domingo, 22 de julio de 2012

LIBRE

No tiene mucho sentido que una de las películas más famosas de la historia del cine sea una de las más subvaloradas obras maestras.
Hombres y mujeres, en el momento de su estreno en su país y cuantas veces se repuso luego, desde que hay moviolas, videos y todo lo que ha llegado después, en documentales y libros, en postales incluso y no sé si hasta en sellos... todos hemos contemplado imágenes de "Ekstase".
Poca disculpa tiene quien se sirve apenas de ese par de escenas en que aparece desnuda o arrebatada por el placer sexual una joven Hedy Lamarr para juzgar al film en algún sentido y no demasiada quien no es lo suficientemente curioso para comprobar por su cuenta si "Ekstase" es lo que mayoritariamente dicen de ella: un vehículo para lanzar al estrellato por la vía rápida a una actriz, saltándose tabúes, un film de simbolismo facilón, una anticualla exótica.
La carrera del checo Gustav Machatý no termina con "Ekstase" pero casi se evapora con ella y algo habrán contribuído a ello a lo largo del tiempo cuantos cinéfilos y críticos puedan encuadrarse en los grupos anteriores.
Sus siguientes films, el mayestático "Nocturno" de 1934 y el inasequible "Ballerina", dos años posterior, están olvidados y lo mismo puede decirse de los últimos que pudo rodar tras una década de colaboraciones sin acreditar en Hollywood, "Within the law" del 39, "Jealousy" del 45 (los dos únicos que firmó allí con su nombre, ejemplos fulgurantes de cómo la imaginación suplía la falta de medios) y el nuevamente invisible "Suchkind 312" rodado en Suecia en el 55, fin de trayecto.
Tampoco han disfrutado de gran predicamento los anteriores a "Ekstase", salvo quizá "Ze soboty na nedeli" (31) y "Erotikon" del 29 (no confundir con la de Mauritz Stiller del mismo título pero de 1920).
Más tibiamente se recuerda su versión de un Tolstoi muy visitado en las cinematografías centroeuropeas, "Kreutzerova sonáta" del 27 y para mejor ocasión quedan revalorizaciones de sus comedias "Svejk v civilu" (del 27, refilmada en alemán un año después) y la excelente "Naceradec, král kibicu" de 1931, su primer film sonoro.
"Ekstase" no sólo es una de las mejores que hizo (para mí junto a "Ze soboty...", "Erotikon", "Nocturno" y "Naceradec..."), sino seguramente una de las más esplendorosas muestras de drama europeo de todo el periodo en que se funden e hibridan el cine silente con el sonoro en lo que ahora nos puede parecer que era una especie de "banco de pruebas" del que debían validarse los logros y desecharse los fracasos.
Ahora tampoco podría haber sido una estrategia global, más bien una feroz competición - ya ni entre compañías: entre los magnates de la comunicación o tecnológicos que las han adquirido - para ver quién lograba antes el gran éxito de público, pero en ese final de los años 20, los productores cortaron amarras, apostaron sobre seguro - incluso por directores teatrales antes que en cineastas por muy grandes que fuesen - y cada cual se apañó como pudo, a toda prisa, filmando dobles versiones, tratando de hacer parecer etéreo ese pesado armatoste en que de repente se había transformado la cámara, acechada por micrófonos.
Toda la apertura de "Ekstase" (escenas virtualmente mudas pero ya no rodadas como tales) hasta el precipitado divorcio parece desafiar ese nuevo escenario.
Noche de bodas. Ella, inexperta, prepara ya la vida juntos: arregla las flores, mira muebles para distribuirlos a su manera, sonríe, espera. Él, mayor y más borracho, coloca sus relojes de bolsillo en fila india, apenas la mira y se encierra como un niño en el baño para disimular su verdadero problema.
Machatý se esmera en penetrar en las habitaciones, usar los espejos, jugar con las alturas, hacer panorámicas, insertos. También en una perezosa tarde en un Café junto al Moldava con grúas por doquier.
Esa atención desusada por los elementos del decorado o las posiciones corporales de los actores, modificando el ritmo de la narrativa hasta hacer que se plasmen fehacientemente sentimientos, pensamientos, impresiones, por encima de un ambiente a base de descomponerlo en detalles (en este caso la parsimoniosa rutina hacia ninguna parte de quienes nunca se entenderán), es la misma que Machatý aplicó poco antes a su encantadora pieza romántica "Ze soboty na nedeli" que plantea justo lo opuesto a "Ekstase", un encuentro, accidental pero que será para siempre.
Un estadío posterior (la fuga dentro de un matrimonio más o menos feliz durante un tiempo) representa "Nocturno", su film más rotundo.
Mujeres, en fin, que soñaron con realizarse plenamente en esta Europa llena de nubarrones previa a la guerra. 
En "Ekstase", como en la esencial "Ariane" de Paul Czinner, como un poco después (ya "superados" estos años difusos repletos de fascinantes hallazgos) en "Le roman de Werther" de Max Ophüls o en "Partie de campagne" de Jean Renoir, lo que los personajes ven, filtrado - ya sea por un entorno cerrado o por una naturaleza intervencionista: condicionantes tan opuestos, resultados tan homogéneos - es el límite del drama.
Nada más implican sus imágenes, nadie más vive fuera de sus encuadres.

