Otro gallo hubiese cantado al cine de Catherine Breillat si hubiese resuelto más películas como lo hizo cuando filmó su segunda obra, "Tapage nocturne" en 1979.
No se le ha podido negar a esta cineasta, aunque tal vez ahora ya sí, su obstinada audacia, los riesgos que ha solido correr, sobre todo porque los entendió como necesarios; incontables ejemplos de mala praxis, muy lucrativas, detonan por doquier en toda clase de películas a vueltas con los temas que le suelen interesar. Tal vez Breillat nunca logró sentirse del todo cómoda en el tono y la distancia y volvió una y otra vez a tratar de encontrarla, porque a por respuestas no parecía nunca ir.
La hondura es otra cosa.
Cuando otras veces ha alcanzado la plenitud o la ha rondado ("Sale comme un ange" de 1991, "Breve traversée" de 2001), coincide como en "Tapage nocturne" que ha borrado todo rastro de investigación, de tesis. No es la única vía para filmar la intimidad, pero una de las más fértiles. Y no es sencilla. Basta con pensar que se trata de impedir que sus espectadores sean voyeurs sin que puedan adoptar el muy amplio rango de puntos de vista que tratan pertinazmente de travestirnos para que no experimentemos el vértigo de mirarnos y mirar de verdad. No es poca cosa evitar tener enfrente no solo a los onanistas habituales, tampoco a terapeutas, detectives, policías o asistentes sociales, quitando a todos los asideros y tapando los escondites, dejando a cada cual frente a sí mismo.
En "Tapage nocturne" sin embargo se libera Breillat de algo más, de un límite narrativo.Aquí habría que hacer una precisión o quizá una imprecisión. Estamos en el territorio de Jean Eustache y de la cascada que mana en el cine francés desde la venida de Jean-Luc Godard y la modernidad equivalente al cine en primer(ísim)a persona. Empuñar una cámara sin el amparo de un estudio y quizá ni siquiera de un equipo de colaboradores acreditados, hizo también más personales a las películas porque les permitió virar radicalmente de intereses. Desde la contemplación con toda la mesura y el sentido de la justicia posible de lo extraordinario (hasta el punto de convertir en ordinario lo que muchos nunca ven con sus propios ojos: el amor, el heroísmo, la maldad) se pudo pasar a filmar inestablemente lo más vulgar, en el sentido de lo más corriente: el tedio, la insensatez, no ya a los inadaptados sino a los que deambulan por la vida sin que les importe lo más mínimo el futuro.
Breillat prescinde de una historia como tal, se acerca peligrosamente a sí misma, se contradice y al mismo tiempo se afirma a cada paso. ¿En qué? Quizá en una idea de lo sagrado del placer, sucio, a costa de marchitar el cuerpo, pero que nos pertenece.
Por donde caminaban Maurice Pialat, Jean-Claude Brisseau o Philippe Garrel, a tientas, como nuevos salvajes - ah, los hijos de Nicholas Ray - se puede encontrar a Breillat por confiar en ella misma y en una actriz extraordinaria.
Un rellano de una escalera que se queda a oscuras y sirve para hacer una elipsis prodigiosa, cuartuchos inmundos y bares, aún más feos y más llenos de gente que se cree con derecho a saber qué quieres con solo mirarte, camas y más camas y los más absolutos silencios que tanto anhela sean cómplices nuestra protagonista... el film entero está modulado por la iluminación de Jacques Boumendil, que parece sencilla y funcional. El gran cine francés y sus milagros.
Sin escucharlo, se podría disfrutar de la película como de un paisaje y no es la belleza su mayor baza, sino algo muy cinematográfico: cómo se eleva una comunicación desde el estruendoso ruido de los ambientes por obra y gracia de lo que queda a la vista y lo que se oculta.
