La atroz incultura de la censura franquista, obsesionada con quitar de la vista del pueblo cuanto se desviaba de esa combinación, para lerdos, de catecismo resumido y cartilla castrense con la que gobernaron España durante cuarenta años, es muy probable que suprimiera más de un plano o diálogo inofensivo y a saber cómo pudo dar el visto bueno a la mera existencia de esta película negrísima y desmoralizante.
Se contaron por docenas las "causas artísticas" abiertas a gente a la que les hicieron la vida imposible por las mayores majaderías, urdidas por quienes no habían abierto un libro en su vida y sin embargo nacieron, no tan ocultos, a veces a la vista de todos y hasta con aroma a sucesos de la temporada, auténticos monstruos, como este con la excusa de que ilustraba una novela de una joven autora de fulgurante éxito.
Es posible que ya hayamos llegado de nuevo en 2024, setenta y muchos años después, a ese escenario de analfabetismo y aletargamiento, ya solo faltan cineastas subversivos, raros o imprevisibles como entonces fueron Edgar Neville, Llorenc Llobet Gràcia, Jerónimo Mihura, José Antonio Nieves-Conde, Carlos Serrano de Osma, Enrique del Campo, Carlos Arévalo...
No sé si la más insólita de las de Neville, pródigo en ellas, pero una singular criatura sin duda alguna "Nada", nada menos que un inopinado vástago
pequeñoburgués y corroído por enfermedades mentales de los Ambersons de Orson Welles,
que probablemente como film de categoría A no hubiera visto la luz en
Hollywood y que solo en las profundidades de las series menores habría
hallado cobijo. Solo esa legendaria impericia de los guardianes del credo nacional, permite explicar cómo Neville o
Laforet, la chica de veintipocos años que había irrumpido en las letras
españolas poco antes de la filmación de la película, pudieron ver
materializadas sus obras y no tuvieron que salir despavoridos hacia la
frontera en cuanto fue presentado su trabajo a las autoridades.
Del deslumbrante debut de Carmen Laforet quizá se esperó un valor para "alta literatura", con suerte una versión femenina de Pío Baroja, pero del inasible Edgar Neville, nadie supo nunca qué pensar y cómo ubicarlo. Ni cambiando de siglo ni ascendiendo desde la fabulación langiana (y de von Harbou, claro) de una ciudad subterránea bajo los pies de Madrid de la anterior obra de Neville, "La Torre de los Siete Jorobados", hasta la tercera o cuarta plantas de una casa de vecinos de la Barcelona contemporánea, se despeja la bruma y no hace sino acrecentarse la idea de que España era otro país y muy distinto del que oficialmente se enorgullecía el ciudadano desinformado de turno.
La peripecia de Andrea en la gran ciudad, no solo impulsada sino además escrita por la actriz que la encarnó, Conchita Montes, a la que habría que atribuir la coautoría del film - con sospecho que sumo gusto de su marido - es básicamente la inmersión de una inocente en la verdad de un tiempo y un lugar. Inocente por limpia, que no por ingenua, pero de todas maneras alguien que no comprende, se frota los ojos y hasta delira ante el vociferante panorama de rencillas, mezquindades, envidias, enfermizas dependencias afectivas y toda clase de violencias domésticas que se encuentra en su nuevo hogar y los tampoco muy alentadores ambientes frívolo y clasista o corrupto y hediondo de las altas y las bajas esferas a poco pisa la calle.
No es que estén de más los techos bajos y los contrapicados de Neville para hacer más opresivo el drama, pero con semejante podredumbre moral en primer plano, son un elemento de estilo más que una estilización, lo que le acerca más y tal vez nunca supo de su existencia, a Ozu Yasujiro que al propio Welles.
A su particular Noriko, sonriendo no para encajar sino para no apartarse de su forma de ver las cosas, le espera una tarea ingrata con tantos años por delante; la mayor, la de no recluirse sobre sí misma. Los siglos que contemplaban a las sucesivas heroínas del maestro japonés encarnadas por la inolvidable Hara Setsuko, las tradiciones y códigos, la perpetuidad de lo cotidiano llevada a las puertas del rito, casi parecen un bálsamo en caso de derrota frente al horizonte que tiene Andrea, que no va a aprender nunca a sufrir la falta de privacidad, la injerencia continua, las miradas empecinadas en el error, de tanto miope que la circundan.
