jueves, 8 de septiembre de 2011

UNA CHICA SIN IMPORTANCIA

Unos años antes de encontrar en el formato televisivo el medio ideal para desarrollar todo su potencial como cineasta y ya con una década de trabajo a sus espaldas, Vittorio Cottafavi alcanza la perfección clásica acompasada con las posibilidades que ofrecía la por entonces gran industria cinematográfica italiana superando intentos previos, valiosos pero donde faltaba siempre algo, como su debut "I nostri sogni", "Una donna ha ucciso", "Il boia di lilla" o "Nel gorgo del peccato", con "Una donna libera" y sobre todo "Traviata 53", sus primeras cumbres.
Sorprende que dos films de este calado y de esta elegancia narrativa, sean aún tan poco conocidos fuera de Italia y supongo que poco recordados allí, al menos nada publicitados ni exhibidos como bandera de lo extraordinario que llegó a ser su cine durante tres décadas.
Imagino que cuesta venderlas porque Cottafavi es aún para la mayoría un realizador de peplums y aventuras históricas presumiblemente de segunda categoría o que permanecen muy desconocidas sus incursiones televisivas, incluso aquí en España, donde contó con buenos amigos y defensores hace muchos años.
Una obra que va desde la sobriedad radical, bressoniana, de "Il processo de Santa Teresa del Bambino Gesú" a la exuberancia deMilleiana de "Mesalina venere Imperatrice", de la más absoluta fidelidad textual y ambiental de "Oliver Cromwell, ritratto di un dittatore", "Missione Wiesenthal" o "Vita di Dante" a la subversión straubiana de "Antigone di Sofocle" o "I persiani di Eschilo", una obra que lo mismo enlaza con Visconti (su último film sin ir mas lejos, "Il diavolo sulle coline") que con Ulmer (su serie de ciencia ficción "A come Andromeda") desde luego es para tenerla mucho más en cuenta.
Ninguna de estas conexiones, enganches ni pistas son necesarios con "Traviata 53", que se mantiene incólume ya más de medio siglo en una solitaria posición híbrida: con su asombrosa falta de aristas, con su modélica banda sonora o su uso de la voz en off, su minuciosa dirección de actores - que parecen mucho mejores de lo que fueron con otros y que viene a demostrar que no hay actores malos sino mal dirigidos -, se adelanta no obstante una década a las primeras muestras conocidas en su país - sobre todo en exteriores y en movimiento, en coches, en calles, en una sublime despedida en una estación de tren o en un portentoso flashback sin palabras con una hiriente trompeta de fondo; el inquieto Cottafavi se hacía preguntas y no copiaba las respuestas -, de la nueva ola, a la sombra del gigante Rossellini y aplicando a sus escasos recursos todo lo aprendido junto a De Sica o los olvidados Alessandrini, Coletti, Franciolini...
En contra de lo que sucede en muchas películas italianas de estos años centradas en altas y medias burguesías, de grandes ciudades o de provincias, con sus idas y venidas de amantes (de todo tipo: varios Antonioni, "Le infedeli" de Monicelli y Steno, "I delfini" o "Gli indifferenti" de Maselli, "I dolci inganni" de Lattuada, "Una lettera all'alba" de Bianchi, etc.), donde la mirada es esencialmente externa, incluso desapegada y caben todos los personajes mezquinos imaginables, "Traviata 53" es sobre todo una sentida historia de amour fou, decantando sin modernizar más que en el atrezzo a pesar de su título, la variación que Verdi justo un siglo antes había hecho sobre la novela de Dumas hijo, en un tono más cercano al de futuras obras maestras europeas como "Bubu", "La prima notte di quiete", "Corps à coeur" o "Amor de perdição".
Siempre solitario, desde la misma foto del bautizo con el que se abre el film, donde queda desubicado con el crío en brazos, pasando por el momento en que ve a Rita por primera vez - en un club, los camareros le retiran todas la sillas sobrantes en su mesa - y hasta el postrero momento en que ella se va - Carlo está destinado a buscarla, esperarla, perdonarla, amarla y perderla con todas las circunstancias en contra, sin ninguna esperanza más allá de la vivencia que el presente le reporte.
Es interesante poner en paralelo "Traviata 53" con la versión de "La signora dalle camelie" que el propio Cottafavi filmó para TV casi veinte años después, centrado lógicamente en el personaje de ella, sobre todo para hacer un pequeño desmentido de ese apelativo - tan conveniente para algunos - de directores "de actrices" que llevan a cuestas algunos grandes cineastas.
Como demostró desde mucho antes, casi sin solución de continuidad desde finales de estos mismos años 50, Cottafavi era un arquitecto, que podía construir lo que fuese mientras tuviese alma, se viese el andamiaje (literalmente como en la citada "I persiani" o "L'allodola") o no, respondiese a expectativas y fidelidades varias o no, respetase códigos precedentes o derribándolos si hacía falta, siempre reflexionando sobre su oficio. 

