jueves, 29 de septiembre de 2022

LA CASA DE MI AMIGO

Este texto es la transcripción del diálogo mantenido via Zoom con el crítico de cine Santiago Gallego (El Kinetoscopio Digital) acerca del film "Double Messieurs" (1986) de Jean-François Stévenin.

Durante el verano y a raiz de la revisión en paralelo de este film se nos ocurrió la idea de hacer algo así, aprovechando que se trata del más accesible de la obra de este autor, figura perdida entre generaciones de cineastas franceses con mayor reconocimiento, quizá por ser sobre todo más conocido como actor que como director.

Sabemos que no es fácil contagiar el entusiasmo por la obra de Stévenin vista la desidia en torno suyo, pero vamos a intentar paliarlo en la exigua medida que las dimensiones de este espacio proporciona y animar un poco al conocimiento de su cine.

No hubo para este encuentro ni objetivos marcados ni por supuesto guión, esto es una charla a la salida de una proyección.

Vamos allá.

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Jesús Cortés: Bueno, lo primero creo que debería ser explicar un poco por qué se nos ocurrió esto. 

Habíamos coincidido en que algunas veces es difícil argumentar en torno a determinadas películas y esto sucede por muy variadas razones: porque nos afectan muy personalmente, porque son esquivas u oblicuas a casi cualquier tipo de análisis... y casi lo oportuno sería una canción o un poema para tratar de comunicar el impacto recibido, para reflejarlo, aún si indirectamente. Como ni para la música ni para la lírica acostumbramos a recibir la visita de musas ninguno de los dos, pensamos en otro ángulo de aproximación y no es sino divagar un poco en torno a esta película, tantearla y así echarle el lazo a algunas de sus bellezas, dejándolo todo aquí escrito por si alguien se anima a comprobarlas por su cuenta. 

Habías pensado una breve introducción a la figura de Stévenin, me parece. 

Santiago Gallego: Sí, tenía en mente introducir un poco la figura de Stévenin para quien nos esté leyendo y no lo conozca no ya como director sino que tampoco lo recuerde como actor; aunque, francamente, es un actor difícil de olvidar.

En mi vivencia personal, Stévenin va asociado a la figura del profesor de 'L'argent de poche' y esa inolvidable charla de fin de curso. Creo que en esa película se da una simbiosis perfecta entre Truffaut y Stévenin, en tanto que pienso que ese papel se lo podía haber quedado fácilmente François, igual que se reservó el de 'L'enfant sauvage' o el de 'La Chambre verte', y creo que lo hace porque ve en Stévenin ese ternura interior que contrasta con su físico rotundo y su calvicie. De pronto Truffaut, gran comunicador, gran docente cinematográfico, gran transmisor (así lo supo muy bien ver Spielberg, que le reservó un gran papel en 'Close encounters of the Third Kind') alcanza a ver algo en Stévenin que nadie había visto aún, ni siquiera el propio Truffaut, que le había dado un papelito menor en 'La nuit américaine', papel muy parecido al que luego le dará Godard en 'Passion'. Como digo, ese hallazgo de Truffaut es mi primer gran recuerdo de Stévenin actor. Porque 'Le Pont du Nord' (Rivette) y 'Peaux des vaches', de Mazuy, que es el otro gran milagro de Stévenin como actor vendrán luego.

JC: Supongo que este bagaje ha pasado bastante desapercibido para muchos cinéfilos, que sospecho que tampoco habrán visto sus tres películas. Recuerdo cuando se estrenó la última de Guillaume Brac, "À l'abordage!", que era un momento propicio para recuperar este film que nos ocupa y recordar a Stévenin, que por cierto fallecería al poco de estrenarse el film, no vi nada en ninguna parte al respecto. Algo, subterráneo o indirecto hay en Brac que ya estaba en Stévenin, destinado me parece a ser una referencia secreta para algunos, pocos, cada vez menos, cineastas y poco más.

SG: Es cierto, Jesús. En realidad el malentendido se debe a lo desconocido que es Stévenin aún hoy, igual de desconocido que es Rozier. Si lees reseñas de 'À l'abordage!', el último Brac, verás un montón de referencias a Rohmer y su 'Conte d'été', y ni una referencia a Rozier, siendo muchísimo más evidente. Fíjate que Stévenin hace un poco de puente entre Rozier y Brac. Te costaría mucho encontrar más herederos porque es tremendamente difícil seguir la senda Rozier sin despeñarse. Recuerda que el año en que Stévenin hace esta película de la que vamos a hablar, Rozier filma su última gran obra, 'Maine-Océan', tras algunos años de silencio. En ambas Yves Afonso ocupa un lugar primordial y encarnando dos personajes que tienen muchas cosas en común. Eso tampoco es casual; igual que no lo fue darle un papel fundamental a Jacques Villeret en 'Passe-montagne', al cual Rozier ya había utilizado en 'Les Naufragés de l'île de la Tortue'.

JC: A Yves Afonso le cambia la vida ese año 1986. Hace el Rozier, este Stévenin y al poco trabajará con Ruiz ("Treasure island") y con Rocha ("O desejado"). Es un actor inusual, con físico como él mismo dice de doble de Belmondo o de roadie de Johnny Halliday, pero para mí es el centro emocional de este film. En su rostro y sus ademanes, a veces absurdos, está el corazón de la película. La primera vez que ve a su amigo François en tantos años o el callado final...


SG: Sí, ahí hay una emoción muy auténtica. Te has ido directamente muy al final de la película a una escena de la que es difícil hablar o escribir sin que se te quiebre un poco el alma. Es la de Afonso solo en el tren. La concepción, escritura y filmación de esa escena para con el personaje y el actor es de una generosidad infinita. Es un niño abandonado, tiene que ver con lo que antes en la ambulancia él contó, algo así como que tenías 10 años, luego 50 o 60 y te habías quedado solo jugando en el patio del colegio, una mano te tocaba en el hombro y te decía: "¡Qué haces todavía aquí! ¿No te vas a casa?

JC: El desamparo de ese personaje solo es comparable al de ella, el que interpreta Carole Bouquet, reviviendo dolorosamente lo que acababa de sucederle en la realidad con Jean-Pierre Rassam, su primer marido, que se suicidó en el 85 si no recuerdo mal y que era un poco este personaje alcoholizado y errático, el director escénico, que la tiene todo el film con cara de póquer. Stévenin equidista un poco de todo. No comprende a las mujeres (a la primera que ve en la calle la confunde con una prostituta probablemente) ni sabrá cómo tratar a Bouquet en ningún momento. La crónica de ese malentendido sentimental es el otro punto de fuga de film.

