La opera prima del guionista Alfredo Giannetti, "Giorno per giorno, disperatamente" de 1961, no parece contarse entre las más recordadas obras "realistas" de la cinematografía más pródiga en ejemplos de ese sub - quizá supra - género que tantas películas impuras reúne de entre grandes melodramas, dramas, comedias tristes y sainetes durante un cuarto de siglo largo prodigioso.
Poco se conoce de su autor como tal, pero cualquiera que frecuente el cine italiano de los 50 y 60 debe haber reparado en lo buenos que eran sus guiones para, sobre todo, Pietro Germi, con lo que esta película de verdad tremenda y acongojante no puede ser inesperada ni es el único paso al frente de un cineasta esos años, decidido a mirar a su manera a sus enloquecedores compatriotas cuando el cine fue más popular que nunca.
Imagino que la variante transitada por "Giorno..." es la menos rentable para explotación posible. Un film tan sobrio, duro, desapegado de la milagrosa fortuna y el requiebro complaciente, aún más estoico y difícil de ver con esperanza que "Anima nera" de Roberto Rossellini o, yéndonos a otras latitudes, "The miracle worker" de Arthur Penn, "Onna bakari no yuro" de Tanaka Kinuyo o "El mundo sigue" de Fernando Fernán Gómez - por citar contemporáneos de altura y hechuras similares - traspasa esa imaginaria frontera "comercial" hacia la que se suelen inclinar todos los supuestos retratos veraces de buena prensa.
Poco puede hacer la madre de este enfermo Dario, ni su desnortado hermano ni su padre, menos aún los que lo internan cuando tiene sus crisis y nada nosotros si adivinamos algún rasgo familiar o conocido, ni un asidero, un descanso o un respiro, porque la distancia que separa a la película de las verdades varias por las que ronda, es escasa y dolorosa. De esa distancia, a veces pulcra y estilizada, a veces engolada, depende el éxito y la admiración de tantas películas que debieran irle a la zaga; desgraciadamente, ganan los que no se ahorran mentiras ni discursos y si así se forjan los hitos de su camino, "Giorno per giorno, disperatamente" no lo es de ninguna manera y viceversa.
Cerca está Giannetti de conseguir, además, las mejores interpretaciones de la carrera de todos los actores y actrices del reparto, que no son unos amateurs pero lo parecen, mérito que no creo posible sin que haya operado un contagio o entusiasmo por conseguir alejar la "amenaza" teatral que se cernía sobre la palabra escrita utilizando varias soluciones en apariencia primarias pero sumamente inteligentes.
Cerca está Giannetti de conseguir, además, las mejores interpretaciones de la carrera de todos los actores y actrices del reparto, que no son unos amateurs pero lo parecen, mérito que no creo posible sin que haya operado un contagio o entusiasmo por conseguir alejar la "amenaza" teatral que se cernía sobre la palabra escrita utilizando varias soluciones en apariencia primarias pero sumamente inteligentes.
Me refiero sobre todo a dos: las de montaje que cortan y dejan pasar solo los gestos necesarios, que no tienen por qué guardar una factura uniforme para establecer los límites de una mirada (este es, simplificando mucho, el menos bressoniano film imaginable, el que no parece tener ningún mérito que no deba atribuirse a un intérprete) y las subordinadas que van apareciendo por encima de ellas, las rítmicas, que captan la cotidiana normalidad, tan cerca o tan lejos como sea posible, en varios tonos, en paralelo si es preciso. Las unas brillan en todo lo concerniente a los episodios violentos o aniñados del malhadado Dario y las otras en escenas como las dos impresionantes encadenadas donde surgen posibilidades abortadas de pasión respectivamente a su padre y su hermano, tan intensas como inútil sería cualquier intento de restituir la experiencia de contemplarlas.
Viéndolas en continuidad uno se pregunta de nuevo o empieza a echar de menos que el cine fuese siempre así de penetrante y sencillo.
