En algún lugar entre los melodramas más perfectos de los años 50 y varias de las películas emblemáticas que llegaban o estaban aún por venir de las cinematografías más pujantes, las que abrían camino a lo que fue el cine de los años 60, está "Kyô no mata kakute ari nan", no sé si la mejor, pero sin duda una de las más deslumbrantes obras de Kinoshita Keisuke.
Setenta y tres minutos de belleza y misterio derramándose de una de esas fracturas que se estaban produciendo en el cine y más ampliamente, entre maneras de entender la vida, una brecha en la que habían incidido o estaban a punto de hacerlo "The quiet American" y "La pyramide humaine", "Une femme est une femme" y "Akasen chitai", "The Chapman report" y "Onna ga kaidan wo agaru toki".
Y al igual que sucede con ellas, la fragmentación de sus múltiples partes se integra serenamente, quizás porque, conscientes sus autores de estar pisando un terreno cambiante e incierto, su preocupación no es ni lo que se desmoronaba del pasado ni el futuro, sino las personas que lo debían vivir.
Y al igual que sucede con ellas, la fragmentación de sus múltiples partes se integra serenamente, quizás porque, conscientes sus autores de estar pisando un terreno cambiante e incierto, su preocupación no es ni lo que se desmoronaba del pasado ni el futuro, sino las personas que lo debían vivir.
Tan difícil sería resumirla como sencillo resulta sentirla.
Kinoshita remueve las heridas de la guerra, las modernas formas de organizar el capital, las viejas formas de aprovecharse de él - quizá las escenas con yakuzas y mafiosos más extrañas que haya visto -, las viejas tradiciones y las nuevas y hasta un recién llegado, el rock n' roll, y no sale "en limpio" ni una sola teoría, sólo gestos, pequeños monólogos, miradas, modestos objetos, ni una metáfora, ni un discurso.
Y todo en presente.
Y todo en presente.
El estoicismo japonés ayuda, desde luego a sacar partido a ideas como esta y sorprende que no haya un buen aluvión de películas tan clarividentes como esta procedentes de una industria entonces en sus máximos creativos.
O tal vez sí las haya. El mismo Kinoshita es aún me temo que mal conocido y "avisos" como este debieran ser un nuevo aliciente para seguir rebuscando y revisando de entre una montaña inverosímil de obras maestras.
Para ello, es bonito tomar itinerarios; por directores o siguiendo por ejemplo los pasos de alguna de las muchas grandes actrices de aquel país; no las hay más fiables.
En "Kyô no mata kakute ari nan" tenemos a Kuga Yoshikô, más hermosa que nunca, veintisiete años, que no es de todas formas - ese será el signo de los nuevos tiempos - la protagonista de este drama sin soluciones, sino su primera espectadora.
Ella es la resignada mujer de un marido arribista con malas cartas para conseguir de verdad agarrarse al siguiente peldaño de la escala laboral, la madre de un niño permanentemente enojado (el mismo año de "Ohayo"), la comprensiva y única audiencia de un fantasma (un buen hombre herido por su cobardía en la guerra y que no encuentra la manera de redimirse por fin) o la hermana de un taxista involucrado por azar en un muy opaco asunto de gangsters.
En su rostro se van acumulando estas pequeñas o grandes circunstancias cotidianas y otras que laten por detrás y le afectan indirectamente (como la de un chico, un Pat Boone local, que no sabe si se ha enamorado ese verano de una niña rica; una subtrama que alimenta a varias principales) hasta que una de las historias enfila la tragedia y parece que servirá de catalizadora para las demás, pero...
Kinoshita atiende cada uno de los escenarios con orden y en paralelo, pero imprevisiblemente.
Creo que un lógico planteamiento como ese, el de mirar de manera uniforme a estas historias cruzadas que lógicamente caminan a velocidades distintas, evita que resulte él pretencioso y refuerza a cada una de las intrigas, porque prevalece la impresión de que no necesita sacar "algo más" de ellas.
Sólo cuando importa algo que sucedió en el pasado, todo se detiene (la traducción del título sería "Y así otro día", restando trascendencia a cuanto pueda ocurrir ya de entrada), y llegan varias conversaciones en que se rememora algún episodio, sumamente largas y filmadas sin un corte, como la famosa de "Two rode together" de Ford y en dos ocasiones, también, frente a un río.
Pero si hay una conexión curiosa - y sorpresiva conociendo un buen puñado de films de Kinoshita - no es con el cine del de Maine, sino con el de Alfred Hitchcock. Un Hitchcock sin humor naturalmente.
Serán sin duda coincidencias las similitudes de varias escenas del film con otras de "North by Northwest", pero llama la atención lo que comparte con la obra del maestro que mejor reflejó la falla del entendimiento entre generaciones, "The birds", con lo que volvemos al principio.
El estado de permanente incertidumbre de la película, su tensión y sus secretos, sus frustraciones - no hay un solo personaje que haya conseguido o vaya a conseguir lo que verdaderamente desea -, en un tono más acusado incluso que el que aparece en los dos Naruse finales - "Hikinige" y "Midaregumo"; a medio camino estéticamente de ambas anda "Kyô no mata kakute ari nan" -, no se concreta físicamente en alteraciones del orden natural como en la obra de Hitchcock - o de alguno de sus epígonos ensimismados sobre todo por cuanto filmó entre "Vertigo" y "Marnie", como Jean-Claude Brisseau - y por eso va a resultar siempre árida cualquier intento de ponerlas en paralelo.
Pero lo cierto es que al mismo borde de aparecer ese elemento sobrenatural, contenido por el dique de esa imperturbabilidad de la que hablaba, están los mismos súbitos primeros planos (de Jessica Tandy en "The birds" y antes uno célebre de Barbara Bel Geddes en "Vertigo", aquí asignados a todos y cada uno los personajes que, como ellas, sufren impotentes un conflicto) la misma tendencia hacia la abstracción de lugares (docenas de ejemplos en Hitchcock de escenarios anodinos o domésticos transfigurados en algo muy distinto por la amenaza generada y aquí en Kinoshita muy particularmente las casas), parecida profundidad para resultar emocionante (recordemos la prodigiosa escena de la conversación nocturna de Suzanne Pleshette con Tippi Hedren y ya tendremos la clave en que se instalan las que aquí mantiene Kuga Yoshikô), un similar entendimiento de la música (diegética, nunca un reflejo o un acompañamiento insustancial de lo que sucede), una coincidencia en plantear planos muy abiertos y en movimiento para no subrayar el dramatismo o, justamente en el lado opuesto, esa capacidad para dotar de entidad a insertos "innecesarios" que el inglés dominó como nadie y que brilla particularmente en esa campanilla con que se cierra el film y antes en un monedero, una letra bordada en la ropa o un carácter caligrafiado para una tumba.