SG: Sí, Stévenin está recogiendo algo de la propia biografía de Bouquet. La dedicatoria final, con la imagen sobreimpresa de Rassam sobre ese gran y misterioso macizo montañoso (leitmotiv visual recurrente que sorprendentemente me hace pensar, otra vez, en 'Close encounters...'), termina de dar la clave de parte de lo que hemos visto antes. Añade, además, después de Rassam, la dedicatoria a su hija, que si no recuerdo mal es la niña, hija de su hermano en la ficción, con la que se encontrará a su salida de la cárcel en la inolvidable 'Peaux des vaches'.

JC: No recordaba eso de "Peaux…". Sí me gustaría no perder de vista a Rozier, cineasta del que se debiera hablar todo el tiempo. De sus imitadores y discípulos, si los tuviera, serían sus errores porque es evidente que de cineastas tan personales se puede aprender mucho pero hay que cuidarse de emular o poner en práctica lo admirado. A Rohmer es posible que le hubiese halagado el elogio de ser asociado a Hawks pero Rozier incluso recoge mejor esa influencia y esa tradición del hombre desbordado e infantilizado por la presencia de mujeres que viene de los albores del mudo.

SG: Tienes mucha razón. Pero a mí me gustaría comentar algo del sorprendente arranque de esta película, porque creo que ese falsamente críptico arranque revela muchas pistas. Y luego me gustaría también decirte que no estoy tan de acuerdo en lo del "malentendido sentimental".

¿Qué te parece si lanzas tú la primera bola para hablar de ese inusual y maravilloso inicio donde hay hasta un cambio de formato de exhibición?

JC: Sí bueno, es una obertura como tanto gustaba a algunos compositores clásicos... y a DeMille. Imágenes que anuncian momentos del film, sin ligazón ni explicación aparente, subjetivas puesto que las sueña Stévenin, pero yo diría que es más el Stévenin cineasta que el personaje al que le conciernen esos flashes y le intrigan y quiere que nos sintamos interesados por ello. Lo bonito del recurso es que no tiene eco, que no vuelve a repetirse para "aclarar" su significado.

SG: Pero si lo piensas bien, los sueños a veces revelan estados de ánimo, voces interiores desatendidas, premoniciones incluso. El sueño sucede durante un viaje en avión lo cual puede acrecentar la ansiedad. Como espectadores estamos descolocados, no sabemos si el proyeccionista se ha equivocado y está proyectando mal la copia o tienes un DVD con el formato erróneo, porque ese formato imposible que parece un 1:1 o algo así no puede ser el suyo, luego, cuando acaba el sueño y el protagonista termina de despertar, la película se estira a los 2.35:1 que es su formato. Pero mientras estábamos masticando ese lío, probablemente se nos han escapado esos planos del edificio de la colonia de verano y los Alpes franceses. Ahí está un poco el alma del filme, al menos la de los dos amigos protagonistas: ese intento, imposible, de vuelta a la infancia, a la recuperación de algo irrecuperable, que no es sólo la infancia o una antigua amistad a la que perdiste la pista, es un sentimiento y una emoción, ahogado ya por la vida adulta y que la película se afana en recuperar. Y los dos amigos, Afonso y Stévenin, van a intentar hallar esa quimera a través del tercer amigo ausente, el famoso y misterioso Kuntch, marido de Bouquet. Pero si lo piensas bien, cada uno va a salir de ese camino de una forma diferente e incluso lo va a abordar de una forma distinta. Afonso mediante la patochada y los juegos de la niñez y Stévenin mediante el amor; porque creo, y luego te lo comentaré, que Stévenin ya lleva tiempo soñando con Bouquet, de ahí el calendario en su oficina con los ojos de ella y la montaña. Las dos quimeras fundidas en una.

JC: En el 86 ya estaba ampliamente difundido el vídeo doméstico y sí, es posible que Stévenin jugase un poco a ese nuevo juego de emplazar a los espectadores a volver a ver cuantas veces quisieran la película para desentrañar sus secretos. Es un elemento nuevo que en los años 70 no intervenía en el subconsciente siquiera de los cineastas, obsesionados a veces con resultar lo más claros y diáfanos posibles para que no fuese necesario comprar otra entrada para acabar de comprender una película.

En cuanto a lo de malentendido, quizá no me expresé muy bien, Desincronización tal vez.

SG: Durante ese, no tengo palabras para describirlo porque "hay que verlo para creerlo", increíble viaje nocturno en ambulancia de los tres, Bouquet cree que Stévenin se está enamorando de ella porque no puede dejar de mirarla, nosotros los espectadores tampoco, pero yo creo que lo suyo viene de antes. En realidad, cuando baja del avión, todo lo que sucede luego es la vida de una persona errabunda (lo que tú comentas de acercarse de improviso a una mujer por la calle tomándola por una prostituta), tanto en lo laboral como en lo personal-familiar (su breve estadio casero y sus problemas con su mujer). Nunca, hasta encontrarse con Bouquet, está su cabeza y su corazón donde físicamente está. Sentimos que el personaje está en otra parte, probablemente en lo que ha soñado: la montaña, Kuntch y Bouquet. Si recuerdas, su secretaria le dice que ha averiguado que el hermano de Afonso tiene un puesto de verduras y vive en tal y tal, o sea que Stévenin lleva ya tiempo planeando el viaje y el posible encuentro con Bouquet pero necesita un 'partner in crime', que es Afonso.

JC: Es cierto lo del viaje en ambulancia, amaneciendo, es uno de los momento álgidos y rima con el atardecer en la casa cuando esperan al tercer amigo y aparece ella. En ese plano, Stévenin ya se ha enamorado. Hay en el film una fragmentación elíptica que encuentro muy hermosa. Y el sonido, invasivo a veces, creo que refuerza cómo está montado todo, sin atender a la evolución de personajes sino a sus impresiones.