Lejos por todo ello de deprimir al espectador con una pila de súplicas para hacerlo conmoverse invocando su fortaleza, Giannetti solo muestra, pero sutilmente da todo el protagonismo a los contados momentos en que surge un destello, de amor, de generosidad o de armonía, asumiendo que serán tan fugaces como los malos y que todo lo demás, la mayor parte que no interesa contar pero que debe quedar traslúcido al fondo, es repetición, tiempo que corre sin miramientos ni respuestas. Tratando de comprender, Giannetti no solo toma afecto a sus criaturas, también las retrata en toda su vileza - los enfermeros, el jefe de Gabriele -, pero, he ahí un pequeño secreto, utilizando el mismo procedimiento: dejándolos expresarse, no tomando por ellos la palabra ni poniendo los acentos.
Tan modesta premisa viene a ser la decisión más difícil, pues confía todo a saber captar los matices sin subrayarlos.
Las recompensas de un film como este no están por todo ello ni en el regusto final - amargo, lógico, abrupto -, la trasparencia alcanzada o lo clínicamente bien expuesto que pueda estar el mal de Dario, objetivos apriorísticos y superficiales, para los que no hace falta el cine y basta un reportaje bien documentado.
Habría que medir "Giorno per giorno, disperatamente" por cómo de cerca se quedó Giannetti de captar la confusión y bisoñez sentimental de su hermano, por cómo consiguió retratar a un padre que hizo lo que pensó era mejor y cómo persevera hasta, literalmente, el último plano a sabiendas de que se ha equivocado - me parece digna de "Make way for tomorrow" la escena del crédito con su antiguo socio -, por cómo registró la enredadera vecinal y laboral que condiciona todo o por cómo aprovechó los objetos (un cuchillo, un teléfono, una caja de recortes escolares, unos soldaditos) para componer escenas sordas, elípticas, llenas de tensión, como solo vi en las películas de Nils Malmros.
Viéndolas en continuidad uno se pregunta de nuevo o empieza a echar de menos que el cine fuese siempre así de penetrante y sencillo.
Lejos por todo ello de deprimir al espectador con una pila de súplicas para hacerlo conmoverse invocando su fortaleza, Giannetti solo muestra, pero sutilmente da todo el protagonismo a los contados momentos en que surge un destello, de amor, de generosidad o de armonía, asumiendo que serán tan fugaces como los malos y que todo lo demás, la mayor parte que no interesa contar pero que debe quedar traslúcido al fondo, es repetición, tiempo que corre sin miramientos ni respuestas. Tratando de comprender, Giannetti no solo toma afecto a sus criaturas, también las retrata en toda su vileza - los enfermeros, el jefe de Gabriele -, pero, he ahí un pequeño secreto, utilizando el mismo procedimiento: dejándolos expresarse, no tomando por ellos la palabra ni poniendo los acentos.
Tan modesta premisa viene a ser la decisión más difícil, pues confía todo a saber captar los matices sin subrayarlos.
Las recompensas de un film como este no están por todo ello ni en el regusto final - amargo, lógico, abrupto -, la trasparencia alcanzada o lo clínicamente bien expuesto que pueda estar el mal de Dario, objetivos apriorísticos y superficiales, para los que no hace falta el cine y basta un reportaje bien documentado.
Habría que medir "Giorno per giorno, disperatamente" por cómo de cerca se quedó Giannetti de captar la confusión y bisoñez sentimental de su hermano, por cómo consiguió retratar a un padre que hizo lo que pensó era mejor y cómo persevera hasta, literalmente, el último plano a sabiendas de que se ha equivocado - me parece digna de "Make way for tomorrow" la escena del crédito con su antiguo socio -, por cómo registró la enredadera vecinal y laboral que condiciona todo o por cómo aprovechó los objetos (un cuchillo, un teléfono, una caja de recortes escolares, unos soldaditos) para componer escenas sordas, elípticas, llenas de tensión, como solo vi en las películas de Nils Malmros.