O tal vez sí las haya. El mismo Kinoshita es aún me temo que mal conocido y "avisos" como este debieran ser un nuevo aliciente para seguir rebuscando y revisando de entre una montaña inverosímil de obras maestras.
Para ello, es bonito tomar itinerarios; por directores o siguiendo por ejemplo los pasos de alguna de las muchas grandes actrices de aquel país; no las hay más fiables.
En "Kyô no mata kakute ari nan" tenemos a Kuga Yoshikô, más hermosa que nunca, veintisiete años, que no es de todas formas - ese será el signo de los nuevos tiempos - la protagonista de este drama sin soluciones, sino su primera espectadora.
Ella es la resignada mujer de un marido arribista con malas cartas para conseguir de verdad agarrarse al siguiente peldaño de la escala laboral, la madre de un niño permanentemente enojado (el mismo año de "Ohayo"), la comprensiva y única audiencia de un fantasma (un buen hombre herido por su cobardía en la guerra y que no encuentra la manera de redimirse por fin) o la hermana de un taxista involucrado por azar en un muy opaco asunto de gangsters.
En su rostro se van acumulando estas pequeñas o grandes circunstancias cotidianas y otras que laten por detrás y le afectan indirectamente (como la de un chico, un Pat Boone local, que no sabe si se ha enamorado ese verano de una niña rica; una subtrama que alimenta a varias principales) hasta que una de las historias enfila la tragedia y parece que servirá de catalizadora para las demás, pero...
Fotos de rodaje |
Creo que un lógico planteamiento como ese, el de mirar de manera uniforme a estas historias cruzadas que lógicamente caminan a velocidades distintas, evita que resulte él pretencioso y refuerza a cada una de las intrigas, porque prevalece la impresión de que no necesita sacar "algo más" de ellas.
Sólo cuando importa algo que sucedió en el pasado, todo se detiene (la traducción del título sería "Y así otro día", restando trascendencia a cuanto pueda ocurrir ya de entrada), y llegan varias conversaciones en que se rememora algún episodio, sumamente largas y filmadas sin un corte, como la famosa de "Two rode together" de Ford y en dos ocasiones, también, frente a un río.
Pero si hay una conexión curiosa - y sorpresiva conociendo un buen puñado de films de Kinoshita - no es con el cine del de Maine, sino con el de Alfred Hitchcock. Un Hitchcock sin humor naturalmente.
Serán sin duda coincidencias las similitudes de varias escenas del film con otras de "North by Northwest", pero llama la atención lo que comparte con la obra del maestro que mejor reflejó la falla del entendimiento entre generaciones, "The birds", con lo que volvemos al principio.
El estado de permanente incertidumbre de la película, su tensión y sus secretos, sus frustraciones - no hay un solo personaje que haya conseguido o vaya a conseguir lo que verdaderamente desea -, en un tono más acusado incluso que el que aparece en los dos Naruse finales - "Hikinige" y "Midaregumo"; a medio camino estéticamente de ambas anda "Kyô no mata kakute ari nan" -, no se concreta físicamente en alteraciones del orden natural como en la obra de Hitchcock - o de alguno de sus epígonos ensimismados sobre todo por cuanto filmó entre "Vertigo" y "Marnie", como Jean-Claude Brisseau - y por eso va a resultar siempre árida cualquier intento de ponerlas en paralelo.
Pero lo cierto es que al mismo borde de aparecer ese elemento sobrenatural, contenido por el dique de esa imperturbabilidad de la que hablaba, están los mismos súbitos primeros planos (de Jessica Tandy en "The birds" y antes uno célebre de Barbara Bel Geddes en "Vertigo", aquí asignados a todos y cada uno los personajes que, como ellas, sufren impotentes un conflicto) la misma tendencia hacia la abstracción de lugares (docenas de ejemplos en Hitchcock de escenarios anodinos o domésticos transfigurados en algo muy distinto por la amenaza generada y aquí en Kinoshita muy particularmente las casas), parecida profundidad para resultar emocionante (recordemos la prodigiosa escena de la conversación nocturna de Suzanne Pleshette con Tippi Hedren y ya tendremos la clave en que se instalan las que aquí mantiene Kuga Yoshikô), un similar entendimiento de la música (diegética, nunca un reflejo o un acompañamiento insustancial de lo que sucede), una coincidencia en plantear planos muy abiertos y en movimiento para no subrayar el dramatismo o, justamente en el lado opuesto, esa capacidad para dotar de entidad a insertos "innecesarios" que el inglés dominó como nadie y que brilla particularmente en esa campanilla con que se cierra el film y antes en un monedero, una letra bordada en la ropa o un carácter caligrafiado para una tumba.
78 comentarios:
No había caído en esa asociación hitchcockiana que tan bien apuntas. Está muy bien pensada. Lo primero que me vino a la mente al verla fue que esta discreta historia de amor y acercamiento entre dos seres apartados -apenas un tímido entrelazarse de manos- tiene por parte de ella un adelanto de un año a "The apartment" por el mezquino uso de la vivienda que hace su marido, y por parte de él a una invencible y apenas reprimida moral de guerra que lo lanza a un gesto ineludible que anticipa más de medio siglo al cascarrabias de Clint en "Gran Torino", gesto que la magistral pericia técnica de Kinoshita rueda en un perfecto plano secuencia de dos minutos.
Bueno, "The apartment" también puede ser una de esas películas que relacionaba al comienzo del texto.
El contacto de las manos que citas creo que para él es como una descarga, que más que culminar un acercamiento a ella, acaba por devolver a la vida un sentimiento muy antiguo (su primera novia, que no fue "aprobada" por la escuela militar) y le proporciona el valor que le faltaba para hacer lo que hace en ese larguísimo plano impresionante bajo la lluvia.
Hola.
¿Dónde puede localizarse/bajarse este film?
Gracias y un saludo.
