viernes, 22 de octubre de 2021

ABSOLUTAMENTE NADA

En algún lugar entre los cines de Jean-Luc Godard y de la pareja formada por Danièle Huillet y Jean-Marie Straub, fluye - estuve tentado de escribir nació, pero lo cierto es que amalgama pasadas pero también futuras películas - "Zwischen zwei kriegen", del alemán Harun Farocki, maestro de la construcción de "imágenes que piensan" antes que compositor o teórico. Arrastra fama de cineasta frío y difícil Farocki, de ser tan combativo que deviene rijoso, cuando en realidad se trata de un didáctico. Al menos reconforta saber cuánto pudo ayudar al futuro director Christian Petzold, porque resulta terrible pensar en el aparentemente solitario y único posible destino de todos los precitados y cuantos precursores eligieron. En los Petzold, muchas de sus ideas, devinieron elementos de thriller y fantasía, que es buen terreno para crecer.

"Zwischen zwei kriegen" de 1978, una de las más perfectas de cuantas conozco suyas, sería sin embargo complicado elegirla como la mejor de sus obras, que tienden a cobrar sentido al complementarse unas a las otras, a veces estrictamente. "Zwischen zwei kriegen" viaja acompañada de "Erzählen", tres años anterior - pero que vio la luz en el proceso de creación de "Zwischen..." -, dirigida a medias con la cineasta finlandesa Ingemo Engström, en color y quizá también una tardía réplica de las películas más dialécticas del Grupo Dziga Vertov.
Se trata, en todo caso, de su film económico.
Literalidad doble, porque pese a poder ser considerado, así lo señala su título, como una reflexión bélica, a cuanto ocurre entre dos guerras, en concreto durante la República de Weimar (1917-1933), se trata de buscar a las deidades pecuniarias que suelen provocar, dilatar y dilucidar cualquier conflicto: el dinero, las materias primas, la posición estratégica de un territorio. Y económico - qué curiosa acepción de la ciencia ejecutora por excelencia - porque esta película se filmó sin apenas medios, ningún apoyo institucional, durante un largo periodo de tiempo y de espaldas al factor comercial del cine.

Muy al comienzo, avisando a navegantes, hay ya un "peligroso" pensamiento, demoledor si lo expresa un alemán, aunque sea uno medio indio como Farocki, por boca de uno de sus personajes. A un lado quedan la bala disparada y que abate un enemigo y la bala disparada sin causar víctimas pero que mantiene activa la maquinaria industrial que se enriquece fabricándolas. Al otro, los jinetes del apocalipsis del poder: la inacción, la negación, la deserción.
En el hipócrita escenario de la gloria, barro y sangre, dar voz o escucharle los pensamientos a quienes empuñan las armas es demasiado duro para cualquiera... que no justifique el fin. Aquí mueren todos los parlamentos antibelicistas, los torpes y los sensibles, los explícitos y los que fueron tomados como bromas negras. 
Extraña sensación la de sentir tan lejos el documental como la ficción. 
Y extraña anticipación a la fiebre futura de mirar cualquier aspecto de la realidad con esa lente de la economía siempre presta a explicar por qué ha ocurrido cualquier circunstancia. La visión excesivamente reducionista del film - deja de lado la historia, que a veces es producto del azar, del coraje para cambiar las tornas - es por desgracia premonitoria.
La vieja - entonces no tanto - idea de Godard sobre el cine y cuan cerca estaba de ser una industria manufacturera y lejos de poder convertirse en un instrumento que pudiese servir a la clase obrera, la toma Farocki para, directamente, medirla.
Filmar es reflejar las vicisitudes de la filmación, cómo costó impresionar cada metro de película, si fue provechoso o terminó en un callejón sin salida lo que se propuso cada plano.
Y como los números no cuadran, como el bienestar proclamado era verdad para unos pocos y una gran mentira para la mayoría, la película no puede de ninguna manera consistir ni concluir en un vano recuento.
No es casualidad por tanto que para finalizar, evoque al más impresionante plano de una película de 1932, "Kuhle wampe, oder: wem gehört die welt?" de Slatan Dudow (y Bertold Brecht), una de las más vivas muestras del muy poco halagüeño panorama que había quedado hacia el final de esta era y que fue el perfecto escenario para el advenimiento del Tercer Reich.
Allí, en el suelo, borrada por la lluvia, estuvo la silueta de alguien que no fue obligado a morir por la prosperidad.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Jesús sabes si Miguel Marías estará en el nuevo programa de Garci en 13tv?