52 comentarios:
Es una verdadera pena que esta película, extraordinaria y terrible, sea tan poco conocida.
Yo la había visto hace muchos años, cuando mi fijación por el cine italiano rayaba en lo enfermizo. Entonces me pareció muy seca y dura, pero me aplastó.
Ahora sin embargo volví sobre ella y me conmovió tanto como las más grandes de ese país. Qué extraña alegría viniendo de un film que no ha perdido ni un ápice de dramatismo ni de tristeza, pero realmente hay planos, como el del padre y el hijo cuando se marcha, con el travelling, la conversación presidida por el recuerdo, el dinero que le pone en el bolsillo... que no tengo ninguna duda de que podrían estar en "Tōkyō boshoku", "Mahanagar" y maravillas de ese calibre.
Un listado de las que serian a día de hoy para ti las mas grandes del cine italiano?
DX
Es dolorosa. Y horrible, pues no hay malos, ni culpables, ni salida.
Pobres seres. Equivocados, avergonzados, dignos de respeto. No se merecen esa suerte.
Tras el estreno, Giannetti estuvo cinco años sin volver a dirigir un largo, deduzco que el fracaso debió de ser rotundo. Jesús ¿conoces más obras suyas?
Mis favoritas las habré mencionado a menudo: "Amore mio", "Roma, ore 11", "Una donna libera", "Era notte a Roma", "La prima notte di quiete", "Fuga in Francia", "In nome del popolo italiano", "Bubù", ""Lúomo di paglia", "Due soldi di speranza", "Cantando dietro i paraventi", "Identificazione di una donna", "L'orribile segreto del Dr. Hichcock",, "Il grido della terra", "Risate di gioia"...
Si y no Rodrigo. Algo más conozco, pero como no lo recuerdo bien y ahora me fío menos de mi memoria viendo esta, prefiero no decir nada.
Hola, ¿podrías publicar aquí un enlace Wetransfer de la peli?
Laura
Este vale hasta el 23/3:
https://wetransfer.com/downloads/a39901e3515febcb67535e6e4e6527b020190316090526/393a12
Excelente y apabullante película. Con sendas catarsis al comienzo y al final que obliga al espectador a integrar el trasfondo insoportable de una situación concreta con la más absoluta cotidianeidad. La verdad es que a los 15 minutos uno está ya con el pulso acelerado y ya no lo suelta... Y en una película que refleja como pocas el desesperado desconsuelo humano y la necesidad vital de afecto es un festín de miradas, especialmente femeninas (con la excepción de la insondable y tierna mirada del padre a su hijo Dario mientras éste ahonda en su insondable herida escolar); un arte perdido, el de la mirada, en la sociedad actual, pues se las llevan todas los teléfonos móviles. Y, además, viene a engrosar la excelente cantera del cine italiano sobre cine de hermanos.
Creo que es magistral. Mi único pero es la visita de Gabriele al manicomio (una visita que sabemos no es la primera), cuya aplastante e inapelable realidad hace sorda cualquier música que la enfatice.
Rustichelli tendía a sobre-musicalizar, sí.
Esta vez en su haber hay que decir que le salió una partitura y en particular una melodía central a lo Rachmaninov muy notable.
Enhorabuena por el afinado texto, que sigue perfectamente el paso de una película difícil de comentar, muy atenta a los pequeños gestos y detalles y nada a la retórica explicativa. De este modo, todo parece estar sucediendo de verdad, incluso en los momentos más crispados.
Es extraordinaria, sí, la escena de la despedida de padre e hijo.
Comparto la idea sobre el exceso de música, pero la utilización del "adagio de Albinoni" aporta una connotación interesante, un eco de armonio e iglesia que nos sitúa en la mente de la madre, obsesivamente necesitada de un milagro.
¿Qué opinión tenéis del gran Paul Naschy?
No sé cuántos años hace que no veo un film donde saliese y siempre solía hacerlo por verlo a él, lo cual responde en parte a la pregunta, supongo.