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Cottafavi es uno de mis héroes míticos. Y eso que sólo he podido ver unas pocas de sus películas hasta ahora, ni Traviata 53 ni las producciones televisivas ni muchas otras.
En mi juventud cinéfila mi fascinación ya era máxima por un cineasta punto de coincidencia entre algunas de mis más queridas referencias (el malogrado José Luis Guarner, Tavernier, los "MacMahonistas") pero que no aparecía en las historias del cine (y me temo que sigue sin aparecer). Hoy siempre pongo LA CONQUISTA DE LA ATLÁNTIDA como una de mis películas favoritas, no porque sea una obra maestra absoluta sino porque constituye una muestra de lo que un director es capaz de aportar a un proyecto, resultando un prodigio de imaginación en todos los sentidos.
Ya sabes que la otra que tengo entre ceja y ceja para rescatar en Cine-Clásico es UNA DONNA LIBERA, pero habrá que crear los subtítulos de cero. Entre otros recuerda a Borzage, que no es mala cosa.
Ángel

Jesús Cortés dijo...

Una buena caja con su etapa televisiva le haría ganar bastantes adeptos.
En general, juega en su contra la falta de subtítulos para un gran porcentaje de su obra.
Esta "Traviata 53" gustaría a cualquier fan de Fuller o a todo el que se interese por el cine francés (el capital y la actriz principal venían de allí, es por lo que se la conoce también como "Fille d'amour") e italiano post-"Europa 51" que tantas cosas cambia ya antes de que llegue el big bang de "Viaggio..."
Guarner, que era buen amigo suyo, alabó mucho "I cento cavalieri", en la que parece colaboró en el guión y que fue rodada en Segovia según creo, pero no es de las mejores para mi gusto, siendo plásticamente muy buena.
Esa es la primera impresión siempre con Cottafavi por lo que he comprobado, cualquiera advierte su talento visual aunque encuentre argumentos y actores menos satisfactorios. La sorpresa viene cuando ves que fue capaz de prescindir de colores, composiciones, etc., se probó en casi cualquier terreno (menos en el spaguetti western si no estoy equivocado) y dominó con soltura lo que le pusieron por delante, en desnudos platós, sólo con la palabra y el ritmo, el montaje y la duración del plano como armas.

bruno andrade dijo...

Baixando Umiliati e offesi e Napoleone a Sant'Elena. O que dói é saber que um dos filmes mais míticos, o Noites Brancas com a Monica Vitti feito para a TV, foi apagado logo após ser transmitido, o magnético reutilizado para outra gravação (prática comum nos primeiros anos da televisão). Passo Falso foi o último que vi, e é extraordinário.

Jesús Cortés dijo...

Yo no he podido ver su atractiva versión de "Le notti bianche" con la Vitti sacada de las "garras" de Antonioni. Me pregunto si estará cerca de la geniales versiones de Visconti o Bresson.
Con Cottafavi todo es posible.

Miguel Marías dijo...

Jesús, ni tú ni nadie no italiano y con los ojos muy atentos al televisor en 1962 ha podido ver "Le notti bianche" cottafavianas; ni parece probable que la veamos nunca: como era frecuente en la época, la RAI, nada más emitirla, la borró reutilizando la cinta para otra grabación.
Como citas en el artículo casi todas mis preferidas, me pregunto si no has visto la televisiva "La Trincea", que encuentro excepcional, de lo mejor que he visto acerca de la I Guerra Mundial.

Anónimo dijo...

Grandísimo blog que me hace descubrir tantas películas magníficas y a autores geniales como Naruse y Borzage
¿Sabéis dónde se puede encontrar el Nickel Odeon número 8 dedicado a Ordet y a Vértigo? No lo encuentro en toda Barcelona ni en Iberlibro. Estoy dispuesto hasta conseguirlo en alquiler. Por otro lado, ¿es posible acceder a la lista de 2.000 de don Miguel Marías? Muchas gracias, aunque no pudiera ser, por adelantado.
Espero que pronto comentéis House by the river de Lang, para mí ha sido un descubrimiento mayúsculo, aunque sea inferior a The Big Heat y Human Desire. Un saludo
Fernando Campo

Jesús Cortés dijo...