De la actriz no sabría bien qué decir. Dolería demasiado empezar por el final, diciendo que murió apenas un lustro después, con treinta y tres años, de un ataque al corazón. Así que honores para ella. Son aún los años 70 y recordaré siempre las interpretaciones de Romy Schneider con Andrzej Zulawski, Marlène Jobert con Maurice Pialat, Ottavia Piccolo con Mauro Bolognini, Nora Aunor con Lino Brocka, Ingrid Caven con Reiner W. Fassbinder, Hèléne Surgére con Paul Vecchiali, Mizuhara Yukî con Sone Chusei o la de Jenny Agutter con Monte Hellman, por citar varias de las que me parecen más conmovoderas, pero lo que es capaz de hacer Laffin en esta película admite poca competencia. Vulnerable, destruida, exultante, carnal, cadavérica, confundida por ella misma y por los demás, desnortada, aniñada, desubicada (la increíble escena de la grabación musical en el estudio), plena y vacía, a veces en el mismo plano... un despliegue de recursos incomparable sin una sola línea de diálogo "importante" que echarse a la boca, en penumbra, anónima, indescifrable.



29 comentarios:
Hola, Jesús, ¿te puedo preguntar con qué subtítulos has visto esta película? La vez que traté de verla con unos que había en inglés, los únicos de los que tengo noticia, se me hizo algo infructuosa, me parecía una traducción un poco críptica (igual tú entiendes el francés a pelo), y no sé si es que ha salido por ahí una copia nueva o se puede ver en alguna parte. Gracias.
Hay nueva copia restaurada efectivamente y con buenos subtítulos
Parece que Breillat fue de más a menos en su carrera. A falta de ver esta y sus primeras películas - cometí el error de empezar por sus más recientes viendo cosas infames como "Anatomie de l'enfer" o "La belle endormie" - cierto es que cuanto más retrocedes en su obra, cosas más interesantes encuentras. El problema de cansarte con un director antes de ver sus grandes obras.
Trueno
Tiene películas vulgares y simplistas, pero siempre suele filmar bien. Cerca de sus intereses teóricamente andaba Cavani y era una estafa.
A mi también me pareció una estafa Cavani. En el Valencia hizo el ridículo.
Disculpen la intromisión, pero aprovechando la alusión a Pialat en este texto sobre Breillat, veo que la Cinemateca Francesa, que dedica al director francés una retrospectiva en septiembre, tiene disponible on line durante una semana "Croniques turques", seis cortometrajes que Pialat rodó en Turquía en 1964. Un saludo
Ramiro Ledo, a través de su distribuidora Atalante, ha adquirido los derechos para España de la Integral (en cuanto a largos cinematográficos se refiere) Pialat en las nuevas copias restauradas (https://atalantecinema.com/film/centenario-maurice-pialat/); son las mismas copias que Gaumont editó en Francia en Bluray. Entre lo que queda de 2025 y 2026 me consta que van a circular por Filmotecas y cines de nuestro país. Ya era hora de que, aunque demasiado tarde, este director único gozara en España de algo del reconocimiento que nunca tuvo en vida. Intentaremos homenajearlo como se merece.
Como cinéfilo residente en Málaga, ojalá traigan esas películas. Ha pasado con alguna reciente (con L’amour fou, de Rivette, por ejemplo, que recuerde), que la reposición no llegó a Málaga o, peor, que en ningún cine de Málaga hubo interés por traerla. En fin, ojalá venga lo de Pialat.
La nueva restauración de 'L'amour fou' de Rivette tuvo unos pocos pases en un cine comercial de Sevilla. Yo la traje este año en marzo a la Filmoteca de Andalucía en su sede central en Córdoba, dentro de la programación del Club de Cine que diseño y presento. Creo recordar que al único pase asistieron unas setenta personas y la inmensa mayoría seguía en sus asientos al final de la proyección tras cuatro horas y doce minutos (algo más, porque hubo un pequeño receso de diez para ir al baño). Al final, como siempre, hubo debate, y también se quedó bastante gente. Desgraciadamente, las películas del Club de Cine (y muchas otras) no hacen itinerancia por las otras sedes provinciales de la Filmoteca; nunca he sabido exactamente cuáles son los criterios por los que algunos ciclos itineran y otros no, la razón por las que no lo hacen los del Club supongo que es porque van ligados a mis presentaciones y debates y el presupuesto no da para que yo vaya de tournée por toda la Comunidad como si fuera una atracción de barraca de feria. En 2026 tengo intención de poner los Pialat que me dejen, pero me temo lo mismo, los títulos del Club seguirán sin ser disfrutados por los cinéfilos de las otras sedes por tratarse de una actividad exclusiva de la sede central.
Jesús que opinas de Henry Barakat?
No hay nada memorable entre lo que he visto, pero me falta, claro.
Highest 2 Lowest mejor que el original?