Sí, pelis cutres pero con cierto encanto y un gran mérito en el uso de medios. Por eso lo de "gran". Sus pelis, claro, no llegan a ese nivel ni de lejos. Excepto tal vez una.
Hombre, tanto como encanto...
Ojalá alguno de los que dirigieron o la abrumadora mayoría al menos, hubiesen tenido algo del talento, la imaginación y las pocas ambiciones filosóficas del recientemente fallecido Larry Cohen, al que no cabe sino echar de menos ahora que el terror y el psicologismo policiaco es un lodazal feísimo y nauseabundo.
Hola, Jesús, y perdona que me meta, ¿ejemplos de ese lodazal nauseabundo?
Un saludo
Tonapar
Pues casi todo lo visto reciente por los alrededores: "The nun", "The house that Jack built", "Insidious 3", "Gräns", "Destroyer", "Halloween" (de David Gordon Green), casi cae en ello "Us"...
No he visto ninguna de esas.
Un saludo
Tonapar
Nada había visto yo de este director. Algo enfático, acaso, en la dirección de actores. O no, o será que uno está anclado en el clasicismo. Pero bien, en todo caso. Gracias por compartirla.
Ya que habláis de terror actual, Jesús ¿has visto la última de Peele?
Sí, no vale casi nada.
El 90% de las películas que se hacen actualmente se olvidan al rato de haberlas visto. Da igual el género. La pasión por el cine es ya algo arqueológico. Aunque los críticos tengan que decir que no porque les va el sueldo en ello.
La crítica como estamento ya no existe porque los medios que la hacían posible se los ha comido la red, permitiendo sin embargo que ahora conozcamos a alguien por sus filias y no por sus fobias, como era la norma del pasado. Salvo contadas excepciones, para saber lo que a un crítico realmente le gustaba, había que leer entre lineas, en alusiones, en algún estudio y se conocían bien los argumentos contra las bestias negras pero muy poco los dedicados a las referencias de cada cual.
Muchos de los que permanecen en nómina siguen haciendo esto que digo y eso que dices, con lo que nada ha cambiado demasiado en el fondo... para los que miran de reojo.
Para los que se interesan de verdad hay en cambio ahora más subtítulos, más textos traducidos, mayor acceso a películas imposibles, mejores retrospectivas y ediciones domésticas que nunca.
Ahora se ignora lo que se quiere ignorar.
Estoy de acuerdo contigo (por si me expresé algo rudamente). Pero que hoy casi todo esté a nuestro alcance, no niega, por desgracia, que seamos pocos los interesados. "Pocos" al menos en comparación con los millones de personas que ven cine. Y esto significa que el cine como lo conocimos está muerto o moribundo. Como lo conocimos, digo. Igual sobrevive por otros cauces. Ojalá.
Un saludo
Jesús, es evidente que valoras mucho la sutileza narrativa y la falta de subrayado dramático, aspectos que buena parte de los aficionados al cine (o las series) más jóvenes parecería que han dejado de considerar como "virtudes", ¿no crees?
Gracias por otra recomendación de un director semi-invisible.
Te quería preguntar, ya que veo que estáis con off-topics, por cine español. ¿Qué películas españolas de los últimos tiempos, incluso de las últimas dos o tres últimas décadas, te gustan más? ¿Ves ahí muchas obras maestras? Por último, una curiosidad personal y nada malsana: ¿Qué te parece "Dolor y gloria"?
Un saludo.
Luis
El cine español nunca ha tenido nada parecido a una abundancia de obras importantes; ya es raro que coincidan varios maestros o grandes cinaeastas en la misma década. Esto no es Francia ni Japón.
Me ha gustado mucho "Dolor y gloria", es una de las películas más naturales, menos "intensas" - Almodóvar habitualmente y hasta si te conmueve o divierte, puede llegar a saturar - y más rodadas al paso de los diálogos de su carrera, una gran mejora después de varias insatisfactorias recientes.
