martes, 22 de diciembre de 2009

¿BAILÁS?

Tras tres películas como director de las que sólo conozco "The apostle" de 1997, Robert Duvall, uno de los, si he contado bien, doce actores y actices de la saga de "The Godfather" de Francis Ford Coppola, que se han puesto tras una cámara, rodó "Assassination tango" en 2002.
Siempre me ha gustado Duvall. Un tipo tranquilo, nada altisonante, capaz de encarnar a cualquier personaje con toda naturalidad, por inconsistente o poco memorable que pudiese ser a priori. Aparte de sus papeles más populares (incluso en TV, donde llegó a hacer hasta un "Alfred Hitchcock presents"), me gusta mucho en "True confessions" del desaparecido en combate Ulu Grosbard y bueno, sigue ahí, en "We own the night" de James Gray, daba la talla de sobras, con 76 años.

Producida por la American Zoetrope, "Assassination tango" se ha visto poco y ha tenido menos fama, algo sorprendente en un cine no muy sobrado de grandes películas como el americano de la última década.
Imagino que si la hubiese rodado Eastwood, de la que no anda lejos, ahora sería mucho más recordada y la relacionarían con "Space cowboys", la película más disoluta rodada por Clint en todo este decenio.
"Assassination tango" no tiene ninguna pretensión. Es relajada, divertida, informal, un punto excéntrica y sensual, virtudes poco corrientes, por desgracia, en el cine de hoy día. Las mejores películas americanas recientes son duras, profundas, incluso demasiado serias, no sé si para recuperar un respeto perdido. Hasta las de Greg Mottola, Wes Anderson, los Farrelly y compañía, que me suelen gustar poco, son más cínicas y desagradables que contagiosas o gozosas.
Robert Duvall les da una buena lección a todos con este personaje socarrón y pasado de moda, un sicario enredado en un, siempre a punto de resultar hilarante, plan para acabar con la vida de un supuesto general argentino (¿o tal vez alemán?) al que la justicia de su país mantiene impune, tomando el cafecito todas las tardes en su jardín como un bien ganado descanso del guerrero.
Lo mejor de esta excelente película es su autenticidad. En los comportamientos (los torpes intermediarios, el manager de boxeo 100% pulp, los compinches de poca monta del barrio ...), en las localizaciones, en el respeto a los idiomas, en la toma de decisiones por parte de un director sin un prestigio que cuidar, que se siente bien bailando tangos y que casi consigue enamorarse y que lo haga cualquiera que la vea, de una chica, incorporada por Luciana Pedraza (no sucede en la película, en la realidad todo fue más lejos y acabaron casándose; esa química traspasa la pantalla y beneficia enormemente al film), cuya espalda con un collar de perlas se graba en la memoria para toda la vida.
Duvall demuestra una precisión admirable en la combinación de todos los elementos y guía la mirada de lo casual a lo milimetrado, del placer al "deber", sin inmutarse y sin perder nunca de vista lo importante, como si acreditase una carrera como realizador de varias décadas, consiguiendo integrar todo bajo un manto de normalidad (la doble vida de su personaje, el hecho de que no llegue a la última cita con Manuela o sus poco culpables infidelidades) propias de alguien al que no cuesta ningún esfuerzo planificar las más dispares texturas que supondrían no sé cuántos "conflictos creativos" a la plana mayor de supuestos renovadores del cine de su país.
Esta alegría de rodar - se nota que se lo pasaron muy bien - y la aparente despreocupación por la verosimilitud (de la historia; cada decorado y encuadre están pensados concienzudamente) deviene curiosamente, algo tendrá que ver el talento, en un perfecto retrato de un "has been", aún capaz de decirle a cualquiera a la cara lo que piensa de él, que se cree el mejor en lo suyo (y los demás también lo siguen pensando) sin complejos ni mayores problemas en resultar ridículo, al que todo puede salir mal pero que igual sale victorioso de sus peligrosos encargos porque sabe disfrutar de sus aficiones y gusta la compañía de gente apasionada, porque no tiene más miedo del estrictamente imprescindible para mantener el pellejo a salvo.
"Assassination tango" no es una comedia pero pertenece a ese cada vez más raro tipo de películas que no parecen gran cosa y acaban resultando más gratificantes y recompensan mucho más ya que no exigen ningún esfuerzo. ¿No era eso también el gran cine?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola lamento escribir esto en una entrada ajena, tiene un interesante post sobre Yoshishige Yoshida, me gustaria copiarlo ( si lo permite claro) en un foro de cine del que formo parte. Espero su respuesta.