Todas esas circunstancias de su realización sin embargo no menoscaban el intrigante fluir de "Nada" y las forzosas lagunas y los aspectos no desarrollados resultado de la tijera hasta le otorgan un tono febril y alucinado. Al fin y al cabo la censura es un montaje alternativo, por muy brutal e intolerable que sea y el film aguanta de pie las acometidas porque descansa en una inequívoca voluntad de resistencia y fe en las posibilidades que llegarán y si no aparecen, valdrá la pena no haberse postrado.
Los, a menudo, divertidos y populares personajes que poblaban el cine de Neville, que se distinguían siempre por llevar la cabeza levantada en medio del batiburrillo de situaciones insoportablemente aburridas de los ambientes en que les tocaba vivir, una prolongación sin duda de la mirada de su creador, que desde muy joven conoció otros países y otras formas de entender el mundo, en "Nada" quedan reducidos a la tímida entereza de su protagonista.
Ahogada y casi desfallecida entre tanto cruce de reproches y tejemanejes familiares, conserva la capacidad de saber que lo excéntrico y lo desusado (el tío violinista, cuyo suicidio es suprimido en el film y sustituido por un accidente, en el entendido de que así se le castiga más al no permitirle tener ni la dignidad o el valor para acabar con su propia vida) no tiene por qué ser ni conveniente ni mejor y que quizá el que no camina al paso de los demás, lo hace sin rebeldía ni audacia, solo para aprovecharse de su posición.
Ni un primer plano le dedica Neville a su "villano" y sí muchos al reflejo positivo de su influjo, Ena, la amiga fascinada por el aura de misterio que rodea a la ilustre oveja negra de la familia, que es, con su mundanidad y su perfecto encaje social, el personaje más extraviado y despreciable de la película, siempre imantada hacia sus zonas oscuras, la auténtica nada con bonito rostro y ropas caras.
Los momentos en que ambos se encontraban y se atraían, se confesaban y se seducían, esos que Laforet no escribió, Neville no filmó y la censura no tuvo que suprimir, hubiesen pertenecido al cine del emigrado Luis Buñuel, que desde México los brindaba a la salud de todos sus compatriotas.
27 comentarios:
Qué sorpresa, Jesús. No te prodigas sobre cine español.
Neville fue sin duda un tipo extraordinario, no solo un gran director de cine (el mejor español de los años 40-50, ¿no?), sino un muy buen escritor y un estupendo tertuliano (nada que ver con los "contertulios" de nuestra actualidad, claro).
A mí también me gustó mucho "Nada", que no suele nombrarse entre las mejores de Neville, tal vez porque no es tan extravagante como "La torre de los siete jorobados", ni tan inusual, a su manera, como "El último caballo" ni tan redonda como "La vida en un hilo", ni tampoco pertenece al subgénero que probablemente mejor dominó Neville: la comedia con toques costumbristas, negros y de sainete ("Domingo de carnaval", "El crimen de la calle Bordadores"). Por cierto, otra favorita mía entre las suyas es "La ironía del dinero", que poco tiene que ver con "Nada" y tampoco suele señalarse como una de las grandes. No sé si compartes mi entusiasmo.
Viendo esta película, pensé en Welles, Lang o Siodmak, gente así, pero no en Ozu, así que gracias por la pista.
También agradezco ese listado de directores españoles; de algunos de ellos (Arévalo, por ejemplo) no he visto nada.
Por último, te animo a que escribas más textos sobre cine español.
Un saludo.
Luis S.
Nunca he mirado el cine español como "propio" y creo que eso ayuda a dejar de lado dobles varas de medir y chovinismos. Para mí es igual que el polaco o el chino, aunque se filme - esto es verídico - en la casa en la que vivo.