Toda su maquinaria publicitaria, sus textos en diarios dejando claro que él no fuma chinos como su alter ego y demás no me importan en absoluto aunque lo preferiría callado para variar. Sí en cambio me interesa que con las luces apagadas, su película fluye y parece sencilla desde una estructura temporal y de conexiones entre realidad, recuerdos y ficción atractiva.
Yo me temía un estruendoso "8 1/2" hispano y para nada.
No has pensado en publicar pequeños textos, comentarios o opiniones sobre cine actual que vas viendo?
En cuanto a lo de que el cine en la actualidad esta moribundo no podria estar mas en desacuerdo. Cada año salen muchas películas muy buenas o incluso geniales como High Life, la mejor película de ciencia ficción en no se cuanto tiempo, o Ash Is Purest White por ejemplo.
Yo respondo a lo que me preguntan sobre cine actual, pero no veo la necesidad de decir nada casi nunca, por aquí y por mi cuenta.
También yo creo que se siguen haciendo películas muy buenas todo el tiempo, como la de Jia Zhang-ke que comentas.
Tengo problemas con "High life" en cambio. Tiene un prodigioso arranque y un trabajo de composición estoico y brillante, pero también algunas, varias, más de la cuenta, escenas impropiamente vacías y aparatosas viniendo de una de las cineastas más grandes de los últimos años.
"Cada año salen muchas películas muy buenas o incluso geniales..."
Aparte de que en el fondo es una cuestión subjetiva, ¿cuántas salían antes?...
Muchas más, pero se repite igualmente ahora que parte de lo valioso pasa desapercibido. Pocas o ninguna referencia veo a la que es seguramente la mejor película reciente, «Mademoiselle de Joncquieres»
"Muchas más, pero se repite igualmente ahora que parte de lo valioso pasa desapercibido".
Coincido. Pero, se mire como se mire, el cine no tiene ya casi nada de aquel acto "social" que fue en su día. Por ejemplo, en mi propia juventud, allá por los sesenta. No digo que no siga teniendo influencia o poder de alienación, pero, exceptuando los taquillazos, la cinefilia (o la simple pasión por el cine) se ha convertido en una actividad poco más que arqueológica. Las causas yo no las veo en las nuevas tecnologías, sino en los nuevos hábitos (aunque es cierto que estos están condicionados por las primeras) y, quizá, en un creciente deseo de control de la población por parte de la clase dirigente, lo que se traduce en la marginación de lo "incómodo".
Yo no conocí el cine como liturgia social. En grandes ciudades y con cineclubs, universidades, etc, sería distinto, afloraría un sentimeinto de pertenencia, de comunidad, pero en los 80 y en un pueblo andaluz, con el cine en mi misma calle, a pocos metros de mi casa, me repelían aquellas hordas de niños gritones y familias engulliendo todo el tiempo y así sigue ahora y así me sigue espantando.
Desde que empecé a compartir vhs y escribirme con gente, ya fue una afición aún más solitaria. Al menos con el rock había conciertos - de Ilegales, no de Dead Boys, pero algo era algo - donde encontrarme con amigos, pero la sola idea de poder hablar en persona con un fan de Rohmer era una quimera.
Ahora todo es mejor, más inmediato y las técnicas de "control parental" de las autoridades se las salta quien quiere.
"Ahora todo es mejor". Discrepo. Y hay un cine que no volverá.
Un saludo
Huelga decir que me refería a las facilidades para un cinéfilo, que son las mismas que tiene un seguidor de pintura o músicas varias. Por desgracia, ese acceso casi ilimitado no redunda en más cultura, sino en lo contrario, pero esto es una generalización imprecisa de todas formas
Vista «Mademoiselle de Joncquieres» y efectivamente es maravillosa. Mouret ya es grande, tras esta y Caprice, "Une autre vie" creo que no esta con subs en español, una década de obras maestras.
Son las tres mejores que ha hecho, sí.