Está en Karagarga y la misma copia anda por emule, sacada de Surrealmoviez, creo. Es un archivo mp4 de cuatrocientos megas con subtítulos incrustados en inglés (no sé si hay en español), de muy buena calidad de imagen.
Gracias.
Sí que está en Surrealmoviez.
Saludos.
Los links de surrealmoviez están muertos una lástima :'(
Jesús una consulta sin molestarte. Veo que no le has dedicado ninguna entrada a dos directores famosos del cine clásico como William Wyler y John Huston. Me gustaría saber cuáles son tus 5 películas favoritas de cada uno. Un saludo y gracias por la acogida en tu maravilloso blog.
Y tus 5 favoritas de Mitchell Leisen también si no es mucha molestia. Saludos.
Bueno, no ha sido adrede, de los tres me gustan un buen puñado de las que hicieron.
De Wyler me quedaría con "The best years of our live", "The letter", "The westerner", "The collector" y "The good fairy".
De Huston seguramente con "Fat city", "The dead", "Moby Dick", "The misfits" y "The treasure of the Sierra Madre".
De Leisen es más difícil elegir cinco, pero seguro que "No man of her own", "Remember the night", "Frenchman's creek", "The mating season" y "Arise, my love" están entre las que prefiero.
Genial ninguno de los tres son de mis directores favoritos quizá Leisen me guste más que los otros dos pero cuando empecé mi aventura cinéfila eran de los primeros directores que tomé como referencia para bucear en este mar interminable que es el cine clásico.
No he visto toda la filmografía de ninguno de los tres pero de Wyler yo también me quedaría con "Carrie" (mi favorita de él), "The best years of our lives", "These Three", "Dodsworth" y "The Heiress". De Huston me quedo con "Fat City" (mi favorita), "The Dead", "Wise Blood", "Reflections in a Golden Eye" y "In This Our Life". De Leisen me quedo con "No man of her own" (Mi favorita), "Remember the night", "Hold Back the Dawn", "Hands Across the Table" y "The Mating Season".
Y de Borzage, Tourneur y Sirk ahora sí circunscribiéndonos en mis directores favoritos yo me quedaría de Borzage con "I've always loved you" (mi favorita), "Moonrise", "Till We Meet Again", "History is Made at Night" y "Lucky Star". De Tourneur me quedo con "Anne of the indies" (mi favorita), "Stars in my crown", "Great Day in the Morning", "Night of the Demon" y "Appointment in Honduras". De Sirk me quedo con "A Time to Love and a Time to Die" (mi favorita), "There's Always Tomorrow", "The Tarnished Angels", "Interlude" y "Lured". Saludos.
De Borzage, Tourneur y Sirk sí que es ya más molesto elegir sólo cinco, se dejan fuera demasiadas extraordinarias.
Me alegra especialmente ver en tus listas a dos maravillas como "I've always loved you" y "Great day in the morning".
De las más conocidas y más rankeadas de Sirk me falta ver "Magnificent Obsession" pero como veo que nadie saca cara por ella la he estado relegando todo este tiempo. Me faltan ver bastantes de Sirk que a veces me causa desespero pero seguro ya iré cubriendo poco a poco su primera etapa de la que no he visto nada. De Borzage y Tourneur como que he visto un poco más pero veo que siguen saliendo rarezas que han hecho para la televisión que a veces ya tiro la toalla por el ingente material rodado por estos maestros. Por cierto esa "Stage Door Canteen" que para mí desgracia la compré en DVD original es la peor película de Borzage no sé como se le ocurrió rodar semejante pestiño casi tan vomitivo como "El sargento York" de Hawks aunque muchos no comulguen con mi opinión pero a mí se me indigesta tanto patrioterismo ramplón. Saludos.
"Stage door canteen" tiene un propósito claro y un contexto que justifica su existencia, nada más. A partir de ahí es como uno de esos greatest hits para gente que no compra discos y que resulta superfluo para los que ya conocen las canciones. "Sgt York" no es de mis Hawks preferidos, pero no me parece mal precisamente. Abem Finkel, entonces prestigioso, no era guionista para él, pero yo no veo patrioterismo - que es siempre, por definición, ramplón - ni más patriotismo que en tantos films de cualquier parte en circunstancias como esas. Tiene bastantes aspectos notables, pero es cierto que le faltan ligereza y matices y que le sobran minutos; tardaría aún muchos años en conseguir hacer films tan extensos como "Rio Bravo" o "Hatari!" sin que los espectadores se removieran en la butaca.
¿Sería posible publicar este film? ¿Nadie tiene contactos para que reactiven los enlaces?
Saludos
Lector
Este es el enlace de wetransfer:
http://we.tl/6LGlIUP55l
Activo hasta mañana día 3 de julio
GRACIAS TÍO!!!
Lector
Gracias por el enlace.
Jesús sí mañana se acabara el mundo y tuvieras que elegir entre ver sólo una película o escuchar sólo un disco o leer sólo un libro ¿Cuál película, disco o libro elegirías?, sólo puedes elegir uno no puedes elegir los tres. ¿Puede más tu cinefilia, bibliofilia o melomanía?. Saludos y gracias por tus respuestas.
La música, la música, sin duda.
Y no sería un disco, serían canciones. Cientos de despedidas. De "Alex Chilton", "Beast of burden", "This is Shangrila", "I wish I was your mother", "Who are you", "Stumbling through the dark", "Blue train", "The rover"...
Siento llegar tarde al post anterior, pero me llamó la atención que M. Marías nombrara, como creo que otras veces el propio Jesús ha hecho, a Henry King en breves listas de directores grandes como Ford, McCarey, Borzage, etc. Será mala suerte con las películas suyas que he visto, que quizá no sean de las mejores (las últimas que recuerdo son "Marie Galante", "El cisne negro", "Las nieves del Kilimanjaro" y "El viejo y el mar", creo), o será que no he sabido captar su cine...
Una de esas cuatro, "Marie Galante", no me parece gran cosa y otra ni siquiera es suya (o es sobre todo de Sturges y ciertamente mediocre), pero "The Black Swan" es buena y "The snows..." sí que creo es de las muy buenas.
Hay mucho donde elegir y muchas obras maestras: "Beloved infidel", "I'd climb the highest mountain", "The song of Bernadette", "Wilson", "State fair", "Love is a many-splendored thing", "The woman disputed", "Stanley and Livingstone", "The bravados", "Twelve o'clock high", "The winning of Barbara Worth", "Wait 'till the sun shines, Nellie", "Alexander's Ragtime Band", "David and Bahtsheba", "Remember the day", "The gunfighter", "Over the hill", "King of the Khyber rifles", "Ramona"...