8 comentarios:

Roberto Amaba dijo...

Hola qué tal Jesús,

Machaty ha sido de esos cineastas devorados por sus imágenes. Por una en concreto. Esos casos en los que una imagen se convierte en icono y sepulta al creador. Este desnudo, Harold Lloyd colgando del reloj, etc. La imagen prácticamente se convierte en anónima, en patrimonio universal. No sé si habrá mejor elogio para alguien que quiera ser tenido por "autor" que su propia muerte en favor de su creación. Me parece que pocos han estado y estarán dispuestos al sacrificio.

Eso en el lado positivo, porque en el negativo esa desaparición puede conllevar una falta de atención. En todas las historias del cine, en documentales, en conversaciones... es el desnudo de Hedy Lamarr, todo dios lo sabe. Sin ir más lejos, mi conocimiento de Machaty es pobre, sobre todo teniendo en cuenta su escasa producción. Este año por ejemplo vi por primera vez "Del sábado al domingo" que es maravillosa y casi única, con ese toque siniestro tan extraño que le da el protagonista masculino.

Un saludo.

Jesús Cortés dijo...

"Ze soboty..." es quizá la ideal para empezar con su cine, más incluso que "Erotikon", que anticipa mucho de "Ekstase". Estoy seguro de que alguien tan conocido como Billy Wilder conocía bien el film, como también a Fejös (y "Ze soboty..." parece inexplicable que no sea tan popular como "Lonesome" con la que tiene tanto que ver), Czinner (de hecho, rehizo, en menor, su "Ariane"), Schwarz, May y otros realizadores oscurecidos de esos años entre mediados de los 20 y la guerra.
Son en su mayoría gente versátil, todoterreno, que se arreglaban con lo que encontraban, con pasión por lo que hacían, que no disfrutaron casi nunca de reconocimiento.

Anónimo dijo...

Magnífico cineasta este Machaty, particularmente brillante en la creacíón de atmósferas y el uso del montaje. Y el sexo era mejor en "Erotikon" que en "Ekstase", pero bueno, el mito es el mito.
Hay varias películas fascinantes de principios del sonoro, con muy poco diálogo y ritmo muy particular, casi mágico, que se asocian en mi mente: Las citadas de Machaty y Fejös, "Ganga Bruta", "Rapt"...
Ángel

Jesús Cortés dijo...

"Vampyr", "Hitori musuko", "Mor-Vran", "Ivan", "Niemandsland", "Doughboys", "Odna"...
Y en cuanto a "Erotikon", qué mala suerte tuvo Ita Rina, que pudo calzar los zapatos de Lamarr y haber llegado tan lejos (también geográficamente) como ella.

ethan dijo...

De Machaty sólo he visto esta película que tan bien reseñas, y tienes razón en destacar ese arranque de noche de bodas. Lo del desnudo se ha quedado como anécdota, eso sí muy comentada.
Saludos

Sergio Sánchez dijo...

Ekstase está online con una facilidad asombrosa. Procuraré volver a verla, que me acuerdo de poco, antes de que desaparezca.

Jesús Cortés dijo...

La verdad es que las escenas de desnudo famosas son poco eróticas, más bien divertidas, con aquel caballo travieso.
Cualquier restauración que no contenga algún centímetro más de piel de Lamarr, imagino que no se vendería y probablemente hasta ni se financiaría, con lo que debe tratarse de un film "agotado".
Me parece mucho más sensual su aparición nocturna, trémula, en la cabaña de esa especie de ingeniero, que lleva mentalmente a "The fountainhead".

Anónimo dijo...

Great article. Thank you to tell us more useful information. I am looking forward to reading more of your articles in the future.