SG: El viaje tiene ese tipo de iluminación muy Rozier, donde fuerza el negativo al límite hasta que ya no queda luz y cuando no queda le quita el filtro a la cámara y gana un poco más aunque todo se vuelve ya azul, eso queda muy bonito. Luego está el amanecer con la llegada a la gasolinera, ves que ahí los actores están de verdad ateridos de frío. Hay esa broma muy divertida con el diente de Stévenin y el hinchador de neumáticos y el contraplano de Bouquet mirándolo. Los dos están muy guapos, les sale la belleza a borbotones; Stévenin tiene una sonrisa muy bonita y la complicidad con Bouquet es total, tanto con el personaje como con la actriz. Ella, por contraste, está entre fascinada y sorprendida con él, porque siendo muy amigo de su marido es la antítesis de este. Como le dice a Stévenin, "no puedes dejar sola a una mujer ni cinco minutos", mientras que ella tiene en casa precisamente a alguien que no puede estar con ella ni cinco minutos. Es algo parecido a lo que hace que Binoche, en el penúltimo Denis, anhele tener a Lindon, cuando todavía no es su pareja, por contraste al marido que en esos momentos tiene.

JC: Leí en alguna parte que Stévenin admiraba a Monte Hellman y gustaba como él de retorcer las condiciones de rodaje, técnicas y físicas, hasta esos límites donde ya no quedan personajes, solo personas. Arranca varias sonrisas a Bouquet que no pueden ser interpretadas, no pueden serlo. Realmente cansa ver escenas de viaje donde los actores están como rosas tras no sé cuántas horas, aquí es todo lo contrario, peleas en la nieve - nieve de verdad - sin ropa adecuada, caras de sueño que no necesitan maquillaje, las siete de la mañana siendo las siete de la mañana, sin manipulaciones. Esa fisicidad es un ejercicio baldío como método pero destila autenticidad cuando es un hábito.

SG: Es muy físico. Como decía Godard, un buen filme tiene que ser también un documental sobre su propio rodaje y este claramente lo es. A mí me gustaría también hablar de esa cuadrilla de aire patibulario que rodea a Bouquet, que unos confunden con policías, otros con mafiosos, es otro hallazgo sorprendente. Durante la primera hora la película está totalmente abierta, sin que sea en absoluto una película de peripecias ni incluya nada gratuito. De hecho es increíble cómo evoluciona la presencia de los dos protagonistas cuando se meten en la casa de Kuntch a hurtadillas, aparece Bouquet, y en vez de presentarse como personas civilizadas aquello se va enredando y complicando y prácticamente termina en un secuestro consentido de Bouquet cuando se da cuenta que son un par de patanes, en el fondo más asustados que ella, amigos de la infancia de su marido.

JC: Ese comportamiento tan "civilizado" es creo parte del peso que arrastra ella. Nada de cuanto la rodea es como debiera. ¡Hasta le pide a los secuestradores que la lleven de vuelta a su casa y sale huyendo como cuando la metieron en el coche la primera vez! Será Jerry Lewis via Godard lo que subyace ahí, supongo, pero lo absurdo de las situaciones no hace más que liberar a los protagonistas y en especial a Stévenin, que ya bastante orden tiene en su vida y como tú decías, hasta los sueños quieren lanzarlo a facetas de su interior que permanecen reprimidas.

 

SG: Muy bien visto lo de Lewis, vía Godard, no había pensado en ello y sin duda está ahí.

Hay otra cosa en la que quería hacer hincapié. El peluquín de Stévenin. Su madre le ha dicho que así está mejor, como si fuera una adquisición reciente para "estar más guapo", lo cual corrobora que tiene un plan tramado en el cual entra conocer a Bouquet. Pero en cambio, muy pronto, Afonso se lo quita en una burla, en un juego infantil, pero lejos de desnudarlo en realidad lo acaba vistiendo de la verdadera dignidad del gran actor Stévenin. Yo siempre he pensado que en su calva está su alma, su centro de gravedad emocional y afectivo, por eso Sandrine Bonnaire se la acaricia en el final de 'Peaux des vaches', en un precioso gesto de amor en esa escena de despedida que tanto le gustaba a Rivette, y que no está tan lejos, como en general no lo está esa película, de 'The Searchers'.

JC: Una idea que no me gustaría que se quedase en el tintero es que viendo su primer film, "Passe-montagne", parece el típico one shot de un actor, un intento aislado que no tendrá continuidad, un empeño personal, largamente pensado y ejecutado cuando las condiciones fueron las propicias. Este segundo film es otra canción, una película en la que se apoya totalmente en otros y eso es también un aprendizaje y un avance necesario que muchos autores perpetuados en unas maneras "en primera persona" necesitarían hacer.

SG: Sí, sin duda, aunque creo que hay una continuidad entre 'Passe-montagne' (película también de dupla masculina) y esta frente a la tercera, que me deja más frío y que recuerdo como una obra más fácil. 'Passe-montagne', que también se ha restaurado recientemente, es también una película muy Rozier, y con un final memorable.

JC: "Mischka" es un film excéntricamente puro, valga la boutade, una idea de la sección de sucesos del periódico llevada al terreno de lo absurdo, una película innecesaria para todos menos para él, que supongo disfrutó volviendo a ponerse tras las cámaras. Mi problema con ese film es que no me divierte ni me emociona, pasan los minutos ante mí indiferentemente y eso me fastidia.

SG: Bueno, está también el hecho que las dos primeras son películas donde de repente la montaña adquiere un protagonismo inusitado, sin ser en absoluto películas de alpinistas ni nada que se le parezca.

JC: Montañas sin turistas, frías, inhóspitas y desde luego muy poco aventureras como los amigos de "Double messieurs" recuerdan. Volver a los lugares de la infancia es siempre un peligro y no solo porque cambia cincuenta centímetros la perspectiva como decía Cortázar. Aquí para Afonso en particular, la peripecia termina al ver el autobús de ancianos trabajosamente caminando y sin saber cómo ocupar las horas que les faltan para volver a subir al transporte y marcharse.