Jesús recomiéndame las 5 mejores películas de Pier Angeli y las 5 mejores de Hedy Lamarr que son dos actrices bellísimas y de las cuales no he visto casi nada. Gracias.
Con Pier Angeli, que a mí nunca me ha gustado demasiado, la mejor que conozco es "Somebody up there likes me" de Wise. También sale en "The story of three loves", pero no para mi gusto en el mejor episodio, que es el muy Powell-Pressburger de James Mason y Moira Shearer dirigido por Reinhardt. Por otra parte está en varios Richard Brooks, no de los mejores. Creo que se decantó demasiado pronto por producciones comodonas.
Hedy Lamarr me gusta más y además tiene una buena carrera. De algunas de sus mejores películas he escrito por aquí, como "Ekstase" de Macahtý o "Samson and Delilah" de DeMille y evidentemente hay más. Por decir otras cinco: "Experiment perilous" de Tourneur, "Copper Canyon" de Farrow, "The strange woman" de Ulmer, "HM Pulham Sq" de Vidor y "Mein braucht kein geld" de Boese.
Gracias Jesús por las recomendaciones tomaré buena nota de ellas. De casualidad tienes los subtítulos en español para "Ruthless" de Ulmer, los ando buscando y no los encuentro. Saludos.
http://www.opensubtitles.org/es/subtitles/6226968/ruthless-es
Muy buen comentario y bien por "lanzar" - siquiera minoritariamente - la curiosidad por Kinoshita, que no apreciaba en exceso cuando había visto muy pocas, y que cuantas más veo, más grande me parece, dentro de esa mina al parecer inagotable que es el cine japonés clásico.
Jesús, acabo de ver "Kazabana" (1959) y me ha encantado; el tercio final del film es muy emocionante. ¿La has visto? ¿Cuáles serían tus favoritas de Kinoshita?
Saludos.
"Kazabana" es magnífica, efectivamente. Parece que esta época, por estas dos que decimos o "Eien no hito" puede ser la mejor para Kinoshita, pese a grandes películas anteriores como "Ôsone-ke no ahita" del 46.
A mí, gustándome, no me colmaban las que se lanzaron en DVD hace años tipo "Nijûshi no hitomi" o "Nogiku no gotoki kini nariki" y ahora es cuando estoy empezando a encontrar las que me lo elevan a otro nivel, con alguna muy tardía como "Kono ko wo nokoshite" del 83.
También de Kinugasa Teinosuke, que no apreciaba como merecía, ví hace poco una extraordinaria, "Onna keizu: yushima no shiraume", del 55 y ya pienso que debe haber otras cuantas más.
Como dice Miguel, parece inagotable esta cinematografía; todos parecen mejores cuantas más películas se conocen.
Apuntada la de Kinugasa, que según IMDb realizó la friolera de 115 películas, aunque prácticamente la mitad son silentes y la mayoría se habrán perdido. La verdad que sí parece inagotable el cine clásico japonés, donde además algunos actores que trabajaron con los más grandes también dirigieron películas que no sé si alguna vez llegaremos a ver, como Saburi Shin, Yamamura Sô o Saitô Tatsuo.
Saludos.
Aquí discreparía un poco de Jesús. Para mí las mejores de Kinoshita, aunque hay unas diez más que casi me llegan al mismo nivel, serían, por ahora en el orden que sigue: Nogiku no gotoki kimi nariki(55), Nijushi no hitomi(54), Konyaku Yubiwa(50), Yorokobi mo kanashimi mo ikutoshitsuki(57), Eien no Hito(61), Ōsone-ke no ashita(46), Kazabana(58/9), Kono ko wo Nokoshite(83), Kyō no mata kakute ari nan(59) y Shōnenki(51), como se ve, de los 40, los 50, los 60 y hasta los 80, aunque la etapa final es zona que aún tengo que explorar más a fondo. No suele bastar una visión, a veces la primera impresión es engañosa, y no incluyo dos más, de aspecto magnífico, que aún no logro ver subtituladas. Como más viejo, guardo intenso afecto a las películas que verdaderamente me lo revelaron, tardíamente, como un muy gran cineasta. De Kinugasa. lo visto (mucho menos) me convence menos, la verdad, y encuentro la que Jesús cita una rara excepción, que puede revelarse como no excepcional. Con estos cineastas japoneses de larga carrera y cuantiosa obra hay que tratar de conocerla, pues como las de Wellman, Walsh, Capra, Borzage, Ford, Curtiz o Leisen, o algunos italianos, si tenemos mala suerte, podemos creer que no valen gran cosa (o no tanto como algunos dicen) para luego descubrir que era una apreciación parcial y por ello errónea. Imai Tadashi, Ichikawa Kon o Toyoda Shiro - por citar sólo tres - me parecen hoy casi infinitamente mejores que hace cinco o diez años, y aún pueden elevarse en mi estima. Encuentro que la única fuente fiable es verlas uno mismo, a ser posible más de una vez, sin impaciencia, dejando que se revelen por sí solas, sin prisa por valorarlas ni por colocar a sus autores en niveles más o menos altos en un "podio", que esto no es el mercado bursátil ni las olimpiadas; en todo caso, creo que ese método es mucho mejor que leer a priori sobre ellas(salvo excepciones, muy poco vistas y menos revisadas).
Sí, a mí la lista me saldría un poco al revés que la tuya, no habiendo visto la décima que citas.
Ahora que sale el nombre de Imai... El otro día vi una de sus obras más recordadas (al menos allí), el díptico "Aoi sanmyaku", y me pareció mejor dirigida que escrita, algo extensible a varias de las suyas que conozco. Esta, en concreto, es demasiado larga y discursiva, aunque lo compensa con una bella puesta en escena, una excelente dirección de actores y no poca convicción en el mensaje.
Ángel
Querría agregar otra película de Kinoshita, la 6ª, "Waga koi seshi otome"(The Girl I Loved), de 1946, bastante insólita aunque conectada con otras posteriores (un doble suicidio desde un puente, como en "Kazanbana"), y con elementos, imágenes, planos, sentimientos e ideas inesperados, que me hacen pensar en algunas películas de Luis Buñuel y Emilio Fernández, y un par de Manuel Mur Oti, además de tener algún punto de conexión bien notable con "The River" de Renoir... curiosamente todas son posteriores, y no cabe ni la más remota posibilidad de que hubieran visto este extraño casi-"western" lírico japonés de postguerra ninguno de esos cuatro cineastas.