Jesús Cortés dijo...

Permiso concedido

Roberto Amaba dijo...

Hola, qué tal Jesús,

Maravillosa película, estoy de acuerdo, genial en las transiciones entre tonos y en los retratos. Ese humor que indicas no tiene nada que ver con el de Kaurismaki, pero I hired a contract killer comparte la ligereza de quien no quiere ser un plasta o un blandengue, ni, sobre todo, sermonear.

Por ejemplo, por seguir con la saga Godfather, me parece mil veces mejor ésta que las dos cosas que ha hecho De Niro.

No he visto The Apostle, pero la tengo grabada hace la tira y lo mismo aprovecho ahora para verla.

Un saludo.

Jesús Cortés dijo...

La primera de De Niro me gustó, la segunda menos.
Duvall creo que supera además a Brando, Pacino, Sofia Coppola, Diane Keaton y todos los demás de la saga que han dirigido algo y que yo haya visto.
"The apostle" creo que te gustará. Farrah Fawcett está realmente bien ahí.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por el permiso, naturalmente mencionaré el nombre del autor y el enlace respectivo.

Anónimo dijo...

Aunque para mi gusto la supere "Assassination Tango" (¿por qué no se estrenó aquí?), te recomiendo Eoberto que no esperes y veas la excelente "The Apostle". No he logrado ver nunca "Angelo My Love", pero hay una estupenda película, dirigida por Bruce Beresford e interpretada y producida por Duvall (también canta), "Tender Mercies", de la que le sospecho co-autor.
Miguel Marías

alberto de mieres dijo...

Hi.
Estupenda película.
Y enhorabuena por tu bitácora. He caído por casualidad en ella, buscando algún artículo sobre Naruse,y no he podido dejar de leerlos todos, me han parecido casi todos magníficos, por fin encuentro un blog sobre cine que trata de CINE... En algún momento pensé que estaba leyendo al maestro Miguel Marías, no tanto por la forma como por el contenido.
Y por cierto, viendo tus gustos musicales -qué buen gusto amigo-, he recordado un legendario lector de una revista llamada Popular 1, que firmaba como tú, y añadía el segundo apellido, creo recordar Arahal, o algo parecido. Quizás seas esa misma persona, no sé, pero mi intriga va en aumento.
Reitero mis felicitaciones por tu buen gusto cinéfilo y musical, y desde este lugar de Asturias has ganado un nuevo seguidor de tu bitácora.
Saludos

Jesús Cortés dijo...

Sí, ese soy yo, el del Popu. Ya ves qué extraños caminos me han conducido de Axl Rose a Lav Diaz.
Afortunadamente funciono por pura acumulación y en mi stereo sigue sonando "Strong arm of the law".
Es más, te diría que la perspectiva para ver la "comedia crepuscular" (hay que fastidiarse) "Adventureland" sin ser fan de los aburridos Yo la Tengo es más que importante, definitiva.

Roberto Amaba dijo...

Bueno, pues he visto "The Apostle" y no sé si me gusta más que A. Tango; el tiempo me lo dirá, pero la he disfrutado a lo grande.

Aprovechando la inercia también he visto "Angelo my love" y si no la habéis visto, me permito la osadía de recomendárosla. Es magnífica y sorprendente, pero hay camino directo con las dos películas posteriores.

Supongo que si la hubiera filmado Scorsese con italoamericanos en lugar de con gitanos, la estarían poniendo en las escuelas de cine y tal. Le llegará el día del reconocimiento, eso seguro, y la editarán en el formato que toque, como ha hecho con Killer of sheep y cosas por el estilo.

Todo un descubrimiento Duvall como director.

Un saludo.

Anónimo dijo...

"The Deerhunter" ya no está en tu cabeza, amigo... Echale un vistazo de nuevo y luego me llamas. You know.

Jesús Cortés dijo...

No es necesario