SG: Fíjate que el personaje de Afonso se lleva la peor parte. Es también el que, ya en la colonia de verano donde han ido a parar con Bouquet, y donde se forjó la amistad entre los tres, descubre esa excursión de la tercera edad. En realidad no sabemos si es una excursión o que aquel lugar mítico de su infancia es ahora un asilo de ancianos. La broma es terrible. Imagínate, vas a reencontrarte con tu juventud y con lo que te encuentras es con un espejo mágico que te dice que aquello ya no existe y que tu camino vital está más cerca ahora de esos ancianos que del niño que fuiste. Luego hay también muchas bromas privadas relativas a la II Guerra Mundial y al ejército de la Alemania nazi; de hecho, al principio, aunque sabes que es imposible por su edad, piensas que podrían ser amigos veteranos de guerra, pero creo que aquello, no sé qué pensarás tú, tenía que ver más con el puteo al que sometían a Kuntch por su ascendencia germana.

JC: La esvástica pintada en el brazo y Kuntch zarandeado, sin duda. Me pregunto si hoy día le habrían atizado por incluir ese plano o hubiese hecho desviarse por caminos inverosímiles los comentarios sobre el film. Que sean los Alpes suizos encima no atenúa la broma.

SG: (risas) No, en absoluto. Sabes que en todos los sentidos, empezando por el puramente formal, esta es una película que hoy resultaría imposible de filmar.

JC: Viniendo de un actor célebre tal vez captaría adeptos durante una temporada, pero muchos tratarían de hacerlo de menos diciendo que es un film desnortado, disfuncional, donde solo brilla la belleza de Bouquet, de la que nadie tiene la culpa, ni siquiera ella.

SG: Sería lamentablemente así, sí. Yo quería hablar un poquito de la forma de la película y concretamente del montaje tan llamativo que tiene. A primera vista puede parecer seco, abrupto, como si se hubiera cortado a hachazos, pero en un segundo visionado te das cuenta que está muy muy pensado. No son jump cuts en absoluto pero hay saltos donde otro montador habría empalmado un poco antes (cuando Afonso espía a Bouquet y esta entra en su habitación de hotel y donde claramente se han comido fotogramas deliberadamente) o habría cortado un poco después (cuando Stévenin y Afonso están en el hotel y llaman a la puerta y corta el plano en vez de enseñarnos quién era; luego, cuando vuelve a esa escena, vemos que están comiendo, con lo cual suponemos que era el servicio de habitaciones) o incluso otro asombroso donde hay un racord axial que hace que parezca que se repite el movimiento tempestuoso con el que Bouquet interrumpe su breve interludio amoroso con Stévenin y abandona la habitación. Si no te fijas bien parece que ella sale de la estancia en un solo plano y sin embargo no es así, el empalme, donde vuelven a faltar algunos fotogramas de continuidad en su movimiento, es genial y refuerza su gesto de huída. El montaje es nada menos que de Yann Dedet, el propio Stévenin y un tercer montador, que debía ser más joven porque ha llegado a montar hasta para Von Trier, y evidencia un excelente trabajo de investigación y ensayo intentando hacer algo que de alguna forma encaje con la propia historia sin caer en cliché alguno ni tampoco en exhibicionismo gratuito. Hay también, al menos una escena, donde se escucha una voz que no pertenece a ningún personaje y que por primera y única vez podría ser una voz en off diciendo algo sobre que Kuntch se levanta temprano para ir a trabajar o algo así, se escucha durante una panorámica de seguimiento de un personaje que lleva una copa a Bouquet y su misterioso amante, ese hosco director teatral del que espera un hijo. La he visto varias veces y no parece proceder de ningún personaje en escena.

JC: Sí, está todo muy medido y quitar fotogramas también es buen método rítmico, como se supone que debimos aprender cuando irrumpieron los primeros films de las nuevas olas y nunca en realidad ha sido aceptado. No sé si recuerdas el plano de Stévenin hablando con su mujer, con la que no parece tener mala relación precisamente, luego el corte al retrato de los ojos de Bouquet sobre las montañas y después ese extraño barrido en la pista de aterrizaje del avión que lo conduce a Grenoble. Todo cuanto lo conduce a Bouquet carece de continuidad, de lógica, de seguridad y por mucho que se enfade con Afonso por sus disparates en el fondo sabe que sin él, no hay posibilidad de alcanzarla. Ese vínculo creo que se refleja muy bien en ese plano que encuentro extraordinario cuando Afonso le dice que no está bien, que su madre lo ha llevado al médico por sus nervios y ¡que le han mirado por rayos X para saberlo!. ¿Recuerdas la sonrisa que esboza Stévenin? Solo a alguien a quien agradeces algo sinceramente le sonríes así cuando desvaría de esa manera.

SG: Sí, recordaba el momento que dices que es también otro extraordinario ejemplo del inventivo y libre estilo de montaje de esta película. Ese barrido por la pista de aterrizaje que lo lleva a Grenoble y sobre todo cómo llega a ese plano es soberbio. Es muy hermoso lo que comentas de Afonso que ya no recordaba. Las sonrisas de Stévenin son pura magia, hay una humanidad y una calidez para Afonso (acuérdate cómo lo escucha en la ambulancia cuando el otro se queja del frío y de que Bouquet tiene su chaqueta) y para Bouquet que sobrepasa ampliamente la pura dramaturgia del filme para entrar en lo personal.



Pero quería volver otra vez al final. Personalmente me encanta esa llamada telefónica final de Stévenin sin sonido, donde como espectadores respiramos al saber que él y Bouquet no han perecido en la nieve, porque como tú muy bien decías, es terrible cómo se siente el frío que debieron pasar en ese rodaje de alta montaña sin ir vestidos con la ropa adecuada. Llegamos a pensar que en esa lucha de abrazos, persecuciones, separaciones, etc., entre Bouquet y Stévenin, los dos se iban a quedar ahí tirados, tiesos, congelados; me refiero a los personajes... aunque también a los propios actores (risas). Salimos aliviados al saber que, aunque solo (lo cual tiene su lógica), Stévenin ha sobrevivido a su aventura, igual que Afonso a la suya; supongo que ahora les tocará a ambos intentar congeniar los sueños rotos de juventud con su actual vida adulta. Probablemente para Stévenin será más fácil, tiene una familia a la que volver, lo del personaje de Afonso parece mucho más complicado, de ahí la tristeza que comentábamos en la escena de su despedida final donde no ha entendido nada o muy poco, salvo que, para él, su amigo lo ha abandonado por una mujer sin ni siquiera despedirse.

JC: Es el final que me temo tendrían un enorme porcentaje de films que cuentan historias de amor barajando esas cartas y que solo los films auténticamente románticos sortean porque su naturaleza les impele a ello.