En cambio, "Onna"(Mujer), 1948, creo que es la menos buena de todas las películas de Kinoshita que conozco. Además de incurrir insistentemente en la disparatada manía (antes de "The Third Man") de filmar inclinando la cámara (para lo que aún espero encontrar un asomo de justificación válida), tiene un desarrollo falto de dinámica, reiterativo y nada convincente; ninguno de los personajes tiene interés.
Tampoco, recién vistas, son de las mejores "Shito no densetsu" del 63 ni "Sekishun-cho" del 59.
Aparte de "Muhômatsu no isshô", ¿hay algo interesante de Inagaki que hayáis visto?
Yo ni esa. Conozco pocas, realmente y quizá me desanimé demasiado pronto, pero en mi recuerdo todo era enfático y tosco.
Jesús que opinas de Mark Romanek y de sus películas "Retratos de una obsesión" (One hour photo) y "Nunca me abandones" (Never Let me go), me parece que deberían darle mayor cabida en la industria porque esas dos que ha hecho son estupendas aunque demasiado tristes y devastadoras ambas, yo que me emociono con el cine de Mizoguchi, Naruse, Borzage, Sirk creí que nunca una película actual me pudiera tocar la fibra sensible al nivel de esos maestros y las de Romanek lo consiguen no al mismo nivel exactamente pero sensaciones muy parecidas experimenté con dichas películas como no las había sentido desde que vi "Two Lovers" de James Gray que también me fascinó y se convirtió en una de mis favoritas. ¿Qué opinas de esas películas de Romanek?
Tampoco yo he visto muchas de Inagaki: ninguna me ha gustado gran cosa, empezando por la más célebre, la primera suya que vi, que encuentro execrable. Alguna no está del todo mal, pero lo visto no me incita a seguir explorando su filmografía, al contrario que Kinoshita.
Siguiendo con revisiones de Kinoshita, encuentro muy buena (aunque con algún efectismo de montaje y de retórica) "Hakai"(1948), y buena, no más, "Yûyake-gumo"(1956). Siempre, por supuesto, según mi opinión (manifiestamente subjetiva y que nadie tiene por qué compartir) tras dos o más visiones con subtítulos.
No conozco esas películas, Jorge, trataré de verlas. Romanek me suena sólo de videoclips para Nine Inch Nails, Fiona Apple, Bowie, R.E.M. y otros.
De su emotividad sólo tengo una pista, el clip de "Hurt" de Johnny Cash (sobre el tema de Reznor), una gran versión de un tema extraordinario.
Pues yo hace poco vi la que cita Jorge, "Retratos de una obsesión" (One hour photo),
y me pareció estupenda, estoy de acuerdo con él. Y eso que yo era reacio a ver a Robin Wiliams..
"One hour photo" acabo de verla y no me ha gustado, lo siento. De Robin Williams aprecio algunas viejas performances grabadas en clubs o en SNL, pero de su trabajo para el cine sólo soporto muy pequeños papeles como el que hace en la estupenda "The face of love" de Arie Posin.
¿Una pregunta para Jesús o Miguel Marías cuáles serían sus 5 comedias favoritas pero comedias sin nada de drama sino exultantes, vitalistas, desenfadadas, anarquistas como "Sopa de Ganso" de McCarey por ejemplo o "La octava mujer de Barba Azul" de Lubistch que te hagan reír de principio a fin?
No sé si cumplo todas las acotaciones que pones, en especial lo de "sin nada de drama", pero diría - y algunas contienen un drama o varios, pero no por ello se dejan vencer, más bien los hacen estallar - "Holiday", "The cameraman", "La poison", "The big mouth" y "Play time".
Gracias Jesús de esas sólo me falta ver la de Guitry que la tengo por ahí. Las otras todas muy buenas me quedaría con Holiday y The Cameraman. Por cierto acabo de ver "The eternal breasts" de Tanaka y no me ha cautivado lo que esperaba en este primer visionado quizá en un segundo lo haga. En cambio "Armiño negro" que también la acabo de ver me parece magistral. Saludos y gracias por las recomendaciones.
Buenas.
¿Alguno de ustedes es usuario de Bangla Torrents?
Cordiales saludos.
Octavio
Yo no. Acabo de ver la página por primera vez.
Ah, pues es porque se requiere invitación y pensé en que alguno de ustedes fuera usuario.
Cordiales saludos.
Octavio
Es la primera vez que escribo, y antes de nada enhorabuena por un blog tan interesante.
Precisamente este "Kyo mo mata kakute ari nan" (Thus Another Day) es una de las que más me gusta de Kinoshita, quizás la que atesore los mejores momentos de su carrera. Seguramente mi favorita junto con "Yuyake-gumo" (Farewell to Dream), que a Marías no le entusiasma, pero que a mí me parece un pequeño film que contiene mucha de la esencia del Kinoshita de esos años a nivel temático, un desarrollo narrativo de lo más ajustado (es un director con ocasional tendencia a apelotonar personajes y situaciones), y un equilibrio visual que a mí me transmiten las maneras de una hermosa película.
Y de las que no se han nombrado, destacaría especialmente "Nihon no higeki" (A Japanese Tragedy), y en menor medida "Shozo" (The Portrait), "Toi kumo" (The Tattered Wings), "Fuefukigawa" (The River Fuefuki), "Onna no sono" (Woman's World) o el tramo final de "Rikugun" (The Army). Bueno, y también su versión de "La balada del Narayama".
También quería destacar por peculiar "Kono ten no niji" (The Eternal Rainbow), que en cierta manera responde muy claramente al cine que estaba haciendo en esos años 50 (a la propia "Kyo mo mata kakute ari nan" sin ir más lejos), pero que viene enmarcada en una especie de publirreportaje de unos altos hornos, y que yo entiendo debe ser una gran ironía, quizás una imposición comercial o puede que ambas cosas al mismo tiempo. No sé si alguien más la ha visto.
Un saludo.
