lunes, 8 de noviembre de 2010

COMO TODOS LOS DOMINGOS

Mucho antes de regalar al mundo una serie de melodramas populares con aún hoy día muy escasa relevancia en la historia del cine, es bastante complicado encontrar al gran Raffaello Matarazzo
La progresiva edición en DVD de su obra, aún con pocos títulos con subtítulos al menos en inglés, va revelando un director desigual y que de repente encontró su sitio, la clave en la que más cómodo se sentía, una posibilidad de hablar en primera persona, curiosamente con el material más inverosímil y folletinesco.
Ahí quedan para cuando la historia del cine tenga a bien volver la cabeza, sus maravillas de finales de los años 40 y los 50: "Catene", "I figli di nessuno", "L´angelo bianco", "La schiava del peccato", "Vortice", "Torna!",  "Tormento" y compañía, todas ellas tan diáfanas como irreprochables dramáticamente, respondiendo a cada paso todas las posibles interrogantes planteadas y dejando en mal lugar mil recursos artificiosos y delirantes utilizados por casi cualquier otro; auténticos bloques de granito narrativos que son, milagro, tan emotivos como perfectos. 
"Treno popolare", en 1933, es una canción bien distinta. 
Estamos tan acostumbrados a contemplar las filmografías de los directores del pasado en desorden, sin respetar ni observar siquiera lo que el curso de una carrera y una vida trae y lleva la voluntad de un cineasta, su crecimiento o su involución, que un film como este puede acabar ubicando a Matarazzo bajo un nuevo prisma, como si nadie nunca antes lo hubiese visto, un nuevo director.
Porque "Treno popolare" es sorprendentemente, si bien en un tono menor, un film de la estirpe de "Toni" y "Une partie de campagne", "L´Atalante" y "À propos de Nice", "Sonnenstrahl", "Bank holiday", varios PagnolGuitry, Powell/Pressburger, un poco después Humphrey Jennings...  esos grandes momentos del cine europeo (y habría que acudir a Ford o directamente a Japón para hallar más ejemplos: el cine sí que fue verdaderamente global) de antes de la guerra, expansivos (hasta en interiores), costumbristas, con las ciudades y sus calles o los pueblos, los ríos, colectivamente como personajes, grandes homenajes a los pequeños episodios que marcan el discurrir de la vida.
Tuvo pocos defensores (pero buenos: Lourcelles, que imaginó un océano donde este film era un faro al que mirar para afrontar la transición del mudo al sonoro) Matarazzo y no parece que vayan a engrosar su lista de admiradores muchos más.
La cuestión es cómo diferenciar lo que hace de lo que hacían los demás, algo tan complicado de exponer o argumentar como sólo ocurre con otros grandes gigantes. Esa alquimia indescifrable que anula, hace palidecer o al menos empequeñece cualquier intento de verbalizar lo que un plano o una secuencia muestran de una forma tan fulgurante. 
"Treno popolare" es una sinfonía divertida, ligera, casual, vivaldiana (gran partitura, si no la mejor de Nino Rota), que se diría coreografiada, tan breve como la poca ambición que la motivó, bellísima visualmente y repleta de algo que el cine alguna vez rebosó: placer. Placer por hacerlo, por emprender la tarea de registrar qué podría suceder con los pasajeros que llevaban estos trenes a la campiña los fines de semana, donde se entremezclan tímidos romances de opereta y sus correspondientes desgracias, anécdotas y trifulcas.
Decía Tom Petty que había logrado componer sus mejores canciones de amor justo cuando se había olvidado de las emociones del romance, concentrándose en los acordes, las rimas, las melodías, como si la música, tan abstracta, fuese mucho más importante que lo que con ella se quiere comunicar.
Ahora nos puede parecer que "Treno popolare" es la obra de un ingenuo, un canto naive a un tiempo y un lugar, con un propósito simplificador, un panfleto mussoliniano para animar a la diversión a los italianos que malvivían con cuatro liras pero ya podían disfrutar de algo tan exótico y "de otra clase" como el turismo.
Pero como sucede con sus grandes obras futuras, Matarazzo ante todo se concentra en componer, impresionar imágenes, que hablan como siempre hizo de la gente corriente, pero sin la perspectiva de la atalaya del creador omnipotente que otros han buscado hasta debajo de las piedras, sin sermonear (no hay película más laica y menos "patriota") ni ironizar, quién era él para hacerlo, ni criticar (o en todo caso incluyéndose en lo criticado) a lo que veía a diario.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé italiano. No sé inglés. Llevo varios años sospechando que me moriré sin haber visto ninguna película de este señor.
José Antonio.

Jesús Cortés dijo...

Algunas, entre ellas, un par de las mejores, puedes encontrarlas en el portal de Cine Clásico:
www.cine-clasico.com
Si no sabes usar programas de subtitulado, alguna incluso los trae ya incrustados, "Catene" seguro porque la copia sale de la que tengo yo de Cineclassics y una inferior pero con interés, "Fumeria d´oppio" también.

Roberto Amaba dijo...

Maravilloso descubrimiento, Jesús, la acabo de ver. Bueno, descubrimiento al menos para mí.