SG: Y como colofón tienes ese regalazo en forma de créditos finales. Ese travelling que desliza la cámara sobre las vías, cuyo último tramo está ya en el aire, para hacer un cabeceo literalmente sobre el vacío. Creo que es una buena analogía con la manera que tenían Stévenin o Rozier de entender el cine, un verdadero salto al vacío, a abismarse sin ninguna red de seguridad (la del guion cerrado, la de un rodaje férreamente programado, la de rodar con actores por los que no sientes nada, etc.). En 'Double messieurs' se atreve a darle forma cinematográfica a un sentimiento, a un estado de ánimo, a cierta melancolía un poco indecible e inconfesable, mostrando el intento de recuperación de un sueño ya imposible porque va ligado al inexorable avance del tiempo.

75 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Jesús, ¿Conoces y has visto algo de la breve filmografía de Xavi Puebla?

Jesús Cortés dijo...

No he visto nada.

Rodrigo Dueñas dijo...

El acercamiento ha sido estupendo, cuánto y bien habéis mostrado de la película.
Elipsis, miradas, sentimientos adivinados, aspectos cruciales que aparecen en filigrana... la película es un ejemplo perfecto de la aplicación de la teoría del iceberg de Hemingway.

Jesús Cortés dijo...

Bueno, es una tentativa, pero una muy pensada y suponíamos, quizá ingenuamente, que serviría para que surgiera un mayor interés por el trabajo de este cineasta verdaderamente valioso. Las preguntas más interesantes que uno puede hacerse viendo un film son las que se planteaba Stévenin al filmar los suyos, con lo que la conexión con la cinefilia debía ser inmediata, pero es un hecho que nunca ha sido así en su caso. Supongo que la barrera del idioma es clave, pero tampoco estoy muy seguro de que una buena distribución solucionaría este y otros "misterios".

Rodrigo Dueñas dijo...

Es que un cinéfilo (al contrario que el mero aficionado al cine o que la gente corriente) es, entre otras cosas, aquel que vuelve a ver una película. A quienes se escandalizan de esto pues exigen que una película explicite todo en un único visionado, "Double messieurs" les ha de parecer inconexa, confusa, mal contada... y no picará su curiosidad sino que les ha de irritar. Deduzco (por esto y por lo que tardó Stévenin en volver a dirigir) que no fue un éxito de taquilla.

Jesús Cortés dijo...

Éxito no, pero salió alta en las listas anuales de Cahiers... cuando Cahiers era una referencia.

Santiago Gallego dijo...

Otros mundos, como dice Jesús, eran cinematográficamente posibles más allá de nuestras fronteras, incluso en el ya tardío 1986. Si se revisa ese Top Cahiers que enlazo, se comprobará que la película del "desconocido" Stévenin solo gustó para la revista de referencia menos que un Rohmer y un Tarkovski míticos entonces y míticos aún hoy, y menos que Paradjanov, que había entusiasmado poco antes con el tardío descubrimiento de 'Sayat Nova' (estrenada en Francia en 1982). En un año impresionante para el cine francés, Stévenin les gustó más que la vuelta de Rozier o que el impacto Carax con 'Mauvais sang', que el mejor joven Assayas, que uno de los mejores Cavalier e incluso que un maravilloso Godard televisivo. Para mí las verdaderas grandes sorpresas del listado, por inesperadas y desde luego por inesperadas en esa posición, son ese Stévenin y el inclasificable título de Limosin. https://mubi.com/es/lists/cahiers-du-cinema-s-top-ten-films-1986

Anónimo dijo...

Hola Jesús, has visto algo del cineasta experimental Bil Viola

Jesús Cortés dijo...

Algo, pero no retengo ni los títulos. No me entusiasmó obviamente

Anónimo dijo...

Esto es correcto? https://www.cineinfinito.org/puntos-de-fuga-anne-of-the-indies/

Jesús Cortés dijo...

Sí, allí estaré

Anónimo dijo...

Hola Jesús, ¿has visto la última de Jaime Rosales "Girasoles silvestres"? Sabiendo tu opinión general sobre este realizador lo dudo pero nunca se sabe.

Jesús Cortés dijo...

Precsiamente porque veo sus películas es por lo que creo que es muy malo. Esta pinta tan mal como todas las anteriores, pero igual no es lo peor de la supuesta gran cosecha patria reciente, bastante lamentable: el subRohmer de Trueba jr, esa cosa llamada "Cerdita", la laureada e insignificante "Alcarrás", la inenarrable "Baby" de Bajo Ulloa, banalidades como "El planeta", "La hija" o "Josefina"... encontré mejor una serie como "Antidisturbios" de Sorogoyen que todas juntas, la verdad.

Anónimo dijo...

¿Y "La consagración de la primavera " de Fernando Franco? Todas las críticas que he leído han sido muy positivas

Jesús Cortés dijo...

No la he visto, pero las anteriores me hacen albergar pocas expectativas. Lo publicitado, que no sé si su verdadero relato, es peligroso.

David P. Ugalde dijo...

Da la impresión de que cuanto más presumimos de cine español, peor cine se hace. ¡Madre mía, las cosas que hay que ver! Especialmente las más premiadas y alabadas por la crítica. Casi dan ganas de volver a la época en que se ignoraba o incluso se despreciaba el cine de aquí. Por cierto, Jesús, ¿has leído la tercera de ABC que publicó ayer Jaime Rosales? Tengo curiosidad por conocer tu opinión. Yo no estoy de acuerdo con él en absoluto. Me parece que exhibe una superioridad y un desconocimiento del mundo parejo al de sus películas. Y sí, "Antidisturbios" es mejor que el 100% del cine español de los últimos 2 años. Un saludo.

David P. Ugalde.

Jesús Cortés dijo...

Siempre ha sido un pedante y un presuntuoso insufrible Rosales. Debe pensar de sí mismo que es una especie de outsider victorioso cuando no ha hecho otra cosa que una serie de películas o erradas e insensatas o banales y simplistas, así que menudo botín lleva a cuestas. Desde esa posición, sin cercanía ni nada que decir aunque se dé de bruces con los problemas que plantean los complejos y delicados asuntos que le gusta tocar, hará mejores o peores autopsias, pero nada más.

Luis S. dijo...

Puesto que veo que has respondido sobre cine español reciente, te quería preguntar por Cinco Lobitos y Modelo 77.