Neville es también para mí el mejor español de los 40 y 50, junto a Mur Oti a partir del filo de esa segunda década en la que debuta y en la que tampoco anda lejos Berlanga. Es, en conjunto, lo único parecido a una edad dorada que hemos tenido, pero nada excepcional porque sucedió en muchos países de muchas latitudes distintas en ese periodo.
Las que prefiero suyas son "La vida en un hilo", "Correo de Indias", "El baile", "Domingo de Carnaval" y esta, pero aprecio mucho casi todas, incluida esa comedia un poco Guitry y otro poco Ophuls que mencionas.
Como Lubitsch o Lacava, voló elegantemente sobre códigos puritanos y lo hizo sin necesidad de reproducir o adaptar lo que vio de primera mano fuera, siendo plena y absolutamente español y eso que era medio inglés. Y de la aristocracia, que mayormente solo ha producido vagos en todas partes.
No tengo la película del todo reciente, pero sí recuerdo que era con diferencia la más dura de ver de Neville, la menos amable de las que conozco suyas. El trabajo de su actriz protagonista era uno de los pocos elementos con que sentirse de alguna forma liberado en una cinta plagada de ambientes asfixiantes y personajes desagradables. Me cuesta pensar en cómo la censura podría haber eliminado este componente de acidez incluso reduciendo la película a una sola escena, pues está lejos de quedar reducido a líneas de diálogo o acontecimientos retratados concretamente más bien es el principal modelo a retratar de la obra y todo lo que en ella sucede, sus particularidades a cada momento. Otra película muy desconocida y recortada de Neville, El señor Esteve, me recuerda a esta en su aridez, en la dificultad pars implicarse personalmente con su argumento, animando al espectador a reflexionar o a sencillamente contemplar, atónito, los crudos sucesos de la cinta. En general, el cineasta a quien más me recuerda Neville suele ser Ophüls, en esa forma de tratar los espacios y decorados (otra película que me parece muy buena del director es Mi calle) como si en ellos pudiese contemplarse todo el mundo o como si fuese todo el mundo que es realmente necesario observar.
Sí, yo creo que sus principales influencias vienen del cine mudo y el primer sonoro: Chaplin, DeMille, Clair, Duvivier, Sternberg, quizá Stahl... y sobre todo Lubitsch y Capra. Aparte, claro, de la fuerte influencia del teatro común a casi todos ellos, aunque la usasen para delimitar cómo filmar de una manera cinematográfica y no hay mejor "limitación" para eso que la falta de sonido.
Jesús que opinas de Javier Ruiz Caldera? Te parece el heredero de Neville?
La wikipedia dice que es Edgar Neville y Guille desde 2006. Un bisnieto, diría yo.
La tenía pendiente al igual que "La ironía del dinero" y ahora, al verla por fin, me encuentro con que es la que más me gusta de Neville junto a "El baile" y "La vida en un hilo".
Si durante su visión pensaba (como luego he visto que lo señalas, Jesús) en "The magnificent Ambersons", al final (mezquindades y rencores familiares que desembocan con un personaje que se suicida arrojándose al vacío y con el hermano, que le detestaba, echándose desesperado sobre el cadáver) resulta un precedente inesperado de "El mundo sigue" (aunque, bien pensado, no es de extrañar que Zunzunegui conociese la novela de Laforet).
Extraordinaria película, e impensable que pudiera hacerse en 1947.
"El mundo sigue" o "Fulano y Mengano" son dos de las pocas grandes películas españolas de esa época (groso modo, pertenecen a décadas distintas) comparables en dureza y radicalidad
Gracias por la pista, no he visto "Fulano y Mengano".
De los años sesenta, década de la que mencionas "El mundo sigue", me impresionó mucho "La piel quemada" (Forn), supongo que la conocerás. Y más allá de las películas de Berlanga, Fernán Gómez, Ferreri, Buñuel, Bardem, Summers, M. Patino, Regueiro o las primeras de Saura, otras españolas de esa década que me han impresionado en los últimos años son "A hierro muere" (Mur Oti) y "A tiro limpio" (Pérez Dolz).