Me encanta este micro-género campestre, curiosamente con muchas conexiones emocionales y visuales entre cinematografías y culturas muy diferentes. De todas maneras, todavía me faltan cosas para conocer en condiciones a Matarazzo, de quien admiro todo lo que pude ver hasta la fecha.

Un saludo.

Jesús Cortés dijo...

Yo sólo conozco trece, menos de un tercio de las que hizo, pero lo tengo por uno de los grandes del cine italiano. Murió muy joven, sin llegar a los 60 años.
Rossellini está por encima en mi ranking pero la verdad es que ninguno más o al menos no con certeza. Hace poco veía la magistral "La schiava del peccato" y es de esas películas que no cambiaría por ninguna otra mientras la contemplaba: precisa, profunda, con esa calma tensa, ese suspense contenido que sólo los grandes saben mantener y además haciéndolo con una actriz con fama de mala (la Pampanini, que no lo era ni mucho menos), una niña polaca que apenas dice nada y un enredo pasado de moda. Un triunfo impresionante del cine sobre las circunstancias.

Anónimo dijo...

Gracias, Jesús. Aunque no tengo demasiada fe, intentaré agenciarme Catene, que creo que colaste en alguna de esas listas de caprichos favoritos.
Me parece inaudito para los que no sabemos otro idioma que el castellano que sea tan difícil acceder en condiciones a las obras de Matarazzo, Gremillon o Pagnol, por mencionar sólo tres ilustres "desconocidos" para mi (no menciono a Guitry, porque últimamente se está resucitando un poco).
José Antonio.

Jesús Cortés dijo...

Más inaudito aún es que los italianos crean que Matarazzo es una anticualla que no interesará a nadie y hayan tardado tantos años en sacar algunos DVD´s de sus películas que si no fuera por el bonus "italiani per non udente", no habría ni traducciones al inglés.
"Treno popolare" acaban de ponerla también en Cine clásico. Con un italiano o inglés muy básico se entiende sin problemas.
Otras son mucho más problemáticas, como la complejísima "Vortice". Hasta la rara "Guai e vinti" puede verse ya.

Anónimo dijo...

Tienes razón Jesús, es vergonzoso que los propios italianos saquen algunos dvd de Matarazzo sin molestarse en subtitular en ningún idioma. Yo he podido ver la que tú recomiendas hoy, porque hay subtítulos en inglés y con inglés me apaño casi sin ningún problema, pero es que ahora en internet circulan unas doce pelis de Matarazzo de dvd o de TV y no hay forma de encontrar subtítulos.
Igor
LLevo mucho tiempo intentando ampliar mi conocimeinto de su filmografía y no hay forma.

Jesús Cortés dijo...

Bueno, en su día y en España (Canal Plus, Cineclassics) se emitieron unas cuantas pero supongo que prácticamente nadie conserva las grabaciones; yo al menos sí. Parece mentira que una cadena de televisión de los 90 diera a conocer ese material de este y otros directores como los que nombra José Antonio.
Cualquier día a las siete de la tarde podían verse "I walked with a zombie", "I dolci inganni", "Frankenstein created woman", "Johan", "Vargtimmen" y maravillas por el estilo. Ahora no hay editorial de DVD, Blue Ray o similar que supere eso.
Apenas en Karagarga hay algunas más con subtítulos en inglés y en aumento.

Anónimo dijo...

Jesús, ¿puede ser que haya leído hace tiempo un artículo en el blog con comentarios elogiosos sobre The unsuspected y Life with father? Estoy casi seguro, pero no consigo encontrar el artículo en cuestión. Acabo de conseguir ambas películas y me gustaría saber si ese post existe o es fruto de mi imaginación...
José Antonio.

Jesús Cortés dijo...

De "The unsuspected", que es muy brillante y achampanada, sí escribí algo hace tiempo muy corto:
http://postcefalu.blogspot.com/2008/10/pura-pirotecnia-cinematogrfica.html
De "Life with father" nada concreto pero seguramente debo haberla mencionado en alguna ocasión y puesto en alguna lista porque me gusta mucho.

Anónimo dijo...

Gracias, Jesús. He observado un lavado de cara y traje nuevo en la portada del blog. Ya sólo nos falta un buscador que permita recuperar artículos pasados. Algunos te lo agradeceríamos mucho.
José Antonio

Jesús Cortés dijo...

Incluído un buscador. Los resultados salen arriba de las entradas.

Anónimo dijo...

Fantástico. Gracias!
José Antonio.

Anónimo dijo...

ahora mismo estoy agregando este blog a mis favoritos. muy buena info.


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Roberto Amaba dijo...

Hola Jesús, ya casi hace siglos de esto, pero me acordé ayer después de ver Domenica D'Agosto de L. Emmer. Es prácticamente la misma película que esta veinte años después, con el cambio social y cinematográfico que implica. Para mi gusto con menos encanto en ambos sentidos, pero sería una comparativa muy interesante.

Un saludo.

Jesús Cortés dijo...

Sí, muy interesante. También algo de "Bank holiday" de Carol Reed parece sacado de ella, aunque el comienzo sea puro "Sunrise".
Emmer es muy bueno a veces. Me encantan "La ragazza in vetrina" y "Camilla".