Interesante diálogo, Jesús, esto último que has publicado, un formato de crítica/ensayo que no suele encontrarse en las revistas o periódicos. Las conversaciones entre personas con afinidades culturales pueden deparar grandes momentos y hasta revelaciones.

Y quería también fecilitar a MM por su estupendo y batallador homenaje a Godard de la anterior entrada, aunque a algunos ya por desgracia nos cueste volver a la causa godardiana. Ya se sabe que las evoluciones vitales no tienen por qué corresponderse con evoluciones culturales. Ni siquiera con antiguas lealtades.

Jesús Cortés dijo...

"Cinco lobitos" me pareció una película quejumbrosa y plana como una tabla, sin hálito de nada que yo entienda como ganas de contar o comunicar algo más que ese auto-fustigamiento. No he visto la de Alberto Rodríguez.
No tengo mucha afinidad con Santi Gallego para algunas cosas o para bastantes, pero con alguien que opina como tú no aprendes nada.

Luis S. dijo...

Cuando hablo de afinidades no aludo a que alguien piense exactamente como tú, creo que no son la misma cosa. Pero sí a un sustrato compartido, cierta curiosidad, comodidad con el otro, o simpatía, ese tipo de cosas.

Jesús Cortés dijo...

Solemos pensar de manera opuesta en muchas cosas y eso a mí al menos me sirve para volver a pensar las películas, a eso me refería

David P. Ugalde dijo...

Lo más asombroso que he visto últimamente es "Lirios Rotos", 103 años la contemplan. No sé si preocuparme o algo.

Jesús Cortés dijo...

Yo me alegro cada vez que la vuelvo a ver. Ya ha cumplido un siglo una gran parte del cine mudo y ahí sigue esperando que alguien descubra sus tesoros.

Ferris dijo...

Hola, Jesús, siempre un placer leerte. Me atrevo a salirme por la tangente pidiéndote opinión sobre dos cineastas bien distintos y distantes: Fabrice du Welz y Paul Mazursky. El primero quizá te suene por ser una presencia recurrente en el cine fantástico del último siglo, desde 'Calvaire', y el caso es que sus últimas pelis, cada vez más fluidas y depuradas, me parecen bastante buenas -'Adoration' e 'Inexorable'. Sin llamar la atención más que de los habituales de los festivales de género fantástico, va dando continuidad a una trayectoria interesante.

Sobre Mazursky, no he visto nada, y parece que sea uno de los directores de aquel Nuevo Hollywood de quien menos se habla fuera de círculos entendidos. ¿Qué nos puedes contar de él?

Jesús Cortés dijo...

No he visto creo más que una de Welz, la más reciente me parece, "Inexorable" y la encontré muy endeble, pero no podría decir mucho más. Poelvoorde es uno de los peores actores del mundo cuando está fuera de control. Miraré otras a ver si acaso hay alguna aprovechable, pero veo muchos vicios y muchos planos intercambiables con los de cualquier inepto.
Mazursky empezó mal con aquella cosa que hizo con los Monkees - con la música que había en aquellos momentos en USA, por Dios - y luego no filmó nada que me interesease demasiado. Tendría que ver varias que me faltan, pero lo conocido es poca cosa o eso me dice mi memoria.

Anónimo dijo...

De la cosecha internacional que te ha gustado Jesús? A mi me impresionó RRR muy demilliana

JP

Jesús Cortés dijo...

Creo que debo haber leido mal algo ¿DeMille?
La cosecha es mala, como suele últimamente. A ver si algo mejora con lo pendiente de estreno, Gray, Spielberg, Mouret, Reichardt, Mazuy, veremos Civeyrac...

Pascale Ogier y la nostalgia por los futuros perdidos dijo...

Algunos críticos han querido ver reminiscencias de An Unmarried Woman en Les Passagers de la nuit. ¿La Crítica has left the building?

Tour Perspective I dijo...

¿No esperas nada del primer largo de Héloïse Pelloquet? ¿Te gustaron sus cortos?

Jesús Cortés dijo...

Aparte de alguna coincidencia argumental no tiene nada que ver ese (buen) Mazursky con el film de Hers, muy superior. La crítica como estamento u organización criminal, nunca se sabe, hace mucho que dice cosas raras.

Jesús Cortés dijo...

No conzoco nada de Pelloquet, bonito apellido. Miraré

Jesús Cortés dijo...

Vistos los cortos de esta directora, Pelloquet, no sabría decir gran cosa, porque parecen poco más que prácticas de fin de estudios, apuntes apenas que quiere desarrollar. Y no son breves precisamente, lo cual me genera más dudas.

Anónimo dijo...

Hola, Jesús. ¿Has podido ver alguna de las películas que han proyectado este año en el festival de cine mudo de Pordenone? Gracias.

CCC

Jesús Cortés dijo...

Solo la nueva copia de "Manolescu".

Anónimo dijo...

Demasiado generoso has sido en tu valoración de los cortos de Pelloquet.

David P. Ugalde dijo...

Viendo el famoso "The souvenir" de Joanna Hogg: me cago en el padre de los hermanos Lumiere, como decía aquel. No puedo ni terminar.

Jesús Cortés dijo...

Yo esperaba algo bueno y no lo encontré. Y la segunda parte me decepcionó por completo.

David P. Ugalde dijo...

Como me he apeado en la primera parte ya no llego a la segunda, por suerte para mí, imagino. ¿Pero qué le pasa a la critica? ¡Este filme está en muchas listas de las mejores 5 o 10 películas de 2019! ¡Críticos del mundo: leave the kids alone!

Jesús Cortés dijo...

Cada uno, supongo, vota lo que le gusta, es simple. Mi invitado en este último texto fue uno de sus defensores y por supuesto de poco sirvió lo que yo le pude decir a la contra.
Me interesan los argumentos, no las preferencias y si alguien es capaz de exponer los suyos convincentemente, pues no te van a hacer cambiar de parecer, pero al menos te obliga a pensar los tuyos.
Ya que citas a Roger Waters, este es uno que se quedó sin argumentos.

Unknown dijo...

Por si a alguien le podria interesar decir que a mi sí me esta pareciendo un año interesante. La mejores por ahora en mi opinion Natchathiram Nagargiradhu, Watcher, Stars at noon, The novelist film, As bestas, The greatest beer run ever, Thirteen lives.