Disculpa, iba con prisas. Coincido. Hay más facilidades que nunca (films que ni soñábamos ver e internet lo hizo posible). Pero un interés bastante minoritario. Porque culturalmente se ha impuesto el cine de consumo rápido, la ligereza y hasta lo burdo.
Un saludo
Y que te parece Glass?
Me gustó más que las anteriores recientes, sin parecerme gran cosa. Que sea la mejor desde "The happening" no es elogio.
Siento disentir con la mayoría pero tengo que ser sincero, la película me ha parecido muy mala y formalmente rozando el ridículo. Me gustaría argumentarlo de forma extensiva pero hacerlo con una película de tan poco fuste me parecería perder el tiempo. Es una especie de versión gotelé de "Rocco y sus hermanos". Un saludo.
Ex-cinéfilo.
También yo siento disentir del general aprecio por ese muy inferior Visconti.
Jesús, en muchos listados de lo mejor de las últimas décadas me encuentro con un par de títulos de Edward Yang, sobre todo "Yi yi". ¿La recomiendas?
Y aprovecho también: ¿Te parece "Do the Right Thing" la mejor de S. Lee?
Un saludo.
Obviamente, si en algún momento no te apetece responder, entenderé que no quieras que esto se convierta en un consultorio "a lo Pumares".
Luis
No me importa contestar mientras se pregunte con educación, aunque alguna vez me canse. Es el signo de los tiempos de las redes sociales, supongo.
Cualquier Edward Yang y "Yi yi" en particular, es como mínimo bueno. Es una de sus mejores películas, pero por ser la última quizá ha estado amplificada su repercusión; no es claramente mejor que las otras.
Spike Lee nunca me entusiasmó, era - ahora es mucho menos y además ha perdido todo el sentido del humor - desordenado espacialmente, enfático y maniqueo. Lo que ocurre es que, como Scorsese, estaba muy influido por la música (las músicas negras, concretamente) y así hay varias entre las primeras que a mí me interesan casi exclusivamente por ello: "Do the right thing", "Mo better blues" o "Jungle fever".
Sus posteriores ramificaciones baloncestísticas, políticas, cómicas o policiacas se me suelen caer en revisión si es que aguantaban de pie.
A mí también me ha parecido mala la película que da pie a la entrada, ex-cinéfilo. Y por supuesto discrepo con la valoración de Jesús Cortés (cuyo blog sigo con interés) sobre Rocco e i suoi fratelli, que es uno de los mejores trabajos de Visconti. Respecto al calificativo "enfático", es una cosa que leo a menudo por aquí y, la verdad, nunca acaba de convencerme. Un montón de grandes cineastas, músicos y escritores han sido "enfáticos", incluyendo al genial Ludwig van, al que algunos tacharon en su día de esto mismo, por sus timbales.
José G. R.
Precisamente ese calificativo que no te convence y que señalaba a propósito de la manía de Lee por decir las cosas varias veces, con la cámara encima y con estruendo - nada que ver con LVB obviamente, que en todo caso devolvería el vocablo a su estadio primitivo y puro - es lo que me molesta de "Rocco..." en varios parlamentos, gestos exagerados, especie de "operización" banal e innecesaria - pero no aislada y ahí está la insufrible "Morte a Venezia" como punto cumbre - en el cine de alguien con ese talento.
Morte a Venezia la verdad es que también a mí me parece insufrible. Rocco no, si bien hace veinte años que no la reviso.
JGR
Yo acababa de volver a ver la primera y pude terminarla con infinito sufrimiento. No soporto a Bogarde, casi aborrecí a Mahler y hasta me pareció por primera vez adecuado que se hubiese materializado el hecho, como a punto estuvo de suceder, de que el papel del chico se lo hubiesen dado a Miguel Bosé para no tener que volver a darle otra oportunidad.