Genjuro
Eso de comedias exultantes pero sin nada de drama es difícil, yo empezaría con "Holiday". Añadiría "Hatari!", "Man's Favorite Sport?" y "Bringing Up Baby" de Hawks, "Rally 'Rpound the Flag, Boys!" y "The Awful Truth" de McCarey, "The Cameraman", "Singin' in the Rain" de Kelly & Donen, "Breakfast at Tiffany's" (aunque tiene drama) y "The Party" de Blake Edwards, "You're Never Too Young" de Norman Taurog & Jerry Lewis... y ya me he pasado en varias.
¿Vuestros géneros favoritos son el melodrama y la comedia? Los míos también.
Jony
Muy buenas comedias todas la nombradas por Marías. Mis comedias favoritas con drama o sin drama son: Trouble with Paradise, Man's favorite sport?, You Can't Take It With You, Midnight, Easy Living, Bluebeard's Eighth Wife, The Palm Beach Story, Design for Living, Heaven Can Wait, Holy Matrimony, Holiday, The Cameraman, The Kid, City Lights, College, Kiss Me Stupid, Unfaithfully Yours, Hail the Conquering Hero, Umarete wa Mita Keredo, Will Success Spoil Rock Hunter?, The Philadelphia Story, The Patsy, The Strawberry Blonde, Four's a Crowd, Ball of Fire, The Honey Pot, Magic Town, Mon Oncle, Playtime, Don't Make Waves, Goodbye Charlie, The Awful Truth, Unfinished Business, Stage Door, Laughter, The Bride Came C.O.D., Nothing Sacred, Life with Father , My Favorite Wife, People Will Talk, Duck Amuck, Red Hot Riding Hood, Dumb-Hounded, Who Killed Who?, Ahí está el detalle, Assassins et voleurs, Boudu sauvé des eaux, El bolero de Raquel. El Señor Fotógrafo, El circo, El bombero atómico, Fast Times at Ridgemont High, Secret Admirer, Some Kind of Wonderful, Midnight Madness, Modern Girls, The wild life, The last american virgin, Better off dead, The night before, The Sure Thing, Weird Science, My Science Project, Private School For Girls, Groundhog Day, Clueless, Electric Dreams, Private Resort, Twins, Making the Grade, Superbad, Adventureland, The Wedding Singer, etc.... y por supuesto no es película pero la serie mexicana "El chavo del ocho" es de lo mejor que se hizo en comedia junto a "El chapulin colorado" me río más con las ocurrencias de Roberto Gomez Bolaños y las ocurrencias de Cantinflas (otro genio del humor) que con las comedias de Woody Allen por ejemplo o las comedias de Bergman.
¿Cuál es mejor "La balada del Narayama" versión Kinoshita o versión Imamura?
Ninguna de las dos me parecen de las mejores que hicieron respectivamente, pero si debo escoger una, la de Kinoshita.
Kinoshita me parece un director excesivamente lacrimógeno. Veo todas las películas suyas que puedo o caen en mis manos, como las de tantos otros, pero no lo pondría nunca entre los mejores autores del cine japonés. Cuestión de gustos, por supuesto.
No veo muy lacrimógeno (más bien diría que NADA) a Kinoshita. De hecho, su problema (bueno, él ya no tiene problemas) para una justa valoración consiste en que, para ser (y creo que lo es) uno de los grandes, es muy irregular, y no en sus comienzos o finales, por novato o por pérdida de facultades, sino quizá por trabajar - como muchos americanos - sin parar, y con el agravante de usar casi siempre al mismo equipo técnico y de ser guionista (y a menudo argumentista) de casi todas sus películas. A veces, por eso, resulta frío o rutinario, pone el "piloto automático" del oficio y se desentiende. Encuentro flojísima, en 1957, y a pesar de contar con la gran Takamine Hideko, "Fuzen no Tomoshibi", que acaba por no interesarme nada, y su última obra, "Chichi", de 1988, es más bien penosa, sin gracia y previsible desde muy pronto, es decir, aburrida. Y una segunda visión no las mejora. Pero como lo que cuenta para mí más no es ni la media ni la totalidad - hasta los mejores muy activos tienen fallos, tropiezos, conflictos, caprichos incomprensibles, depresiones -, sino las cimas...
@Miguel Marías, es una cuestión muy subjetiva. Ni mucho menos es por los temas, es por cómo carga las tintas en algunos momentos. Tengo esta impresión desde que vi Veinticuatro ojos cuando se editó en DVD. En su cine hay muchos lloros y lamentos (literales, vemos a los personajes sollozar muchas veces), es todo muy melodramático. Lo es incluso cuando las situaciones requieren de una mayor dureza (http://www.filmaffinity.com/es/film602471.html). Como decía, es cuestión de gustos (para mí los grandes directores japoneses no son los melodramáticos, sino los "trágicos", el que dirigió la película en la que me hice famoso entre ellos).
Yo la verdad creo que el cine japonés en general y Kinoshita en particular, no es nada "melodramático" entendido tal término como exceso. Si hay un cine contenido y sobrio es el japonés, mucho más uniformemente y en mayor grado que todos los demás asiáticos.
Es cierto que se trata de una cuestión subjetiva y lo que a alguno conmueve a otro le pasa desapercibido por ejemplo, pero el hecho de que haya (incluso muchos) personajes afectados por el drama que se plantea en un film (y yéndonos a la comedia, tal circunstancia quizá se entienda de forma más natural: quienes no participan de la alegría o el frenesí reinante parecen "fuera" del film) no tiene por qué corresponderse, salvo que el director insista y manipule tales emociones, con una voluntad de contagiar al espectador, que debiera siempre poder permanecer donde mejor se encuentre y poder "entrar" cuando quiera en la película.
Es verdad que el cine japonés no es demasiado "melodramático" y sí muy contenido (Naruse, por ejemplo, maestro del melodrama, no era nada exagerado). Sin embargo, Kinoshita sí me lo ha parecido en las películas suyas que he visto (apenas siete u ocho, cierto, y entre las que no se encuentra todavía la que da piel al artículo). De todos modos tampoco es el único. Otro que me viene a la cabeza es Yoshida (no sé qué os parecerá). Todo esto lo digo desde la pasión que me inspira el cine japonés, Kinoshita incluido. No es por ser criticón ni mucho menos.
A mí me gustan mucho varios Yoshida, al que encuentro, salvo por "Akitsu onsen" y alguna otra - que están entre mis favoritas -, en general más cerebral y pendiente de "corrientes" que Kinoshita. Otra cosa es que alguna de esas olas o modas fuesen bastante poco adecuadas para las maneras interpretativas, los escenarios, la historia reciente, etc. japonesas.