David P. Ugalde dijo...

Ha muerto Jerry Lee Lewis. Este nunca se quedó sin argumentos.

Anónimo dijo...

Dado que han habido varios off topics en este post, permíteme una pregunta musical sobre un grupo de grunge rock "Soundgarden". No los conozco solo he visto el videoclip de "Black hole Sun" que supongo que es su tema más famoso. Gracias.

Jesús Cortés dijo...

Es una de mis bandas favoritas de la historia. Los sigo desde el lp "Louder than love" del 89 y los ví en vivo en las giras de "Badmotorfinger" (el disco que prefiero) y el siguiente, "Superunknown", que es donde se incluye ese tema.
Podría escribir veinte folios sobre ellos pero no sé si puedo porque tuvieron un impacto tan extraordinario en mi vida, que no sabría ni por dónde empezar. Recuerdo como si hubiese sucedido ayer el día que oí por primera vez "Rusty cage", el tema que abre el álbum y que cambió todo para mí ese año de 1991 en que cayó el vinilo en mis manos; con "Jesus Christ pose" en particular fue un shock, no había sentido nada semejante jamás, una mezcla de fascinación y desconcierto provocada sobre todo porque no conocía bien a sus referencias.
A continuación encontré el debut y único disco de "Temple of the dog" (¿el mejor album de todos los tiempos?) y se doblegó mi ya de por sí insana obsesión. Por ellos y por la banda a la que homenajeaban, claro, Mother Love Bone.
He sentido pocas muertes como las de Chris Cornell, incluidos familiares y amigos. La de Andrew Wood, como a todos, no me dio tiempo a considerarla porque estuvo ahí desde el principio.
Es difícil para mí hablar de banda como estas, es como hablar de mí mismo. Aún los escucho semanalmente y van treinta y tantos años.

Luis S. dijo...

Muy buena "Hunger Strike", de Temple of the Dog.
No los conocía. Gran recomendación.

David P. Ugalde dijo...

Hola, Jesús. Supongo que te habrán preguntado ya muchas veces, pero ¿qué te parece Carlos Vermut?

Jesús Cortés dijo...

Sí, no es la primera vez que respondo que no me gusta nada su cine.

David P. Ugalde dijo...

Ya sé que somos muy pesados a veces. Lo que pasa es que uno sigue siendo un espectador inseguro (a pesar de las no pocas películas vistas) y cuando se halla ante algo que recibe tantos parabienes no puede evitar querer contrastar la opinión con gente a la que respeta. Gracias por tu paciencia. Un saludo.

¿Qué fue de Interment (Arahal)? dijo...

En el otoño de 1991 yo ya estaba más metido en otro tipo de sonidos; pero recuerdo que tanto "Jesus Christ Pose" como "Jesus Built My Hotrod" se convirtieron inmediatamente en canciones de cabecera. Lamentablemente, hoy en día ya no disfruto con ellas como cuando tenía quince primaveras.

A lo largo de los años he leído y escuchado innumerables anécdotas sobre el concierto del Benito Villamarín: fracaso de la venta anticipada en una Sevilla inmersa en los grandes fastos de la Expo '92; regalo masivo de entradas a última hora; ninguneo a Soundgarden por parte del público; Mike Patton jugando con el respetable, etc. ¿Hubo buen ambiente en los prolegómenos? Espero tu texto sobre el evento.

Jesús Cortés dijo...

Ya escribí sobre ese concierto y se publicó en Popular 1.
Fue un caos de organización y sí, parece que dejaron entrar a mucha gente porque la venta normal de entradas fue muy pobre, algo inconcebible para los que entendíamos que teníamos la oportunidad única de no tener que viajar miles de kilómetros para ver a tres de las mejores bandas del momento. Supongo que Soundgarden eran los más desconocidos y apenas el show particular de Ben Shepherd, con el bajo descogado y comportándose como un demente, captó la atención del "respetable". Mi ilusión y mi asombro por poder ver algo así en directo no me dejó mirar hacia detrás, así que no sñe si les abuchearon. He visto faltas de respeto tan absurdas en conciertos que no me extrañaría nada que fuese así.
Guns N Roses estaban a punto de convertirse en una caricatura de sí mismos, pero aún eran algo cercano a la banda que fueron durante unos pocos años, del 86 al 89, cuando de verdad fueron comparables a los grandes del pasado. Parece una broma que aún llenen estadios, a mí me llevan dando vergüenza ajena unos 30 años.
Fath No More acababan de explotar con "The real thng" tras dejar atrás a Chuck Mosely - aunque "Introduce yourself" ya era muy bueno - y sin duda "Epic" fue el tema del triple concierto.

Jesús Cortés dijo...

Y ese célebre rockumentary que enlazas no viene al caso. Estas bandas nada tenían que ver con el heavy metal, salvo por Jim Martin de FNM y mira cómo acabó.

Anónimo dijo...

Buenas, Jesús. Qué te parece este comentario tan negativo de Bruno Andrade sobre la película de Staudte?

https://letterboxd.com/timeistheking/film/the-murderers-are-among-us/

Jesús Cortés dijo...

No me gusta opinar de opiniones, pero en este caso ni siquiera podría porque no la entiendo

Anónimo dijo...

Jesús que directores franceses que comenzasen más o menos en los últimos 25 años te parecen realmente buenos? A mi me salen muy poquitos

JP

Jesús Cortés dijo...

Pocos, sí y cada vez menos.
Aún me fío de Patricia Mazuy, Mikhaël Hers, Serge Bozon, Emmanuel Mouret, Pierre Léon, Guillaume Brac, Arnaud des Pellières, Mariana Otero, Nicolas Saada, Pierre Schoeller, Axelle Ropert, Alain Guiraudie, David Oelhoffen y confío en que los últimos Xavier Beauovis y Jerôme Bonnell sean unos borrones enmendables.
Mucho menos me temo que van a dar de sí ya o perdí la esperanza o espero poco ya o me decepcionaron en algún momento clave, aunque aún es posible que sorprendan o vuelvan a brillar, Bertrand Bonnello, Emmanuelle Cuau, Guillaume Canet, Cédric Anger, Hervé Le Roux, Robinson Devor, Matthieu Amalric, Aurélia Georges, Jean-Paul Civeyrac, Isild Le Besco, Valérie Donzelli, Arnaud Desplechin, Pascale Ferran, Nicolas Klotz, Lucie Borleteau, Manuel Poirier, Laurent Cantet, Philippe Faucon, Sophie Fillières, Pascal Bonitzer, Sandrine Bonnaire, Céline Sciamma, Laurent Achard, Philippe Ramos, Mia Hansen-Love, Robin Campillo y no sé si alguno más.
Y lo peor es que hay cada vez menos debuts prometedores (Éléonore Weber, Julien Hilmoine, Antonin Baudry, Suzanne Lindon...) que ya veremos qué continuidad tienen.
Ah y el caso del franco-tunecino Kechiche sigue confuso. Nadie sabe qué va a pasar con su película censurada y si se verá antes la tercera que la segunda parte de su trilogía (!)