"Rocco..." era de mis favoritas italianas, la creía indestructible y se me cayó a los pies hace unos meses al revisarla. Me decepcioné tanto - era un film que estaba entre mis grandes recuerdos - que no sé cuándo querré volver a ella. Me hastía la estructura, se me hace eterna, pedante, me golpean los diálogos... un horror que no imaginaba.
Y que conste que sigue pareciéndome buena, porque era tanto lo que contenía que aún hay cosas, una sensibilidad, planos aquí y allá justos.
¿No creéis que a veces una película se te cae o te sube según tu estado de ánimo? Yo creo que no hay que concederle tanta importancia a esas sensaciones puntuales. Por ejemplo, mi película preferida la he visto unas 30 veces. Y ha habido como otras seis o siete veces que he intentado verla pero que se me cayó, en ese momento. Porque tenía sueño, o estaba pensando en otras cosas, o me llamaron por teléfono, o estaba llorando el bebé del vecino de al lado o ladrando el perro del vecino de arriba... Pero estoy tan seguro y convencido de las virtudes de la película en cuestión, que comprendo que cuando se me cae es por unas circunstancias determinadas. Y cuando vuelvo a verla tras el último "gatillazo" puntual, me emociona de nuevo.
Uno que pasaba por aquí
Sí que sucede, claro.
No me extraña cuando me revierte alguna mala sensación debido a las horas que frecuento para ver películas, aunque esa vez no era el caso. Me remontó hace poco mucho una que creía caída sin remedio, "That's life" de Blake Edwards.
Para los demás, "Rocco..." sigue siendo grande, creo saber por qué, lo entiendo, pero ya no lo comparto.
Es un riesgo y un fastidio cuando se despeñan, pero hay que poner a prueba las películas y no fiarse de lo que se pensaba hace años.
Es a destiempo y sin tener que ver con la película presentada. Pero unos comentarios arriba se hablaba de '' High Life'' de Claire Denis que me tiene desconcertado. Considero todo el tramo inicial y el final de una grandeza absoluta,de un poder cinematográfico superior a la' 'Solaris'' de Tarkovsky, a la que recuerda y cumbre en el cine espacial, además de lo mejor que llevamos de siglo. Pero toda la parte central la considero tremendamente fallida, todo los relacionado con el personaje de Binoche es muy desafortunado. Además de que como comentabas abundan las escenas, sexuales, que son del nivel de los farsantes más encumbrados. Es difícil llegar a una conclusión con esta película, excelente, muy buena, interesante o fallida. Debido a sus grandes logros pero tantos desastres. Eso sí, de lo más valiente visto en años y nunca se había mostrado el espacio de una forma tan cruda, poética y realista.
Minerva
Yo la encuentro fallida en general, pero con grandes bellezas. La "parte" central es tres cuartos o más de película y ahí está probablemente lo peor que haya rodado nunca Denis, con cosas dignas de von Trier. No puede obviarse eso para valorarla, pero claro, el arranque es tan impresionante y luego, salpicadas, y algo al final, hay escenas tan hermosas, que se mezclan sensaciones muy opuestas.
Quizá la idea de base, la distopía, está demasiado presente y el problema es que entrega demasiada película a lo que menos le ha subyugado nunca, dedicándose a mirar y haciéndonos partícipes de lo más frío, feo y vulgar que ha puesto delante de su obejtivo. Es un fallo de construcción inconcebible en Denis no poner todo eso, si era inevitable (que nunca lo es del todo), en un flashback corto. La fuerza que hubiese tomado el film de haber concentrado eso, o de no haberlo casi contado, como en "L'intrus"...
Tampoco Pattinson es Gallo ni Descas ni Subor; para ser contenido hay que acreditar una pujanza, un poder para liberar gestos que a este chico no le alcanza.
Ah y yo prefiero, de largo, "Solaris", muy misteriosa y fascinante sin apenas mácula - con casi 50 años encima - aunque Tarkovski no llegue ni a intentar siquiera alcanzar lo que consige Denis en algunos momentos, con una facilidad "fastidiosa" cuando cesa y empieza el carrusel grotesco-médico.
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