>auténtico</i> autor, que quizá <i>Lee Chi-ngai</i> ni estime ni conozca, <i>Raúl Ruiz. </i>Efectivamente el carácter del film recuerda al gusto recurrente del chileno por las historias sin límites avistados, donde más a gusto campan los sueños, las leyendas, los laberintos de la razón, con una narrativa en constante retroalimentación, con personajes interesantes que surgen de todas partes, con múltiples caminos que se abren e impiden que se pueda anticipar nada... pero es otro su sentido del humor y del ritmo, otro su humanismo y está atravesado por una ingenuidad no elaborada ni tampoco evitada: por supuesto se trata de una película mucho más vulnerable.<br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv_uMxw91sJ-MONNAoToaHq-ll7nukcdxiTjkqdrZkQmwXx1-3UvJS_nWuj_OsMwhP6EHjBLNGOzCxn6UJe9b8q_R8yWA2A8jbSvx5UM2feJMxrVxbLHcQWsNFUVE7xeyQnQWetE_NWmHmrmnQ-YJVMy67sVTKHZICSw1_HlHfX_7et63MA9--tHncuw/s692/0.3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="692" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv_uMxw91sJ-MONNAoToaHq-ll7nukcdxiTjkqdrZkQmwXx1-3UvJS_nWuj_OsMwhP6EHjBLNGOzCxn6UJe9b8q_R8yWA2A8jbSvx5UM2feJMxrVxbLHcQWsNFUVE7xeyQnQWetE_NWmHmrmnQ-YJVMy67sVTKHZICSw1_HlHfX_7et63MA9--tHncuw/w400-h231/0.3.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;">Gracias a que precisamente no sigue modelo cinematográfico alguno, o a que sigue el único <i>posible</i>, el del afecto hacia todo que irradia vida, son posibles escenas tan asombrosas como la de la pesquisa para encontrar a la niña extraviada e iluminada por la imagen azulada de la pantalla, la del florecimiento nocturno de los rosales, las del antefinal en el acantilado "del fin del mundo" en Escocia... en realidad si algo está filmado en esta película es porque vale la pena saber de un personaje o cambiar a un nuevo escenario o reparar en un detalle, aquí no hay transiciones ni planos de base que soportan a otros mayores, el vértigo es absoluto incluso en las circunstancias del film - un personaje desahuciado - porque nadie sabe cuál será la siguiente parada del camino.<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghYBDbhTWPFngyTOcJCgM7pVlLlRGUdMigCLJfDFyPLyC_AdVQ5e7BD3wD3jh-60cPVophyrCoKhwNGTcfrLUqzDE_Jjx_jADrMn6t2UcZLBk9JN8jIrKwz0y1PJpm6LtLupWYNg3N0mw2taG04VcnEDIFcyp0xMCyZlupjuZT3P7STDHoh1p9LUbX7Q/s1600/0.4.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="893" data-original-width="1600" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghYBDbhTWPFngyTOcJCgM7pVlLlRGUdMigCLJfDFyPLyC_AdVQ5e7BD3wD3jh-60cPVophyrCoKhwNGTcfrLUqzDE_Jjx_jADrMn6t2UcZLBk9JN8jIrKwz0y1PJpm6LtLupWYNg3N0mw2taG04VcnEDIFcyp0xMCyZlupjuZT3P7STDHoh1p9LUbX7Q/w400-h224/0.4.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: justify;">La confianza en dicha premisa, la que evita que el film se asemeje a una serie de disparates que se atropellan unos a otros, no es autosugestión ni una flaqueza, sino resultado de apreciar un encadenado de singulares aventuras con un lado oculto desolador (la enfermedad, el abandono, la marginación de discapacitados) pero ni un solo subrayado, tan admirablemente que uno, en secreto, espera que tal estremecimiento tal vez diga también algo de uno mismo. </div>Unknownnoreply@blogger.com13