Mathilde Weil dijo...

¿Abandonamos toda esperanza?

Jesús Cortés dijo...

Olvidé a Pariser y Quilléveré, sobre todo a la segunda, porque es solo interesante lo que ha venido haciendo el primero para mi gusto.
A Lvovsky no, porque entendí que se salía del espacio de la pregunta.

William Eggleston dijo...

Eso mismo pensé de inicio; pero me entró la duda al ver que incluías a otros directores que realizaron su primer largometraje antes que Lvovsky.

También eché de menos a Philippe Grandrieux.

Jesús Cortés dijo...

Me habré equivocado al contar.
Grandrieux entraría en el segundo grupo. Llegó a entusiasmarme, pero lleva tiempo atrapado en un cine vaciado de contenido, que no tiene imágenes, solo fantasmas, represiones o pulsiones, arritmico, feista, como un clip de Tool... sin Tool

Xator Nova dijo...

Veo que pone a Serge Bozon en su primer grupo, cuyo "Don Juan" me ha llamado la atención por haberle gustado mucho a Santiago Gallego, aunque aún busco dar con ella. ¿Llegó a verla?

Anónimo dijo...

Hola, Jesús.

Ya que ha salido la encuesta sobre el cine argentino, ¿cuál sería tu lista si hubieras podido participar? Gracias.

Jesús Cortés dijo...

He visto "Don Juan" sin subtítulos y prefiero decir algo un poco más asentado cuando la entienda bien, pero me pareció muy bien de primeras. Bozon sigue aún creciendo, es una rareza.

Jesús Cortés dijo...

Hubiese llenado esa encuesta de "hugos" porque hubiese votado a Hugo del Carril ("Más allá del olvido"), Carlos Hugo Christensen ("Armiño negro"), Hugo Santiago ("Invasión") y alguna de las primeras de Hugo Fregonese. También supongo que hubiese votado a "Dios se lo pague" de Luis César Amadori, Adolfo Aristarain ("Un lugar en el mundo"), Mario Soffici ("El extraño caso del hombre y la bestia"), Alberto Fischerman ("Gombrowicz o la seducción - representado por sus discípulos -"), Daniel Tinayre ("A sangre fría") y Mariano Llinás ("Historias extraordinarias").

ALFA-OMEGA dijo...

Hola Jesús, ¿hay alguna de las obras de Franco Piavoli, que destacarías o que podrías elegir como favorita.

P.D: Recientemente he tenido la oportunidad de verlo presentar en Barcelona a sus casi 90 años un ciclo dedicado a él. (se le veía además muy activo e ilusionado). Ojalá podamos ver algo nuevo suyo.

Jesús Cortés dijo...

Me alegro de que se conserve tan activo. Es un cineasta valioso. Las que prefiero son "Voci nel tempo" y "Al primo soffio di vento", pero no he remirado tanto su obra como sí lo ha hecho Roberto Amaba, que es a quien habría que preguntarle.
No sé si aún podrá filmar algo cercano a esas películas porque la verdad es que me entristece decir que "Festa" de 2016 es lo peor que le vi. Ojalá no sea su última obra.

Anónimo dijo...

Hola, has podido ver la última de James Gray, "Armaggedon time"?

Jesús Cortés dijo...

Sí, y la encontré en general notablemente filmada - salvo esos sueños, un tanto ridículos -, pero se me queda a la cola de todas las suyas.

Anónimo dijo...

Jesús que opinas del nuevo cine Tamil? Me parece fantástico todo lo que están haciendo gente como Pa Ranjith, Vetrimaaran, Ram o Mari Selvaraj

Jesús Cortés dijo...

No los conozco.

Anónimo dijo...

Pues los recomiendo enormemente. En especial "Karnan", "Kaala", "Peranbu" y "Asuran". Películas que han deconstruido los generos populares indios de una manera unica.

Anónimo dijo...

Hola Jesús, ya que en los comentarios de los posts se habla un poco de todo y variado, me gustaría preguntarte por las películas de episodios que se hicieron durante el Hollywood clásico (no hay tantas como en Italia, pero las hay), concretamente "If I had a million" y "O Henry's full House".De haber visto alguna de ellas, ¿te quedarías con algún episodio?

Gracias y un saludo

Anónimo dijo...

¿La ausencia de Eugène Green está debidamente meditada o es del todo involuntaria?

Jesús Cortés dijo...

No me satisfacen esos films de episodios, pero hay excepciones, claro ("How the west was won", "I mostri", "The story of three loves"...). Hay que verlos o al menos yo así lo hago como recopilaciones de cortos o medio metrajes y si ya es difícil encontrar alguno bueno entre todo lo que se filma, más lo es que coincidan en el mismo film.

Jesús Cortés dijo...

Green es norteamericano según creo, auqnue ruede en francés. Es un caso extraño el suyo por cierto, ya que ha estado años sin rodar nada bueno - directamente malo en realidad - y de repente este 2022 hizo un film, "Le mur des morts", que recupera buena parte de lo que perdió.

Anónimo dijo...

Hola, respondiendo al comentario sobre las películas de episodios, efectivamente HTWWW es en general muy buena y mantiene para mí un nivel alto a lo largo de todo el metraje. No conocía "The story of three loves" pero me la apunto.

Sobre las que te he comentado "If I has..." me pareció simpática y entretenida, creo que sus episodios sin ser nada grandioso mantienen un nivel notable. Sobre "O Henry's" creo que el mejor de los 5 es el de Henry King (también me gustó algo el de Hawks y no tanto los demás)

Anónimo dijo...

Eugène Green es francés desde 1976.