Es uno de los peores remakes de todos los tiempos.
Buenas Jesús, ¿nos podrías decir qué te parece el cine de Agustín Díaz Yanes?
Pues ni como guionista ni como director me interesaba nada hasta esta última "Un fantasma en la batalla", que de repente tiene pulso.
Jesús ahora que viene Halloween puedes recomendar tus películas favoritas de terror de los 80. Gracias
“An American werewolf in London”, “Halloween III: Season of the witch”, “Day of the dead”, "Shoah", “The thing”, “Lo squartatore di New York”, “Tenebrae”, "Usugesho", “Dead ringers”, “Twilight zone: the movie”, “La casa con la scala nel buio”, “Pura sangre”, "Notre nazi", "Kisapmata", "I saw what you did"...
Hola, Jesús. Puesto que te han preguntando por la película de Díaz-Yanes, te quería yo preguntar por "Los domingos", que no sé si has visto. Yo sí la he visto y no diré mi opinión, pero si te diré que me llama la atención en algunas críticas que he leído la manera que tienen de atacarla, o de hacer reproches, que poco de "cinematográficos" tienen, pienso. No sé si has leído reseñas o si, en cualquier caso, tienes una opinión sobre esto que digo. Me refiero en concreto a que más o menos la acusan (a la directora) de hacer proselitismo, es decir, que según esta manera sociológica de hacer críticas, la película sería "peligrosa" por la influencia que pudiera tener en las adolescentes actuales, al presentar el convento y el hecho de ser monja como algo positivo, puro, liberador, etc. Quiero decir, que no son críticas que hablen de cuestiones cinematográficas, sino que son meros comentarios de los supuestos "valores" de la película (nada diáfanos, por otro lado, creo). No sé si estás de acuerdo, pero es un poco como atacar "Los Soprano" por presentar a un gánster protagonista tan atractivo que pueda llevar a los jóvenes que ven la serie a querer emularlo.
Un saludo
Te quería preguntar de otra cosa y, para no mezclar asuntos, lo hago a continuación. Cuando hace ya unos cuantos años te pedí tu listado de películas favoritas de 2000-2015, anotaste "La fille de nulle part", "Blood Work", "La sapienza", "Khang lang phap" y "Saraband" (he visto 4/5). No sé si, diez años después, tu lista sería muy diferente (eliminarías algunas o añadirías otras) y, por otro lado, qué 5-10 películas sobresalientes añadirías del período 2016-2025.
Disculpa por estas consultas tan concretas; la verdad es que intento cada vez más seleccionar las películas que veo (no veo tantas), y si se fía uno únicamente de listados como el del NYT... (¡"Anchorman", una de las mejores obras del siglo XXI!), apañados vamos.
Un saludo.
Luis
El pulso que ha perdido Bigelow
No he visto "Los domingos", Luis.
Ese listado de películas está bien, podría cambiar alguna, pero esas me siguen pareciendo muy bien a pesar de que uno de esos cineastas ya me interesa mucho menos y obviamente me refiero a uno de los dos que quedan vivos, Green.
De los últimos diez años podría citar sin problemas a "Cerrar los ojos", "Le livre d'image", "Le sel des larmes", "Buoyancy" y "Amanda".
¿Has pensado en hacerte una cuenta en Letterboxd o en alguna plataforma similar, considerando la cantidad de preguntas que recibes sobre películas recientes?
Ya hay una, pero no la creé yo.
Desde luego. Menuda tomadura de pelo "A house of dynamite"
"Buoyancy", ¿es una película australiana de 2019?
Luis
El único largo de Rodd Rathjen, que ya filma el segundo.
Poco valor he visto yo en Bigelow mas allá de su primer película. La última me parece un horror, hace que la de Lumet - que por lo general lo encuentro plano, discursivo y enfático - sea una masterpiece. "Un fantasma en la batalla" está a años luz de la película con la que ganó el Goya Yanes. Bien es cierto que viéndola la iba encontrando un tanto fria y sin alma, pero va in crescendo y deja un buen sabor de boca. Teniendo en cuenta lo dificil que es encontrar estrenos buenos o interesantes.
Que alegria leer que Rathjen hará otra película.
Trueno
¿Estaría entre ellas "Mil gritos tiene la noche" de Piquer Simón?
Mi recuerdo lejanísimo me dice que no.
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