lunes, 27 de julio de 2009

EL MUNDO DE BIMALA


El año 1984 imagino que no significa gran cosa si se asocia al nombre de Satyajit Ray. ¿Se había retirado ya? ¿Todavía estaba vivo? pensarán algunos.
Para cualquier aficionado español, sin embargo, marca un hito histórico, porque se trata de la única ocasión en que una película de este cineasta exótico, tan poco conocido como admirado, fue estrenada en España, “Ghare-baire”.
Pauline Kael nunca fue santo de mi devoción. Y no lo digo solo porque no hablara bien en su día que “The man who shot Liberty Valance”, que ya puede ser suficiente para recelar de la opinión de alguien. Con ella sin embargo aprendí una lección importante y es que no se debe subestimar la opinión de alguien que no coincide demasiado con tus gustos. Kael hablaba tan bien de Ray, parecía entenderlo tan certeramente, que eso me hizo recelar en un principio de su obra… hasta que ví “Charulata”.
Desde entonces he podido ver una parte importante de su filmografía, más de a lo que hubiese pensado entonces acceder, para comprobar dos circunstancias bastante contradictorias aunque no del todo ilógicas y menos hace unos lustros, cuando el cine oriental era mucho más desconocido. Primero que sorprendentemente la sed de Ray quedaba saciada para mucha gente apenas con una ínfima parte de su obra, la famosa trilogía de Apu y poco más. Segundo, que esto era suficiente para incluir su nombre en un buen número de listas de mejores de la historia. Ambas circunstancias se combinan para resultar una especie de renuncia tácita a poder ver más películas suyas o, peor aún, a un conformismo con lo poco visto y a pensar que todo lo demás debe ser inferior o poco debe aportar cuando no se edita o exhibe.
A esto contribuye que los años 80 y principios de los 90, marcan el fin de la trayectoria de un buen número de directores importantes (de Robert Aldrich a Glauber Rocha, pasando por Paul Newman, Kurosawa, Fuller, Cukor, Risi, Comencini, Siegel o Mulligan), unos años que no parece que cuenten con la necesaria atención por parte de muchos cinéfilos, como si se diera por hecho que un cineasta debe haber dejado de hacer cosas interesantes cuando los medios han dejado de hablar de ellos.
Imagino la sorpresa y el desconcierto de los que asistieron al estreno de “Ghare-baire” al comprobar por donde andaba Satyajit Ray veintitantos años después de alumbrar las películas que le otorgaron fama en los lejanos 60 y qué poco se parecía el film a la imagen colectiva de su cine que había quedado sellada desde entonces en la memoria de cualquier cinéfilo.
En realidad “Ghare-baire” no es, y ahora puede decirse, que han salido a la luz poco a poco muchas otras películas de su filmografía, una película especialmente novedosa en su carrera, ni temática ni visualmente, pero sí una de las mejores que conozco suyas, al nivel de las más grandes, asentando la idea de que el cine de Ray es un continente por descubrir aún hoy.
Que la película tenga un gran contenido socio-político no es nada ajeno al cine de Ray desde por lo menos “Kanchenjungha” del 62 -de las primeras donde se habla bengalí e inglés conjuntamente - que sea muy “talkie” y menos “metafórica”, que se sirva menos de los objetos (como por otra parte pasa con Manoel de Oliveira a partir de un cierto momento, sin que renuncie nunca a sus antiguas maneras), ya venía de lejos, por lo menos desde “Shatranj ke khilari” del 77, el uso tan expresivo del color estaba ya en su cine, que yo sepa, desde “Ashani sanket” (1973) y desde luego, el aspecto épico-intimista (más en segundo plano, pero un poco a lo David Lean y su “A passage to India”, de ese mismo año y ampliamente reconocida en su día) tampoco es nuevo y viene de cualquiera de sus obras de los 60, plasmándose de forma especialmente brillante en “Jana Aranya” de 1976 por ejemplo.
El tema, por tanto, tantas veces expuesto por el maestro, de una mujer destinada a desempeñar un rol tan distinto del que la férrea sociedad de su época le tenía reservado (estamos en la primera década del siglo XX, unos años muy visitados por Ray, aunque muchas veces sea sumamente difícil ubicar temporalmente sus historias) como diverso y hasta contrario de sus propios anhelos y expectativas, se nos presenta aquí menos reducido a anécdota o detalle que en otras ocasiones. No es el Ray del pespunte y la poesía pequeña; suena una orquesta en lugar del bansuri y el sitar.
Y este Ray tiene herederos, cosa que no ocurre por desgracia con la mayoría de grandes directores. No en vano, tres años antes, Aparna, la hija de Mrnal Sen, había debutado en la dirección con una especie de compendio de todas las enseñanzas del viejo maestro, en uno de los debuts más impresionantes de esos años, “36 Chowringhee Lane” de 1981, para quien esto escribe, una de las cinco mejores películas de esa década.