Jesús Cortés dijo...

Pues no lo sé, pero imagino que insistirán.

Anónimo dijo...

Estaría genial que te ficharan a ti también.
Un saludo

Fernando

Jesús Cortés dijo...

Eso es mucho más improbable. Mi experiencia televisiva se reduce a filmar conciertos de Gluecifer y L7 para cadenas alemanas y belgas. Bueno, también algo con Rob Zombie, pero en realidad no era él sino un amasijo de opiáceos con quien hablé, así que no debe contar mucho en el cv.

Anónimo dijo...

Bueno, y delante de una cámara recuerdo también tu comentario a 'Zangiku monogatari', de principios de año.

Ahí habrá más conocimiento que el que puedan aportar algunos tertulianos en muchas intervenciones.

De todos modos ya será casi como una reunión de café, al modo de los Cowboys de medianoche este que organizan cada viernes, porque Garci -con todo el aprecio que le tengo- está ya para pocas aventuras.

Rafael Belchí

Anónimo dijo...

Da igual, con tu incomparable sapiencia seguro que nos iluminas a todos, Jesús.
Un saludo

Fernandel

Jesús Cortés dijo...

Garci creo que solo invita a amigos y conocidos y yo no estoy ahí me temo.
Es cierto Rafael, olvidaba lo de Mizoguchi. Tambíen hay por ahí grabaciones mías hablando de Siodmak ("Phantom lady") y Chaplin ("A Countess form Hong Kong").

Anónimo dijo...

Por no decir que el programa va a ser poco interesante en cuanto a contenido, si sorpresas o cosas estrafalarias (se anuncian como primera hornada 'Casablanca' 'The Wizard of Oz' o 'The African Queen').

Además, el formato seguramente será disparatado, igual que las películas que suelen prodigar de buena mañana o tarde (muchos Dwans o Fregoneses que ya nos gustaría que diesen y en condiciones).

Aunque tampoco andan muy finos en la pública: hace poco pesqué 'High Noon' con la imagen cortada por arriba y por abajo. Terrible.

Anónimo dijo...

Y es 13tv, que cualquiera sabe qué directrices, normas, cotos y vallas pone a presentador y contertulios.

Anónimo dijo...

Jesús tú qué opinas de las ultrafamosas "Gone With the Wind" y "The Wizard of Oz"?

Jesús Cortés dijo...

Las tengo más bien lejanas, sobre todo la segunda, que me horrorizaba (de miedo) de niño y no mejoró mucho mi opinión al crecer.
Solo puedo comprender el culto superviviente en torno a "The Wizard of Oz" si considero el factor nostálgico, porque ni con la mejor voluntad kitsch o el prisma más extremo posible (el de la cineasta china Wang Ping, por ejemplo), le podría encontrar virtud alguna.
Tampoco parece del interesante Victor Fleming - que tiene películas muy buenas en los 30 y seguro que entre las mudas ilocalizables alguna también vale mucho la pena - "Gone with the wind", que supongo que debería acreditarse a Selznick directamente. Siempre me pareció que tenía grandes bellezas entre baldías escenas de demostración de superpoderes del estudio. Como culimnación de una idea empresarial, es un hito, como película pues debe haber cerca de 50 que me parezcan mejores en 1939.
Fueron tan costosas que se reestrenaron varias veces tras la guerra y eso ha contribuido a renovar su fama, pero me sorprende que aún hoy día sean elegidas como favoritas, la verdad.

Anónimo dijo...

Hola, Jesús

¿Qué te parece el cine de Bruno Dumont?





Jesús Cortés dijo...

El horror