[He escrito este comentario sin ver el Blog desde anoche. Constato que las últimas entradas tocan en buena parte lo que digo]
No he tenido mucha suerte con Kinoshita. Las películas suyas que he visto (que son las editadas en España: “El adiós de un hijo”, “El retrato de Midori”, “Carmen vuelve a casa”, “La balada de Narayama”, “Veinticuatro ojos” y “Tiempos de alegría y dolor”) me han parecido medianas, discretas, solamente buenas las dos últimas. Cada vez que me he decidido ver una ha sido haciendo un esfuerzo. Así, lo tenía dejado de lado hasta que Jesús con su artículo me ha hecho que lo reconsidere (y que encargue “Un amor inmortal”, que celebra entre lo mejor suyo).
La recomendación de Miguel de acercarse a Kinoshita sin establecer comparaciones con otros japoneses (es decir, con los grandes japoneses, tan numerosos) me ha movido a retomar “Veinticuatro ojos”, película que cuando vi por primera vez la estuve injustamente cotejando con la obra de Naruse en general y con “Madre” en particular.
Fijándome sólo en sus valores, me ha gustado ahora bastante más. Aunque le cuesta arrancar y centrarse en los personajes y perfilarlos (fuera de la maestra), cuando lo hace (tras la primera gran elipsis), Kinoshita va alcanzando momentos y escenas de gran emotividad, consiguiendo por acumulación (lograda con sabiduría y nobleza) que, al menos yo, sienta una emoción intensa que sólo los clásicos transmiten. Por lo demás, “Veinticuatro ojos” debe ser el drama o, mejor, el melodrama (con “El chico” y “Madre”, es de los raros melodramas sin conflicto amoroso) con mayor número de planos generales, escenas diurnas y luminosas y exteriores (¡con qué gusto encuadra Kinoshita los paisajes!).
Lacrimógeno.
Supongo que puede darse ese epíteto a un melodrama no demasiado conseguido. Sin embargo, me da la impresión de que se usa sólo con sentido peyorativo: provocar lágrimas es algo indigno y risible. Es preferible el sarcasmo, el mirar por encima, la indiferencia. Yo en cambio lo veo como un buen modo de compartir y comprender las penas, las vivencias, las aspiraciones de otros, nuestros semejantes.
Yo calificaría de lacrimógeno únicamente "Veinticuatro ojos". De hecho fue la primera película que vi de Kinoshita y me puso muy en guardia al respecto, pero no he visto ninguna otra que se le acerque ni remotamente en ese sentido de buscar las lágrimas con tanta insistencia y descaro (y que para mí, desgraciadamente, malogra otros valores muy notables de la película).
Es decir, no considero "Veinticuatro ojos" como una película demasiado representativa de su cine.
Genjuro
Y lo de Yoshida ya se me escapa. El corazón de su obra son la serie de películas que realizó con Mariko Okada muy influenciadas por la modernidad europea, por Antonioni especialmente. Calificarlo de melodramático me parece fuera de lugar (no digamos ya lacrimógeno, que era el adjetivo del que veníamos). ¿Quizás en "Akitsu Onsen" o en "Ningen no yakusoku"? No sé si podría aplicarse el calificativo, y en todo caso es una porción muy escasa de su filmografía.
Cuestión personal, insisto. A ti no te parece lacrimógeno lo que a mí sí. Tampoco sé qué tiene eso que ver con ser sarcástico, referido el término, ese sí, con afán peyorativo (como sinónimo de "insensible", como si el sarcasmo no pudiera ser la máxima expresión de una sensibilidad extrema). Los calificativos no describen verdades absolutas, dependen del juicio subjetivo del que los usa.
La verdad, me deja un tanto desconcertado este debate sobre el melodrama, lo melodramático y lo lacrimógeno. Esto último significa inequívocamente "provocador de lágrimas" y presupone en el autor la intención de generarlas. Lo que, por lo visto, se entiende como un defecto, una exageración, una trampa o una argucia poco honrada. Puede darse en algunos casos una intención comercial o rastrera, pero no necesariamente. La intención de hacer llorar me parece tan respetable (y diría que hoy por lo menos más difícil) que la de hacer reír, la de entretener, la de enseñar o la de hacer pensar (que no son incompatibles entre sí). De todas las películas que llevo vistas y revisadas de Kinoshita la única que me parece (y no injustificada ni gratuitamente) "lacrimógena" es la casi excelente "Shodo satsujin:Musuko yo", de 1979. Naturalmente, esta es una percepción - como todas las percepciones de todos - completamente subjetiva, además de difícil cuantificación, pero sostenible "objetivamente" por el empleo o abuso de insertos, zooms, primeros planos, subrayados musicales extradiegéticos(perdón por el palabro, pero es el más preciso). No, en cambio, que los personajes lloren: está en su derecho, los hay más o menos llorones y hasta los más sobrios a veces no pueden contener las lágrimas ni evitar que se les haga un (invisible) nudo en la garganta, lo mismo que es difícil contener una cascada de carcajadas cuando algo nos produce un ataque de hilaridad.
Muchas de las historias que cuentan los cines japonés, chino, filipino, indio, etc., nos pueden resultar "melodramáticas" en el sentido de valorarse como "propias" de ese género, cuando pueden ser perfectamente reales y cotidianas, estadísticamente frecuentes y hasta allí parecer "normales" o por lo menos "habituales", y ser, en sí y para nosotros, dramáticas o hasta trágicas. Que una película cuente una historia "melodramática" no la convierte en "melodrama" (ejemplos: casi todas las de Bresson), y que sean melodramática por su tratamiento (Sirk, McCarey, Borzage, Minnelli, Stahl, Griffith, Sternberg, Bai Chen, Xie Jin, Ghatak, etc., los ejemplos son millares, y muchos en el cine japonés) no las hace menores ni menos dignas que otras más frías o contenidas (que habría que no confundir con las meramente indiferentes, frígidas, insolidarias, incapaces de tener sentimientos o con regodeo por las desdichas ajenas, que encuentro casi siempre despreciables y mucho más manipuladoras).
Bueno, tampoco debe de ser muy habitual que en las grandes comedias los personajes se pongan insistentemente a reir a mandíbula batiente celebrando los chistes y las situaciones graciosas que se van dando. O al menos yo no recuerdo casos así.