9 comentarios:

Roberto Amaba dijo...

Hola Jesús,

La filmografía de Ray es descomunal, y lo es, como bien dices, de principio a fin. Con alguna cosa suelta de menor altura, lógicamente. Me falta por ver algo de los 70 y alguna del final, ya lo solucionaré. Kurosawa tenía razón en su famosa sentencia sobre Ray.

Un saludo.

Jesús Cortés dijo...

Mi sfavoritas son, aparte de esta, "Jalsaghar" y "Apur sansar" de los 50, "Devi", "Teen kanya", "Charulata" y "Kapurush" de los 60, "Ashani sanket" y "Jana aranya" de los 70 y "Heerak Rajar Deshe" de los 80.
Las dos que he podido ver de Guru Dutt, la última muy recientemente, también me parecen fantásticas, pero sin prácticamente nada que ver con Ray, son melodramas musicales con gran huella del "tearjerker" americano de los 30 y 40, Borzage, Cromwell, Capra o Stevens.

Roberto Amaba dijo...

Siguiendo con cine indio, Ghatak es otro grande, muuuuy grande.

De Ray me gustan hasta las que debían tener mala fama como "Sonar Kella". Recuerdo que la que menos me convenció de las que vi hasta la fecha fue "Parash Pathar", no terminaba de funcionar la historia como un "cuento", no tenía esa inocencia, la notaba como forzada en ese sentido, no sé, lo mismo hay que darle otra oportunidad.

Otras como "Apur Sansar" o "Teen Kanya" no es que me parezcan de lo mejor suyo, es que me parecen de lo mejor de siempre y de todos, en este planeta o en los que haya.

Un abrazo.

Jesús Cortés dijo...

De Ghatak no conozco nada, es algo que tengo pendiente y no acabo de empezar nunca.
Si debo elegir una estoy entre "Jalsaghar", la que más me emociona personalmente, imagino que por la conexión musical, y la que mencionas, "Teen Kanya", la más impresionante.

Anónimo dijo...

Lástima que sea difícil conectar con el cine indio, y más aún comunicar a otros lo que se ve, y por tanto convencerlos de que hagan el experimento de ver, no sólo de S. Ray, Ghatak y Dutt, también de Aparna Sen, y de Mrinal Sen, y alguno más. En Calcutta hay una tienda de intranet con buen y bastante barato surtido, normalmente con subtítulos en inglés, y hasta advierten lealmente cuando no es así pese a que la carátula lo afirme. "Ghare Baire", "Ashani Sanket", "Devi", "Teen Kanya", "Jalsaghar", "Charulata", "Mahanagar", "Apur Sansar"... S.R. ha hecho un montón de obras maestras y un puñado de películas muy buenas contra dos errores soportables y no indecentes, cosa que pocos pueden presentar.
Miguel Marías

Jesús Cortés dijo...

Sí, Miguel, supongo que funciona parecida a www.ruslania.com y el cine ruso. Tienen muy poquito editado con subtítulos en inglés, pero está bien. También es interesante la sección de dvd´s de www.cinefania.com, ahí ando intentando que me manden una copia, la única creo que circula en este formato de una película que creo recordar que incluiste en una lista de favoritos de los 60 que mandaste a la web de miradas.net, "Tiburoneros" de Luis Alcoriza. Me gustó "Tlayucan" y encontré un poco insuficiente "Mecánica nacional" pero sigo insistiendo.

Anónimo dijo...

Difícil de encontrar "Tiburoneros", para mí incomparablemente mejor que el resto de Alcoriza (incluso "Tlayucán" y "Tarahumara", que son "otra cosa" que "Mecánica Nacional" - el título ya insinúa los porqués - o las tristes historias en que se metió más tarde, sobre todo en España. Espero que la veas. Es de esas películas superiores a su creador que ocurren si acaso (no es lo usual) una vez. Como "Mr. & Mrs. Iyer", que la ves y no crees que sea posible, y que no tenga la menor fama.

Miguel

Babs dijo...

¿cuáles son las otras cuatro? mejores películas de los ochenta, digo.

Jesús Cortés dijo...

"The shadow box", "A nos amours", "Love streams", "Route One/USA", "Noce blanche"...