No conozco "La trincea", procuraré verla, Miguel.
Y sólo recuerdo ahora una persona que tenga ese número de Nickelodeón, con aquella larga conversación y no creo que lo quiera vender.
De acuerdo en que "House by the river" es magnífica, de los más infravalorados Lang, superior para mi gusto a otras mucho más famosas de ese año 49/50 como "The third man", "Sunset Blvd." o "A letter to three wives".

Anónimo dijo...

El numero 8 de Nickelodeón lo puedes encontrar en este mismo instante en la pagina web todocoleccion, es un numero por ahora "facil" de conseguir ,el que esta dificil es el numero dedicado al melodrama nº 2.
En cuanto a cottafavi no he podico ver nada suyo a excepcion del peplum de Hercules.
Me apunto Traviata 53 ,para verla esta semana.
En cuanto a House by the river me parece un gran Lang a la altura de American Guerrilla in the Philippines, ambas peliculas menospreciadas,y tachada de menores, aun no he entendido el porque.Supongo que seriá por su dificil accesibilidad y pasaron inadvertidas en su momento...lo mismo pasa con otro Ford incomprendido,pero no por eso "menor" Gideon´s day.

Antonio Muñoz

Jesús Cortés dijo...

El caso de "Gideon´s day" es peor, porque es bastante inviable encontrar la versión de 118 minutos estrenada en UK y hay que conformarse con la de 91, "Gideon of Scotland Yard". También hay una cortada a menos de una hora y en blanco y negro, para un episodio de TV supongo.
El número 2 de Nickelodeón lo tengo yo. Busqué el nº 4 del western y ese sí que no pude encontrarlo.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la info. El del western sí lo pude leer en biblioteca, excelente.
American Guerrila in the Philippines salvo la escena de la "jota" y la del atrincheramiento en la iglesia no me acaba de atrapar. Quizá por Tyrone Power, solo me gusta en The long gray line. Volveré a echarle un vistazo a ver si le acabo de encontrar algo más.Saludos

Fernando Campo

Anónimo dijo...

Tengo casi todos los números de Nickelodeon (y los pocos que me faltan puedo conseguirlos en una biblioteca). Si queréis algún artículo, decídmelo y os lo enviaré.
Rodrigo Dueñas

Sergio Sánchez dijo...

Yo también tengo el de "Ordet/Vertigo" (y el de John Ford). Si no has comprado todavía en esa página que te comentan yo te lo vendo mucho más barato. Puedes dejarme si te interesa un mensaje en sesaga58arrobagmailpuntocom.

Anónimo dijo...

Lo de la "jota" ,creo que te refieres al Tinikling que es un baile folclórico Filipino.A mi la verdad no me molestó nada,apenas dura un minuto,y lo que me importa de la secuencia es el acercamiento de Power hacia la mujer casada y esta a su vez el distanciamiento hacia su marido, que por la mirada que le echa, no le debe tener ninguna simpatia.De echo, mas adelante cuando llega una patrulla japonesa a la casa y le cogen para hacerle hablar,da la sensacion que le va a delatar....
El Nickelodeon del western hace unos meses ,creo recordar que tambien estaba en toddocoleccion.

Anónimo dijo...

se ,e olvidó la firma del comentario anterior.
Antonio Muñoz

Anónimo dijo...

Yo tampoco he tenido problemas para encontrar números de Nickelodeon salvo los cuatro primeros, en especial el del Western y el del Cine Romántico; el dedicado a Ordet/Vertigo supongo que se podrá encontrar en Iberlibro sin problemas si no ahora mismo en cualquier momento.
leyendo el excelente comentario sobre Traviata 53 de Jesús he vuelto a lamentar, una vez más, lo mal que conocemos la obra de este director, casi ninguno de sus melodramas de los años 50 ni ninguno de sus films para Televisión (que Guarner difundió en este país a traves del Festival de Barcelona de los años 80) se pueden encontrar en el mercado español (ignoro cómo estará el italiano) sólo sus peplums (que además son lo único que la TV española ha emitido suyo desde donde me alcanza la memoria) y Los 100 Caballeros. Habrá que recurrir, como casi siempre con el cine anterior a 1970 que se aparta de los clásicos de siempre y los géneros mas difundidos o los autores europeos más reconocidos, a la Red. Sus peplums no están nada mal y La conquista de la Atlántida es espléndida.
Antón