Por otro lado, no creo que comparables en dureza y radicalidad, como dices, pero hay películas muy interesantes (en un listado no canónico) en los años cincuenta como "Brigada criminal" (Iquino), "Cañas y barro" (Orduña) o "La patrulla" (Lazaga). Y en el género de la comedia, "Bombas para la paz" (A. Román) la recuerdo desternillante por momentos.
Por último, puesto que se ha mencionado "El mundo sigue", querría recomendar en este blog, a aquellos que no lo hayan leído, un breve y estupendo diario que escribió un joven Fernán Gómez durante el rodaje en Italia de "La voz del silencio" o "La conciencia acusa" (Pabst). Una de las anécdotas que cuenta es muy curiosa: resulta que pudo haber sido uno de los actores de "I vitelloni", cuando Fellini aún no era (casi) nadie, pero un problema de presupuesto, que provocó una demora en el rodaje (sumado a un compromiso teatral adquirido previamente por Fernán Gómez en España), impidió que Fernán Gómez y Fellini trabajaran juntos. Quién sabe lo que el destino podría haber traído.
Hablaba de esos tres films porque tienen una carga de dramatismo tan severo como poco deprimente y no arruinan el estado de ánimo del espectador ni quieren hacerlo sentirse miserable, pero no son estrictamente los mejores de esos años. Tomando la referencia 47-65, hay unos cuantos tan buenos o mejores: las de Neville mencionadas, "Cielo negro", "Fedra", "Condenados", "Orgullo" y "A hierro muere", "Vida en sombras", "Mi adorado Juan", "Hospital General", "Plácido", "El verdugo" y "Calabuch", "La vida por delante" y "El extraño viaje", "Los peces rojos", "Aguaespejo granadino", "El cebo" o "El cochecito".
Me cuadra bien FFG como actor de Fellini, incluso del post-"La dolce vita", como también podrían haberlo sido José Luis López Vázquez, José Isbert, Emma Penella, Susana Canales y todos los grandes intérpretes españoles de esos años.
¿No te gusta Juan Antonio Bardem?
Saqué las películas de mi lista. Me gustan dos Bardem de esos años, "Calle Mayor" y "Nunca pasa nada". Por la misma razón no puse dos Robira-Veleta, "Los atracadores" y "El Expreso de Andalucía". Por un año se queda fuera la que prefiero suya, "La dama del alba". Así hay mas casos, claro. Hasta Jess Franco hizo una realmente buena, "Tenemos 18 años".
Al tratarse de una adaptación de una obra ajena, y tan cercenada en su desarrollo narrativo, es una de las películas de Neville que mejor permite centrarse en su trabajo de director. Como ocurre en los Ambersons, por no hablar de otras muchas películas, la casa es un personaje, casi tan importante como Andrea.
Pero no llega a robarle el protagonismo a Conchita Montes. Es admirable el plano en que ella se da cuenta de la atracción de Ena y Román, mientras éste toca el piano, antes de acercarse a él. Me gusta mucho la convicción íntima con la que ella narra cómo se deshizo del pañuelo de su abuela, ante las acusaciones de su tía Angustias, y que no vea ninguna necesidad de pedirle luego a Ena, cuando acude a su casa, que confirme su verdad.
Sí, en cierto modo es como su "Broken lullaby" o su "The woman of Paris" particular y no sería igual su filmografía sin una pieza que "contradiga " sus más comentadas virtudes.
Hola, Jesús, no sé si has podido ver algunas de las series de televisión españolas más populares y discutidas de este año, tales como "Querer", "Nos vemos en otra vida" o "Años nuevos" (menciono tres que me han gustado). Un saludo. Luis
De "Nos vemos en otra vida" vi un episodio y es pura paja flameante, no me dijo nada, como todo lo que toca Cabezudo y todo lo que dice o escribe Jabois o, cuando le cojan un libro para algo así, Pérez-Reverte. Esta gente que sabe de todo y no puede parar de opinar, contertulios, tuiteros, influencers y demás, me provocan urticaria.
La de Sorogoyen la indagué un poco más y la encuentro insulsa, incluso como idea de partida, una cosa vieja, perezosa, inservible. Mucho mejor "Antidisturbios" desde luego.