Reconozco que tengo un umbral de tolerancia con las lágrimas que veo en pantalla, que "Veinticuatro ojos" supera holgadamente. Me queda esa sensación de que el director me quiere emocionar por imitación, y no puedo con ello. Desde luego esa película, para mí, no lo necesitaba.
Genjuro
Quizá el problema de Genjuro es que tiene un nivel de tolerancia no bajo, sino nulo (y la expresión "tolerancia cero" se me antoja pura intolerancia), y tal vez su rechazo estribe en que los ojos sean 24. Un Haneke, un Dumont o un Von Trier hubieran dejado a alguno tuerto y a otro ciego, como de hecho sucede al final, y ya serían menos ojos... aunque no me parece claro que un ciego no pueda llorar y un tuerto, aunque sea sólo con un ojo, no pueda derramar lágrimas. Por otro lado, y por si lo recordaba mal, acabo de volver a ver ese preciso (y precioso) film de Kinoshita, y pese a que trata de niños, que lloran (al menos en teoría, no sienten pudor) más que los adultos, y entre los que más fácilmente se produce el "contagio" (lo mismo que pasa con la hilaridad), nada de eso ocurre en la película (en gran parte de su largo metraje - unas 2h y media - es más bien comedia), y menos aún con frecuencia o asiduidad, ni insistente o abusivamente, ni con el mero fin (que tampoco me parecería deshonroso ni rechazable) de hacer llorar a los espectadores (y advierto que yo, que soy más sensible al melodrama, no siento la menor incitación) que implica el adjetivo peyorativo "lacrimógeno", que en todo caso, descriptivamente, sería un falseamiento del carácter y el tono de la película, pese a que cubre un largo periodo de la historia del Japón en el que se produjeron muchas desgracias colectivas e individuales, nada exageradas en esta película luminosa y nada enfática ni pesimista, de la cual lo más melodramático es el empleo de la música. ¿Vemos cada cual películas diferentes?
Más que películas diferentes, apostaría a que somos personas diferentes viendo la misma película.
Genjuro
Acabo de ver la extraordinaria “Konyaku yubiwa”. Si me quedaba alguna duda, ahora sé que es imprescindible conocer a Kinoshita.
Es un prodigioso melodrama con una descripción de caracteres, sentimientos y situaciones asombrosa. Si Tanaka (como siempre) está sublime, me sorprende encontrar a Mifune (pues apenas le he visto fuera de las películas de Kurosawa) interpretando (y tan bien) a un galán.
La película acaba con dos insertos precisos e intensos, y a pesar de su lógica brevedad, muy ricos (y que no detallaré para no destriparla a quien no la conozca). Tampoco diré qué le pide él (¡Mifune!) a ella en su última cita, cuando están a solas. Y ella se niega.
Sí, Rodrigo, "Konyaku Subiwa" es muy grande. Tal vez sea mi favorita de Kinoshita, o de lo que he visto de él. Extraordinariamente modulada y precisa, con los sentimientos a flor de piel. Y en esta película hay mucha piel. Todos están estupendos, pero Tanaka, una vez más, se sale. Buen verano.
También yo me parece que me quedo con "Konyaku yubiwa" entre los Kinoshita después de esta buena remesa reciente. Debería encantar a todos los sirkianos.
Buen verano, Mario. Me alegro de contactar de nuevo contigo.
Tras ver la película he pensado que debe ser provechoso investigar en la copiosa filmografía de Mifune, sobre todo al comienzo, donde seguro que haría más de un melodrama romántico como éste.
Y, por supuesto, investigar en la carrera de Tanaka y más aún en todo cuanto hizo tras su viaje a Estados Unidos (precisamente ésta debe ser su primer trabajo –si no lo es la también extraordinaria “Munekata kyoda” de Ozu- tras ese viaje que debía prepararla para afrontar la dirección; en cualquier caso, como señalan los créditos, es una obra producida e ideada por ella). Con su inteligencia y gusto, y su poder de decisión, apuesto a que, entre las películas hechas con directores que desconozco, nos hemos de encontrar con obras maestras como ésta.
Jesus podrias ,si no es mucha molestia, decirme cuales son tus 10 japoneses favoritos, llevo un tiempo profundizando en el cine japonés y me encuentro con muchas cosas raras es decir autores que encuentro sobrevaloradisimos en ciertos sitios como Kobayashi o Oshima y otros mas desconocidos que me parecen mejores como este Kinoshita o Shimizu
asi que pregunto al experto y acabo antes jeje.
Mis favoritos son estos, por orden, más o menos estable:
Mizoguchi Kenji
Naruse Mikio
Shimizu Hiroshi
Ozu Yasujirô
Tanaka Kinuyô
Gosho Heinosuke
Shimazu Yasujirô
Kurosawa Akira
Kinoshita Keisuke
Yamanaka Sadao
¿Y cuáles son tus películas japonesas favoritas?
Pues eligiendo una por cabeza, "Shin heike monogatari", "Midaregumo", "Hachi no su no konodotachi", "Kohayagawa-ke no aki", "Chibusa yo eien nare", "Shindo zempen: Akemi no maki" & "Shindo zempen: Ryota no maki", "Shuto midori: zempen & kohen", "Dersu Uzala", "Konyaku yubiwa", "Ninjo kami fusen".
Tienes preferidas dentro de la animación japonesa?
Conozco poco para hacer rankings. He visto lo que me ha atraído y no es lo que más me fascina, sinceramente.
Hola, están muy interesantes los comentarios y los directores y películas que nombran, noté que al parecer se omitió a Kobayashi Masaki, es un increíble director, por ahora sólo he visto Harakiri, Rebelión Samurai y la trilogía de La condición humana.
Estoy en busca de la filmografía de Kinuyo Tanaka (sólo tengo Pechos eternos) y Kazabana, de Kinoshita. ¿será que me podrían orientar por dónde encontrarlas, o facilitar un link? desde ya muchas gracias!
En emule sin ir más lejos se pueden encontrar los demás Tanaka y ese Kinoshita, incluso los subtítulos. También en diversas páginas de desscarga o torrents, no todos privados.
Kobayashi me gusta a veces mucho y otras bastante menos. La trilogía - la parte central en concreto, en mi recuerdo - creo que es la que prefiero junto a esa "Jôi-uchi:..." que citas.
Publicar un comentario