"Querer" en cambio me parece realmente interesante, sobre todo los dos primeros episodios y es, por mucho, lo único bueno que ha hecho Alauda Ruiz de Azúa. Le sobra psicologismo hacia el final, explicaciones, equilibrismos y le falta olvidarse de todos y cada uno de los posibles espectadores, tener arrojo y centrarse en su personaje, sin mirar los reflejos en los demás.
Casualidad que me preguntas, me parece, por tres de las muy pocas españolas - tampoco de fuera - que he tratado de empezar a ver. Ayer miré la de Alex de la Iglesia y me pareció horrible y así la abrumadora mayoría.
Mejores que Anora?
Mejor que "Anora" es el bodrio de Jonás Trueba.
"Pura paja flameante", me gusta, buen hallazgo, me lo anoto, aunque a mí sí me gustó (como también otra de Cabezudo, "Crematorio", basada en una novela asimismo estupenda, de Chirbes). En cuanto a Jabois: juega a eso que dices en sus artículos, lo que pasa es que se ha convertido en un género en sí mismo y se diría que se autoparodia y ya cansa (de joven surgió como algo fresco y distinto: sus artículos de "Irse a Madrid" están bien y son graciosos). La de Sorogoyen es desigual, y puedo entender que pueda resultar insulsa o incluso irritante por momentos, pero encuentro que se ha esmerado en la composición de sus personajes y algunos de sus episodios (pienso justamente en los rodados fuera, en Berlín y Lyon) me parecen excelentes. Por otro lado, también pensé, como tú, que "Querer" podría haber sido aún mejor de lo que es, por motivos parecidos a los que comentas. Tanto Ruiz de Azúa como Sorogoyen pecan por momentos, creo, de exceso de cálculo.
Pues nada, Jesús, te deseo unas buenas fiestas; y ya sabes que algunos esperamos tus recomendaciones con lo mejor del año, pues siempre descubro cosas atractivas e inesperadas (aunque admito que "El reino animal", que recomendaste hace unos meses, se me atragantó tras los primeros 30-40 minutos, pues no logré creerme la premisa argumental).
Luis
Felices fiestas, Luis y para todos.
Supongo que mandaré lista a Senses y se publicará durante el mes de enero.
Recomendar no es lo mío ni debiera ser cosa más que de médicos y demás. Me limito a listar lo que me parece mejor, con el esfuerzo de tratar de ordenarlo, que no siempre es fácil y rara vez permanente. Nadie mejor que yo entiende que alguien esté en desacuerdo conmigo.
Has pensado en publicar la lista directamente en tu blog. Las listas de senses suelen ser cortadas, con ciertos requisitos...
No creo que está vez me vayan a cortar.
Ni por autoconfianza, ni por cantidad de cine visto, ni por capacidad para sondear el alma humana a partir de los detalles más nimios me creo con capacidad para valorar la mayoría de las películas aquí comentadas, en cualquier caso quiero agradecer a Jesús Cortés las publicaciones periódicas del blog y para desear a todos los lectores unas felices Navidades!
Feliz Año a todos, una curiosidad Jesús, soy consciente de que no te gustan las recomendaciones pero por si no es mucho problema, qué te parecen los estrenos de estas navidades "Mufasa" de Barry Jenkins, "Conclave", "Kraven", "Gladiator"...
No he visto ninguna. Solo la de Tyler Taomina y no me gustó. Ahora que recuerdo, miré el comienzo de "Conclave" y no seguí.
A mí los de Senses me dijeron que sólo mandase diez películas en total entre estrenos y descubrimientos, al final mandé sólo diez estrenos que me gustaron mucho. De descubrimientos puedo decir que lo mejor que vi este 2024 fue "Ryan's Daughter", "Fulano y Mengano", "Travolta et Moi" y "La Vie comme ça" de Brisseau.
Felices fiestas, Feliz Navidad, Feliz año nuevo a todos y que 2025 nos traiga muchos descubrimientos.
Iván Suárez.
Hizo bien en no seguir, menudo totum revolutum desnortado.
Trueno
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